Noruega ha decidido abandonar el acuerdo de pesca con el Reino Unido. El ministro noruego de Pesca, Odd Emil Ingebrigtsen, anunció el viernes 30 de abril que su país abandonaba las negociaciones con el Reino Unido para 2021
Para los pescadores comunitarios, esta falta de acuerdo entre sus dos vecinos no cambia mucho, ya que sus repercusiones se conocen de marzo. Pero pone fin definitivamente, por este año, a la posibilidad de nuevos intercambios con Noruega de los derechos de pesca que habría obtenido en aguas británicas. Este enfriamiento de las relaciones noruego-británicas podría tener también implicaciones para la gestión de la población de caballa, que ha dividido a los países del Atlántico nororiental durante años, y para el mercado de productos del mar, ya que Noruega exporta mucho al mercado británico.
Por tanto, los pescadores noruegos no podrán faenar en aguas británicas este año, y viceversa. «En cuanto a la posibilidad recíproca de cuotas de pesca en nuestras respectivas aguas en las poblaciones de especies que compartimos, nuestros puntos de vista estaban demasiado alejados para llegar a un acuerdo», dijo el ministro noruego en una declaración citada por AFP. Así que es mejor trazar una línea para este año. «
Los dos países firmaron el 16 de marzo un acuerdo tripartito con la Unión Europea, que abarca seis poblaciones compartidas en el Mar del Norte, sobre el nivel global de capturas permitidas en el Mar del Norte. Sin embargo, a diferencia de la Unión Europea, que ha concluido una negociación paralela con Noruega, el Reino Unido lleva mes y medio sin lograr un acuerdo con el país escandinavo. Este último, que ha disfrutado de una gestión bastante rigurosa de sus aguas durante décadas, no se encontraba en una posición de debilidad frente al Reino Unido, a diferencia de la Unión Europea.
Por parte de los británicos, la flota que más pierde es la de UK Fisheries, una compañía naviera de propiedad holandesa e islandesa, que dijo en un comunicado que «este es un día muy oscuro para Gran Bretaña». En retrospectiva, el triunfalismo del que hizo gala el Gobierno de Boris Johnson a finales de septiembre de 2020, tras la firma de un acuerdo marco con Noruega, presentado entonces como el primer acto de diplomacia pesquera de un Estado plenamente independiente, debe dejar un sabor amargo en la región de Humberside, último bastión de la pesquería de bacalao del norte de Inglaterra.