La industria energía eólica, aún muy incipiente en España, considera fundamental para su desarrollo que el Gobierno establezca una «estrategia clara» para el sector y marque un objetivo concreto de potencia dentro del Plan Nacional de Energía y Clima (Pniec).El director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez, ha explicado a Efe que, para «traccionar» a la industria eólica marina, sería necesario fijar un objetivo de potencia de entre 3 y 5 gigavatios para 2030.
El Pniec contempla un objetivo general de potencia eólica de 50.528 megavatios (Mw) en ese periodo, pero no establece una previsión concreta para la eólica marina.
Actualmente en España solo hay tres prototipos de energía eólica marina, entre los que se incluye el único aerogenerador marino instalado, en concreto en Canarias, que tiene una potencia de 5 megavatios y está fijado sobre un fondo de 30 metros de profundidad.
Este aerogenerador, cuya producción es la única generada en España a través de esta tecnología, fue probado en el área de ensayos de la Plataforma Oceánica de Canarias (Plocán) y ejecutado por el consorcio Elican, liderado por Esteyco y del que forma parte también Siemens Gamesa (MC:).
A favor del desarrollo de esta industria en España juega el hecho de que el coste inicial de inversión en la eólica marina se ha reducido un 45 % en tres años, ya que ha pasado de los 4.500 euros por kilovatio de potencia instalada en 2015 a los 2.500 euros en 2018, según datos de la AEE.
Pese a esta reducción en el coste, el sector «lamenta» que un país que ha apostado por la eólica en tierra no lo haga por la «offshore» e insiste en la necesidad de un mercado interior con el que ayudar a las empresas españolas a generar su tecnología.
De hecho, la baja actividad del sector ha hecho que la contribución al PIB español por parte de los fabricantes de estructuras «offshore» se redujera alrededor del 23 %, pasando de los 35,9 millones en 2017 a los 27,5 millones en 2018.
El director técnico de la consultora Esteyco, José Serna, señala, en este sentido, que en España existe «una falta de regulación y de mecanismos de apoyo para llevar a cabo parques marinos».
De hecho, de acuerdo con los datos de la AEE, en 2011 se contabilizaron 28 proyectos de eólica marina, que representaban 9.540 MW de potencia pero ninguno llegó a concluirse por la falta de regulación.
Jesús María Busturia, director general del consorcio industrial y tecnológico Nautilus, considera que España tiene toda la «tecnología de fabricación», pero la situación actual está haciendo que la cadena de valor se este yendo a otros países del entorno.
La potencia de eólica marina ha crecido de forma «exponencial» en Europa, ya que ha pasado de 8.015 MW en 2014 a 18.496 en 2018, expansión en la que destacan los mercados británico y alemán.
El director técnico de Saitec Offshore Technologies, David Carrascosa, insiste en que hay que seguir el ejemplo de otros países de nuestro entorno y facilitar tarifas bonificadas para el desarrollo de estas tecnologías.
El sector destaca que la energía eólica marina es una de las mejores alternativas para cumplir los objetivos climáticos de descarbonización marcados para 2030 y 2050.