El sector advierte que la fusión del FEMPA con otros programas diluye su capacidad para apoyar a la flota y amenaza la soberanía alimentaria europea
La organización Europêche ha lanzado un contundente llamamiento a las instituciones europeas tras la presentación, este martes, de la propuesta presupuestaria de la Comisión Europea para el periodo 2028-2034. En ella, Bruselas plantea la creación de un nuevo fondo general —el denominado Fondo para la Prosperidad y la Seguridad Sostenibles Económica, Territorial, Social, Rural y Marítima— que agruparía diversos programas europeos, incluido el actual Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA).
La medida ha generado una profunda preocupación en el sector pesquero, que denuncia que se está relegando a la pesca de su papel estratégico como una de las pocas políticas realmente comunes dentro de la Unión Europea. “Esto no es lo que se nos prometió”, lamentó Javier Garat, presidente de Europêche, quien anunció que la entidad continuará trabajando con el Consejo y el Parlamento Europeo para «asegurar que las necesidades específicas del sector pesquero sean reconocidas y que se mantenga un fondo independiente y reforzado».
Preocupación por la “doble absorción” del fondo pesquero
La Comisión argumenta que el nuevo marco financiero busca simplificar los procedimientos, aumentar la flexibilidad y mejorar la coherencia de las inversiones. Sin embargo, Europêche alerta del riesgo de una «doble absorción» de los recursos pesqueros: por un lado, por su inclusión en un fondo más amplio con múltiples prioridades no específicas, y por otro, por el alineamiento de sus objetivos con el nuevo Pacto por los Océanos, lo que podría desviar aún más los fondos hacia áreas ajenas a la actividad extractiva.
“El fondo podría terminar financiando iniciativas de economía azul que compiten directamente con nuestras prioridades: energía marina, biotecnología o desalación”, alertan desde la organización. “Esto representa una amenaza directa para los recursos de un sector esencial para la seguridad alimentaria, la salud pública y la protección del clima”.
Un presupuesto insuficiente y sin garantías
Europêche denuncia, además, la escasa dotación prevista: apenas 2.000 millones de euros específicamente destinados a la pesca, una cifra que consideran “inaceptable” frente a los 6.100 millones que contemplaba el FEMPA actual (2021-2027). Todo ello, a pesar de que el presupuesto global de la UE ha aumentado de 1,2 a 2 billones de euros.
La organización subraya también la falta de garantías de cofinanciación para embarcaciones de más de 12 metros y la ausencia de medidas obligatorias para atender los desafíos del sector. Esto deja en manos de cada Estado miembro la decisión sobre cómo —o si— apoyar a sus flotas. “Estamos ante un riesgo real de fragmentación en el apoyo al sector dentro del mercado único, lo que puede generar desigualdad y competencia desleal entre países”, advirtió Garat.
El sector: entre costes crecientes y competencia global
La flota europea afronta una combinación de desafíos que ha puesto al límite su viabilidad: costes operativos en aumento, escasez de mano de obra, una creciente competencia internacional y un marco regulatorio cada vez más exigente. Europêche critica que, en este contexto, la propuesta presupuestaria de Bruselas suponga “un debilitamiento del apoyo a un sector ya sometido a una presión insoportable y en claro declive”.
Asimismo, advierten que las políticas restrictivas en materia de financiación pesquera pueden provocar una caída en la producción europea, mayores precios para el consumidor y una creciente dependencia de las importaciones. “Esto socava directamente la soberanía alimentaria europea y el desarrollo de una flota moderna y competitiva”, concluye Europêche, que reclama un enfoque más realista y orientado a incentivar volúmenes de producción sostenibles.
Una llamada al Parlamento Europeo
El sector hace un llamado urgente al Parlamento Europeo y al Consejo para que reviertan esta orientación presupuestaria y reconozcan el papel clave que juega la pesca europea en la alimentación, el empleo y la sostenibilidad marina. En palabras de Javier Garat: “Esperábamos un presupuesto ambicioso que reconociera el valor estratégico de la flota. En su lugar, nos enfrentamos a una propuesta que diluye el fondo y pone en riesgo nuestro futuro”.
