Grupos de científicos explican «cómo el nuevo Tratado de Alta Mar puede ayudar a proteger las especies marinas en las aguas cada vez más cálidas de un océano cambiante».
Un nuevo artículo publicado recientemente en Nature destaca cómo el Tratado de Alta Mar representa una oportunidad histórica para hacer frente a los impactos del cambio climático sobre la biodiversidad marina. Los investigadores subrayan la importancia de este tratado, que podría entrar en vigor ya el año que viene, para proteger las especies marinas en unas aguas internacionales cada vez más cálidas.
El Tratado de Alta Mar, adoptado en junio de 2023, pretende proteger las aguas internacionales -que representan alrededor de dos tercios de los océanos del mundo- con nuevas herramientas de conservación marina. Este tratado, que entrará en vigor tras ser ratificado por 60 naciones, reconoce el cambio climático como una amenaza importante y propone medidas específicas para mitigar sus efectos.
El Tratado de Alta Mar, adoptado en junio de 2023, pretende proteger las aguas internacionales -que representan alrededor de dos tercios de los océanos del mundo- con nuevos instrumentos de conservación marina. Este tratado, que entrará en vigor tras ser ratificado por 60 naciones, reconoce el cambio climático como una amenaza importante y propone medidas específicas para mitigar sus efectos.
El calentamiento de las aguas oceánicas está provocando cambios en la migración de especies marinas, como el atún y las ballenas, que alteran sus rutas para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales. Por ejemplo, las ballenas francas del Atlántico Norte han cambiado sus rutas migratorias debido al calentamiento de las aguas, lo que ha aumentado los conflictos con la pesca y la navegación y exige nuevas medidas de conservación.
Tres pasos cruciales para el Tratado
Los investigadores sugieren tres pasos cruciales para el éxito del Tratado de Alta Mar en el contexto del cambio climático:
- 1. Colaboración intersectorial: trabajar con los organismos de gestión de la pesca y otras organizaciones para proteger a las especies en movimiento.
- Planes estratégicos de conservación: elaborar planes de conservación regionales y mundiales que tengan en cuenta el cambio climático.
- 3. Creación de capacidad científica: crear capacidad científica y de gobernanza para modelizar la dinámica de los ecosistemas oceánicos y los movimientos de especies.
- Lecciones del Atlántico Norte
- El artículo presenta como caso de estudio el Atlántico Norte, donde corrientes oceánicas como la Corriente del Golfo y la Corriente del Labrador crean una zona de extraordinaria productividad marina. Las medidas de conservación en estas zonas son complejas e implican a varias jurisdicciones. La planificación integrada y la coordinación entre estas jurisdicciones son esenciales para afrontar los retos que plantea el cambio climático.
- Una oportunidad única para la protección marina
- El Tratado de Alta Mar ofrece una oportunidad única para aplicar una protección dinámica y adaptable de las zonas marinas. La planificación anticipada y la coordinación internacional son cruciales para garantizar la conservación eficaz de las especies marinas en el contexto de un clima cambiante. Deben intensificarse los esfuerzos ahora para garantizar que el tratado pueda hacer frente a los retos futuros y proteger la biodiversidad marina a largo plazo.