A pocos días de que comience la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC-3) en Niza, el presidente francés Emmanuel Macron ha confirmado que elevará el nivel de protección en varias áreas marinas sensibles, anunciando una prohibición reforzada del arrastre de fondo en zonas clave del Atlántico, Córcega y el parque natural de las Calanques.
En una entrevista publicada el pasado viernes en Ouest-France y Le Marin, Macron señaló que la mapa de protección reforzada que presentará mañana “goza de amplio consenso” y supone un compromiso claro de Francia con la protección de sus ecosistemas marinos Otra medida, que será anunciada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, es que el Reino Unido aumentará la superficie protegida de 4.000 a 30.000 km²
Igualmente, el Gobierno del Reino Unido ha anunciado su intención de ampliar de forma considerable la prohibición de la pesca de arrastre de fondo en sus aguas territoriales, medida que afectará a más de 30.000 kilómetros cuadrados de zonas marinas protegidas, frente a los 4.000 actuales.
El anuncio queda formalizado por el secretario de Estado británico de Medio Ambiente, Steve Reed, hoy lunes 9 de junio, durante la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, en Niza, Francia. Allí, Reed explica el compromiso del Ejecutivo británico con la sostenibilidad marina y la protección de los ecosistemas vulnerables del fondo marino.
La nueva normativa contempla la prohibición del arrastre de fondo en 41 nuevas áreas marinas protegidas en aguas inglesas. Esta técnica de pesca, considerada altamente destructiva, consiste en arrastrar redes pesadas por el lecho marino, generando impactos devastadores sobre hábitats sensibles como los arrecifes de coral de aguas frías, praderas marinas y comunidades bentónicas.
“Durante la Conferencia de la ONU sobre los océanos en Francia, anunciaré el proyecto del gobierno para prohibir el arrastre de fondo en 41 zonas protegidas de los mares ingleses, lo que cubrirá una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados”, declaró Reed en un avance oficial de su intervención.
La medida responde a años de presión por parte de organizaciones ambientales, científicos marinos y ciudadanos preocupados por el estado de los océanos. El Reino Unido, tras su salida de la Unión Europea, ha asumido una política pesquera independiente y esta decisión se presenta como una señal de liderazgo ambiental a nivel internacional.
La pesca de arrastre de fondo ha sido objeto de crecientes críticas en todo el mundo debido «a su alto índice de captura incidental, la destrucción de hábitats marinos profundos y su escasa selectividad. Diversos estudios científicos han demostrado que sus efectos pueden tardar décadas en ser revertidos, lo que la convierte en una de las prácticas más dañinas para la biodiversidad marina».
Acuerdo de Kunming-Montréal
Según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente británico, la prohibición se implementará progresivamente, con mecanismos de vigilancia y cumplimiento reforzados y con medidas compensatorias para apoyar a los pescadores que puedan verse afectados por el cambio regulatorio.
La ampliación afectará “más de la mitad” de las áreas marinas protegidas francesas, con medidas específicas para las zonas atlánticas, el entorno de Córcega y las Calanques, donde la pesca de arrastre originaba impacto en hábitats frágiles . Macron ha defendido estas restricciones como “muy esperadas” en un discurso que será presentado en la sesión plenaria del lunes, junto a otros líderes mundiales.
Este anuncio se enmarca en un movimiento global que busca cumplir los objetivos del Acuerdo de Kunming-Montréal: restaurar el 30 % de los ecosistemas terrestres y marinos para 2030. Durante la UNOC-3, se espera que varios países anuncien iniciativas similares para ampliar y reforzar sus áreas marinas protegidas.
Francia, uno de los mayores países marítimos del mundo, ha sido criticada por la escasa efectividad real de algunas de sus reservas. Aunque el 33 % de su zona económica exclusiva (ZEE) figura como área marina protegida, solo entre el 0,01 y el 0,1 % se considera de protección estricta, según informes de la UICN tf1info.fr. Las críticas se centran en la permisividad de ciertas actividades extractivas —como el arrastre de fondo— dentro de esas áreas.
Las nuevas restricciones pretenden cambiar esta realidad, limitando significativamente el uso del arrastre de fondo en hábitats altamente sensibles. “La extensión del arrastre de fondo a ciertas zonas marinas protegidas ha sido un punto de tension” reconoció Macron, y señaló que las nuevas regulaciones responderán a un trabajo preciso con científicos y pescadores, garantizando que la propuesta esté respaldada por todos los actores implicados .
Las ONG conservacionistas han valorado estas medidas como “un paso en la dirección adecuada”, aunque advierten que será crucial vigilar la implementación efectiva. Mientras, las organizaciones pesqueras reclaman una evaluación caso por caso y medidas compensatorias que eviten desequilibrios económicos en las comunidades costeras.
La decisión de Macron demuestra la firmeza del Ejecutivo francés en llegar a la conferencia de Niza con medidas concretas y ambiciosas, mostrando al mundo su compromiso con la conservación marina. El anuncio de mañana pondrá a prueba si esta protección reforzada se traduce en acciones tangibles que impulsen una gestión más responsable y efectiva de los océanos de Francia.
Apoyo de las ONGS
Organizaciones como Greenpeace y Marine Conservation Society han celebrado el anuncio, aunque advierten que será fundamental garantizar que las zonas protegidas cuenten con una gestión efectiva, y que no se trate simplemente de áreas «protegidas en papel» pero sin supervisión real.
El anuncio del Reino Unido llega en un momento clave, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, donde se debatirán medidas globales para preservar los ecosistemas marinos, luchar contra la sobrepesca y avanzar hacia una economía azul sostenible.
Con esta decisión, el Reino Unido se posiciona entre los países que abogan por una transformación profunda del modelo pesquero, poniendo el foco en la restauración ecológica y la conservación como ejes de una nueva era para los océanos del planeta.
