Una veintena de ONG han escrito a la Comisión Europea pidiéndole que incoe procedimientos de infracción contra quince Estados miembros, entre ellos España, Francia y el Reino Unido, para luchar contra las capturas accidentales de delfines por parte de los buques pesqueros.
Millones de toneladas de peces capturadas en el mundo son accidentales y son parcialmente devueltas al mar, muertas o moribundas; además, miles de ejemplares de especies amenazadas mueren anualmente en artes de pesca.El pescado que termina en nuestros platos frecuentemente tiene un pasado perturbador. A menudo no sólo son capturadas las especies deseadas, sino muchas otras no deseadas. A esto se le denomina captura incidental (o bycatch).
Estadísticas anuales de captura incidenta, según las ONGs
300.000 pequeños cetáceos y delfines.
250.000 tortugas boba amenazadas y tortugas laúd o baula en peligro de extinción
300.000 aves marinas, incluidas 17 especies de albatros
En torno a 7 millones de toneladas de peces y mariscos son capturados accidentalmente y desechados, lo que se conoce como descartes. Además, miles de ejemplares de otros animales – muchos de ellos en peligro de extinción – son capturados de manera accidental por distintas artes de pesca. Una gran cantidad de estas capturas no deseadas son devueltas al mar como ‘basura’, muertas, moribundas o seriamente lesionadas o descartadas en tierra. En algunas pesquerías, este problema es aún más grave: para conseguir 1 kilo de camarón, ¡podemos encontrar entre 5 y 20 kilos de capturas incidentales en las redes! Esta pesca comercial, no selectiva, es por tanto, una de las mayores amenazas para las especies marinas. Un enorme desperdicio que está llevando a especies enteras al agotamiento, está amenazando el futuro de la pesca y destruyendo los ecosistemas marinos más sensibles..
Las redes de enmalle a la deriva son una de las técnicas de pesca más peligrosas y están prohibidas internacionalmente cuando superan los 2,5 km de longitud. Pero las redes de deriva – que se calan en aguas superficiales – siguen siendo utilizadas en muchas regiones del planeta. Los peces de cierto tamaño como los atunes quedan atrapados en ellas por sus branquias o aletas pero también muchas ballenas y delfines que no pueden alcanzar la superficie para respirar y mueren de manera dolorosa. Hoy en día, las capturas incidentales representan la mayor amenaza para los mamíferos marinos en peligro de extinción en el mundo. Solo en Pakistán, 1.200 delfines mueren cada año en la pesca de atún con redes de enmalle.[2]
Pero no tiene por qué ser así. Existen muchos métodos de pesca más inteligentes que reducen significativamente la captura incidental: las redes con aperturas para que las tortugas puedan nadar hacia arriba y hacia fuera, ganchos especiales para evitar la pesca incidental de tortugas, técnicas para evitar la captura de aves en los anzuelos de palangre o el uso de olores para disuadir a los tiburones de los cebos utilizados en aparejos de pesca. Estos son sólo algunos ejemplos de métodos de pesca selectiva que reducen significativamente la captura incidental.
La pesca sostenible no sólo significa capturar la cantidad de las especies deseadas sin poner en peligro sus poblaciones. También significa evitar la captura incidental para poner fin a este triste capítulo de nuestra relación con la vida marina.
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