Ciertas zonas marítima y ciertas áreas de nuestros océanos también se ven afectadas por las olas de calor. Cada vez más a menudo y más intensamente…
Los picos de calor extremo, que duran más de cinco días, se han multiplicado en la Tierra en los últimos años. La ola de calor que asoló Europa en 2003. El verano de 2012 en Australia. La ola de calor Lucifer de 2017, que afectó especialmente a Italia. El de junio de 2022… El calentamiento global se experimenta ahora en carne propia… que suda.
¿Qué pasa ahora? Ciertas zonas marítimas, ciertos espacios de nuestros océanos también se ven afectados por las olas de calor. Cada vez más a menudo y más intensamente. Así lo demuestra un estudio publicado en la revista Nature Climate Change. ¿Más y más a menudo? Sí: entre los períodos 1925-1954 y 1987-2016, el número de días de olas de calor marinas aumentó un 54%. ¿Más y más intensamente? Además: en promedio, la intensidad de estos picos de calor ha aumentado un 17%. El fenómeno físico está claro. La causa, como es lógico, es el calentamiento global. Cuando la atmósfera y la corteza terrestre se calientan, el mar y los océanos absorben parte del calor y se calientan a su vez.
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