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martes, diciembre 16, 2025
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Irlanda denuncia “traición” tras el recorte de cuotas: 57.000 toneladas menos para 2026

La patronal de procesadores alerta de una crisis de suministro y el sector avisa de impacto en empleo y puertos clave como Killybegs, Castletownbere y Howth

La decisión europea sobre las posibilidades de pesca para 2026 ha encendido todas las alarmas en Irlanda. Distintas organizaciones del sector —desde armadores a procesadores— han cargado contra el resultado del acuerdo alcanzado en Bruselas, que, según sus cálculos, supondrá para el país unas 57.000 toneladas menos de cuota el próximo año. El recorte, denunciado como una “traición”, llega además acompañado de un elemento especialmente sensible para Dublín: el bloqueo de la aplicación de las “Hague Preferences”, un mecanismo histórico pensado para proteger a los Estados con mayor dependencia de la pesca en años difíciles.

La polémica se ha trasladado también a los medios irlandeses, con voces que sitúan la discusión no solo en la captura en el mar, sino en toda la cadena de valor. En una intervención recogida por Highland Radio, el consejero delegado de la Irish Fish Processors and Exporters Association (IFPEA), Brendan Byrne, calificó el recorte de cuotas como una “traición” y advirtió de sus consecuencias para el tejido costero, en un contexto en el que el sector habla de hasta 200 millones de euros de impacto económico y miles de empleos bajo presión.

El mensaje más duro llega desde el bloque que agrupa a buena parte de la industria, la Seafood Ireland Alliance, que sostiene que el resultado de las negociaciones deja a Irlanda expuesta a pérdidas “sin precedentes” y cuestiona la equidad del reparto. En su relato, Irlanda acudió a Bruselas con una posición unitaria y se encontró con un cierre de filas del resto de socios que, de facto, tumbó el paraguas de las preferencias de La Haya.

Desde la óptica de los procesadores, Byrne puso el foco en lo que ocurre cuando baja la cuota: baja el pescado disponible para las plantas y, con ello, se resiente el empleo industrial. En esa línea, el propio comunicado difundido en medios especializados insiste en que “menos cuota” implica “menos suministro”, menos trabajo y un riesgo real de que parte de la capacidad de procesado no pueda sostenerse.

El debate irlandés se produce, además, en un marco europeo más amplio: el acuerdo de ministros fija límites de capturas y días de pesca para múltiples caladeros (Atlántico, Mar del Norte, Mediterráneo, Báltico y Mar Negro) y busca, según los negociadores, equilibrar criterios científicos y actividad económica. En países como España, el foco estuvo en evitar recortes mayores de días de arrastre en el Mediterráneo; en Irlanda, en cambio, el titular ha sido el golpe de cuota y la sensación de pérdida de salvaguardas históricas. Reuters+1

Con puertos como Killybegs, Castletownbere o Howth citados como especialmente expuestos por el sector, la controversia abre un invierno político complejo para el Gobierno irlandés: la industria exige respuestas y medidas de apoyo inmediatas, mientras crece el malestar por un sistema que, según sus representantes, penaliza de forma desproporcionada a las flotas de países con fuerte dependencia pesquera

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