El gusto chino por las embarcaciones de investigación científica no se detiene con un nuevo encargo adjudicado al astillero internacional de Guangzhou (GSI) de una nave muy grande de 10.000 UMS de tamaño bruto.
Con propulsión eléctrica, esta embarcación será operada por el Instituto de Automatización de Shenyang, una estructura pública que se encargará de emplearla para las investigaciones en el mar de China. La multiplicación de estos estudios en esta zona marítima tan disputada entre China y los demás Estados ribereños no deja de inquietar a las potencias occidentales, Estados Unidos en primer lugar.
Aunque la flota científica china no deja de crecer, cuenta con unas 60 unidades, esencialmente construidas en los astilleros del grupo naval China State Shipbuilding Corporation (CSSC), como GSI, o incluso China Shipbuilding Industry Corporation (CSIC). Sólo de 2016 a 2020, 18 buques científicos chinos entraron en servicio, sin hablar del nuevo buque Xue Long 2, que entrará en servicio en 2019.