El sector pesquero europeo, unido en el ámbito del Europeche y Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (EAPO) denuncia que el acuerdo trilateral para compartir xarda en el Atlántico nororiental inflará cuotas y legitimará la sobrepesca. Este pacto perjudica a la flota del Norte que ve restringida su actividad con una cuota mínima que agota en pocos días.
Según los representantes de la industria pesquera de la UE, el pacto entre el Reino Unido, Noruega e Islas Feroe está «basado en su historial de sobrepesca» y «no aborda la cuestión crítica de las capturas que exceden el total permitido que se establece de acuerdo con el asesoramiento científico. No obstante, este pacto para los armadores lleva al establecimiento «de cuotas unilaterales excesivas e infladas por dichas partes en los últimos años», denuncia.
Por ello, la industria pesquera de la Unión Europea (UE) se muestra «profundamente decepcionada» con el acuerdo parcial alcanzado por el Reino Unido, Noruega y las Islas Feroe sobre el reparto de las posibilidades de pesca de caballa o verdel en el Atlántico nororiental. Europêche y la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (EAPO) reclamaron con un comunicado un acuerdo integral que incluya a más países.
Reanudar las consultas
Por estos motivos, las agrupaciones empresariales instan a «todos los Estados costeros a reanudar sus consultas sobre un acuerdo integral de intercambio», que «debiera reflejar historiales e intereses genuinos y sostenibles». Y piden a la Comisión Europea y al Consejo de la UE que actúen contra estas prácticas a través de los instrumentos a su disposición, como «las medidas comerciales».
Europêche y la EAPO recuerdan que, en la pasada primavera, los Estados costeros del Atlántico nororiental no consiguieron «nuevamente» cerrar un acuerdo para compartir la pesquería de la caballa y que, en cualquier caso, las negociaciones no se reanudarán antes de septiembre.
El pasado 17 de junio, Reino Unido, Noruega e Islas Feroe sellaron un acuerdo trilateral sobre sus cuotas y porcentajes en los totales admisibles de capturas (TAC) para los años 2024, 2025 y 2026. «Los tres se han adjudicado el 27,48 % (el Reino Unido para el 2024), el 27,83 % (el Reino Unido para el 2025 y el 2026), el 31 % (Noruega) y el 13,35 % (Islas Feroe)», censura la industria pesquera europea.
Este pacto trilateral está respaldado «por otros bilaterales», añade, de modo que el Reino Unido «recibirá 33.462 toneladas de las cuotas de Noruega y e Islas Feroe», a cambio que estos países tengan acceso a aguas británicas para pescar «hasta 154.384 toneladas de caballa al día». Llegado a este punto, critican Europêche y EAPO, los protagonistas de la entente «invitan a los demás Estados costeros a unirse al acuerdo, pero la parte restante es totalmente incompatible con la pesca históricamente realizada, el historial reciente y el interés económico genuino».
El pacto, entienden, «legitima la sobrepesca continua por parte de algunos, sobre la base de cuotas unilaterales y artificialmente aumentadas que se desvían mucho de las aplicables según el último acuerdo de reparto». A modo de ejemplo, el sector pesquero de la UE señala que la parte de Noruega «es casi un 38 % mayor que en el período entre el 2014 y el 2018».
Reclama un acuerdo global
La industria de la UE no ve este acuerdo parcial «como posible piedra angular de un pacto global». También condena la decisión del Reino Unido de «intercambiar bienes robados, es decir, parte de la cuota de caballa noruega aumentada artificialmente, por segundo año consecutivo». Por todo ello, considera que, «a falta de entendimiento entre todos los Estados costeros», las tendencias apuntadas «persistirán, lo que perjudicará las posibilidades de pesca y la posición de mercado de los pescadores de la UE en los próximos años».
El portavoz de la industria pesquera pelágica de la UE, Tim Heddema, afirma que «este pacto parcial no detendrá la sobrepesca y no posibilitará recuperar la certificación MSC», que establece los estándares para la pesca y la trazabilidad de los productos del mar sostenibles. Así, aboga por una negociación «de buena fe» para un entendimiento multilateral y porque el «Reino Unido se alinee con sus socios de la UE orientados a la sostenibilidad en lugar de con los responsables de la reciente sobrepesca».