La Comisión Europea limita a un proyecto por candidato y adelanta las condiciones del noveno proceso de adjudicación
La Comisión Europea ha hecho públicos los detalles preliminares del futuro noveno concurso de energía eólica marina en Francia (AO9), en el que se adjudicarán tres nuevos parques marinos. El informe, difundido tras el verano, ofrece una primera aproximación al contenido del pliego de condiciones que elaborará la Comisión de Regulación de la Energía (CRE), y despeja algunas incógnitas sobre la estrategia francesa para seguir impulsando su transición energética en el mar.
El documento confirma que habrá tres proyectos y no cuatro, como inicialmente se había contemplado. Además, introduce un límite significativo: ningún candidato podrá adjudicarse más de un parque, aunque presente ofertas para varias localizaciones. Con esta medida, las autoridades francesas pretenden diversificar el reparto entre los grandes operadores del sector y evitar una excesiva concentración en manos de un único grupo.
Un contexto de fuerte competencia
El AO9 se produce en un momento en que Francia busca acelerar el despliegue de renovables marinas para alcanzar sus compromisos climáticos, tras años de retraso respecto a otros países europeos. El Gobierno francés prevé subastar varios gigavatios de potencia en distintas zonas del litoral atlántico y mediterráneo, con el objetivo de que los proyectos entren en operación en la próxima década.
La decisión de limitar a un parque por candidato abre el abanico a una mayor pluralidad de actores, desde grandes energéticas europeas hasta consorcios mixtos con empresas locales. El informe de la Comisión Europea se centra también en la supervisión de las ayudas públicas que acompañarán a las adjudicaciones, un aspecto crucial para garantizar que los apoyos estatales no distorsionen la competencia en el mercado interior.
Próximos pasos
El pliego definitivo será publicado por la CRE en los próximos meses, lo que permitirá a las empresas preparar sus ofertas con pleno conocimiento de los requisitos técnicos, financieros y medioambientales. Bruselas, por su parte, mantendrá un seguimiento estrecho para asegurar que el proceso se ajusta a las reglas comunitarias sobre ayudas de Estado y libre competencia.
El AO9 es considerado un concurso estratégico, tanto por su volumen como por su carácter simbólico: se trata del primer gran paquete de proyectos tras la entrada en vigor de los nuevos objetivos europeos de renovables marinas, que marcan 2030 como fecha clave para multiplicar la capacidad instalada en el continente.
Para Francia, la adjudicación supondrá un nuevo test sobre su capacidad de atraer inversión y cumplir con un calendario más exigente, tras los retrasos acumulados en los primeros parques. Para la industria europea, en cambio, el concurso abre una nueva oportunidad en uno de los mercados con mayor potencial de crecimiento en el sector eólico marino.
