Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Glasgow ha revelado que la mayoría de las poblaciones de peces se están desplazando a los polos norte y sur, o a aguas más profundas que sus hábitats naturales, para escapar del aumento constante de la temperatura del mar. La importancia de la temperatura del agua para la vida marina es crucial. Este elemento ambiental tiene un impacto significativo en el metabolismo, el crecimiento y la reproducción de las especies marinas.
Muchas especies de peces tienen ventanas de temperatura muy estrechas en las que pueden sobrevivir, por lo que incluso un pequeño cambio puede hacer que su hábitat sea inhóspito, por lo que trasladarse a nuevos territorios marinos sigue siendo la única opción disponible.
Se ha observado que este fenómeno migratorio es la causa del declive de las poblaciones de peces en todo el mundo y, en algunas regiones, algunas especies de peces han llegado a desaparecer por completo. Los científicos han descubierto que los cambios en el ecosistema marino se están produciendo hasta siete veces más rápido que los cambios que ocurren en tierra.
La investigación, en la que participaron 115 especies distintas de peces de los siete océanos del mundo, es el primer estudio a escala mundial de este tipo.
Según Carolin Dahms, autora principal del estudio, las poblaciones de peces se están alejando principalmente de las zonas donde las temperaturas aumentan más deprisa. «Podría ser que el ritmo de calentamiento en algunas regiones sea tan elevado que los peces sean incapaces de adaptarse, por lo que la migración podría ser su mejor estrategia para hacer frente a esta situación», afirmó.
El profesor Shaun Killen, autor principal del estudio, destacó la incertidumbre sobre las consecuencias que tendrán estos cambios en las cadenas alimentarias y los ecosistemas marinos. «Si las presas de estas especies no se desplazan con ellas, o si estas especies se convierten en especies invasoras en las nuevas zonas, podría haber graves repercusiones a largo plazo», explicó.
Las poblaciones de peces se enfrentan a un cambio significativo de sus hábitats debido al aumento de la temperatura del mar, lo que podría tener importantes repercusiones en el equilibrio de los ecosistemas marinos y las cadenas alimentarias.
