La iniciativa de Balfegó y AZTI busca verificar su viabilidad técnica y económica, con validación prevista por ICCAT a finales de año
El proyecto ItsasBalfegó, promovido por la empresa catalana Balfegó y el centro tecnológico vasco AZTI, afronta la fase más decisiva de su desarrollo en aguas del Cantábrico. La iniciativa, considerada pionera en Euskadi, pretende recuperar la pesca de atún rojo en la zona mediante un modelo que combina la captura con arte de cerco y su engorde en piscinas flotantes instaladas frente a Getaria.
Los responsables confirman que los resultados de esta prueba piloto, que se desarrolla desde el verano con 75 atunes de 80 kilos de media, serán evaluados y validados por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) a finales de este año.
Innovación y empleo en el sector
Si se confirma su viabilidad técnica y económica, el proyecto permitirá recuperar y revalorizar las cuotas vascas de atún rojo, generar 40 empleos directos y hasta 200 indirectos y consolidar una nueva cadena de valor ligada a la captura, procesado y comercialización de un producto de alta demanda en la gastronomía de prestigio.
El barco Kantauri fue el encargado de capturar en julio los ejemplares destinados al piloto, trasladados después a las piscinas sumergibles ubicadas a 3,7 millas de la costa guipuzcoana. Allí se experimenta con sistemas automatizados de alimentación diseñados para minimizar residuos, garantizar trazabilidad y emplear ingredientes de origen responsable.
Implicación de la flota vasca
Uno de los objetivos centrales de ItsasBalfegó es involucrar a la flota pesquera vasca en la industria de transformación. Según sus impulsores, esto permitirá generar valor añadido y asegurar que los beneficios económicos se distribuyan entre las comunidades locales.
El proyecto se concibe también como plataforma de investigación para avanzar en el conocimiento de la especie. Para ello se aplican técnicas innovadoras como acústica, marcado electrónico, análisis de eDNA y marcadores químicos, herramientas que contribuirán a mejorar la gestión y la estimación de biomasa y migraciones.
ICCAT ha otorgado una cuota científica específica para esta experiencia, lo que avala su carácter innovador y su potencial contribución al manejo sostenible de la especie.
Vigilancia ambiental estricta
Desde la instalación de las piscinas en el mar, el proyecto cuenta con un sistema de monitoreo ambiental continuo, con sensores y cámaras que registran la calidad del agua y la actividad biológica. El objetivo es actuar de forma inmediata ante cualquier posible impacto negativo.
El CEO de AZTI, Rogelio Pozo, destacó que el proyecto cumple con todos los permisos y normativas vigentes, tanto nacionales como europeas: “Obtuvimos las autorizaciones necesarias tras una exhaustiva evaluación ambiental, con medidas correctivas para mitigar cualquier riesgo”.
Las autoridades que supervisan el desarrollo incluyen al Gobierno Vasco, Capitanía Marítima, Costas, los ayuntamientos de Getaria y Zarautz, la Secretaría General de Pesca e ICCAT.
Proyección internacional
Para Juan José Navarro, adjunto a la dirección de Balfegó, este piloto abre la puerta a una revisión del marco regulatorio: “Actualmente, la pesca con red de cerco no está permitida en el Cantábrico. Si demostramos que el modelo es viable y sostenible, ICCAT podría considerar autorizarla en condiciones controladas”.
El impacto esperado va más allá de la producción pesquera. Sus promotores destacan que el proyecto reforzará la economía local, impulsará la investigación, fomentará el turismo gastronómico y contribuirá al liderazgo de Euskadi en la economía azul.
Una apuesta por la excelencia
Balfegó, quinta generación de pescadores de L’Ametlla de Mar (Tarragona), es actualmente la compañía líder mundial en pesca y comercialización de atún rojo. Su método, que consiste en mantener a los atunes en piscinas hasta alcanzar el punto óptimo de grasa, es referente internacional y provee a algunos de los mejores restaurantes del planeta.
Con ItsasBalfegó, la empresa da un paso más, trasladando su experiencia al Cantábrico de la mano de AZTI, con el objetivo de validar un modelo sostenible, innovador y generador de riqueza para Euskadi.
