El Comité Económico y Social Europeo (CESE), órgano consultivo de la Unión Europea, cree que mares y océanos deberían ser un tema transversal a todas las instituciones europeas. Así lo apunta en su dictamen “Recomendaciones de la sociedad civil para un Pacto Europeo de los Océanos”, en el que explicita que este enfoque serviría para fortalecer la gobernanza y la soberanía marítima europea ya que permitiría coordinar las políticas de distintos organismos y evitar la fragmentación y la duplicación de esfuerzos. El dictamen fue presentado en Bruselas por su ponente, el español Javier Garat, secretario general de Cepesca, obteniendo un abrumador apoyo de los miembros del Comité, con 151 votos a favor de 152.
El dictamen del CESE considera clave fortalecer los acuerdos internacionales, mejorar la diplomacia y fomentar la colaboración entre comunidades costeras, sectores productivos y científicos e insta a la Comisión Europea a establecer un mecanismo de cooperación entre las agencias europeas con competencia en asuntos oceánicos para optimizar la recopilación de datos y conocimientos, intercambiar mejores prácticas y promover un enfoque holístico.
A este respecto, el dictamen pone como ejemplo la cooperación reforzada entre el Frontex, la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) o la de Control de la Pesca (EFCA), en funciones de guardia costera. En este sentido, el CESE llama a las autoridades a reforzar los programas de protección de rutas marítimas, puertos e infraestructuras críticas frente a amenazas como la piratería, el terrorismo, el tráfico de seres humanos y el crimen marítimo, fundamentales para garantizar la seguridad del dominio marítimo europeo.
Para el CESE, esta visión permitiría a Europa reforzar su autonomía estratégica en áreas clave como la alimentación, la energía y el transporte. La UE, apunta el dictamen, debe fortalecer su capacidad para producir sus propios recursos y reducir la dependencia de proveedores externos frente a los desafíos globales. Además, apunta el CESE, es necesario mejorar y proteger la infraestructura interna y adoptar políticas que tengan en cuenta la soberanía alimentaria, así como los factores sociales y económicos de las empresas.
Por ello, el Comité insta a la Comisión Europea a desarrollar un plan de acción de la UE para los alimentos azules antes de 2026, con el fin de integrar los alimentos azules (pescados y mariscos en todos sus formatos) en las políticas y estrategias de alimentación y consumo. Este plan debe ser considerado un componente clave en la Visión para el Futuro de la Agricultura y la Alimentación, impulsando dietas sanas, saludables y de baja huella de carbono en Europa.
Por otro lado, según el CESE, el Pacto Europeo de los Océanos debe desbloquear el potencial de la economía azul europea y para ello, apunta el dictamen, hay que garantizar un entorno empresarial competitivo, eficiente e innovador que necesita un marco regulatorio simplificado y fomentar la cooperación con socios globales. Además, urge a la Comisión Europea a potenciar dentro del pacto la dimensión de la construcción, la tecnología y la logística naval, tan importantes para sectores como la pesca, la náutica de recreo, la energía offshore y el transporte marítimo.
El Comité también aboga por un enfoque integral que combine la prosperidad económica y la competitividad con la regeneración ambiental y la promoción de la equidad social, alineado con otras políticas de la UE, como la Estrategia de Economía Azul de la UE. También señala que debe estar enfocado, tanto en las industrias marítimas como en las basadas en tierra, para garantizar coherencia y multiplicar su impacto.
Respecto a las nuevas industrias marítimas, como la energía offshore, el dictamen del CESE recomienda revisar la Planificación Espacial Marina (MSP) para facilitar sinergias y equilibrar los intereses en conflicto derivados de su expansión y apunta la necesidad de que este sector reinvierta parte de sus ingresos en las comunidades locales. Igualmente, cree necesario promover un enfoque de coexistencia favoreciendo el uso múltiple de los espacios marinos “siempre que sea posible”, y aplicar un enfoque ecosistémico para salvaguardar la biodiversidad y hábitats marinos. Asimismo, considera crucial garantizar la participación de los sectores más vulnerables, como la pesca, en la toma de decisiones para proteger los caladeros tradicionales y asegurar un uso sostenible del espacio marítimo.
En su dictamen, el CESE también solicita la creación de una «Alianza Industrial para las Cadenas de Valor de la Economía Azul» para promover la colaboración y crear redes con el objetivo de desarrollar buques sostenibles y tecnologías marítimas digitalizadas, garantizar la resiliencia de la cadena de suministro y fomentar la innovación, la sostenibilidad y la competitividad. En esta alianza deben estar presentes, apunta el dictamen, todas las partes interesadas (empresas, interlocutores sociales, organizaciones de investigación, responsables políticos, inversores, etc.).
Asimismo, el CESE solicita movilizar financiación pública y privada para desarrollar inversiones en infraestructuras y tecnologías que promuevan la innovación, el emprendimiento y la descarbonización de la economía azul, empoderando a las comunidades costeras para prosperar. En este sentido, insta la creación de una línea presupuestaria específica para la economía azul en el programa que suceda a Horizonte Europa y reforzar fondos sectoriales como el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). Respecto a la ciencia, el dictamen la considera clave en la gestión de los océanos. Por ello, recomienda fortalecer la cooperación científica internacional, fomentar la innovación tecnológica en el ámbito marino y destinar más recursos a los institutos de investigación.
El dictamen también insta a la Comisión a incorporar una dimensión social en el Pacto, para garantizar una transición justa y digital en el sector marítimo con apoyo integral a los trabajadores. Esto requiere abordar la escasez de mano de obra, fomentar la renovación generacional mediante iniciativas dirigidas a atraer a jóvenes, fortalecer la protección laboral y facilitar el reciclaje y el perfeccionamiento profesional.
Según el dictamen, la supervivencia y también el auge de la industria marítima europea necesita que se garanticen unas condiciones de competencia equitativa y establecer unos objetivos claros de descarbonización. El CESE recuerda que todos los sectores de la economía marítima y azul dependen de los buques y de tecnologías marítimas avanzadas, por lo que solicita una inversión urgente en innovación tecnológica, energías renovables marinas, en especial la energía mareomotriz, y la producción local de estas soluciones.
Por último, en su dictamen, el CESE, como representante de la sociedad civil, recomienda la creación de un mecanismo integral de evaluación y seguimiento del progreso del Pacto de manera periódica.