El sector pesquero anuncia alegaciones al proyecto de las compañías Bluefloat y Sener para desarrollar en Galicia un megaparque eólico en el Golfo Ártabro coruñés que comprende la instalación de 80 turbinas y dos subestaciones flotantes en un área de 270 kilómetros cuadrados. Desde la plataforma Manifiesto de Burela, que aglutina a más de 12.000 pescadores de toda la cornisa cantábrica, recuerdan que los planteamientos de estas gigantescas instalaciones están iniciando trámites ambientales ante el Ministerio de Transición Ecológica aún cuando no están aprobados los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo, los POEM, que definirán aquellas zonas en las que se pueden implementar construcciones de esta naturaleza.
En grandes líneas, lo que proponen Bluefloat, y Sener, es levantar un macroparque, de unos 30 años de vida útil, de 1.200 megavatios de potencia que podría generar 4.800 gigavatios hora al año, “un 30% del consumo eléctrico actual de Galicia”. La idea es desarrollar el proyecto en dos fases. Una primera con 35 aerogeneradores y una potencia de 525 megavatios y una segunda, en la que se colocarían otros 45 de 675 MW.
Su portavoz, Torcuato Teixeira, indicaba a Economía Digital que los gigantescos parques eólicos que se proyectan (en Galicia, además de Bluefloat, Iberdrola promueve otros dos proyectos offshore de 490 MW cada uno) no son compatibles con los usos existentes, debido a la escasa plataforma continental de la costa gallega, por lo que impactarían de forma notable en el mantenimiento de la actividad pesquera. Además, critica que este último proyecto, que planea evacuar la generación eléctrica a través del a subestación de Sabón, en el municipio coruñés de Arteixo, no ha sido presentado ante el Observatorio de la Eólica Marina, una suerte de mesa constituida por la Xunta como punto de encuentro entre el sector industrial, es marítimo-pesquero y las entidades y organizaciones vinculadas para analizar el encaje de los proyectos offshore.
“No se puede hablar de proyectos concretos”
La Xunta de Galicia se manifiesta en términos semejantes. No es posible avanzar en proyectos de estas características si ni siquiera están delimitadas de forma oficial las zonas de desarrollo de la eólica marina. A preguntas de este medio, fuentes de la administración autonómica indican que “es el momento de sentar las bases de la eólica marina en Galicia, pero no de hablar de proyectos concretos”. “Ahora mismo no existe la posibilidad de que un promotor pueda tramitar un parque eólico marino hasta que el Gobierno apruebe las zonas dentro del plan sectorial”, apuntan.
“Seguimos esperando para saber cuál es la propuesta que el Gobierno pondrá sobre la mesa para poder garantizar que un futuro desarrollo de la eólica marina sea compatible con la actividad pesquera y la preservación del ecosistema”, apunta la administración gallega, que insiste en que el Observatorio de la Eólica Marina debe ser punto de encuentro para identificar oportunidades y analizar el impacto de estas infraestructuras.
Así, a la espera de conocer las directrices del Gobierno sobre los espacios en los que se podrán ubicar los grandes parques offshore, representantes del sector pesquero gallego reconocen que la envergadura del proyecto presentado genera intranquilidad. Insisten en que, si bien no están en contra de la eólica marina, por sus características, es muy complicado el encaje con la actividad pesquera y los caladeros de la cornisa cantábrica.
Limitación de la pesca en la zona del parque
En el proyecto del Parque Eólico Marino Flotante Nordés, que ha comenzado su tramitación ambiental ante el Ministerio de Teresa Ribera, sus promotores aseguran que el emplazamiento escogido no tiene afecciones significativas a la navegación aérea y marítima y “consigue también minimizar la afección de los principales caladeros explotados actualmente por la flota pesquera asociada de A Coruña y de Ferrol”. No obstante, también indica que “el funcionamiento del parque eólico irá asociado a una limitación/prohibición de pesca en las zonas de influencia del parque”.
Alianza de Sener y Amper
La polémica por la afectación de los parques eólicos al sector pesquero se produce mientras que los promotores del proyecto Nordés toman posiciones en Galicia. Y es que esta semana, días antes de que se conociese el proyecto coruñés, Sener anunció un acuerdo de colaboración con la filial de Amper Nervión Naval Offshore, con sede en Fene, para desarrollar y comercializar estructuras marinas flotantes.
Plataformas semisumergibles de acero para sustentar aerogeneradores de más de 15 MW de potencia. Como los que se prevén para el macroparque de las Rías Altas que, de momento, aún es solo un proyecto.