El Consejo Internacional para la Exploración del Mar alerta de un descenso en la biomasa y el reclutamiento del gallo común (Lepidorhombus whiffiagonis) en el Atlántico y el Cantábrico, y recomienda una gestión más prudente
El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) ha emitido su recomendación anual sobre las posibilidades de pesca del gallo común (Lepidorhombus whiffiagonis) en el Atlántico nororiental, que abarca las divisiones 7.b–k, 8.a–b y 8.d, incluyendo la costa suroeste de Irlanda y el Golfo de Vizcaya. El informe, publicado el 10 de octubre de 2025, propone una reducción del 30 % en las capturas para 2026, hasta un máximo de 14.869 toneladas, bajo el enfoque de rendimiento máximo sostenible (MSY).
El ICES advierte que esta disminución se debe a una revisión a la baja de la biomasa reproductora (SSB) y del reclutamiento de juveniles en 2024, lo que sugiere un menor potencial de renovación del stock. Aunque la presión pesquera se mantiene por debajo de los límites biológicos de seguridad, la tendencia descendente obliga a reforzar la precaución en la gestión.
El organismo científico señala además un problema estructural: el TAC conjunto que agrupa las capturas de gallo común y gallo moteado (Lepidorhombus boscii), lo que impide un control efectivo de la explotación de cada especie. Esta práctica, vigente en la Unión Europea, puede llevar a la sobrepesca inadvertida de una de ellas.
Los expertos también destacan una gran incertidumbre en las proyecciones, debido a revisiones continuas en los datos de biomasa y mortalidad pesquera. El ICES insta a los gestores a considerar niveles de mortalidad más bajos para evitar un deterioro adicional del stock en 2027.
Históricamente, el gallo mantiene un papel relevante para las flotas de Francia, España, Irlanda y Reino Unido, con capturas que rondaron las 10.000 toneladas en 2024, de las cuales más del 95 % proceden de artes de arrastre. En el caso español, las principales zonas de actividad se sitúan en el Cantábrico y Golfo de Vizcaya, donde esta especie constituye un recurso comercial clave para la flota de bajura y altura.
El ICES concluye que la sostenibilidad del gallo común dependerá de aplicar planes de gestión diferenciados por especie y de una cooperación efectiva entre los países ribereños. La advertencia llega en un momento decisivo, cuando la Comisión Europea revisa la Política Pesquera Común (PPC) y evalúa su desempeño en la última década.
