«El Gobierno de Theresa May ha traicionado a la industria pesquera del Reino Unido con el acuerdo alcanzado con la Unión Europea sobre el periodo de transición al Brexit, según palabras Paul Trebilcock, gerente de la patronal pesquera de Cornualles.«Es una traición, los pescadores están profundamente defraudados», afirma el encargado de la Organización de Productores de Pescado de Cornualles (CFPO, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el pacto, Reino Unido seguirá supeditado a la Política Pesquera Común (PCC) en los 21 meses previstos de transición – de marzo de 2019 a diciembre de 2020- pero no intervendrá en la toma de decisiones debido a que oficialmente ya no será miembro de la UE.Es la concesión más polémica que el Ejecutivo conservador ha aceptado en la negociación sobre las condiciones de la fase ‘limbo’ del Brexit.
Se espera que la UE de los 27 (todos los Estados excepto Reino Unido) apruebe el pacto de transición este 23 de marzo en Bruselas.
«Los pescadores creían que el Gobierno iba a luchar más para excluir o derogar el sector del periodo de transición; fue la promesa del ministro Michael Gove y no se ha cumplido», recuerda Trebilcock en la entrevista con este medio.
El pacto dejará a la industria pesquera británica en «peor situación que en la actualidad» a la hora de decidir estándares, acceso a los caladeros y cuotas de pesca entre los miembros de la UE, según se quejan las comunidades de pescadores.
«Los intereses del Reino Unido no se pueden defender ni salvaguardar sin un asiento pleno en la mesa de Bruselas», protesta el responsable de la patronal de esta región eminentemente pesquera del extremo suroeste de la isla.La CFPO y asociaciones afines de Escocia y el noreste de Inglaterra mantienen la presión política cara a la negociación de la futura relación con la UE.
«La confianza en nuestros políticos ha declinado y tememos que utilicen la pesca como moneda de cambio en la negociación principal con la UE para asegurar el futuro de otros sectores», advierte Trebilcok.
Con una contribución en torno al 1% del PIB nacional, la industria pesquera teme ser sacrificada en favor de sectores económicamente más rentables, como los servicios financieros o la producción automovilística.
«Vamos a redoblar la presión política y dejar en claro que los diputados de zonas costeras perderán muy probablemente su escaño electoral si el acuerdo final del Brexit no respeta a la pesca», desafía el gerente de la patronal.
La prioridad del sector pasa por excluir a los pesqueros extranjeros de los caladeros tradicionalmente británicos.
«Queremos limitar el acceso a doce millas del litoral únicamente a barcos británicos y dejar bajo el control del Gobierno de Reino Unido los términos y condiciones de la pesca en el resto de las aguas territoriales», explica a Sputnik.En la actual distribución de las cuotas europeas, el 60% del pescado faenado dentro de las 200 millas de «zona económica exclusiva» del Reino Unido es descargado desde barcos de la UE sin bandera británica, según estimaciones de la federación del sector.