Un consorcio internacional reducirá la captura incidental de especies marinas amenazadas. El consorcoio CIBBRINA reunirá a miembros de 14 países, pertenecientes a diversos sectores involucrados en el tema, como la pesca, la comunidad científica, los gobiernos y las ONG. CIBBRINA reunirá a miembros de 14 países, pertenecientes a diversos sectores involucrados en el tema, como la pesca, la comunidad científica, los gobiernos y las ONG.
El principal objetivo de este proyecto en el que participa la USC es minimizar y, en la medida de lo posible, eliminar las capturas accesorias de especies prioritarias en peligro de extinción, amenazadas y protegidas
Se sabe que la pesca incidental representa una de las mayores amenazas para las especies marinas amenazadas y/o protegidas. Si bien en las últimas décadas se han tomado medidas para contener el impacto de este problema, su alcance sigue siendo limitado, lo que ha aumentado la preocupación por la influencia que este asunto sigue provocando en la biodiversidad de los océanos. Ahora, un consorcio europeo, CIBBRINA, reunirá a miembros de 14 países, pertenecientes a diversos sectores involucrados en el tema, como la pesca, la comunidad científica, gobiernos y ONG, para reducir los daños causados por estas actividades en el Nordeste. Costa atlántica y el mar báltico
Los esfuerzos del consorcio se centrarán en el impacto que este tipo de capturas accidentales tienen en animales como elasmobranquios (rayas o tiburones), tortugas, aves marinas como el guacamayo loro, el águila pescadora o los conos, y mamíferos marinos como el delfín común o el túnido, aunque el trabajo se extenderá también a otras especies amenazadas y protegidas.
El proyecto CIBBRINA se enmarca dentro del programa LIFE, recibirá una financiación de 12 millones de euros y tendrá una duración de seis años. Entre los socios se encuentra la USC, a través de los investigadores del Centro Interdisciplinario de Investigación en Tecnologías Ambientales (CRETUS) Sebastián Villasante, Gillian Ainsworth, Pablo Pita e Ignacio Gianelli. La USC contará con un presupuesto de 320.000 euros. De España también participan el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Cooperativa De Armadores De Pesca o Port de Vigo (ARVI), CETMAR, CSIC y AZTI.
El objetivo principal de este proyecto es minimizar y, en la medida de lo posible, eliminar la captura incidental de especies prioritarias en peligro de extinción, amenazadas y protegidas (ETP). El equipo de la USC coordinará el trabajo socioeconómico, utilizando un marco de servicios ecosistémicos que incluye costos y beneficios monetarios y no monetarios a lo largo de la cadena de valor de especies de captura incidental para calcular el flujo físico del producto (cambios en precios, costos de insumos) y evaluar el papel de las instituciones (regulaciones gubernamentales sobre la producción y comercialización de productos del mar).
La USC también identificará las principales barreras económicas, sociales e institucionales y los incentivos para ofrecer productos pesqueros que no impliquen capturas incidentales de estas especies amenazadas. También se generarán nuevos conocimientos mediante la mejora de los mecanismos para fomentar la cooperación de los pescadores a lo largo de la cadena de valor y la participación ciudadana. Esto también implicará la creación de conciencia y un amplio apoyo para las medidas recomendadas de reducción de la captura incidental entre los consumidores.
Mayor participación
Según los miembros del proyecto, una de las principales razones del fracaso de las medidas destinadas a reducir la pesca incidental fue la reticencia por parte de la industria pesquera. “Por lo general, las decisiones parten de una perspectiva científica o política y luego se imponen al sector pesquero. Estas propuestas, en ocasiones, no son viables en la práctica o provocan consecuencias socioeconómicas adversas”, señalan. Es por esto que CIBBRINA incorpora entidades representativas del sector como miembros del proyecto. De manera similar, las diferencias nacionales en la gestión pesquera y la legislación de conservación de la naturaleza a veces crean barreras para abordar soluciones efectivas contra la captura incidental.
Ante este desafío, CIBBRINA (acrónimo de Desarrollo Coordinado e Implementación de Buenas Prácticas en Reducción de Captura Incidental en la región del Atlántico Norte), pretende establecer una estrategia sostenible a largo plazo, con el objetivo de desarrollar, demostrar, promover y estimular técnicas innovadoras, métodos y enfoques que contribuyen a hacer cumplir los objetivos de la legislación europea en términos de protección de la naturaleza y la biodiversidad. El consorcio involucrará, de esta manera, a todos los agentes involucrados en el tema, integrando el conocimiento de la comunidad pesquera, la industria, la ciencia y las instituciones para resolver el problema.
