España ha conseguido 2.700 toneladas de sardina tras un intercambio —o swap— realizado con Portugal. A cambio de esa cantidad de pelágico, el Ministerio de Pesca español ha tenido que ceder a los lusos 50 toneladas de besugo —especie que no tiene establecido un reparto individual—, 300 toneladas de rape —que la Administración detraerá de la cuota que quede disponible tras aplicar el mecanismo de optimización— y 150 toneladas de pez espada del Mediterráneo.
El cierre prematuro de la captura fue especialmente grave en un año en el que precisamente la sardina es de los pocos pescados que abundan. Y es que el comunicado del gobierno de Portugal al de España confirmando que finalmente no acepta el intercambio de la cuota que ambos países negociaban coincide además en un año especialmente aciago para la pesca, con gran escasez de productos.