Durante 2021 tanto el número de buques contratados por los astilleros españoles como las horas de trabajo asociadas a los mismos se situaron un 30% por encima de las registradas el año anterior. En concreto, España ha sido la segunda potencia de la UE con mayor número de unidades contratadas, 23 unidades, tan solo por detrás de Países Bajos, y la novena a nivel mundial. En el ámbito de las reparaciones, el mercado ha recuperado el nivel de actividad previo a la pandemia. Las Palmas, con sus dos astilleros y más de 80 talleres de reparación naval, ha seguido siendo un referente a nivel internacional. La actividad en el Puerto de Las Palmas durante el año 2021 se mantuvo muy estable, con una alta ocupación. Entre Astican y Repnaval, contabilizaron más de 250 proyectos de reparaciones, constatando un aumento de servicios tanto a flote como en seco.
Los astilleros privados españoles han continuado construyendo buques con un elevado componente tecnológico, alto valor añadido y gran complejidad constructiva: buques de apoyo a campos eólicos, oceanográficos, live-fish carrier…. Las únicas dificultades que se aprecian es en el astilleros Barreras que viene de una situación particular extremadamente complicada, pero ahora mismo hay dos astilleros solventes y con solidez más que demostrada, miembros de Pymar, que han presentado ofertas para adquirir sus instalaciones y continuar con la actividad naval en las mismas.
Según los últimos datos disponibles, la industria naval española aporta más de 70.000 empleos en España, contribuye de forma directa a nuestra economía con 3.800 millones de euros y genera un impacto total sobre la misma de más de 9.222 millones de euros. Esto supone que, por cada euro que produce directamente la industria naval, se generan 2,4 euros en el conjunto de la economía.
España construye, repara y transforma buques de alto valor añadido, que incorporan un elevado componente innovador y sistemas que contribuyen a una explotación sostenible. Más del 85% de la cartera española está destinada a la exportación.
El sector naval apuesta por su transformación y por la diversificación de su cadena de valor hacia el sector de las energías renovables, que será parte la esencia del Perte Naval, puede optar a convertirse en una de las industrias más competitivas de, al menos, Europa.
Adicionalmente, el Perte Naval confluye con el Perte de las Energías Renovables, el Hidrógeno Renovable y Almacenamiento y con la Hoja de Ruta para la Eólica Marina y las Energías del Mar en España. La oportunidad que se presenta, por tanto, es inmejorable para la industria de nuestro país. El sector naval español cuenta con capacidad y experiencia constructiva, tejido industrial auxiliar, y una óptima ubicación en infraestructura portuaria y terrestre. Los astilleros privados pueden completar la actual oferta constructiva para cubrir la potencial demanda de las energías renovables marinas, participando en el desarrollo industrial de prototipos de eólica marina flotante, y fabricando o integrando estructuras y componentes para esta industria. En este sentido, Navantia es un magnífico ejemplo.
La oportunidad del Perte Naval
En enero de 2021, Pymar, Navantia y Siemens presentaron una Manifestación de Interés al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con el ambicioso objetivo de proponer las bases de una verdadera transformación de toda la cadena de valor del sector naval de nuestro país, para garantizar su competitividad y futuro en el exigente mercado internacional. El Perte Naval permitirá trabajar en ese mismo objetivo aprovechando las oportunidades que ofrece el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia aprobado por España para canalizar los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia Next Generation EU. Para ello, el Perte Naval preverá el apoyo a proyectos organizados en base a tres pilares fundamentales, como son la diversificación de la actividad de la industria naval, su digitalización y la mejora de la sostenibilidad medioambiental. Estos proyectos, a su vez, deberán contar con un proceso trasversal de formación y reciclaje profesional en las empresas.
Falta por desvelar la cifra de apoyo por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. No obstante, es importante señalar que la importancia del Perte Naval no será sólo cuantitativa. A través del Perte Naval se crearán las condiciones necesarias para poder llevar a cabo la verdadera transformación que el sector naval necesita, permitiendo trabajar de manera colaborativa, dando relevancia a la industria auxiliar, aprovechando las sinergias de toda la cadena de valor y propiciando, con todo ello, objetivos tan ambiciosos como el de la diversificación de la actividad hacia mercados con tanto potencial como el de la eólica marina flotante al que antes nos referíamos.
La oportunidad que ofrecerá el Perte Naval para mejorar la competitividad del sector naval canario y español es muy relevante en todos los aspectos que hemos señalado: para mantener nuestra industria a la vanguardia digital, para garantizar nuestra posición en primera línea de sostenibilidad medioambiental, tanto en los procesos productivos como en los productos, y para apoyar la necesaria adaptación formativa y reciclaje profesional que haga posible todo ello. Por su parte, el enorme potencial que ofrece la diversificación de la actividad hacia ámbitos como el de la energía eólica marina, supone una gran oportunidad de futuro para el conjunto del sector naval español, pero es especialmente prometedor para las Islas Canarias, debido a las particularidades de su localización, y a que cuenta con varios sistemas eléctricos independientes y con un sistema retributivo de la energía eléctrica diferente al del resto de España.