Las primeras naves 100% eléctricas del mundo están listas para navegar entre los concurridos puertos de Amberes (Bélgica), Ámsterdam y Róterdam (Países Bajos), a fines de año, lo que reducirá el número de portacontenedores de diésel que embarcan y desembarcan bienes.
Según destaca una publicación de “Mundo Marítimo” basada en un reportaje del medio alemán DW, estos navíos apodados como “Tesla de los mares” son la última oferta de una flota de nuevos buques eléctricos e híbridos en Europa.
Port Liner, la compañía holandesa detrás de las naves, afirma que podrían revolucionar la contaminante industria del transporte marítimo y de carga. “Simplemente no tiene sentido seguir construyendo nuevos buques con motores diésel”, señaló a DW Ton van Meegen, director ejecutivo de la compañía
“Nuestras naves operarán durante décadas, y el motor eléctrico es claramente hacia donde se dirige la industria”, añadió.
La construcción de cinco buques, con capacidad para 24 contenedores cada uno, ya se inició y serán alimentados por baterías cargadas con energía libre de carbono y se espera que los navíos estén en el agua a finales de este año.
Aunque inicialmente serán tripulados, se proyecta que a largo plazo sean diseñados para ser autónomos, contribuyendo a retirar a 23.000 camiones de carga, según la compañía.
Limpieza del sector naviero
Los buques que atraviesan los océanos suelen utilizar el sistema de bunkering, lo cual se traduce en una de las formas más contaminantes de diésel y sus emisiones, puesto que este combustible contiene altos niveles de óxidos de nitrógeno y azufre (NOx y SOx), que están relacionados con casos de asma, cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas.
El transporte marítimo es responsable de cerca del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), según la Comisión Europea.
Mientras que se prevé que otros sectores puedan reducir sus emisiones, se espera que el nivel de contaminación en el sector marino se una de lleno a una movilidad más sostenible. La Organización Marítima Internacional, ha establecido una norma para reducir la cantidad de azufre en los combustibles para el transporte marítimo a un 0,5%, por debajo del 3,5% actual, a partir de 2020.
La medida es apoyada por la principal organización naviera del mundo, la Cámara Marítima Internacional (ICS, por sus siglas en inglés). Asimismo, Peter Hinchliffe, secretario general de la ICS, afirmó, en una entrevista a DW, que también apoya la reducción de las emisiones de CO2 en el sector en beneficio del Acuerdo de París.
Revolución Energética
Una regulación más estricta, unida a la producción de baterías más ligeras y potentes, ha desencadenado en lo que Lucy Gilliam, experta en aviación y transporte marítimo de la ONG “Transport and Environment”, con sede en Bruselas, califica de “revolución energética”.
“En toda Europa hay una ola de acontecimientos recientes que están cambiando el sector (del transporte marítimo) a un ritmo acelerado”, afirma. “Tenemos que romper el mito de que las baterías son demasiado pesadas o no tienen suficiente capacidad para llegar lejos. En los últimos años, esto ha cambiado significativamente”, aclara.
En los viajes cortos, las baterías no añaden peso adicional, a diferencia de los buques tradicionales que funcionan con combustibles fósiles, según Gilliam.