El Instituto Español de Oceanografía inicia en el puerto de Vigo la campaña DESCARSEL0419 para estudiar la supervivencia de rayas descartadas en la pesca de arrastre. Su objetivoes minimizar descartes y mejorar manejo de rayas vivas bajo la obligación de desembarque.
Con ello, el (IEO) está inmerso en un proyecto para mitigar los efectos de la conocida como obligación de desembarque y ahora lo extendió a una especie tan importante para la bajura como la raya. Los científicos buscan demostrar la alta supervivencia de los ejemplares capturados para posibilitar su descarte cuando entre en vigor la norma -que generará problemas al sector en las especies para las que no hay cuota o para las que es muy escasa-, el 1 de enero de 2019. Según el responsable de la investigación, Julio Valeiras, el objetivo último es lograr una exención a la normativa. «Para ello necesitamos analizar la mortalidad de la raya», explica el científico.
La flota de bajura gallega tiene una gran dependencia de la especie por su buen precio en lonja, ya que, según el sector, es un «complemento importante» en la campaña de la centolla en Navidad. La propia Federación Galega de Confrarías de Pescadores participa en la iniciativa del IEO y su presidente, Tomás Fajardo, conversa con los pósitos para localizar barcos de enmalle que sirvan como voluntarios para embarcar a los científicos y el material necesario.
Los expertos del IEO necesitarán traer a tierra los ejemplares capturados para poder desarrollar el estudio. «Es preciso un espacio para colocar un tanque en el que meter las rayas vivas para luego traerlas a la planta de cultivo, en el centro de Vigo», indica Valeiras. Una vez lleguen al oceanográfico, los investigadores harán análisis para ver cómo evolucionan y hacer un seguimiento de su mortalidad. «La idea es capturar y estudiar entre 30 y 40 individuos», concreta Valeiras, que avanza que pretenden comenzar los primeros embarques esta primavera.
El primer experimento con rayas a bordo se hizo hace dos años a través del proyecto Descarsel, con el que el IEO se centró en otras especies del Cantábrico-Noroeste para buscar estrategias de reducción de descartes y especies no deseadas y la selectividad y supervivencia en la pesca de arrastre. Está previsto que el buque oceanográfico Miguel Oliver realice en septiembre una nueva edición de Descarsel para obtener datos concretos sobre la raya.