El sentido común se ha impuesto en la financiación de la pesca, Por fin llegan buenas noticias para el sector pesquero desde Estrasburgo, donde con un gran trabajo en equipo de los europarlamentarios se conseguido detener un acto delegado de la Comisión Europea que habría penalizado gravemente a los pescadores al establecer un régimen vejatorio de multas y sanciones.
Con la nueva propuesta, contenida en el acto delegado de la Comisión Europea que define la admisibilidad de las solicitudes de financiación del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), no sólo cualquier tipo de infracción habría llevado a la exclusión de los pescadores y las empresas de la financiación, incluso en el caso de sanciones leves, sino que también se habría previsto la devolución de lo recibido hasta cinco años después de haber recibido la contribución.
Se trata de un enfoque punitivo y severo, además de incapaz de distinguir entre una infracción administrativa, como el envío tardío de un correo electrónico, y un comportamiento reiterado contrario a las disposiciones vigentes. Por eso nos hemos opuesto firmemente, tanto en la Comisión de Pesca como ahora en el Pleno, presentando una objeción formal y rechazando el acto delegado en cuestión por una mayoría de 368 votos, con 297 en contra y 33 abstenciones. Es la segunda vez en la historia de la Comisión de Pesca que el Parlamento consigue rechazar una propuesta de la Comisión.
Es una victoria del sentido común de la Cámara, que ha visto jugar un papel de liderazgo en la defensa de todo el sector y de las pesquerías mediterráneas, recuperando el principio de proporcionalidad entre la infracción y la sanción, y protegiendo a los pescadores de un enfoque incomprensible y vejatorio. Ya habíamos señalado a la Comisión que era necesario modificar el texto, pero desgraciadamente Bruselas decidió no escuchar las demandas de los ciudadanos. Ahora el pleno ha ganado, enviando un mensaje de democracia contra los eurócratas. Para los pescadores era fundamental salvaguardar el trabajo de todos aquellos barcos y operadores que trabajan con honestidad y sacrificio, diferenciándolos de los que se saltan las normas y cometen infracciones. Y esta vez todo ello ha sido decisivo para conseguir el resultado final».