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domingo, noviembre 24, 2024
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El sector atunero impulsa una Declaración Institucional para la sostenibilidad del atún

El sector atunero presentó ayer, en uno de los actos más brillantes que ha llevado a cabo las empresas pesqueras vascas, en Bilbao una Declaración Institucional para la sostenibilidad del atún. La actividad pesquera es fundamental para garantizar la alimentación de una población mundial en crecimiento. En la actualidad, el pescado y los productos pesqueros son una fuente fundamental de nutrientes que contribuyen a una dieta equilibrada y saludable, y representan un gran valor económico. Una parte significativa se captura en estado salvaje, por lo que una adecuada gestión de su explotación es fundamental para garantizar su sostenibilidad.


Las entidades e instituciones públicas, privadas y sociales, y los agentes firmantes de esta
Declaración son conscientes de que, para la consecución de una gestión sostenible del
atún, así como para la conservación y utilización sostenible de los océanos, es necesaria
la colaboración, la concienciación y un trabajo común y continuo. Por ello, adquirimos los
siguientes compromisos:

Abordar la sostenibilidad del atún de manera integral, reconociendo las
características ambientales, sociales, económicas y culturales de las pesquerías y
las personas involucradas en su gestión y explotación.

  1. Promover los estándares sociales y la mejora de los derechos laborales de todas
    las personas implicadas en la cadena de valor del atún y con especial relevancia a
    los y las pescadoras.
  2. Promover la igualdad de género en todas las etapas de la cadena de valor del atún,
    asegurando que las mujeres acceden a condiciones laborales igualitarias, asi como
    a los espacios de toma de decisión.
  3. Apoyar a las comunidades de pesca artesanal y responsable, promoviendo la
    participación de las comunidades locales en los espacios de toma de decisión, el
    reparto de beneficios y el respeto a los procesos socio-culturales locales
  4. Promover el valor nutricional del atún como fuente de alimento saludable.
  5. Potenciar el consumo de atún pescado de manera responsable y sostenible.
  6. Implementar herramientas que garanticen la trazabilidad de todas las
    transacciones comerciales evitando con ello el fraude y la entrada de pesca ilegal
    en los circuitos comerciales
  7. Impulsar la obligatoriedad de informar del origen del pescado en todos los
    productos, sobre todo en las latas de conserva y en los congelados.
  8. Reglamentar eficazmente la explotación y gestión pesquera y rechazar cualquier
    tipo de pescado proveniente de prácticas de pesca ilegal, tanto en sus estándares
    medioambientales, como en, los socioculturales y laborales.
  9. Impulsar las certificaciones de sostenibilidad y buenas prácticas de gestión y
    explotación en toda la cadena de valor del atún.
  10. Mejorar los sistemas de gobernanza con medidas eficientes de control y auditoría
    que afiancen la práctica de una política de pesca sostenible.
  11. Facilitar e impulsar la colaboración entre la comunidad científica y pesquera.
  12. Cooperar para la mejora de la información y datos, el aumento de conocimiento
    científico, la capacidad de investigación, y transferencia de tecnología en materia
    marítimo-pesquera.
  13. Minimizar los impactos negativos sobre el medioambiente y las personas en toda
    la cadena de valor del atún.
  14. Proteger y preservar el medio marino y sus recursos vivos contra la contaminación
    y la degradación ambiental.

muchos países
dependen en gran medida del atún para la seguridad alimentaria y la nutrición, el
desarrollo económico, el empleo, los medios de vida, la cultura y el ocio. De hecho, la pesca.
del atún constituye la base del desarrollo socioeconómico de numerosas comunidades en
los que la pesca artesanal, ha dado lugar a una gran diversidad culturas y formas de vida
locales. Actualmente, más de 80 países tienen un sector pesquero dedicado al atún, con
miles de barcos que faenan por los océanos del mundo entero y generando casi 60 millones
de empleos. Y ante el continuo incremento de la demanda de este alimento saludable y
fuente de proteínas naturales, la capacidad pesquera global sigue aumentando en todos
los océanos.
La pesca alcanzó una producción mundial de 93,4 millones de toneladas en 2017, de las
cuales 4.9 millones de toneladas correspondían a las principales especies de túnidos
(especies tropicales como el patudo, listado, rabil, además del atún rojo y atún blanco).
Las principales especies de atún representan el 20% del valor de la pesca mundial y más
del ocho por ciento de todos los productos del mar, incluida la acuicultura, que se
comercializan en el mundo.
Teniendo en cuenta las evaluaciones de las poblaciones de atunes que realizan las
Organizaciones Regionales de Pesca mundiales, con los actuales 4,9 millones de toneladas
de capturas anuales, se estaría pescando al 96% del Rendimiento Máximo Sostenible: es
decir, en el futuro no contamos con margen para incrementar la pesca del atún si queremos
a la vez garantizar la explotación de las poblaciones de peces en condiciones económicas,
medioambientales y sociales sostenibles.


Además, consecuencia de la previsión del aumento de la población mundial y el cambio
climático, entre otros factores, el consumo per cápita mundial de atún se estima que
aumentará significativamente y la demanda será difícil de satisfacer. Por todo ello, no es
aventurado pensar que las materias primas en la alimentación se encarecerán,
especialmente el atún, y la alimentación será un recurso tan estratégico como la
energía, agravando factores que suponen una grave amenaza para la sostenibilidad
del sector pesquero a largo plazo: la sobrepesca, la pesca ilegal, no declarada y no
regulada (se estima que ya en la actualidad un millón de toneladas de los atunes que se
comercializan podrían venir de pesca ilegal), la degradación de las condiciones laborales
(en algunos casos precarias e incluso esclavistas, vinculadas muchas veces a la pesca
ilegal), y la degradación medioambiental, entre otros. No en vano, la Agenda 2030 dentro
de su Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (Conservar y utilizar en forma sostenible los
océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible) dedica varias
metas a asegurar la pesca sostenible a lo largo de toda la cadena de valor.

Por tanto, resultan prioridades de primer orden para la humanidad reconocer y
salvaguardar el papel fundamental del atún en el desarrollo sostenible, la seguridad
alimentaria, la economía y el respeto a los Derechos Humanos de todas aquellas personas
que participan en toda su cadena de valor; garantizar la sostenibilidad de los recursos
atuneros y especies asociadas, así como trabajar de manera responsable en aquellas
comunidades en las que pescamos y producimos.


En este contexto, y totalmente comprometidos con la Agenda 2030 de las NNUU y con sus
17 objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente el ODS 14, la Asociación Bermeo
Tuna World Capital impulsa la elaboración de un acuerdo de Declaración Internacional
por la Sostenibilidad del Atún, que busca recabar compromisos compartidos por los
diferentes actores a nivel GLOBAL con capacidad de impacto y transformación
socioeconómica en toda la cadena de valor del atún, con el fin de proteger estos recursos
tan preciados y sus ecosistemas.

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