La reunión de Sevilla aprueba una subida de casi el 20 % del TAC de atún rojo y nuevos planes de gestión, pero deja sin resolver cuestiones clave sobre túnidos tropicales, capacidad de la flota y tiburones, según la patronal pesquera europea.
La 29ª reunión ordinaria de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), celebrada en Sevilla del 17 al 24 de noviembre, se cerró con un gran titular: la actualización al alza de los límites de captura y el reparto de posibilidades de pesca de atún rojo. Sin embargo, para Europêche, la organización que agrupa a buena parte de la industria pesquera europea, la foto final fue mucho más ambivalente: mientras una parte del trabajo avanzó, otros debates esenciales quedaron “en la sombra”.
Un TAC de atún rojo al máximo del consejo científico… pero con sabor agridulce
El punto estrella de la reunión fue la adopción de un nuevo Total Admisible de Capturas (TAC) y un nuevo esquema de asignación para el atún rojo del Atlántico. ICCAT fijó el TAC en 48.403 toneladas, lo que supone un incremento cercano al 20 %, alineado con la recomendación más alta del Comité Científico (SCRS) gracias al buen estado del stock.
La Comisión decidió además abrir la puerta a nuevos participantes en esta pesquería, incorporando a Mauritania, Namibia, Panamá y Senegal al reparto de cuota.
Desde la industria europea, el balance fue matizado. El presidente de Europêche, Javier Garat, calificó el resultado de “mixto”:
“El aumento del TAC de atún rojo aporta a los pescadores europeos menos cuota adicional de la que esperábamos, pese al enorme esfuerzo realizado por nuestras flotas. Y no podemos ignorar los contrapesos: la UE ha reducido su porcentaje para acomodar nuevas demandas, lo que genera incertidumbre en una pesquería muy diversa y sienta un precedente preocupante”.
Garat se mostró especialmente inquieto por la entrada de Senegal en el reparto:
“Nos preocupa especialmente la nueva asignación a Senegal, dado los graves problemas de cumplimiento planteados este año en relación con la gestión de sus cuotas de túnidos tropicales”.
Nuevos procedimientos de gestión: pez espada del norte y listado del Atlántico occidental
No todo fueron sombras. ICCAT también dio un paso importante en materia de ordenación a largo plazo, con la adopción de procedimientos de gestión (harvest strategies) para dos especies:
- Pez espada del Atlántico Norte.
- Listado (skipjack) del Atlántico occidental.
Estos procedimientos definen reglas de explotación a largo plazo, vinculadas a indicadores científicos, y forman parte de la transición hacia una gestión más previsible y menos sujeta a vaivenes políticos anuales.
Atunes tropicales: frustración por la falta de avances
Donde la decepción fue mayor, según Europêche, fue en el capítulo de túnidos tropicales (rabil, patudo y listado), una de las pesquerías más importantes para la flota cerquera europea.
La organización recuerda que las flotas de túnidos tropicales de la UE llevan años invirtiendo en el Atlántico con una visión de largo plazo, bajo altos estándares sociales, de control y ambientales. Mantener empresas viables y empleos dignos —desde las tripulaciones hasta los trabajadores portuarios, astilleros y conserveras— depende en buena medida de un marco de gestión sólido y predecible.
Europêche señala tres decisiones concretas que podrían haber reforzado ese camino, y que finalmente no vieron la luz:
- Asignar el TAC de rabil (yellowfin) entre las distintas Partes para evitar rebasamientos sistemáticos del cupo global.
- Aumentar el TAC de patudo (bigeye) en línea con el consejo del SCRS, aliviando a las flotas que más han sacrificado para reconstruir el stock.
- Levantar la veda sobre dispositivos agregadores de peces (FAD-closure), una medida que recae de forma desproporcionada sobre los cerqueros y cuya eficacia real para el stock no ha sido demostrada científicamente, según el sector.
Ninguna de estas cuestiones alcanzó un acuerdo.
“El resultado es muy decepcionante”, lamenta Xavier Leduc, presidente del Grupo de Atún de Europêche:
“Ninguno de los asuntos urgentes sobre atunes tropicales —incluyendo la asignación del TAC de rabil y la eliminación de la moratoria de FADs— ha desembocado en una decisión este año, lo que deja a nuestras pesquerías europeas responsables en una posición más vulnerable”.
Leduc pide que las Partes Contractantes de ICCAT aprovechen los trabajos intersesionales:
“Instamos a todas las Partes a utilizar el periodo entre reuniones para encontrar soluciones equilibradas, basadas en la ciencia, que protejan la pesquería, a las empresas que dependen de ella y a las personas cuyo sustento está en juego. Detrás de nuestras compañías hay hombres y mujeres, pescadores, equipos en tierra, estibadores, personal de astilleros y de conserveras”.
Capacidad de flota y cumplimiento: un registro insuficiente
En Sevilla, ICCAT aprobó también una resolución para establecer un registro de buques de más de 20 metros. Sobre el papel, se trata de un instrumento para mejorar el control. Pero para Europêche, el diseño acordado se queda corto.
Según explica Anne-France Mattlet, directora del Grupo de Atún de Europêche, el registro no permite conocer la capacidad real de pesca en la región, un dato esencial para aplicar medidas de gestión eficaces.
“Sin información crucial sobre la capacidad de bodega en metros cúbicos, como recomienda la FAO y se aplica en el Pacífico oriental, ICCAT no puede conocer la verdadera capacidad de la flota. Entender la capacidad de los buques es clave para garantizar una gestión adecuada y sostenible”.
La patronal europea también considera que los procedimientos de cumplimiento siguen siendo débiles. El sistema actual tiene dificultades para seguir de forma eficaz los casos de incumplimiento: no hay un documento de síntesis claro, ni un mecanismo de seguimiento estructurado, ni un proceso automatizado para tratar las infracciones.
La propuesta de la Unión Europea para racionalizar los informes y el seguimiento fue adoptada, lo que Europêche valora como un paso en la buena dirección, pero insiste en que “queda mucho trabajo” antes de poder hablar de una aplicación robusta y homogénea de las normas en todo el Atlántico.
Tiburones: bloqueo en la gestión y en la lucha contra el finning
Otra de las grandes frustraciones de Sevilla fue el capítulo de los tiburones. Las numerosas propuestas destinadas a mejorar su gestión y reforzar la lucha contra el “shark finning” (cercenar las aletas y descartar el cuerpo) no lograron el consenso necesario.
La flota europea recuerda que aplica desde hace años la política de “aletas adheridas de forma natural” (fins naturally attached), que obliga a desembarcar los tiburones con el cuerpo y las aletas unidos, y reclama un terreno de juego equilibrado para todos los operadores del Atlántico.
Durante la reunión, el presidente de ICCAT, Ernesto Peñas, lanzó una pregunta provocadora a las delegaciones:
“¿Queréis que ICCAT se ocupe de los tiburones?”.
Con ella quiso subrayar la necesidad de que la organización demuestre liderazgo en este campo para no quedar eclipsada por otros foros, como el Convenio CITES. ICCAT ha avanzado en la gestión de algunas especies, como el tiburón azul, pero Europêche insiste en que “hay que mantener y profundizar este enfoque” si se quiere evitar que la agenda sobre tiburones se decida fuera del ámbito pesquero.
ICCAT y el Acuerdo BBNJ: defender el papel de las OROP
Pese a los avances limitados en determinados frentes, Europêche recuerda que ICCAT ha demostrado en los últimos años su capacidad para gestionar de forma sostenible las pesquerías de atunes del Atlántico. La organización reafirmó en Sevilla su mandato en el nuevo contexto creado por la entrada en vigor del Acuerdo sobre la Biodiversidad Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ).
Una nueva resolución adoptada en Sevilla insiste en que las futuras medidas bajo el paraguas del BBNJ deben respetar plenamente las competencias y el papel de las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP).
Jérôme Jourdain, miembro de la delegación de Europêche en ICCAT, lo resume así:
“ICCAT y otras OROP aportan décadas de experiencia científica en la gestión sostenible de las pesquerías de alta mar. Las nuevas medidas bajo el Acuerdo BBNJ deben respetar íntegramente su mandato. De lo contrario, corremos el riesgo de deshacer décadas de gestión y de amenazar la contribución vital de la pesca a la seguridad alimentaria mundial, reconocida por Naciones Unidas en el propio Acuerdo”.
Próxima estación: reuniones intersesionales
Con la reunión de Sevilla ya clausurada, la pelota pasa ahora a las manos de los grupos de trabajo intersesionales de ICCAT. Para Europêche, la prioridad es clara: transformar las buenas palabras sobre gestión sostenible en decisiones concretas sobre túnidos tropicales, capacidad de flota, control y tiburones.
La industria europea reclama que, antes de la próxima reunión anual, se cierren acuerdos que repartan los costes de la conservación de forma más justa, refuercen la credibilidad de ICCAT como organismo de referencia y den visibilidad a medio plazo a las flotas que ya operan bajo los estándares más exigentes. Solo así, advierten, se podrá seguir garantizando el doble objetivo que está en el centro del debate: océanos sanos y un suministro estable de proteína marina accesible para la población.
