Las organizaciones pesqueras irlandesas están buscando asesoramiento legal para anular un acuerdo de 2013 entre Irlanda y el Reino Unido que incluye Rockall en la zona económica exclusiva de Gran Bretaña. Este área es frecuentada por la flota española. El director ejecutivo de la Organización de Productores de Pescado de Irlanda (IFPO), Francis O’Donnell, dijo que el acuerdo concedía efectivamente la roca y su zona de pesca circundante en el Atlántico Norte al Reino Unido. O’Donnell cree que tras el Brexit «perderemos una zona de pesca en la que hemos faenado durante los últimos 200 años».
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El acuerdo bilateral estableció una frontera marítima única entre las zonas económicas exclusivas y las plataformas continentales de Irlanda y el Reino Unido, situando a Rockall en el lado británico de la frontera.
Fue firmado por el entonces tánaiste Eamon Gilmore, quien dijo en su momento que el acuerdo establecía «un marco claro para los esfuerzos del gobierno por fomentar y facilitar el desarrollo sostenible de nuestros recursos marinos en los sectores del marisco, el petróleo y el gas, las energías renovables y la biotecnología».
La preocupación por el acuerdo bilateral es el último elemento de una disputa que estalló a finales de la semana pasada, cuando Escocia amenazó con tomar medidas contra la «actividad ilegal» de los barcos irlandeses que pescan en la zona de 19 km alrededor de Rockall.
Con Rockall en peligro, los pescadores de Donegal se enfrentan a ser «aniquilados
Aguas de la UE. Irlanda no reconoce la reivindicación sobre el territorio en disputa situado a 386 km del territorio continental escocés, pero nunca ha pretendido reclamar su soberanía y, al igual que Islandia y Dinamarca, lo considera parte de las aguas de la UE.
Se han intensificado los contactos entre funcionarios irlandeses y escoceses para «desescalar» la disputa.
Un portavoz del Ministro de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, dijo el viernes que «Rockall está en la zona económica del Reino Unido, eso no se discute. Pero sigue estando en los caladeros de la UE».
El portavoz subrayó que «la cuestión de Rockall no son las zonas económicas. Es si los escoceses pueden reclamarlo como territorio soberano y trazar una frontera pesquera a su alrededor»
Pero O’Donnell dijo que «no importa cómo se disfrace esto», es una cuestión territorial para la pesca irlandesa, y Rockall «ha sido efectivamente entregado al Reino Unido».
Si el Gobierno fuera estratégico, habría registrado una reclamación sobre Rockall, pero nunca hemos sido estratégicos en lo que respecta a los recursos naturales».
Derechos recíprocos
El senador del Sinn Féin Pádraig Mac Lochlainn, que planteó la cuestión preguntó si la amenaza de Escocia de este mes estaba relacionada con la controvertida legislación que restablece los derechos de pesca recíprocos a los pescadores de Irlanda del Norte en las aguas de la República.
Dijo que la legislación fue impulsada por el Oireachtas sobre la base de la construcción de buenas relaciones entre la República y el Reino Unido para el acceso a las aguas de pesca después del Brexit.
«Todo el mundo estaba desconcertado sobre por qué un gobierno habitualmente prudente del Partido Nacional Escocés en Escocia está tomando estas medidas. Resulta que se basan en un acuerdo de 2013» que, según dijo, se hizo sin la aprobación de Islandia.
En efecto, dijo, «los representantes del gobierno reivindicaron la reclamación británica de las pesquerías alrededor de Rockall y dieron al gobierno escocés la base legal para amenazar con retirar los barcos irlandeses».
Pidió al Ministro de Marina, Michael Creed, que compareciera y aclarara cuándo comenzó esa correspondencia.
Sin embargo, el Departamento de Marina dijo que era un asunto del Departamento de Asuntos Exteriores
