La Comisión Europea ha anunciado la apertura de una investigación en profundidad sobre la compra del astillero francés Chantiers de l’Atlantique por parte de su rival italiano Fincantieri ante la sospecha de que la operación reduciría la competencia en el mercado global de construcción de cruceros. «La demanda de buques de crucero está en auge en todo el mundo. Chantiers de l’Atlantique y Fincantieri son dos líderes globales en este sector, por eso analizaremos detenidamente su la transacción afectará negativamente la competencia», ha resumido la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
A Bruselas le preocupa, en particular, que la operación suponga que la sociedad francesa deje de ser una «importante fuerza competitiva» en un mercado «ya concentrado y con una capacidad limitada».
El Ejecutivo comunitario considera que se trata de un mercado con muchas barreras de entrada, relacionadas con la «muy compleja naturaleza» de la construcción de buques de crucero, y cree que es «improbable» que un competidor entre en el mercado de forma «oportuna y creíble» y con la capacidad de contrarrestar los efectos negativos de la operación.
Por eso, los servicios europeos de Competencia sospechan que la fusión reduciría «significativamente» la competencia en el sector, lo que podría suponer un aumento de los precios, menos posibilidades de elección y una reducción de los incentivos para invertir en innovación.
Tanto Chantiers de l’Atlantique como Fincantieri han optado por no prometer medidas para resolver las dudas de Bruselas, que dispone ahora de un plazo de 90 días, hasta el 17 de marzo de 2020, para decidir si bloquea la operación o deja que siga adelante.