El Gobierno chino quiere poner fin al desguace y reciclaje de buques en base a una ley que trata de impedir la entrada de diferentes residuos. Considerada como la cuarta mayor empresa de desguace internacional, China quiere poner fin a esta actividad mediante la aplicación de nueva ley que prohibe la importación de 24 tipos de desechos sólidos, a partir del 1 de enero.
Bajo el mismo modelo que los sitios de desguace europeo, los astilleros chinos practican el refuerzo, el desguace o el reacondicionamiento y reciclaje muy cercano al modelo europeo. Desde este punto de vista, apenas son competitivos los sitios de demolición de India, que poseen más del 70% de la cuota de mercado mundial.
La asociación china que se dedican al desguace de embarcaciones ha solicitado la exención del estas medidas al gobierno central, pero el resultado sigue siendo muy incierto. Pekín ya ha puesto fin a los subsidios pagados a los armadores chinos para reciclar sus buques al final de su vida útil en los astilleros del país.
Según el holandés Tom Peter Blankestijn, que dirige la firma de consultoría y corretaje de reciclaje de buques Sea2Cradle en Rotterdam, solo dos astilleros chinos han obtenido permiso para continuar operando en 2018.
Sin embargo, representan el 95% de la capacidad de demolición del país, es decir, 250 buques por año. Los dos astilleros son Zhoushan Changong, establecido desde 2011 en la isla de Zhoushan, y Jiang Xiangang Changjiang, en servicio desde 1998 en la ciudad de Jiangyin.