El proyecto Common Oceans impulsa un cambio de paradigma en la pesca internacional con la adopción de marcos científicos de decisión en lugar de negociaciones ad hoc.
La Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) celebró la semana pasada en Panamá su reunión anual, en la que el proyecto Common Oceans Tuna, liderado por la FAO, organizó un evento paralelo para debatir sobre el futuro de la gestión de las pesquerías de atún a nivel mundial. El encuentro puso el foco en los avances de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROPs) en la implementación de estrategias de captura (harvest strategies), un instrumento considerado clave para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las poblaciones de túnidos.
Las estrategias de captura son procedimientos de gestión preacordados, equivalentes a fijar las reglas de un juego antes de comenzar a jugar. Estas reglas determinan, en función del estado de las poblaciones, cuánto se puede pescar y bajo qué condiciones, garantizando que los stocks de atún permanezcan saludables y productivos en el futuro.
Un cambio de paradigma en la gestión
Para Alexandre Aires-da-Silva, coordinador de investigación científica de la CIAT, las estrategias de captura representan “un cambio de paradigma en la gestión de las pesquerías de atún, ya que ofrecen transparencia, previsibilidad y resiliencia”.
En la actualidad, ocho de las 23 poblaciones de atún del mundo —que representan la mitad de las capturas comerciales globales— ya están gestionadas bajo este modelo. Según el informe, ello ha permitido recuperar poblaciones clave que estaban al borde del colapso.
Un elemento esencial en este proceso es la evaluación de estrategias de gestión (management strategy evaluation), basada en simulaciones que ponen a prueba distintos procedimientos bajo diferentes escenarios. Este método permite que las cuotas de pesca se determinen mediante procesos científicos estructurados, en lugar de por negociaciones políticas de última hora.
“Esto significa que las cuotas ya no dependen de decisiones improvisadas, sino de reglas basadas en ciencia y escenarios probados”, subrayó Hilario Marua, científico senior de la International Seafood Sustainability Foundation (ISSF).
Próximos pasos en la CIAT
La CIAT prevé adoptar en septiembre de 2026 una estrategia de captura para el atún patudo (bigeye), que posteriormente se ampliará al rabil (yellowfin) y al listado (skipjack). El objetivo es extender estos marcos de gestión a las principales especies tropicales bajo su jurisdicción.
En el evento paralelo participaron expertos de la ISSF, la Ocean Foundation y el Marine Stewardship Council (MSC), socios de Common Oceans que trabajan conjuntamente en favor de la sostenibilidad de las pesquerías.
Una visión global compartida
El proyecto Common Oceans Tuna, financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) y coordinado por la FAO, reúne a las cinco OROPs que gestionan el atún en los océanos del mundo, junto a gobiernos, instituciones científicas, sociedad civil y sector privado. Su misión común es promover una pesca de atún responsable, eficiente y sostenible, al mismo tiempo que se protege la biodiversidad marina en un contexto de cambio climático.
De cara al futuro, Common Oceans organizará eventos similares en las reuniones anuales de las demás OROPs que gestionan atunes, con el fin de seguir difundiendo la importancia de estas estrategias y de fomentar la cooperación internacional.
Además, el programa apoya la web Harvest Strategies, gestionada por The Ocean Foundation, que ofrece recursos educativos y seguimiento actualizado sobre la adopción de estrategias de captura en todo el mundo.
