Los ingresos del impuesto al carbono marítimo financiarán la transición ecológica del sector, anuncia François Bayrou
En un paso decisivo hacia la descarbonización del sector marítimo, el gobierno francés ha confirmado que los ingresos generados por el sistema de comercio de derechos de emisión de carbono (ETS) aplicado al transporte marítimo serán destinados íntegramente a financiar su transición ecológica. El anuncio fue hecho este lunes durante el Comité Interministerial del Mar (Cimer) 2025, celebrado en los emblemáticos Chantiers de l’Atlantique de Saint-Nazaire.
La medida, largamente esperada por los actores del sector, fue confirmada por François Bayrou, alto comisionado para el Plan, quien presidió el encuentro junto al Primer Ministro. La decisión forma parte de un paquete de 23 medidas anunciadas para definir el rumbo de las políticas marítimas de Francia en los próximos años.
Modernización, infraestructura y combustibles alternativos
Los fondos recaudados por la inclusión del sector marítimo en el ETS europeo, en vigor desde 2024, se canalizarán hacia tres prioridades clave: la modernización de la flota, la adaptación ecológica de los puertos y el impulso a la producción y uso de combustibles alternativos como el amoníaco verde, el metanol y el hidrógeno.
“Es fundamental que el esfuerzo financiero del sistema ETS regrese al propio sector en forma de innovación y modernización. Este es un compromiso claro del Estado con el futuro del transporte marítimo sostenible”, afirmó Bayrou durante su intervención.
Un paso bien recibido, aunque no exento de retos
La decisión ha sido bien recibida tanto por el sector industrial como por las organizaciones ecologistas, que celebran que el principio de “quien contamina, paga” se traduzca en inversiones reales para reducir emisiones. No obstante, expertos advierten que el éxito dependerá de la ejecución efectiva de los proyectos, su distribución equitativa en los territorios costeros y su coordinación con los objetivos europeos de neutralidad climática para 2050.
También se anticipan desafíos significativos para los puertos, que deberán adaptarse a una nueva era tecnológica: electrificación de muelles, infraestructura para nuevos combustibles y cadenas logísticas sostenibles. Estas transformaciones implican inversiones considerables, estimadas en miles de millones de euros durante la próxima década.
Una visión marítima integral para Francia
Además de la financiación climática, el Cimer 2025 abordó otros cinco ejes estratégicos: la protección del litoral y la calidad de las aguas costeras, la biodiversidad marina, la lucha contra la pesca ilegal —con especial foco en la Guayana Francesa—, la competitividad del sector y la formación profesional, así como la integración del ámbito digital y las funciones soberanas del Estado en el mar.
El conjunto de estas medidas apunta a consolidar a Francia como una potencia marítima moderna, innovadora y comprometida con el desarrollo sostenible de sus océanos.
Conclusión
La asignación de los ingresos del impuesto al carbono marítimo a la transición energética representa un punto de inflexión en la política ambiental francesa. Si bien se trata de una decisión política audaz, el verdadero desafío estará en su implementación. Francia se enfrenta ahora a la oportunidad —y a la responsabilidad— de liderar con el ejemplo la transformación ecológica del transporte marítimo europeo y mundial.
