El sector pesquero que faena en Senegal muestra su preocupación por las conclusiones que el representante de la comisión de la UE, Sadauskas Kestutis expuso el día 11 de junio en el parlamento europeo la situación de esta flota. «Según él nuestro problema fue debido a un decreto del Gobierno de Senegal, donde se restringió la actividad de los barcos comunitarios. Por esa situación, la CE cree que no tenemos derecho a pedir las indemnizaciones categorizadas como “fuerza mayor”, pero la realidad es que a los barcos cañeros se les bloqueo su actividad sin ninguna relación con dicho decreto, según inciden los cañeros vascos y cántabros.
El decreto al que se refiere Sadauskas dice que “los barcos cañeros comunitarios no pueden ni realizar, ni comprar la carnada en la bahía de Hann cosa que llevamos haciendo ya dos años. Pero la situación real que nosotros exponemos es que el Gobierno senegalés nos prohibió tanto la salida a pescar el atún como la compra de carnada fuera de dicha bahía. Todo ello debido a un problema económico entre el Gobierno de Senegal y la Unión Europea».
Debido a ello, los armadores no comprenden la justificación, sobre que el problema viene debido a ese decreto que expone la comisión y que según eso evita concederles unas
indemnizaciones sentaría un precedente.
Además, recalcan que otra de las soluciones propuestas por Sadauskas es que
Bruselas estudie pagar menos a Senegal por haber bloqueado a buques europeos, con lo que solo va a acarrear problemas y la posibilidad de que vuelvan a bloquearles. «Además de aclararnos, si finalmente, el señor Sadauskas define nuestra situación como una restricción o como un bloqueo, ya que en varias ocasiones utiliza diferentes palabras para sus justificaciones».
Dicho y aclarado estas discrepancias, insisten en que se tome partido y actué en dicho asunto para poder poner solución al problema. «Somos conscientes de que somos solo empresas familiares, pero estamos comprometidos con la pesca sostenible, además de ser la única pesquería artesanal y responsable de pesca de atún tropical que queda en toda Europa».
Por ello, desean que «tenga en cuenta que durante los cinco meses, en los que se han visto obligados a parar su actividad, aunque siguen cumpliendo con sus obligaciones con el Gobierno senegalés y con sus trabajadores, pagando sus salarios, además de con el resto de obligaciones correspondientes como el pago de gastos portuarios cosignatarios, licencias, etc.
Por ello, mantienen los armadores que «esta situación y el cumplimiento de las obligaciones nos han llevado a la situación de no poder mandar dinero a nuestras familias. Estamos de acuerdo en que se han volcado de lleno para desbloquear la situación y gracias a sus esfuerzos los barcos ya han podido salir a faenar. Como usted sabrá, el mundo de la pesca es una incertidumbre, -dicen los armadores-, nunca sabemos lo que vamos a poder pescar ni cuándo y a eso debemos sumarle que para poder cobrar, si es una pesca buena, pasan dos meses aproximadamente y debemos restarle los gastos fijos y móviles que se plantean en cada marea, además con el precio al que se encuentra el gas oíl, hoy en dia no nos queda para poder seguir trabajando».
Ante esta situación, este momento están pidiendo ayudas a los consignatarios, porque los bancos no dan más. Sinceramente si no se reciben dichas ayudas inmediatamente, los barcos no podrán subsistir hasta que en septiembre se vuelva a reunir la comisión y vuelvan a debatir nuestra situación. Además, si esperamos tanto probablemente, ya no queden barcos a los que deban dar las ayudas.