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martes, diciembre 9, 2025
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La pesca de fondo europea aplaude los nuevos límites de basura en el fondo marino de la UE

EBFA reivindica el papel de la flota como “parte de la solución” y pide menos burocracia y más incentivos para retirar residuos del mar

La lucha contra la basura marina da un paso adelante en Europa. Los Estados miembros de la Unión Europea han aprobado por primera vez límites cuantificables para la basura acumulada en el fondo marino, en el marco de la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina (MSFD). La European Bottom Fishing Alliance (EBFA), que agrupa a parte de la flota de artes de fondo de la UE, ha acogido con satisfacción esta decisión y ha subrayado el papel clave que desempeñan los pescadores en la recogida de residuos del lecho marino.

La medida llega en un contexto inquietante: los científicos estiman que hasta 12 millones de toneladas de plástico entran cada año en los océanos y que la mayor parte no flota, sino que acaba hundiéndose y acumulándose en el fondo, lejos de la vista del público pero con efectos directos sobre la fauna marina, la pesca y la salud humana. Se calcula además que alrededor del 80 % de la basura marina procede de fuentes terrestres, lo que pone el foco sobre la gestión de residuos en tierra y los hábitos de consumo y abandono de residuos.


Primeros umbrales medibles para la basura de fondo

Por primera vez, la Comisión Europea y los Estados miembros han fijado umbrales concretos para la basura en el fondo marino:

  • En las zonas monitorizadas mediante campañas de arrastre científico, no se permitirá ningún incremento de la cantidad de basura con el paso del tiempo.
  • En las zonas monitorizadas visualmente (por cámaras o sistemas de imagen), la densidad de basura no podrá superar un objeto por cada 1.000 m².

Los Estados miembros deberán incorporar estos umbrales en sus estrategias marinas nacionales, junto con otros objetivos de protección de la biodiversidad y reducción de la contaminación, como parte de su obligación de alcanzar el “buen estado ambiental” de las aguas.

Bruselas ya fijó en el pasado un umbral para la basura en playas (un máximo de 20 objetos por cada 100 metros de costa), lo que ha contribuido a una reducción cercana a un tercio de los residuos costeros en los últimos cinco años. Ahora, el foco se desplaza al fondo marino, el gran “agujero negro” de la contaminación marina.


Los pescadores, testigos y actores en primera línea

EBFA destaca que gran parte de los datos disponibles sobre la basura en el fondo marino procede precisamente de las recogidas incidentales que realizan los pescadores durante faenas de arrastre de fondo. Cada vez que una red se cierra sobre el lecho marino, no solo captura peces: también aparecen neumáticos, plásticos, redes perdidas y todo tipo de residuos industriales y urbanos.

La alianza recuerda que la flota de fondo ya ha asumido importantes restricciones y reducciones de esfuerzo en los últimos años para permitir la recuperación de los stocks, mientras que su actividad se ve crecientemente condicionada por presiones externas como la contaminación marina y el cambio climático. En este contexto, la basura de fondo se percibe como una amenaza adicional sobre recursos de los que dependen miles de empleos en la pesca, el procesado y la cadena de valor asociada.


“Parte de la solución”: proyectos como Fishing for Litter

En su reacción a los nuevos límites, EBFA pone el acento en el papel activo que ya desempeñan los pescadores en la retirada de residuos marinos. Cada vez que el arte de pesca se cruza con basura, esta es izada a bordo y descargada en puerto para su gestión, a menudo en el marco de iniciativas voluntarias.

La secretaria de EBFA, Margot Angibaud, recuerda que los pescadores dependen de océanos sanos para poder seguir trabajando y que, de facto, se han convertido en colaboradores clave de muchas iniciativas de recogida, como el programa Fishing for Litter, que ha permitido retirar más de 13 millones de kilos de residuos del mar.

La alianza subraya que esta contribución se hace, en gran medida, de forma voluntaria y añade un esfuerzo adicional a jornadas ya largas y exigentes, sin que siempre exista un reconocimiento económico o administrativo acorde al servicio ambiental que se está prestando.


Menos burocracia y costes, más incentivos

EBFA respalda el establecimiento de límites de basura de fondo, pero advierte de que no deben traducirse en nuevas cargas administrativas o económicas para los pescadores que recogen residuos incidentalmente durante su actividad.

La organización pide simplificar los trámites y los sistemas de notificación para las capturas de basura, así como garantizar que los costes de gestión y tratamiento de esos residuos no recaen sobre la flota, sino que se financian con cargo a los responsables últimos de la contaminación y a los sistemas de responsabilidad ampliada del productor.

En ausencia de incentivos claros —por ejemplo, compensaciones económicas, reducciones de tasas portuarias o programas específicos de apoyo— EBFA teme que pueda resentirse la participación voluntaria de una parte del sector, especialmente de las embarcaciones de menor tamaño, que ya soportan una normativa compleja y crecientes costes operativos.


Un problema global que exige una respuesta global

La alianza recuerda, además, que la mayoría del plástico que entra en los océanos no se genera en Europa. Estudios citados en los debates internacionales sobre contaminación marina señalan que entre el 88 % y el 95 % de la carga global de plásticos que llega al mar procede de apenas diez grandes ríos del mundo, ocho de ellos en Asia y dos en África.

Por ello, EBFA insta a las instituciones europeas a acompañar la nueva normativa sobre basura de fondo con una diplomacia oceánica más firme en las negociaciones del futuro Tratado global sobre plásticos. A juicio de la organización, solo si se reducen de forma significativa los vertidos de residuos en esos grandes sistemas fluviales será posible notar, a medio plazo, una mejora real en la calidad ambiental de los mares y en la carga de basura que encuentran las flotas europeas en sus caladeros.


Oportunidad para reforzar la imagen de la pesca europea

Desde la perspectiva del sector pesquero de la UE —incluida la flota española de artes de fondo—, los nuevos límites de basura de fondo representan un desafío, pero también una oportunidad.

Por un lado, obligarán a reforzar la coordinación entre administraciones, puertos y sector para asegurar que la recogida y desembarque de residuos se integra sin fricciones en la operativa diaria. Por otro, ofrecen una ocasión para poner en valor ante la sociedad y los mercados el papel de la pesca europea como aliada activa en la lucha contra la contaminación marina, y no solo como usuaria de los ecosistemas.

Si, como reclama EBFA, los pescadores reciben apoyo real —menos burocracia, más facilidades en puerto, compensaciones justas—, los nuevos umbrales de basura de fondo podrían convertirse en un ejemplo de política ambiental en la que la pesca pase de ser vista únicamente como parte del problema a ser reconocida, con datos y resultados, como una pieza clave de la solución.

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