Las organizaciones de palangre de superficie valoran los progresos técnicos en pez espada y marrajo, pero denuncian el bloqueo en tiburones y la falta de igualdad de condiciones entre flotas
La flota española de palangre de superficie del Atlántico, representada por la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) y la Organización de Buques de Palangre de Superficie de bandera española (OPNAPA), ha hecho un balance común de la 29ª Reunión Ordinaria de ICCAT, celebrada en Sevilla entre el 17 y el 24 de noviembre.
El mensaje es nítido: hay avances técnicos importantes, pero las grandes decisiones sobre tiburones y nivel de juego siguen pendientes.
Ambas organizaciones coinciden en una lectura “prudente pero constructiva” de la cita de Sevilla. Aplauden los progresos en herramientas de gestión y en innovación técnica para el palangre, pero muestran creciente frustración por el nuevo bloqueo a la norma de “aletas adheridas”, que la flota comunitaria aplica desde 2013 mientras otras flotas continúan operando con exigencias mucho menores.
Innovación en los artes: luz verde a aros o lazos indonesios
Uno de los puntos que Orpagu y OPNAPA sitúan en el haber de ICCAT es la aprobación del uso experimental de nuevos dispositivos en el palangre de superficie: los llamados aros o lazos indonesios.
Se trata de un sistema instalado en la propia línea de pesca que puede modificar el comportamiento del arte y mejorar su selectividad, con potencial para:
- Reducir capturas accidentales de especies sensibles.
- Mejorar la seguridad y operatividad del calamento.
- Aportar nueva información técnica de cara a futuras medidas de ordenación.
ICCAT ha autorizado su uso en proyectos piloto hasta 2028, sometidos a seguimiento y evaluación científica. Si los resultados son positivos, podría abrirse la puerta a una autorización plena.
Para la flota de palangre, es un paso largamente esperado:
“Llevamos años reclamando la posibilidad de incorporar dispositivos innovadores que nos ayuden a pescar mejor y con menor impacto. Ahora toca demostrar con datos su utilidad y trasladar esas lecciones a la gestión”, coinciden desde el sector.
Pez espada del norte: MSE y protocolo de “circunstancias excepcionales”
La otra gran novedad técnica valorada por ambas organizaciones es el avance en la Evaluación de Estrategias de Ordenación (MSE) del pez espada del Atlántico Norte, especie clave para la flota española.
ICCAT ha aprobado un protocolo de circunstancias excepcionales, una herramienta que permitirá ajustar las estrategias de gestión si se detectan cambios bruscos en el estado del stock o en la pesquería (por ejemplo, un deterioro inesperado de la biomasa o cambios fuertes en las capturas).
Para Orpagu y OPNAPA, esta decisión fortalece el vínculo entre ciencia y gestión, y ofrece un marco más estable y previsible para una pesquería que ha sido referente en sostenibilidad.
Marrajo dientuso del Atlántico Norte: revisión en 2026 y credibilidad científica
Tanto Orpagu como OPNAPA colocan en el centro de sus preocupaciones el futuro del marrajo dientuso del Atlántico Norte (Isurus oxyrinchus), especie sometida a fuertes presiones regulatorias y ambientales.
Ambas organizaciones valoran como un logro que ICCAT haya decidido mantener en 2026 la nueva evaluación científica del stock, evitando su retraso a 2027. Esa revisión incorporará datos recientes que pueden modificar parámetros clave, como la edad de maduración, aspecto esencial para estimar la productividad del stock.
El sector lleva años insistiendo en que la evaluación de 2017 presentaba deficiencias reconocidas por el propio comité científico (SCRS) y que era imprescindible corregirlas para que las medidas de gestión resultaran creíbles y proporcionadas.
“Actualizar el diagnóstico con datos nuevos y sólidos es una cuestión de rigor científico, pero también de justicia para las flotas que cumplen las normas”, señalan desde ambas organizaciones.
Sin esa actualización, advierten, el riesgo es seguir aplicando un marco de restricciones sobre una base científica desfasada.
Marlín azul y blanco: por fin reglas claras para los descartes
En el terreno operativo, las dos organizaciones subrayan como avance relevante la regulación de los descartes de marlín azul y blanco para todas las Partes contratantes y cooperantes de ICCAT.
Hasta ahora, la falta de un marco común generaba incertidumbre a bordo y desigualdades entre flotas. Con la nueva medida, el descarte de estas especies altamente migratorias queda reconocido y ordenado, una reivindicación que el palangre de superficie llevaba años planteando.
Tiburones: aletas adheridas, especies protegidas y un juego desigual
El gran punto de fricción para la flota de palangre española está en la gestión de los tiburones pelágicos.
Un año más, no se ha logrado consenso para adoptar una norma general de “aletas adheridas”, que obligue a desembarcar los tiburones con las aletas unidas al cuerpo, una de las principales herramientas de lucha contra el finning.
La propuesta, trabajada este año por Japón y la Unión Europea, volvió a quedar bloqueada.
Orpagu y OPNAPA recalcan que la flota europea ya aplica este sistema desde 2013, lo que crea una clara desventaja competitiva frente a otras flotas que operan en el Atlántico con reglas más laxas.
“Es inaceptable que unas flotas asuman medidas exigentes mientras otras quedan al margen. Hablamos de sostenibilidad, pero también de competencia desleal”, denuncia el sector.
ICCAT sí acordó, en cambio, prohibir la retención, transbordo y desembarque de tiburón peregrino (Cetorhinus maximus) y tiburón blanco (Carcharodon carcharias) en las pesquerías bajo su ámbito, reforzando la protección de estas especies emblemáticas.
Pero para la flota de palangre, la cuestión central sigue siendo otra: armonizar normas y cerrar brechas en el control del finning.
Tintorera: MSE atascado, pero no abandonado
Otra de las frustraciones compartidas por Orpagu y OPNAPA es la falta de acuerdo para aprobar la propuesta de la UE sobre objetivos avanzados de ordenación (MSE) para los dos stocks de tintorera (Prionace glauca), una especie fundamental para el palangre de superficie.
Aunque la medida no salió adelante, la herramienta seguirá desarrollándose durante 2026.
Las organizaciones confían en que, a medio plazo, el MSE permita definir estrategias de captura estables y predecibles, compatibles con la conservación del recurso y la viabilidad socioeconómica de las empresas.
El aviso de Sevilla: o ICCAT actúa, o lo hará CITES
Tanto Orpagu como OPNAPA subrayan el mensaje lanzado en la sesión de clausura por el presidente de ICCAT, cuando advirtió que, si la organización no refuerza de forma seria la gestión de los tiburones, otros foros como CITES podrían asumir un papel todavía mayor en su regulación.
Para la flota de palangre, el aviso no es menor: significa que, si ICCAT no avanza en marcos equilibrados y basados en ciencia, las decisiones podrían trasladarse a escenarios más centrados en el comercio que en la gestión pesquera, con un sesgo potencialmente más restrictivo.
“Lo que está en juego no es solo un modelo de gestión, sino el futuro de comunidades enteras que dependen del palangre de superficie. Necesitamos que ICCAT actúe y que lo haga con reglas iguales para todos”, resumen desde el sector.
Reconocimiento al papel de España y la UE
Ambas organizaciones destacan también el trabajo técnico y negociador de la Administración Pesquera Española y de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG MARE) de la Comisión Europea, tanto por la calidad de las propuestas como por la comunicación permanente con el sector durante la reunión de Sevilla.
De cara a 2026, Orpagu y OPNAPA se marcan una hoja de ruta compartida:
convertir los avances científicos en decisiones tangibles de gestión, defender la igualdad de condiciones entre flotas y seguir reforzando el peso del palangre español en los debates de ICCAT.
“El reto ahora —coinciden— es que la ciencia pese más que los pulsos políticos y que, de una vez por todas, en el Atlántico todos juguemos con las mismas reglas.”
