Un informe revela que alrededor del 90% de la flota pesquera industrial de Ghana está vinculada a la propiedad china. Esto es a pesar del hecho de que las leyes de Ghana prohíben claramente cualquier propiedad o control extranjero de los buques que enarbolan su bandera. la investigación llevada a cabo por la organización Environmental Justice Foundation (EJF) revela que alrededor del 90 % de la flota pesquera industrial de Ghana está vinculada a la propiedad china, aunque las leyes de Ghana prohíben claramente cualquier propiedad o control extranjero de los buques que enarbolan su pabellón.
EJF considera que los gobiernos de China y Ghana ahora deben trabajar juntos para erradicar las prácticas de pesca ilegal que abundan en la flota industrial ghanesa, mejorar la transparencia y sancionar a quienes infrinjan las leyes de propiedad.
La organización explica que para garantizar que los beneficios financieros de las pesquerías industriales vayan directamente a Ghana, en lugar de enviarse al extranjero, la Ley de Pesca del país africano establece que estas embarcaciones no pueden ser de propiedad total o parcial de ningún interés extranjero, con la única excepción de los buques atuneros.
Sin embargo, el estudio de EJF muestra que hay empresas extranjeras, en su mayoría chinas, que operan a través de compañías «de fachada» de Ghana, utilizando estructuras corporativas opacas para importar sus buques y registrarse y obtener una licencia. En 2015, el 90 % de los buques de arrastre industrial con licencia en Ghana fueron construidos en China, y el 95 % fueron capitaneados por ciudadanos chinos.
En opinión de EJF, dado que la balanza de control recae invariablemente en el inversor chino, esos acuerdos claramente infringen el propósito de la legislación, si no la letra de la ley. El resultado es una falta total de transparencia sobre quién es responsable de las acciones ilegales y quién controla y se beneficia de la flota de arrastre industrial de Ghana.
«Nuevos buques han continuado llegando de China, a pesar de una moratoria para el ingreso de nuevos arrastreros en las aguas de Ghana para hacer frente al gran exceso de capacidad y al agotamiento grave de las poblaciones de peces», señala la organización no gubernamental.
EJF destaca que a principios de este año, China inició una campaña contra las actividades ilícitas de los operadores chinos en África occidental, y retiró los subsidios y licencias de pesca a tres compañías chinas involucradas en la pesca ilegal en la región. Ahora puede consolidar este progreso en Ghana y demostrar liderazgo en la lucha contra el flagelo mundial de la pesca ilegal, sostiene la ONG.
EJF recomienda que los dos gobiernos identifiquen rápidamente la propiedad china en la flota industrial de Ghana y que se aseguren de que todos los acuerdos cumplan con todas las leyes de pesca, empresariales y fiscales.
Insiste en que para combatir la pesca ilegal, ambos gobiernos deben investigar a fondo los casos sospechosos e imponer sanciones lo suficientemente fuertes como para disuadir a los delincuentes.
Como parte de su compromiso con la transparencia, EFJ recomienda que ambos países elaboren listas de todos los barcos de pesca con licencia para pescar con banderas de Ghana y China, que deberían publicar online, junto con detalles de todos los casos de pesca ilegal y las sanciones impuestas. La propiedad de todos los buques industriales que operan en Ghana, y quienes realmente se benefician de ellos, debería ser de conocimiento público.
«China ya es consciente de algunos problemas en su flota en África occidental, y el Gobierno ha tomado algunas medidas para resolver estos abusos», señala el director ejecutivo de EJF, Steve Trent.
“Con esta nueva información sobre las pesquerías de Ghana, China puede, y debe, asumir un rol de liderazgo, trabajando con el gobierno de Ghana para garantizar que se respeten las leyes y que las pesquerías de Ghana sean legales y sostenibles. Si no se toman tales medidas, se verán más caídas y el posible colapso de estas pesquerías, lo que provocará un gran sufrimiento en las comunidades costeras», agrega Trent.
EJF también hace un llamamiento a ambos gobiernos para que presten especial atención y colaboren para poner fin a la práctica perjudicial de la pesca «saiko», donde los arrastreros industriales capturan peces como especies pelágicas pequeñas, que son un alimento básico vital para las comunidades locales, y los trasbordan ilegalmente en el mar a canoas especialmente adaptadas. De este modo, después de haber «robado» este pescado a los pescadores de canoas tradicionales, se los venden a las mismas comunidades pesqueras para obtener ganancias.