El Lemos, construido por Astilleros y Construcciones (Ascón) en Vigo en 1961 para Pescanova, fue el primer arrastrero congelador de la historia, representando un salto tecnológico que permitió conservar las capturas a bordo ultracongeladas dando acceso a los ricos y lejanos caladeros del hemisferio sur, suponiendo toda una revolución que cambió para siempre el mundo de la pesca.
Pescanova nació en Vigo en 1960 de la mano del empresario José Fernández López, con la idea de aplicar a la industria pesquera la tecnología del congelado de la industria cárnica. Para ello, además de encargar la construcción de unas naves congeladoras en las que almacenaría el pescado capturado, realizó un encargo novedoso al ingeniero naval Alejandro Barreras, de Astilleros y Construcciones: el diseño y construcción de dos buques congeladores, el Lemos y el Andrade, para la pesca de merluza en aguas de Argentina y Sudáfrica.
El 31 de julio de 1961, tras siete meses de construcción, Ascón entregaba a Pescanova el Lemos, el primer arrastrero congelador del mundo, construido con un coste de 30 millones de pesetas de la época. El Lemos tenía 52 metros de eslora por 8,5 de manga, y alcanzaba las 532 toneladas de registro bruto. Estaba tripulado por 32 personas, y era propulsado por un motor diésel de 700 kW de potencia, con el que conseguía una velocidad de servicio de 11,5 nudos.
En su interior contaba con cuatro túneles de congelación de aire frío (a -30ºC) con capacidad para congelar 20 toneladas de pescado al día y dos bodegas refrigeradas (a -20ºC) con 250 toneladas de capacidad máxima. Almacenar el pescado congelado inmediatamente tras la pesca en sus bodegas le permitían al Lemos continuar pescando durante semanas, en lugar de tener que regresar a su puerto tras pocos días, lo que también le posibilitaba faenar en caladeros más lejanos.
El 8 de septiembre de 1961 el Lemos dejó Vigo con destino a los caladeros del Atlántico Sur. En esta primera expedición el Lemos pescó 240 toneladas de merluza austral en algún lugar de la costa argentina entre Bahía Blanca y Mar del Plata. El 8 de diciembre el Lemos hacía su entrada triunfal en la ría de Vigo, en donde se cruzó con el Pambre, el tercer buque congelador de Pescanova, que realizaba su primera salida. El pescado congelado fue descargado y almacenado en las cámaras frigoríficas de Pescanova, y tras pasar diferentes pruebas de calidad, el producto fue puesto en el mercado sin ningún problema.
A finales de la década de los sesenta Pescanova se había convertido en una de las 100 mayores empresas de España, y en la primera compañía pesquera de Europa, con una flota de cien buques repartida por los siete mares. Hoy en día, tras sufrir una grave crisis a principios del siglo XXI, Nueva Pescanova se mantiene como una de las pocas multinacionales de productos del mar presente en toda la cadena de valor, desde el origen hasta su venta.
Autor
Juan A Oliveira