A partir del 1 de abril, Francia obligará al marcaje de langostas rojas desembarcadas en toda la costa del Canal de la Mancha.
La comisión de marisqueo del Comité Nacional de Pesca (CNPM), reunida el 2 de marzo, propuso esta medida, que fue refrendada por este organismo. Esta obligación afectará a todas las langostas rojas desembarcadas por los buques que operan en las costas del Canal de la Mancha y del Atlántico. Las langostas con un cefalotórax inferior a 110 mm, así como las hembras granadas, deben ser devueltas al agua, independientemente del tipo de pesca.
Se trata de una nueva etapa en el programa de recuperación de esta emblemática población de la especie Palinurus elephas, cuyos recursos habían alcanzado un nivel muy bajo a finales del siglo pasado. La razón fue la excesiva explotación por parte de la flota de rape en particular y posiblemente factores ambientales. Después de que el comité local de pesca de Audierne creara una reserva en la zona de Sein en 2006 y un plan de gestión a nivel del departamento, se observó un buen reclutamiento en 2014.
Mejorar el conocimiento de las flotas implicadas
Esto también condujo a que al año siguiente la comisión de crustáceos del CNPM, con el apoyo financiero de la industria pesquera francesa y el apoyo científico del Ifremer, en asociación con el Parque Natural Marino de Iroise que lanzara un plan nacional de recuperación, Langouste. Este plan combina la protección (boxes, parada biológica en invierno, protección de los juveniles) y el seguimiento científico de la población, con recapturas que permiten controlar las migraciones. El principal operador sigue siendo el comité departamental de pesca de Finistère, que centraliza los pedidos de anillos de cosecha.
La obligación de marcado ya estaba en vigor desde junio de 2019 en Bretaña. En 2020 se amplió a las regiones vecinas, desde Nueva Aquitania hasta Normandía. La ampliación a todo el litoral de la Mancha-Atlántico debería permitir mejorar el seguimiento de las capturas, el conocimiento de las flotas que participan en la pesquería, el cumplimiento de la normativa (talla mínima, veda, rechazo de hembras granuladas, etc.) y también sensibilizar al sector. Se espera que el recurso, que siguió recuperándose en 2020 según el Ifremer, siga mejorando en los próximos años.