La ONG Our Fish ha hecho público un informe en el que da a conocer que a las flotas de España, Francia y Alemania deben contar con un impuesto adecuado sobre el combustible para que contribuya a hacer la actividad mucho más sostenible. Este llamamiento surge tras conocer los resultados del informe que la entidad ha encargado a consultores independientes que revelan que, entre el 2010 y el 2020, la flota de la UE quedó exenta de pagar unos 15.700 millones de euros en impuestos por esa bonificación al combustible. quemar 2.300 millones de litros de combustible cada año, la industria pesquera de la UE produce 7,3 millones de toneladas, es decir, la cantidad de CO2 equivalente a la de toda Malta. Además, ahorran el pago de impuestos de entre 759 millones de euros y más de 1.500 millones de euros al año por este combustible, dinero que podría servir para financiar la transición a métodos de pesca más eficientes desde el punto de vista energético, para formar a personas en nuevos puestos de trabajo o para pagar más de 31.000 salarios basados en unos ingresos mensuales de
4.000 euros.
Además, los buques pesqueros más destructivos y ávidos de combustible son los que más se benefician de estas perversas subvenciones, mientras que el clima, la pesca y los pescadores a pequeña escala sufren las consecuencias.
La UE tiene la obligación, según la nueva Ley Europea del Clima, de eliminar la mayor cantidad de CO2 posible para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Como dijo Inger Anderson, Directora Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cuando se publicó el último informe del IPCC: cada tonelada de CO2 cuenta. Y la flota pesquera de la UE debe ser responsable de pagar el verdadero precio de las emisiones de CO2 procedentes de la quema de combustibles fósiles, según Our Fish
La revisión de la DFE propone un pequeño impuesto nominal para la industria pesquera, pero esto no hará nada para detener la crisis climática o restaurar los mares sobreexplotados e insalubres de la UE. Las exenciones fiscales para la industria pesquera deberían eliminarse por completo de la directiva revisada y todos los productos energéticos
deberían gravarse en función de su contenido energético y de carbono. Esto aumentará simultáneamente el presupuesto de los Estados miembros de la UE y ayudará a financiar una transición hacia un sector pesquero más sostenible que no nos cueste la tierra
La flota española está muy diversificada, tanto en lo que respecta a las especies capturadas como a los tipos de artes y las zonas de pesca, y se divide en 60 segmentos.13 En el caso de la flota de arrastreros demersales, existen 13 segmentos de flota diferentes, que faenan en varias regiones -supra región del Atlántico Norte, Mar Mediterráneo y Mar Negro, y Otras Regiones- y con embarcaciones de distintas esloras.
Solo en 2018, la flota de arrastreros demersales consumió más de 262 millones de litros de combustible y, por tanto, ahorró entre 86 y 175 millones de euros en impuestos. Al mismo tiempo, las emisiones de carbono ascendieron a más de 830.000 toneladas de CO2. Esto es más CO2 que el que produjo toda Somalia en 2019.
En el periodo comprendido entre 2008 y 2018, la flota española de arrastre demersal consumió más de 3.720 millones de litros de combustible. Por lo tanto, se ahorraron entre 1.200 y 2.500 millones de euros en impuestos durante 10 años. Este dinero podría haberse utilizado en cambio para emplear a entre 4.000 y 8.500 españoles con un salario medio en diversos puestos de trabajo.
Durante este periodo, el segmento de la flota emitió casi 12 millones de toneladas de CO2 directamente por el combustible, sin incluir el CO2 generado por la alteración del
fondo marino, que también genera enormes emisiones.
Además, retirar los subsidios al combustible no tiene necesariamente que suponer una reducción del apoyo al sector pesquero, según creen los ecologistas. Con esos 33 céntimos de impuesto por litro (el mínimo aplicable al combustible de automoción que recoge la directiva, la UE puede emprender acciones de descarbonización en el sector o adoptar otras medidas de apoyo al sector o al medio ambiente, como protección de los ecosistemas, ayudas a la jubilación anticipada, apoyo a las comunidades costeras o mejora de la seguridad.
Aumentar este tipo de subsidios «tiene un impacto social mucho más beneficioso que el apoyar el consumo de combustible que, a mayores, obstaculiza la transición a una pesca con bajas emisiones de carbono», sostiene la consultora independiente Laura Elser, coautora del informe.
«Dado que la flota pesquera de la UE es actualmente muy rentable, y que la flota a gran escala es la que más se beneficia de las subvenciones al combustible, los Estados miembros podrían apoyar mejor a sus pesquerías de pequeña escala con subvenciones alternativas», apuntó Rebeca Hubbard, directora de programas de Our Fish
