Según el nuevo Estudio sobre el pescado de aleta 2022, elaborado por AIPCE-CEP, el consumo de pescado en la UE está disminuyendo a medida que el continente depende cada vez más de las importaciones. La UE depende cada vez más de las importaciones de productos del mar – Según el nuevo Estudio sobre el pescado de aleta 2022, elaborado por la Asociación Europea de Procesadores y Comerciantes de Pescado (AIPCE-CEP), el consumo de pescado en la UE está disminuyendo a medida que el continente depende cada vez más de las importaciones
El análisis de la asociación muestra una previsión de consumo en la UE de 9,42 millones de toneladas, por peso vivo, en 2022, un 7% menos que el año pasado, y en 2021 un 4% menos que el año anterior.
Dentro de un año, el consumo de pescado en los 27 Estados miembros de la UE caerá por debajo de los 10 millones de toneladas debido a los problemas de suministro de Rusia por el conflicto de Ucrania.
La guerra entre Ucrania y Rusia hace subir los precios de los combustibles en la UE, presionando la producción.
Y, tras el abandono del bloqueo por parte del Reino Unido, la UE depende cada vez más de las importaciones de pescado. La capacidad de autopesca de peces salvajes y de piscifactoría cae a un mínimo histórico en 2021, y se espera que este año se produzcan nuevos descensos.
Según AIPCE-CEP, la autosuficiencia de la UE caerá al 33%.
«Debido al descenso de las capturas y a la salida del Reino Unido de la UE, las capturas han disminuido drásticamente», escribió AIPCE-CEP al analizar el informe. «El análisis muestra que para satisfacer la demanda de los consumidores, las importaciones de terceros países son más importantes que nunca».
AIPCE-CEP apoya la política de la UE de «maximizar la oferta de la pesca» mediante el aumento de la producción e instrumentos comerciales como los contingentes arancelarios autónomos (ATQ), en los que pueden disminuir los volúmenes no cubiertos por los acuerdos comerciales. Los contingentes arancelarios autónomos contribuyen a «garantizar el acceso al mercado de los transformadores» y a «crear valor añadido comunitario adicional y puestos de trabajo en las zonas rurales».
El consumo per cápita disminuirá de 22,6 kg en 2022 a 21,1 kg en 2022.
Aunque el impacto de la pandemia parece haber disminuido en Europa y Estados Unidos, muchos problemas en la cadena de suministro impiden volver a las condiciones comerciales anteriores a la pandemia. Por ejemplo, los precios de las materias primas siguen siendo altos.
AIPCE-CEP escribe: «Los precios de la energía han subido como nunca antes debido al conflicto ruso en Ucrania. Esto también repercute en el coste de las materias primas y otros insumos en el mercado alimentario mundial. Las sanciones de la UE contra Rusia dificultan el abastecimiento de ingredientes de pescado procedentes de este país
