Productos de alto valor comercial a partir de desechos de pescado están encontrado una salida gracias al trabajo de la empresa neozelandesa Sealord que incluye varias fases, que van desde la investigación del consumidor hasta la selección de terceros productores, desde el desarrollo de formulaciones innovadoras hasta la creación de envases sostenibles.
La industria pesquera está experimentando una revolución sostenible gracias a la iniciativa pionera de Sealord, apoyada por el gobierno de Nueva Zelanda. El programa “Optimización de Residuos de Pescado” representa un paso significativo hacia la valorización de los residuos de pescado, transformándolos en productos de consumo de alto valor añadido. Con una contribución gubernamental de más de $2 millones de un total de $5,29 millones, este ambicioso proyecto promete redefinir el concepto de sostenibilidad en el sector pesquero.
Sealord, una de las principales industrias pesqueras de Nueva Zelanda, históricamente ha utilizado la mayoría de sus desechos de pescado para producir harina de pescado, un producto de escaso valor comercial. Sin embargo, gracias al programa apoyado por el fondo Sustainable Food and Fiber Futures del Ministerio de Industrias Primarias, la empresa está desarrollando nuevas soluciones para maximizar el potencial de estos residuos, transformándolos en productos de alto valor.
El proyecto incluye varias fases, que van desde la investigación de los consumidores hasta la selección de terceros productores, desde el desarrollo de formulaciones innovadoras hasta la creación de envases sostenibles. Además, se explorarán nuevas opciones de distribución y mercados de exportación para garantizar el éxito comercial de los nuevos productos.
El primer resultado tangible de este esfuerzo será una gama de fertilizantes orgánicos para el jardín, que podrían representar una alternativa válida a los fertilizantes sintéticos utilizados en la agricultura, la viticultura y la horticultura. Sealord también está trabajando en el desarrollo de ingredientes de alta calidad para la industria de alimentos para mascotas, con el objetivo a largo plazo de lanzar su propia línea de productos dirigidos a este segmento de mercado de rápido crecimiento.
Este proyecto no sólo ayudará a duplicar el valor de las exportaciones de productos del mar de Nueva Zelanda, sino que también fortalecerá la estrategia del Gobierno para una acuicultura más sostenible. La iniciativa de Sealord responde a una creciente demanda global de productos ecológicos y representa un ejemplo virtuoso de cómo la innovación puede generar nuevas fuentes de ingresos y, al mismo tiempo, contribuir a proteger el medio ambiente.