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viernes, diciembre 27, 2024
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La sardina vuelve al Norte de Francia

La sardina ha vuelto a los muelles del puerto pesquero de Lorient. El puerto pesquero de Morbihan apenas había visto una escala de este bonito pez plateado desde los prósperos años 2017 y 2018. La sardina, actualmente en las proximidades de Belle-Île, atrae a una decena de barcos finisterianos que hacen de Lorient su base avanzada para desembarcar sus capturas cada noche. Pese al agotamiento que existe en el Norte español, los pescadores franceses sacan tajada en el mercado.

La sardina, que actualmente navega por Belle-Île, es bienvenida en los muelles de Keroman, el puerto pesquero de Lorient. Una decena de bolincheros del Finistère la han convertido en su base avanzada desde mediados de agosto. 13% de grasa, un molde de 22-26, es absolutamente correcto. Patricia Bréhonnet, responsable de compras de la fábrica de conservas Capitaine Cook de Plozévet, no se pierde la llegada de sus barcos favoritos. Los de Scapêche que, como ella, trabajan para la familia, la división marítima de Intermarché. Voy donde van mis pequeños, sonríe. Y en este momento están desembarcando en el puerto de Lorient.

Adelantar la cuota

La situación de la sardina en el Noroeste español, tras su agotamiento comprando cupo en el golfo de Cádiz— ha llevado al conselleiro de Mar, Alfonso Villares, a enviar una carta a la secretaria general de Pesca, Isabel Artime, para sugerirle una posible salida a esa falta de posibilidades de pesca. Una carencia que el miércoles se agravó después de que la asociación mayoritaria del cerco, Acerga, acabase todas las toneladas que habían comprado en Andalucía, quedando de golpe sin cupo 107 de los 146 cerqueros que hay en Galicia.

Lo que la Xunta plantea a Madrid para resolver la crisis que pone contra las cuerdas a los barcos de cerco es elevar una petición a la Comisión Europea para que adelante un 5 % de la cuota prevista para el 2025 y así poder consumirla este mes de septiembre y en octubre. Y, de paso, sugiere Villares, podría realizar una solicitud similar para cubrir la falta de cupo de bocarte en el caladero del Cantábrico NoroesteAdelantar a este mes un 5 % o porcentaje similar de las posibilidades del 2025 para que la flota cerquera pueda aprovechar «de forma conveniente» los bancos que están apareciendo por la costa gallega.

Pero no es solo la flota cerquera la que se está viendo en apuros por la escasez de cuota. Las artes menores sudan la gota gorda solo con pensar en cómo hacer para llegar a noviembre y diciembre con cupo de abadejo. Una misión que ahora mismo se les antoja imposible, porque disponía de 70 toneladas para el presente año —igual que para el que viene—, pero nada más empezar hubo que descontar la que se había pescado de más en el 2023. Total, que se quedaron con 55 toneladas para todo el año. Y a estas alturas, para todo el Cantábrico hay menos de 6.000 kilos.

Capturas accidentales de pez espada

La Xunta, como ya había hecho en ocasiones anteriores, lo que sugiere es que se haga uso de la condición especial que permite traspasar a un caladero las posibilidades de otro en función de los consumos. Así, se trasvasaría a la zona 8c —de Fisterra al Bidasoa— la cuota que no se ha consumido en la 9a —de Fisterra al golfo de Cádiz— e, incluso, de la 8b —golfo de Vizcaya y aguas francesas—. Por cierto que en la posdata de esa petición, Artime podría pedir la extensión de esas medidas al 2025, para que así se puedan aplicar ya a partir del 1 de enero. Y en la posposdata, que esas medidas de extensión de cuota se amplíen en el caso de la raya y de la raya mosaico.

Otra preocupación que afecta a la flota de arrastre, enmalle y palangre gallega —también a las almadrabas— es que, desde el pasado día 31, no están permitidas las capturas accidentales de pez espada al norte del paralelo 5 del océano Atlántico, con lo que, explica el conselleiro de Mar, se deja a los barcos en una situación de captura cero, lo que constituye un serio problema. Además, para esas embarcaciones, para las que se reserva un 2 % de la cuota para cubrir sus capturas accesorias, tienen limitado el cupo a un pez por marea. Se trata de una limitación lineal que no tiene en cuenta la duración de la campaña, por lo que se permite descargar lo mismo a un barco que hace una marea de 15 días que a otro que pasa dos en el mar. La propuesta con sello gallego es que se gradúen las posibilidades según la duración de la campaña y se asignen tres a los que pasan más jornadas seguidas en el mar.

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