El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha publicado su informe técnico sobre la situación del stock de eglefino (Melanogrammus aeglefinus) en la Plataforma del Norte —una región que incluye el Mar del Norte, la zona occidental de Escocia y el Skagerrak— destacando tanto su importancia económica como los retos de sostenibilidad.
El eglefino del Norte sigue siendo una especie de gran relevancia económica para la flota pesquera escocesa e irlandesa. Gracias a los avances en técnicas de evaluación y planes de gestión colaborativa, el ICES considera que es posible mantener una explotación sostenible. Sin embargo, advierte que los cambios en la dinámica de las flotas, la presión pesquera, los descartes y las condiciones ecológicas requieren una atención constante y adaptación de los planes de gestión. El compromiso entre ciencia, pesca y política será esencial para garantizar que el eglefino siga siendo un recurso renovable y rentable para las futuras generaciones.
Desde 2014, el eglefino en las Subáreas 4, 6.a y 3.aW es evaluado como un único stock debido a su distribución geográfica continua y los patrones compartidos de reproducción y reclutamiento. Esta decisión se apoyó en estudios genéticos, análisis de otolitos y modelos de corrientes marinas que demostraron la mezcla de poblaciones en etapas juveniles y larvales.
Una especie clave para la pesca escocesa e irlandesa
La pesca del eglefino es uno de los pilares de la flota escocesa de arrastre de fondo, que opera principalmente en la Plataforma del Norte, aunque también se desplaza ocasionalmente a zonas más occidentales como Rockall y las Islas Feroe. Se trata de una pesquería mixta, donde el eglefino comparte protagonismo con el bacalao, el rape, el carbonero y otras especies comerciales.
En el Mar del Norte y el Skagerrak, la pesquería se realiza mayormente mediante arrastre demersal, y los eglefinos se capturan tanto de forma dirigida como incidental. Los descartes de esta especie en la pesca industrial de lanzón y pout noruego son bajos.
Planes de gestión a dos velocidades
El ICES reconoce dos marcos de gestión diferentes:
- Para el Mar del Norte y Skagerrak (Subárea 4 y División 3.a) existe un plan conjunto entre la UE y Noruega desde 2005 que impone límites de captura anuales (TAC) basados en niveles seguros de biomasa reproductora.
- En el Oeste de Escocia (División 6.a), aunque se propuso un plan de gestión similar en 2009, este nunca se implementó formalmente. Actualmente, esta zona se rige por criterios de Rendimiento Máximo Sostenible (MSY).
Ambos enfoques buscan mantener la biomasa reproductora por encima del umbral de precaución (Bpa: 132.000 toneladas), evitando su caída por debajo del límite biológico (Blim: 94.000 toneladas). Si esto ocurre, se reducirían drásticamente las capturas para permitir la recuperación del stock.
Técnicas de conservación y control
Escocia ha sido pionera en implementar medidas como los cierres temporales en tiempo real (RTC) para proteger concentraciones de bacalao, que también benefician al eglefino al reducir la presión pesquera sobre su hábitat. Además, sistemas de videovigilancia (Catch Quota Management) y el incremento del tamaño mínimo de malla han contribuido a una pesca más selectiva y a la disminución de descartes.
Desde 2016, el eglefino se incluye en la Obligación de Desembarque de la UE, lo que significa que todos los ejemplares capturados deben ser llevados a puerto, eliminando los descartes ilegales y mejorando el control de la explotación real.
Evaluación científica y modelo predictivo
El informe del ICES destaca el uso de tres modelos para evaluar el stock:
- TSA (Time-Series Analysis): modelo base que integra capturas, descartes, datos de encuestas científicas y parámetros biológicos.
- SAM (State-space Assessment Model): proporciona análisis complementarios con estimaciones de incertidumbre.
- SURBAR: se enfoca en tendencias relativas de biomasa y reclutamiento, a partir de encuestas científicas.
Estas herramientas permiten generar proyecciones a corto y medio plazo para estimar el efecto de distintas tasas de captura sobre la biomasa reproductora, la mortalidad y el reclutamiento futuro.
Cambios ecológicos y retos del ecosistema
El eglefino presenta reclutamientos esporádicos con algunas clases anuales muy dominantes. Su dieta incluye invertebrados bentónicos, huevos de arenque y lanzón, y es una especie presa para otros gádidos. El ICES señala que la presión de pesca debe mantenerse equilibrada sobre las distintas agregaciones de desove para evitar la pérdida de diversidad genética y espacial.
También se alerta sobre la falta de datos precisos sobre ciertas zonas, como el estuario del Clyde, donde podría existir una subpoblación distinta aún no diferenciada del stock general.
