El sector pesquero que trabaja en el caladero nacional de Cantábrico-Noroeste se ha manifestado en Burela para protestar contra la eólica marina que “es incompatible” con la biodiversidad de los ecosistemas marinos.
Los pescadores “están a favor” de la descarbonización y la implementación de las energías renovables limpias que reduzcan las emisiones de CO2, pero “siempre que se instalen” fuera de caladeros de pesca y “cuenten con evaluaciones de impacto” de todos los niveles, “previas a su implantación”.
En un manifiesto han detallado que los pescadores están “muy alarmados” por la situación actual generada por el cambio climático, que les “afecta doblemente”.
Por una parte, como miembros de la sociedad civil y por otra como trabajadores que dependen “del buen estado de los ecosistemas marinos” para “seguir viviendo de la pesca y proporcionando alimento a la población”.
“La costa Atlántica y del Cantábrico no solo cuentan con una de las flotas de pesca más importantes de toda la UE, sino que es una de las costas más ricas en caladeros de pesca, contando por ejemplo la costa asturiana y gallega con más de 200 caladeros catalogados”, han señalado en el manifiesto.
Así han destacado como “principales impactos acumulativos” en el medio marino, por un lado, la contaminación acústica, con las “graves consecuencias” para aves y mamíferos marinos, así como “los cambios en la rapidez y dirección de las olas” y los posibles efectos de “alteración de las corrientes marinas y su afectación a los sustratos y a la biodiversidad”.