Los buques, que pertenecen a la Organización de Productores Pesqueros de Lugo (OPP-Lugo), son los dos primeros de España que instalan este dispositivo, que ya había adquirido el año pasado un pesquero irlandés. El hito es tan importante que representantes de los armadores, de la empresa gallega Marexi (que diseñó el dispositivo) y la directora xeral de Pesca de la Consellería do Mar, Mercedes Rodríguez, quienes presentaron en el puerto lucense de Burela este equipo, denominado Telepad (Technological Device for Avoiding Parasite Discarting at Sea).
El objetivo de la instalación de este mecanismo es reducir los parásitos en las especies de interés comercial que captura la flota para mejorar la seguridad alimentaria para su consumo y reducir su impacto en el medio marino. La empresa Marexi defiende que la ausencia del tratamiento antes de devolver los desechos de los productos pesqueros al mar genera la reinfestación de parásitos en los ecosistemas, de ahí la importancia de anularlos antes de tirarlos por la borda.
El proyecto piloto que propició la adquisición de estos equipos Telepad se incluye como medida «novedosa» en el plan de producción de la OPP-Lugo y cuenta con la financiación de la Consellería do Mar a través del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP). Los pesqueros Raul Primero, operativo desde 1991 y con 33,5 metros de eslora, y el Nuevo Ebenezer, en servicio desde 1970 y con 28,15 metros de eslora, son los dos primeros barcos en participar en la iniciativa y contarán con un módulo para registrar los datos para su estudio y análisis. El gerente de la organización lucense, Sergio López, valoró las mejoras que supone la tecnología a falta de analizar su rendimiento de acuerdo con la información que se obtenga en las diferentes zonas en las que pesca la flota y de los distintos tipos de embarcaciones que se sumen al proyecto para completar los datos durante los próximos meses. Ambos barcos, con puerto base en Burela, trabajan en Gran Sol y están ya listos para salir al mar.
Rodríguez, que fue gerente de la OPP-Lugo antes de incorporarse a la Xunta, indicó que las pautas para reducir el riesgo de presencia de parásitos deben abarcar toda la cadena alimentaria, desde las prácticas durante la captura, la manipulación posterior y los tratamientos tecnológicos de los productos procesados, hasta las recomendaciones dirigidas a consumidores y hosteleros. La directora xeral de Pesca anunció que está prevista la creación de un grupo de trabajo estatal para hacer un seguimiento de las acciones planteadas al respecto y la elaboración de una norma sobre las prácticas correctas para manipular los desechos del pescado a bordo.
Los de la OPP-Lugo son los primeros equipos Telepad para el tratamiento de las vísceras en el pescado que se instalan en buques españoles, pero no en el mundo, ya que Marexi vendió su primera unidad a la cooperativa irlandesa Castletownbere Fishermen’s Co-Op Soc. Ltd. para el cerquero de tipo danés Tea Rose, de 25 metros de eslora, a mediados de 2017. La empresa gallega, sin embargo, ya había testado varios prototipos a bordo de embarcaciones pesqueras que faenan en aguas de Gran Sol.
La tecnología que desarrolló Marexi fue validada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que cifró en 3.000 millones las larvas viables de anisakis que se devuelven anualmente al mar por el eviscerado a bordo sin anular los parásitos.