El máximo responsable de la NFFO, Barrie Deas, exige al gobierno británico transparencia sobre las pérdidas pesqueras del Brexit. Deas, el director general de la Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores (NFFO) del Reino Unido, sigue buscando respuestas a los «muchos perjuicios» que abre el Brexit.
La industria pesquera británica se vio sorprendida por la magnitud de la capitulación del Reino Unido en materia de pesca en la víspera de Navidad de 2020. Esta fue una decisión tomada en las más altas esferas del Gobierno. Y se tomó, a pesar de las promesas, compromisos y garantías hechas durante la campaña del referéndum y a lo largo de las negociaciones con la UE. Las cuotas adicionales obtenidas de la UE no se acercan en absoluto a lo que cualquier estado costero que se precie podría esperar como su derecho legal. El acceso a la pesca en aguas del Reino Unido -una palanca de negociación clave en las negociaciones pesqueras anuales- se cedió a la UE durante 6 años (como mínimo). Ni siquiera conseguimos un límite exclusivo de 12 millas, algo que la mayoría de los estados costeros dan por sentado.», señalan
«Lo que no obtuvimos y seguimos sin recibir del Gobierno es una declaración clara de lo que se ha ganado y lo que se ha perdido al salir de la UE».
Tras la firma del tratado comerciL, el Gobierno afirmó que habíamos mejorado en 148 millones de libras esterlinas, aunque desde el principio quedó claro que la cuota entrante estaba distribuida de forma muy desigual y que había zonas en las que había una gran escasez de cuota. Parecía que había muchas vueltas. Luego, a medida que avanzaba el año, las cosas empeoraron:
No hubo intercambios internacionales hasta la segunda mitad del año
Los pescadores padecen problemas para exportar pescado a la UE (algunos, como el aumento de los costes de exportación y la administración, estaban previstos al salir del mercado único y la unión aduanera; otros, como la decisión de la UE sobre los moluscos bivalvos, no).
A medida que nos acercamos al próximo ciclo de negociaciones para un acuerdo de pesca para 2022, consideramos que es importante tener una idea clara de dónde estamos: qué se ha logrado y qué se ha perdido. Por ello, pedimos a Gary Taylor, un experimentado negociador en materia de pesca, con una larga experiencia en este campo, que realizara un análisis en nuestro nombre. El encargo consistía en hacer su mejor estimación de las ganancias y pérdidas y de los ganadores y perdedores de todo este proceso.»
Para ser claros, preferiríamos que el Gobierno publicara su análisis definitivo de costes y beneficios de forma transparente para el escrutinio y el debate públicos. «A falta de esa información, ésta es nuestra mejor estimación».