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sábado, diciembre 13, 2025
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La industria pesquera pone en marcha iniciativas en Seafood Barcelona

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Seafood Expo Global, la mayor feria mundial de productos del mar, comienza ya en Barcelona (España). La industria pesquera ha organizado jornadas, actividades y actos de promoción de sus iniciativas.

Más de 60 empresas asociadas a ANFACO-CECOPESCA contarán con un espacio expositivo
propio y más de 180 empresas enviarán personal a la feria, convirtiendo a Barcelona en el
epicentro global del sector durante los próximos 6 al 8 de mayo.
El equipo de ANFACO-CECOPESCA tiene prevista una completa agenda de actividades
promocionales, organizando más de 35 reuniones de negocios para sus asociados yparticipando en el programa de conferencias junto a la Comisión Europea.

ANFACO-CECOPESCA estará presente un año más en la Seafood Expo Global / Seafood
Processing Global, la feria de productos del mar más importante a nivel mundial que tendrá
lugar en Barcelona del 6 al 8 de mayo. La organización participará en colaboración con la
Consellería do Mar de la Xunta de Galicia y estando presente como co-expositor en el stand
institucional ubicado en el pabellón 4 (stand 4E401).
La feria representa una oportunidad clave para mostrar la excelencia, innovación y
versatilidad de los productos del mar ante compradores, distribuidores y prescriptores de
todo el mundo.


El complejo mar-industria se posiciona para convertirse en un líder global
El interés sectorial por la feria crece cada año con la previsión de sumar más de 50.000 m2
de recorrido. Así, más de 60 empresas asociadas a ANFACO-CECOPESCA participarán en
el evento con un espacio expositivo propio, reafirmando su apuesta por una mayor
proyección internacional. Además, se estima que más de 180 empresas asociadas enviarán
personal como asistentes, dadas las oportunidades de encontrarse con proveedores y
clientes globales en un único punto.

Jornada de ANACEF

La Organización de Productores Pesqueros- ANACEF OPP 43 participará el próximo 7 de mayo en la Seafood Expo Global (Fira Barcelona Gran Vía) con una iniciativa centrada en el valor nutricional, ecológico y sanitario del pescado. Bajo el título “El valor del pescado, la evidencia frente al alarmismo”, el acto pondrá el foco en combatir la desinformación con datos científicos.
En un contexto donde proliferan las noticias interesadas e infundadas que distorsionan la realidad del sector y de algunos productos del mar, ANACEF ha decidido dar un paso al frente. Frente a los bulos, datos. Frente al ruido, ciencia. Y por ello, los armadores apuestan por abrir el debate de la mano de quienes más saben: los científicos.
El evento contará con la intervención de la divulgadora científica Deborah García, que actuará como moderadora de una mesa en la que participarán: Juan Carlos Martín Fragueiro, director-gerente de ANACEF Ana Ramos, investigadora del Instituto Español de Oceanografía, que abordará la protección de los ecosistemas marinos vulnerables
Álvaro Daschner, alergólogo del Hospital Universitario La Princesa, que ofrecerá una visión científica sobre el anisakis y los riesgos reales asociados al consumo de pescado

La jornada se celebrará a las 12.30h en el marco de la feria internacional de referencia para el sector pesquero. Tras las intervenciones habrá un turno de preguntas y una degustación de productos del mar.
ANACEF apuesta así por un debate riguroso, abierto y basado en la evidencia para contrarrestar los discursos alarmistas que afectan tanto al consumo como al reconocimiento social del trabajo del sector pesquero.

ACERGA

ACERGA (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia) estará presente en el mayor encuentro internacional del sector pesquero:

Su participación en esta cita global no solo refuerza la visibilidad de la flota de ACERGA
en los mercados internacionales, sino que también brinda la oportunidad de compartir
los avances que la organización pesquera está impulsando en materia de
sostenibilidad, trazabilidad y valorización del producto.

Representantes de ACERGA realizarán una presentación el miércoles 7 de mayo a
las 11.30 h. Será en el stand de la Xunta de Galicia, ubicado en el Hall 4, Stand
4E401.
El espacio de comedor será el escogido para explicar en detalle las claves de su
modelo de pesca responsable y los retos que afrontan como parte esencial de la economía azul gallega. Además, darán a conocer las iniciativas que actualmente están desarrollando en colaboración con el sector científico, las administraciones y otras organizaciones para garantizar un futuro viable y respetuoso con el medio marino.

Los buques de ACERGA representan una de las artes de pesca más selectivas y
sostenibles del litoral atlántico. Desde la OPP trabajan cada día para mejorar la gestión
de los recursos, defender la viabilidad de su flota y ofrecer al consumidor un producto fresco, de proximidad y de máxima calidad.

La flota canaria no consigue sacar rentabilidad a las faenas de túnidos

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Canarias atraviesa una situación complicada si hablamos de la pesca de los túnidos. Y es que, de acuerdo con los datos ofrecidos por las principales flotas pesqueras, el balance es bastante negativo y las previsiones no son más halagüeñas, ya que el número de piezas capturadas y descargadas en tierra son muy inferiores a las esperadas.

Señalan que, actualmente, la extracción de atún rojo es muy inferior a la estimada y que las principales pesquería de túnidos de Canarias que no se dedican a este pescado, sino al atún blanco o bonito, que suelen iniciarse algo más tarde y se vende más barato, aún no se han iniciado.

De momento, la preocupación es máxima, ya que los datos para esta temporada será peor que la del último año con datos (2021), cuando se capturaron 5.084 toneladas.

Además, lamentan que la pesca ha ido decreciendo anualmente desde 2016, cuando se consiguió la mayor cifra del siglo (11.000 toneladas). Sin embargo, desde ese año, todo ha ido a peor, con descenso constantes, hasta este año, en el que puede llegarse a mínimos históricos, incluso peores que los de 2010, cuando apenas consiguieron 4.557 toneladas.

Bretaña organiza expediciones de pesca de sardina al norte del paralelo 48

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Motivos de la iniciativa

La flota sardinera bretona ha enfrentado en los últimos años una situación difícil debido a cambios ambientales y biológicos en el recurso. Diversos estudios han constatado que la sardina del Golfo de Vizcaya (la población que tradicionalmente alimenta a la pesquería bretona) ha reducido drásticamente su talla y peso en los últimos 15-20 años, a pesar de no estar sobreexplotada. Según Ifremer (instituto científico marino francés), el peso medio de las sardinas de un año de edad se ha dividido por dos en las últimas dos décadas. Este fenómeno se atribuye al cambio climático, que ha alterado la cantidad y calidad del zooplancton del que se alimentan las sardinas – en particular, ha disminuido la abundancia de copépodos grandes, ricos en lípidos – reduciendo así el aporte energético para el crecimiento del pez. En otras palabras, la sardina debe invertir más esfuerzo en alimentarse de presas planctónicas más pequeñas y menos nutritivas en un océano más cálido y menos oxigenado, lo que resulta en individuos más pequeños y menos fecundos.

Además de la menor talla, se han alterado los patrones de migración y distribución estacional de la sardina. En 2024, por ejemplo, los científicos de Ifremer observaron que los principales bancos de sardina estaban desplazados más al sur de lo habitual en primavera, fuera del alcance de la flota bretona. Esto provocó una temporada anómala: las capturas en las zonas tradicionales de Bretaña fueron muy escasas en primavera y verano, y solo a inicios de otoño los bolicheros (cerqueros sardineros) pudieron volver a encontrar sardina en la bahía de Douarnenez. En efecto, el grueso de la campaña sardinera se retrasó hasta septiembre, confirmando un desfase estacional que dificulta la planificación de la pesca. Asimismo, la ausencia casi total de anchoa – especie alternativa en la pesquería de “poisson bleu” – agravó la situación en 2024.

Frente a estos cambios, los pescadores bretones han sugerido que la sardina está modificando su área de distribución y podría estar más disponible en aguas más al norte de lo habitual, en busca de condiciones oceanográficas más favorables. Históricamente, la sardina sí estuvo presente y se explotó en la costa norte de Bretaña (por ejemplo, el puerto de Locquémeau tuvo una intensa pesca de sardina hasta mediados del siglo XX) Es posible que el reciente calentamiento del mar esté propiciando un desplazamiento de la especie hacia el norte (latitudes por encima del paralelo 48º N, más allá de la zona de Audierne y Penmarch). Esta hipótesis, junto con la necesidad urgente de mejorar las capturas, es el principal motivo para emprender expediciones de pesca exploratoria al norte del paralelo 48. En resumen, los cambios observados – sardinas más pequeñas, menos abundantes en las zonas habituales y con migraciones alteradas – han impulsado al Comité Regional de Pesca de Bretaña a promover la exploración de nuevas áreas de pesca más al norte, donde podría haber sardina disponible en cantidad o de mejor tamaño.

Reacciones de la flota sardinera de Bretaña

La flota de bolicheros sardineros bretones (compuesta por unas 23 embarcaciones activas en 2024) ha respaldado firmemente esta iniciativa, viéndola como una salida necesaria ante la crisis. En 2024 las descargas de sardina en Bretaña cayeron ~25% respecto al año anterior (7.500 toneladas vs 9.800), y eso a pesar de un repunte tardío en otoño. Los ingresos de la flota se resintieron aún más (descenso del ~35%) y hacia finales de la temporada varios barcos quedaron amarrados en puerto por falta de actividad. Esta situación económica preocupante llevó a que en el verano de 2024 los pescadores de sardina alertaran a los comités de pesca del Finisterre y de Bretaña sobre la gravedad del problema. Entre septiembre de 2024 y enero de 2025, los organismos de pesca organizaron reuniones con pescadores, armadores, organizaciones de productores e incluso autoridades para buscar soluciones que asegurasen la viabilidad de la flota En esas discusiones, los representantes de los bolicheros dejaron claro que no querían resignarse a la situación actual ni reducir la flota sin explorar alternativas De hecho, a pesar de las propuestas de ajustar el esfuerzo pesquero (incluso se mencionó un posible plan de reducción de flota), la asociación de bolicheros de Bretaña, encabezada por Yvan Le Lay, se opuso a desguazar barcos y expresó su confianza en un ciclo favorable próximo. Esta resistencia a abandonar la pesquería muestra la determinación del sector por buscar nuevas oportunidades de pesca en lugar de contraerse.

En este contexto, la idea de “ir a buscar la sardina donde esté” – incluso fuera de las aguas donde tradicionalmente operaba la flota – ganó apoyo entre los pescadores. La propuesta de realizar mareas experimentales al norte del paralelo 48ºN ha sido recibida con expectativas positivas por la mayoría de la flota sardinera. Los capitanes ven con esperanza la posibilidad de encontrar bancos de sardina más abundantes (y tal vez de mayor talla) en aguas más frías al norte de Audierne. Esto podría permitir compensar la escasez del sur e incluso alargar la temporada de pesca. Algunos armadores señalan que en años pasados ya habían observado sardina en zonas más septentrionales (por ejemplo, alrededor de la isla de Ouessant o en la costa de Léon y Trégor, en el norte de Bretaña), pero no habían tenido oportunidad de explotarla por restricciones geográficas de sus licencias. Ahora ven la iniciativa del CRPMEM como una oportunidad para comprobar empíricamente la presencia de sardina en el norte y diversificar sus zonas de trabajo.

No obstante, las reacciones también incluyen cierta cautela práctica. Los patrones son conscientes de que aumentar la distancia de pesca implicará mayores costos de combustible y operaciones más largas. Los barcos sardineros bretones son de tamaño medio (12-18 m en su mayoría) y acostumbrados a faenar cerca de la costa; para algunos, aventurarse bastante más al norte (potencialmente hasta aguas de la Bretaña norte o el sur del Canal de la Mancha) supone un reto logístico. Pese a ello, el sentimiento general es que vale la pena intentar las expediciones dado lo crítica que es la situación si se quedan en sus caladeros tradicionales. Esencialmente, los pescadores prefieren gastar más en buscar pescado que quedarse amarrados sin faenar.

En cuanto al resto del sector pesquero regional, por ahora no se han reportado oposiciones fuertes a estas prospecciones de sardina. Dado que la sardina ha estado ausente comercialmente de la Bretaña norte por décadas (la pesca industrial en Locquémeau cesó en 1953) no existe allí una flota local de sardina que pudiera sentirse invadida por los cerqueros de Cornualles. Sí podría haber en el futuro preocupaciones de pescadores artesanales locales (por ejemplo, de pesca al trasmallo o palangre en Côtes-d’Armor) si la llegada de bolicheros altera sus zonas de faena o espanta otras especies, pero al ser una exploración limitada promovida por el propio comité regional, es de suponer que se hará con diálogo y cuidado. De momento, la noticia ha sido bien recibida en las comunidades pesqueras, pues cualquier intento por revitalizar la pesca de la sardina (un producto emblemático de Bretaña) es visto con interés. Incluso las conserveras y mercados locales apoyan la iniciativa, esperando que se traduzca en mejor aprovisionamiento de sardina fresca.

Implicaciones económicas y sociales

La sardina tiene un enorme peso socioeconómico en Bretaña, por lo que esta iniciativa podría tener efectos importantes. En términos positivos, si las expediciones al norte del paralelo 48 tienen éxito, podrían mitigar las pérdidas económicas recientes de la flota y asegurar materia prima para la industria conservera. Cada año, la pesca de sardina en Finisterre aportaba del orden de 10.000 a 15.000 toneladas de pescado que abastecen a una treintena de fábricas de conservas en la región. Este sector transformador (conserveras como Chancerelle en Douarnenez, La Belle-Îloise en Quiberon, etc.) genera numerosos empleos en tierra y es parte integral de la economía local. Por ello, la caída de capturas en 2022-2024 ha puesto en aprietos a las empresas: por ejemplo, La Belle-Îloise no pudo enlatar suficiente sardina en 2024 para satisfacer la demanda, causando rotura de stock en ciertos productos hasta mitad de 2025 Con sardinas más pequeñas, además, la productividad en fábrica se reduce (hace falta el doble de pescado y más mano de obra para llenar las latas). Toda la cadena “de la mar al plato” se ha visto bajo presión.

En este contexto, encontrar nuevas zonas de pesca al norte podría aportar un respiro económico. Si se localizan bancos importantes de sardina, la flota podría aumentar sus capturas totales anuales, recuperando ingresos perdidos. Esto ayudaría a mantener activos a los barcos y las tripulaciones (evitando tener que vender barcos o despedir marineros) y garantizaría el abastecimiento de las conserveras bretonas, protegiendo así empleos directos en la pesca y empleos indirectos en las plantas de procesado.. Además, diversificar las áreas de pesca reduce la dependencia de un solo caladero; en términos empresariales, es una forma de gestionar el riesgo: si un año la sardina escasea en el sur, quizás se encuentre en el norte, y viceversa. También podría extender la temporada: la sardina en el sur de Bretaña se pesca sobre todo de mayo a octubre, mientras que en el Atlántico más norteño podría estar disponible en otras ventanas temporales, permitiendo una actividad más continua para la flota.

Ahora bien, también hay implicaciones económicas menos favorables que considerar. Aumentar el radio de acción supondrá mayores costos operativos (combustible, horas de navegación, desgaste). Habrá que evaluar si las capturas adicionales compensan estos gastos. Asimismo, puede requerirse ajustar la logística de comercialización: los puertos de desembarque podrían cambiar. Es probable que los barcos sigan descargando en sus puertos base de Cornualles (Douarnenez, Saint-Guénolé, Concarneau, etc.) por la cercanía de las conserveras, pero si estuvieran muy lejos, podrían intentar descargas en puertos de Bretaña norte. Esto implicaría involucrar a lonjas y transporte en esas localidades. Socialmente, una redistribución geográfica de la pesca podría beneficiar a algunas comunidades y quizás preocupar a otras. Por ejemplo, si de pronto Locquémeau o Roscoff vieran desembarcos de sardina de nuevo, habría oportunidades económicas locales (empleos eventuales, venta de hielo, servicios portuarios). En cambio, las localidades del sur que viven de la sardina podrían temer perder protagonismo si la actividad se desplaza. No obstante, en principio la iniciativa busca salvar la pesquería para todos, más que reubicarla permanentemente.

Otro impacto social a destacar es la seguridad alimentaria y cultural: La sardina enlatada es un producto emblemático bretón y francés. Mantener un suministro local suficiente es importante para no depender de importaciones de sardina de otros países (Portugal, Marruecos, etc.). La iniciativa de buscar sardinas al norte podría ayudar a mantener la soberanía pesquera y a que las conservas “Made in Brittany” sigan utilizando sardina bretona Esto tiene un valor cultural y de marketing nada despreciable para la región.

En suma, económicamente, las expediciones podrían rescatar parte de los ~17-18 millones de euros anuales que genera la pesquería de sardina bretona en primera venta y socialmente podrían preservar cientos de empleos vinculados (cada marinero genera unos 3 empleos en tierra asociados al sector pesquero). La contrapartida serán mayores costos y la necesidad de cooperar entre distintas zonas pesqueras de Bretaña. La planificación cuidadosa (ej. compartiendo datos de avistamientos de sardina en el norte entre todos los barcos) será clave para maximizar el beneficio colectivo de la iniciativa.

Implicaciones ambientales

Desde el punto de vista ambiental, la iniciativa plantea consideraciones a dos escalas: por un lado, es una respuesta a cambios ambientales ya en marcha (el calentamiento del mar, la alteración del plancton), y por otro, podría tener sus propias repercusiones ecológicas al abrir una nueva zona a la pesca.

Conviene señalar que la situación actual de la sardina bretona es ante todo un síntoma del estrés climático en el ecosistema marino. La sardina es un pez pelágico de vida corta y muy dependiente de las condiciones del medio para que sus abundantes huevos y larvas sobrevivan. Cumple además un rol de especie presa (“forraje”) fundamental, transfiriendo la energía del plancton a numerosos depredadores mayores como delfines, aves marinas, túnidos e incluso al ser humano. La drástica reducción de tamaño y condición corporal de las sardinas puede tener efectos en cascada: se ha observado, por ejemplo, que aves marinas en Bretaña tienen más dificultades para alimentarse cuando las sardinas son muy pequeñas o escasean, lo que puede afectar el éxito reproductivo de esas aves. De igual forma, delfines y otros depredadores podrían verse obligados a cambiar de presa o zona. Si la sardina está cambiando su distribución hacia el norte, probablemente los depredadores naturales la seguirán en cierta medida hacia esas nuevas áreas.

Las expediciones al norte del paralelo 48ºN, de tener éxito, confirmarían que hay sardina disponible en ecosistemas más boreales, posiblemente con aguas más frías y diferentes comunidades biológicas. Habrá que evaluar la estructura poblacional de esas sardinas: es probable que sean parte del mismo stock del golfo de Vizcaya (los científicos consideran que las sardinas capturadas desde la bahía de Audierne hasta el mar de Iroise pertenecen al stock del Golfo de Vizcaya), lo que implicaría que no es una nueva población sino la misma que simplemente se ha desplazado. Sin embargo, si fueran una subpoblación local del sur del Canal de la Mancha, se estaría pasando de cero explotación a una explotación nueva. En tal caso, habría que monitorear cuidadosamente la respuesta del recurso para no sobrepescarlo. Afortunadamente, la pesca con bolinche (cerco) es bastante selectiva y sostenible: los bolicheros pueden liberar el cardumen si ven que es especie o talla no deseada (abren la jareta de la red y el pez escapa vivo). Esto significa que pueden abstenerse de capturar sardinas demasiado pequeñas o mezclas con otras especies no objetivo. Además, la pesca de cerco en superficie tiene un impacto mínimo en el hábitat físico (no toca el fondo marino) y un índice bajo de captura incidental de especies protegidas. Por ejemplo, a diferencia de algunas pesquerías de arrastre, los bolicheros sardineros no dañan arrecifes ni suelos marinos, y la captura accidental de mamíferos marinos es atípica (los delfines pueden quedar alrededor del cerco pero generalmente no quedan atrapados en él, y de ocurrir, se soltarían al liberar el cardumen).

No obstante, existen precauciones ambientales vigentes que la iniciativa deberá respetar. Una de ellas es el Parque Natural Marino de Iroise, que abarca aguas de la punta de Bretaña (entre la península de Crozon, Ouessant y el archipiélago de Molène). Dentro de este parque marino, las actividades pesqueras están reguladas para proteger la biodiversidad. En particular, se limita el número de bolicheros que pueden operar simultáneamente dentro del parque Esta medida se diseñó para evitar una presión excesiva en un área sensible y minimizar molestias a especies como mamíferos marinos. Cualquier incursión de la flota sardinera en aguas de Iroise o más al norte deberá coordinarse con las autoridades del parque y respetar esos topes (que podrían ajustarse en el futuro según la situación del stock y la flotilla). Otra consideración es la veda de invierno por protección de cetáceos: actualmente, para reducir las capturas accesorias de delfines comunes, Francia prohíbe la pesca de especies pelágicas con ciertos artes en el Golfo de Vizcaya durante los meses invernales Al norte del paralelo 48 esa veda no aplicaría (ya que cubre aguas al sur de Bretaña), pero si los bolicheros extendieran mucho su temporada en el norte, habría que vigilar igualmente la interacción con cetáceos. Es sabido que en los meses fríos grandes grupos de delfines se alimentan de bajíos de peces en el sur del Canal; aunque el cerco es más delfín-seguro que el enmalle o arrastre, convendría mantener medidas preventivas si fuese necesario (observadores a bordo, pingers disuasorios, etc., en caso de actividad invernal).

En síntesis, ambientalmente la iniciativa tiene un fundamento claro: se adapta a un cambio (el desplazamiento de la sardina) probablemente impuesto por el clima, buscando mantener una pesquería con relativamente bajo impacto ecológico. Las posibles repercusiones negativas – extraer sardinas de un área antes no explotada – podrían mitigarse mediante una gestión adaptativa: cuotas experimentales, seguimiento científico estrecho de las capturas y de la estructura de tallas, y ajuste de esfuerzos según la respuesta del stock. Por otro lado, si no se hace nada, el riesgo es perder tanto la sardina como la actividad pesquera asociada, lo cual también tiene impacto social y podría llevar a que la brecha ecológica sea llenada por otras pesquerías quizás menos controladas. Por tanto, con la información disponible, las expediciones de pesca en el norte parecen ambientalmente justificables siempre que se hagan de forma precautoria. En cualquier caso, arrojarán datos valiosos sobre la distribución actual de la sardina y cómo esta especie emblemática está reaccionando al cambio climático en el Atlántico europeo.

Opiniones de expertos y científicos

Expertos pesqueros y científicos marinos han estado muy involucrados en diagnosticar el problema de la sardina bretona y en evaluar posibles soluciones. Mathieu Doray, biólogo de Ifremer especializado en pequeños pelágicos, señala que la biomasa total de sardina en el Golfo de Vizcaya no ha disminuido drásticamente; de hecho, los análisis de campaña acústica Pelgas 2023 indicaron una biomasa estable o incluso ligeramente creciente El problema es más bien que una gran proporción de esa biomasa ya no es accesible o utilizable para la pesca comercial: los ejemplares son más pequeños. Doray subraya que, a talla idéntica, la fracción de biomasa “explotable” (es decir, peces suficientemente grandes para la comercialización) cayó del 42% en 2018 a solo 16% en 2023. Esto confirma que aunque haya sardinas, la mayoría son juveniles o demasiado pequeñas para el mercado de la conserva, complicando la rentabilidad de la pesquería. Dicho de otro modo, el stock sigue ahí, pero ha “rejuvenecido” y encogido, obligando a la flota a pescar muchas más unidades para obtener el mismo tonelaje comercial.

Los científicos coinciden en atribuir la causa principal de este cambio a factores ambientales. Según Doray y sus colegas, la disminución del tamaño medio está “sin duda ligada a cambios en el zooplancton, en particular a la desaparición progresiva de los organismos más grandes debido al cambio climático”. Estudios previos en el Mediterráneo (proyecto MONALISA 2016-2021 en el golfo de León) ya habían demostrado esta relación entre calentamiento, plancton de baja calidad nutritiva y sardinas raquíticas, y ahora la observación se extiende al Atlántico El proyecto DEFIPES/DEFIPEL (2019-2023) de Ifremer, enfocado en pequeños pelágicos del golfo de Vizcaya, corroboró la evolución a la baja de la talla y peso de la sardina e incluso la relacionó con parámetros de fecundidad. Los resultados de estos programas de investigación han sido divulgados al sector pesquero a través de comités de gestión y sirven de base científica para la toma de decisiones. De hecho, la preocupación por la sardina llevó a la creación del proyecto colaborativo SABRE en 2023, un esfuerzo conjunto entre estudiantes, científicos y el comité de pesca del Finisterre para estudiar el papel del plancton en el desarrollo de la sardina en la punta de Bretaña

En cuanto a la opinión sobre las expediciones al norte del paralelo 48º, los expertos adoptan un enfoque prudente pero abierto. Por un lado, insisten en la importancia de recopilar datos: si la sardina está efectivamente colonizando aguas más norteñas, es fundamental documentarlo. Ifremer podría involucrarse en las prospecciones, por ejemplo embarcando observadores o instrumentos en algunos buques durante las salidas exploratorias, para medir la abundancia encontrada, la talla de los individuos y las condiciones oceanográficas (temperatura, plancton) de esas zonas. Cualquier información nueva ayudará a mejorar las evaluaciones de stock. Sigrid Lehuta, investigadora de Ifremer, apuntaba recientemente que la pesquería bretona de sardina incluso perdió su certificación MSC de sostenibilidad, en parte debido a esta problemática biológica Recuperar la estabilidad de la pesquería (y eventualmente su eco-certificación) podría depender de cómo se adapta al cambio ambiental, incluyendo la exploración de nuevas áreas de pesca. Los científicos, por tanto, ven con buenos ojos medidas adaptativas siempre y cuando se apliquen con seguimiento y basadas en la evidencia.

Por otro lado, los expertos también advierten que no existe garantía de éxito en estas expediciones. Jean-François Goujon, especialista en poblaciones pelágicas, ha comentado en foros técnicos que a veces las sardinas observadas en aguas más frías pueden ser muy dispersas o de densidad insuficiente para una pesca rentable. Además, podría ocurrir que la sardina del norte sea igual de pequeña que la del sur si la causa de fondo (plancton pobre) es un fenómeno amplio. En tal caso, trasladar el esfuerzo de pesca no resolvería el problema de fondo. De hecho, Doray recalca que no se ha detectado aún recuperación en el tamaño medio a pesar de ligeras mejoras en los últimos 3 años. Esto sugiere que la solución no es inmediata. Algunos científicos han sugerido incluso considerar una reducción temporal de la presión pesquera para permitir que más sardinas crezcan a tallas comerciales. Esa opción (vinculada a la idea de reducir la flota o las jornadas de pesca) es impopular entre los pescadores, pero los expertos la mencionan como plan de último recurso si la situación empeora.

En general, la comunidad científica apoya una gestión adaptativa proactiva. Explorar nuevas zonas de pesca encaja en esa filosofía, siempre que se haga monitoreando el recurso. Ifremer y otros organismos (como el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, CIEM) probablemente evaluarán los resultados de estas expediciones. Si de ellas se deriva que efectivamente la sardina ha ampliado su distribución al norte, podrían incorporarlo en las evaluaciones y recomendar medidas de gestión específicas para esa área. En términos de políticas pesqueras, expertos en gestión señalan que sería conveniente elaborar un plan de gestión de la sardina a nivel nacional o europeo que contemple estos desplazamientos latitudinales, de modo que la regulación no se quede estática mientras el pez se mueve (un desafío que también se observa en otras especies con el cambio climático).

En resumen, los científicos respaldan la iniciativa con cautela. Reconocen que la sardina bretona está sufriendo por causas ambientales y valoran positivamente que el sector y el CRPMEM busquen soluciones basadas en el conocimiento (por ejemplo, apoyándose en datos históricos de distribución en Bretaña norte. Su principal consejo es que las expediciones se hagan de forma experimental y evaluativa, y que los resultados (tanto si son buenos como si son decepcionantes) se utilicen para guiar las próximas decisiones de ordenación de la pesquería.

Situación legal y normativa

Desde el punto de vista normativo, la iniciativa requiere ajustes en el marco de gestión pesquera vigente, pues la pesca de sardina en Bretaña norte actualmente no estaba contemplada en las licencias. En Francia, la pesca con bolinche (cerco) de especies pelágicas está sujeta a un sistema de licencias limitadas por región y condiciones precisas. En Bretaña, existían hasta ahora dos licencias geográficas para la sardina: una para el sector sur de Bretaña (al sur del paralelo 48°30’N) y otra teóricamente para el sector norte (al norte de 48°30’N) Sin embargo, desde hace años el contingente de licencias al norte era cero, es decir, ninguna embarcación estaba autorizada a pescar con bolinche por encima de esa latitud Toda la flota se concentraba bajo la licencia “Bolinche Sud 48°30’ ” (Bretaña sur) con un máximo de 27 licencias asignables. En la práctica, esto significaba que la pesca profesional de sardina no se realizaba en Bretaña norte (más allá de Audierne/Pointe de Penmarc’h) porque no había licencias activas para ello. La delimitación del paralelo 48°30’N corresponde aproximadamente a la frontera entre las aguas de Finisterre sur (parte del Golfo de Vizcaya, CIEM VIIIa) y las de Finisterre norte/Costa del Canal (CIEM VIIe). Originalmente se estableció esta separación para gestionar por separado las dos zonas; de hecho, en 2010 se fijó provisionalmente cupo cero de licencias al norte y 27 al sur, asumiendo que la actividad tendría lugar únicamente en el sur.

Por tanto, para que los bolicheros bretones puedan realizar expediciones de pesca de sardina al norte del paralelo 48, es necesario obtener una autorización legal específica. El Comité Regional de Pesca de Bretaña (CRPMEM) tiene la facultad de proponer modificaciones a las licencias y su reglamentación, las cuales luego deben ser aprobadas por la administración (la Dirección Interregional del Mar – DIRM – y el Prefecto de la región). A finales de 2024, el CRPMEM de Bretaña ya empezó a ajustar la gestión de la pesquería de sardina: en diciembre 2024 su Comisión de Pesca Costera debatió cambios, principalmente para congelar el número de licencias en 27 y no reasignar licencias si un buque cesa actividad, buscando así reducir paulatinamente el esfuerzop. Este cambio normativo (Deliberación 2024-015 “Bolinche Sud”) fue sometido a consulta pública en marzo de 2025 y aprobado, indicando la rápida respuesta de gestión ante la crisis.

En cuanto a la extensión hacia el norte, es previsible que el CRPMEM haya tomado o tome próximamente una deliberación específica para habilitar la pesca con bolinche al norte del 48º30’ con carácter experimental. Esto podría implicar reactivar la licencia “Bolinche Nord 48°30’ ” (que estaba inactiva) otorgando permisos temporales a algunos de los mismos barcos licenciados en el sur. Dado que se trata de la misma flota, lo más sencillo administrativamente sería emitir una derogación que permita a ciertos buques con licencia “sur” operar en el sector norte durante un periodo limitado (por ejemplo, una temporada de verano) y con condiciones de reporte de resultados. Alternativamente, se podría crear una nueva licencia exploratoria para sardina norte, aunque al ser los mismos armadores, probablemente una derogación a la licencia existente sea suficiente. En cualquier caso, esa medida debe contar con el visto bueno de la DIRM Namouest (Nord Atlantique – Manche Ouest), que ya ha mostrado agilidad en tramitar cambios: la propia nota de presentación de marzo 2025 menciona que se buscarán “ejes de trabajo” acordados con los servicios del Estado para aportar soluciones a la flotilla

Un punto a favor es que no hay restricciones internacionales que lo impidan: las aguas al norte de Audierne seguirán siendo aguas francesas (mar territorial o ZEE de Francia), por lo que no se invade ninguna jurisdicción ajena. Tampoco existe (hasta ahora) un TAC europeo que limite la captura de sardina en el sur del Canal de la Mancha – la UE fija TAC para la sardina ibérica en aguas ibéricas, pero para el stock Atlántico norte de sardina Francia gestiona mediante límites técnicos y de esfuerzo más que cuota estricta. Así, la principal normativa aplicable es la francesa. Posiblemente, el Prefecto de Bretaña deba emitir un arrêté (resolución) autorizando la aplicación de la deliberación del CRPMEM que abra la zona norte. Estos procedimientos suelen incluir consulta pública (como se hizo con la modificación de licencias sur en 2025) para transparencia.

Adicionalmente, habrá que respetar la normativa pesquera general vigente: por ejemplo, los topes diarios de captura. Actualmente, cada bolinche bretona tiene un límite de 20 toneladas de sardina por día por buque para evitar saturar el mercado. Este límite seguirá aplicando igual en cualquier zona. También las vedas y horarios establecidos: la temporada de sardina en Bretaña suele estar reglamentada con fechas de apertura/cierre (p. ej., en 2024 se prohibió pescar sardina antes del 1 de mayo y había horarios diarios de actividad). Si la sardina abunda al norte fuera de esas fechas, quizás se solicite una extensión de temporada, pero eso requeriría otro ajuste normativo y acuerdo con los conserveros (que suelen planificar campañas específicas).

Un aspecto legal interesante es el del Parque Natural Marino de Iroise, mencionado antes. Las normas del parque, integradas a la regulación regional, limitan a 18 el número de bolicheros activos simultáneamente dentro de sus aguas. Esta regla fue adoptada en los 2000s para conservar el ecosistema. Si las sardinas se concentran precisamente en Iroise (por encima de Audierne), podría ser un cuello de botella tener solo parte de la flota operando a la vez. Sin embargo, la nota de 2025 del CRPMEM indica que “ese criterio podrá modificarse en función de la evolución de la situación de las sardinas y de la flotilla”, dejando la puerta abierta a revisar el límite en el parque si las condiciones lo ameritan. Cualquier modificación de este tipo igualmente debe ser deliberada por el comité y aprobada por la administración.

En conclusión, la situación legal está en proceso de adaptarse a esta iniciativa. Históricamente la pesca de sardina al norte del paralelo 48 estaba cerrada por ausencia de licencias activas pero el CRPMEM de Bretaña, en coordinación con el Estado, puede habilitar legalmente expediciones exploratorias mediante resoluciones específicas. Ya se han tomado pasos normativos para apoyar a la flota (como congelar el número de licencias y evitar sobrecapacidad) y el siguiente paso lógico será autorizar la extensión geográfica de la pesca. Es de esperar que en la próxima temporada se emita la autorización correspondiente, con carácter experimental y evaluativo. Todos estos cambios se enmarcan además en la Política Pesquera Común de la UE, que alienta la flexibilidad en la gestión adaptativa siempre que se garantice la sostenibilidad. Mientras se cumplan las regulaciones técnicas (tamaños mínimos – 11 cm para sardinal –, artes permitidos, etc.) y se sigan las recomendaciones científicas, no hay impedimento legal insalvable para realizar las expediciones de pesca de sardina al norte de Audierne. Por el contrario, la normativa se está ajustando rápidamente para acompañar esta iniciativa, buscando un equilibrio entre aprovechar la posible nueva distribución de las sardinas y proteger el recurso y el ecosistema en su conjunto.

Fuentes: Comité Regional de Pêche de Bretagne, nota DIRM NAMO 2025prefectures-regions.gouv.frprefectures-regions.gouv.fr; Ifremer/Le Télégrammeletelegramme.frletelegramme.fr; AFP/La Expresslexpress.frlexpress.fr; Bretagne Économiquebretagne-economique.com; Le Télégramme (Locquémeau)letelegramme.fr; etc.

La conferencia OOC10 da un impulso a la economía azul: innovación, financiación y sinergias para el sector pesquero

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La economía azul sostenible está ahora en el centro de las políticas internacionales y representa una palanca estratégica para el crecimiento del sector pesquero. Los compromisos asumidos en la reciente Conferencia OOC10 Ocean , con 277 iniciativas y más de 9 mil millones de dólares movilizados, abren escenarios concretos para empresas, compradores y actores de la cadena de suministro, ofreciendo nuevas oportunidades de desarrollo, innovación y acceso a fondos.

En el contexto de una atención creciente a la transición ecológica y al equilibrio entre el uso de los recursos y la protección de los ecosistemas marinos, la economía azul sostenible se está consolidando como un modelo de referencia para el futuro del sector pesquero europeo y mediterráneo. En OOC10, la mayor inversión individual, por un valor de 4.500 millones de dólares, se destinó a este ámbito, centrándose en el espíritu emprendedor, la digitalización y el apoyo a la pesca sostenible en pequeña escala.

La participación directa de más de 60 países y organizaciones internacionales hizo de la Conferencia un punto de inflexión para las estrategias industriales relacionadas con los océanos. Más del 10% de los compromisos fueron en tecnologías avanzadas: inteligencia artificial, eDNA, drones y monitoreo satelital para mejorar la gestión de la pesca, las áreas marinas protegidas y la biodiversidad. Se trata de herramientas cada vez más solicitadas también en el Mediterráneo, donde muchas empresas están evaluando inversiones en sensores marinos y sistemas predictivos para optimizar la producción.

Para las empresas italianas, estas dinámicas se traducen en oportunidades concretas. Las pymes del sector pueden contar ahora con un ecosistema favorable, coherente con los principios de la economía azul sostenible, integrado por fondos europeos, convocatorias regionales y sinergias público-privadas, con un foco creciente en la sostenibilidad, la digitalización y la exportación. Proyectos como Horizonte Europa o BlueInvest en Bruselas refuerzan esta tendencia, ofreciendo apoyo directo al desarrollo de productos innovadores y trazables.

El componente de comunicación también juega un papel estratégico: hablar hoy de economía azul sostenible significa posicionarse en línea con los criterios ESG exigidos por la gran distribución y los inversores. Las empresas que integran estos temas en su narrativa ganan mayor atención, también desde una perspectiva de internacionalización. Como declaró un portavoz de la Comisión Europea: «La economía azul es el motor de la transición verde de Europa. Quienes innoven ahora liderarán el mercado mañana».

Desde ferias internacionales como Seafood Expo Global hasta mesas institucionales, el tema se está consolidando como la columna vertebral de las nuevas políticas industriales marinas. Unirse a programas multilaterales e invertir en innovación sostenible hoy no sólo es una oportunidad, sino una necesidad para seguir siendo competitivo. La economía azul sostenible representa una trayectoria irreversible para el sector pesquero. Entre la digitalización, los fondos europeos y las nuevas tecnologías, las empresas italianas pueden reforzar su posicionamiento y atraer capital, compradores y colaboraciones estratégicas. Es hora de actuar, centrándonos en la innovación, la visión y la responsabilidad.

Cierre anticipado de la campaña del calamar en Malvinas deja en tierra a la flota gallega

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La campaña de pesca del calamar Loligo en las Islas Malvinas ha llegado a su fin de forma anticipada, afectando de lleno a la flota de capital gallego que faena en esa región del Atlántico Sur. El cierre oficial fue comunicado el pasado domingo 27 de abril por las autoridades pesqueras de las islas, apenas una semana antes de la fecha prevista originalmente para el final de la zafra.

La decisión se tomó tras constatarse una significativa reducción en las capturas y una preocupante abundancia de ejemplares juveniles, lo que encendió las alertas sobre la sostenibilidad del recurso. Según datos aportados por el Instituto de Recursos Naturales de las Malvinas, durante el mes de marzo las capturas cayeron casi un 30% respecto a campañas anteriores, lo que sumado a la presencia de calamares inmaduros precipitó el cierre.

Este revés logístico y económico afecta a 16 buques congeladores con base en Vigo, que habían iniciado la campaña con retraso a comienzos de marzo, también por recomendación científica. Con millones de euros invertidos en operativos, combustible y logística, la flota se ve obligada ahora a replegarse y redirigir su actividad hacia otras especies como la merluza o la pota.

Los armadores gallegos expresan su preocupación ante el escenario de incertidumbre que deja la campaña 2025. “Hemos hecho los deberes, pero la naturaleza manda”, admitía un portavoz del sector, subrayando la importancia de preservar el equilibrio del ecosistema para garantizar futuras campañas.

El cierre anticipado también tendrá consecuencias en el mercado: se prevé un alza en el precio del calamar debido a la reducción de oferta, lo que afectará tanto a los mercados mayoristas como al consumidor final.

Este episodio vuelve a poner en primer plano la vulnerabilidad de las campañas pesqueras frente a las fluctuaciones naturales y la necesidad de contar con políticas de gestión sostenible. Mientras tanto, en los puertos gallegos ya se analiza la próxima estrategia para mitigar el impacto de una campaña que, esta vez, ha durado menos de lo esperado.

Los arrantzales han capturado el 73 % de la cuota de verdel y el 30 % de la anchoa

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Los arrantzales han capturado, desde el mes de marzo, el 73 % de la cuota de verdel y el 30 % de la anchoa. Leandro Azkue, viceconsejero de Pesca y Desarrollo Litoral del departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, ha indicado que, en la campaña del verdel, de la cuota estatal de 25.006.750 kilos, a final de abril se llevan capturados 18.255.963 kilos, es decir, aproximadamente el 73% de la cuota. En el caso de la anchoa, de la cuota estatal de 28.610.515 kilos, hasta el 30 de abril, las capturas a nivel del Estado ascendían a 8.565.011 kilos, es decir aproximadamente se lleva consumido un 30% de la cuota estatal. En lo que a Euskadi se refiere, a mitad de la costera, los desembarques realizados en las lonjas vascas son de 3.073.611 kilos. 

Azkue ha señalado que “en el caso de la anchoa, de la cuota estatal de 28.610.515 kilos, hasta el 30 de abril, las capturas a nivel del Estado ascendían a 8.565.011 kilos, es decir aproximadamente se lleva consumido un 30% de la cuota estatal. En lo que a Euskadi se refiere, cuando nos encontramos a mitad de la costera, los desembarques realizados en nuestras lonjas venteras son de 3.073.611 kilos, lejos de los 8.155.772 kilos desembarcados en Euskadi en el año 2024. El precio medio este año 2025 es de 2,27 €/kilo, sensiblemente superior al precio medio de 1,51 €/kilo del año pasado”.

“Centrándonos en la flota vasca, de esa cuota estatal, en base al nuevo modelo de gestión de la pesquería, la asignación correspondiente a la flota vasca es de 8.055.521 kilos. Las capturas de anchoa de la flota vasca de este año 2025 son de 2.931.463 kilos, aproximadamente un 36% de la cuota asignada, y una cantidad ligeramente superior a los 2.894.286 kilos capturados el año 2024, en estas fechas de finales de abril” ha cuantificado Leandro Azkue.

“De los desembarcos realizados en nuestras lonjas, en esta primera parte de la costera de anchoa, las capturas se han producido mayoritariamente en el límite entre Bizkaia y Cantabria lo que ha hecho que gran parte de la flota foránea haya elegido los puertos de Cantabria para su desembarque, en detrimento de nuestras lonjas venteras, de ahí el descenso en la cantidad desembarcada” apuntaba Azkue. 

“Sin embargo, la noticia positiva es el alza significativa del precio medio de las capturas de anchoa, con un precio medio superior a 2 euros, que tiene su explicación en el mayor tamaño de la anchoa capturada que es más apreciada por la industria de la semiconserva que es capaz de pagar un mayor precio por ella” ha añadido el Viceconsejero. 

Azkue espera ver “cómo es el comportamiento de la especie y el desarrollo de la pesquería de anchoa a lo largo  de mayo para hacer un balance de la costera a mediados de junio, fecha en la que tradicionalmente damos por finalizada la costera de primavera de la anchoa del Cantábrico”.

Miren Garmendia, directora de Opegui, comparte la valoración que hace el Gobierno Vasco de las dos campañas de pesca verdel y anchoa del norte. Ha mostrado su preocupación “por la situación del verdel que afecta de manera importante a la flota de artes menores para la cual esta pesquería supone un porcentaje importante de sus ingresos anuales”. 

“Por otra parte, es un dato muy positivo la evolución y el desarrollo que tiene la pesquería de la anchoa con el nuevo modelo de gestión acordado entre toda la flota del Cantábrico y la Secretaría General de Pesca. Ello permite que la flota desarrolle la pesquería con vistas a capturar una anchoa de mayor valor comercial y primando obtener mayor precio frente a mayores capturas” ha añadido Garmendia.

Arrastre y cerco con verdel

En cuanto al verdel, del total de las capturas a nivel estatal se han desembarcado en lonjas de Euskadi 9.230.000 kilos que se han subastado a un precio medio de 2,10 euros/kilo. “En comparación con las cantidades desembarcadas el año pasado que ascendieron a 9.206.000 kilos y que se vendieron a un precio medio de 1,34€/kilo, se observa que prácticamente los desembarques en nuestras lonjas se han mantenido, suponiendo aproximadamente el 50% de las capturas de todo el Estado”.

Las capturas de verdel de la flota vasca exclusivamente está distribuida entre diferentes segmentos de flota -arrastre, cerco y artes menores o de anzuelo- y que incluso dentro de cada segmento de pesca, hay algunos segmentos de flota, como el arrastre y el cerco, que tienen la cuota distribuida por barco a diferencia del segmento de artes menores de anzuelo, donde la cuota es provincial” ha detallado Azkue.  La suma de las cuotas de verdel asignadas a los barcos de Euskadi alcanza los 7.539.258 kilos, de los que 492.798 kilos corresponderían a la flota de arrastre con base en Ondarroa fundamentalmente, 3.227.640 kilos a la flota de cerco, y 3.818.820 kilos a la flota de artes menores de anzuelo de Bizkaia y Gipuzkoa.

Azkue ha explicado que en cuanto a las cantidades totales capturadas por la flota vasca este año 2025, éstas ascienden a 5.739.365 kilos, frente a los 5.856.207 kilos del año 2024. «Si bien en términos globales observamos un pequeño descenso, el comportamiento de la capturas por distintos tipos de flota ha sido muy irregular”. 

Las capturas de verdel han sido muy negativas para la flota de anzuelo, mayoritariamente de Bizkaia. “Por una parte, las capturas de los segmentos de arrastre y cerco han sido importantes, llegando a agotar sus posibilidades de pesca; sin embargo, en el caso de la flota de artes menores de anzuelo, la flota más pequeña y de menor porte, las capturas de este año han sido de 537.649 kilos (un 14% aproximadamente de sus posibilidades de pesca), y muy lejos de los 1.134.464 kilos capturados en el 2024” ha añadido Azkue.

“En números globales los desembarques de verdel en nuestras lonjas apenas han variado con respecto a los desembarques del año pasado” ha destacado el Viceconsejero de Pesca. “Esto se ha debido fundamentalmente a que el verdel ha aparecido cerca de nuestras costas lo que ha atraído a barcos foráneos a desembarcar sus capturas en nuestras lonjas de venta. Si bien la cadena de valor, mayoristas y comercializadores de pescado, así como detallistas y pequeñas pescaderías han podido abastecerse de verdel al igual que el año pasado, para el sector extractivo y concretamente para el sector extractivo más vulnerable de la flota artesanal y de pequeño porte, la campaña en cuanto a capturas realizadas no se puede decir que haya sido positiva” ha lamentado Azkue.

Azkue ha participado en la presentación de actos que este fin de semana se desarrollan en Getaria en el XIII Antxua Eguna, junto a Ixone Soroa Directora de Pesca y Acuicultura; Norberto Emazabel, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa; Miren Garmendia, Emeterio Urresti presidente de la Cofradía de Pescadores Elkano de Getaria  y Haritz Alberdi alcalde de Getaria.

Anchoa.

La merluza de volanta de Celeiro obtiene el sello Friend Of the Sea

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La merluza de volanta de Celeiro obtiene el sello Friend Of the Sea y Puerto de Celeiro lo celebra realizando un acto en el Mercado de Abastos de Viveiro.

El director adjunto de la OPP77, Eduardo Míguez, junto a la alcaldesa de Viveiro, Mariña Gueimunde, llevó a cabo una acción informativa en el mercado municipal para explicar a comerciantes y clientes el significado del certificado FOS y promocionar así la merluza de volanta sostenible de Celeiro. En el evento también participaron el teniente alcalde y concelleiro de Facenda de Viveiro, Martín Vale Cobo, el secretario de la Cofradía de Pescadores de Celeiro, Máximo Díaz Méndez, y personal de Puerto de Celeiro, Ana Pino Martínez.


Puerto de Celeiro repartió merluzas de volanta entre lastres pescaderías de la Plaza de Abastos. En total, fueron 60 kg de auténtica merluza gallega con denominación de origen viveirense capturados de forma sostenible y con una calidad y frescura de primera categoría. Además, se repartieron alrededor de 200 folletos en las inmediaciones en los que se informó sobre el sello FOS y la pesca de volanta de Celeiro.

En declaraciones a los medios, Míguez resaltó que la obtención de este sello otorgado por la ONG World Sustainability Organization es un “reconocimiento al gran trabajo hecho por nuestros 10 volanteros asociados, que realizan una labor encomiable para llevar a nuestros hogares una merluza fresca, de calidad y capturada de forma responsable y respetuosa con el medio marino”. Por su parte, Gueimunde manifestó la importancia de este tipo de acciones para contribuir “a dinamizar y exponer los mejores productos” de los que disponemos en Viveiro como la merluza de volanta, “un recurso pesquero del que tenemos que presumir”.rige por criterios de responsabilidad social, con trazabilidad garantizada.


Esta acción forma parte del PPyC 2025 de la OPP77-Puerto de Celeiro, cofinanciado
por la Xunta de Galicia y el FEMPA. Con este tipo de actuaciones, la Organización
de Productores lucense busca ofrecer al consumidor información clara y completa
sobre sus productos pesqueros y las artes de pesca empleadas y, al mismo tiempo,
incentivar el consumo de pescado entre la población.

La pesca de merluza negra sometida a un plan de gestión austral

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La merluza negra estará sometida a un plan de gestión para adecuar el estatus del recurso a la pesca. Por ello, se está revisando actualmente en las Tierras Australes y Antárticas Francesas el plan de gestión, establecido por tres años. El interés económico es decisivo puesto con este recurso Francia obtiene100 millones de euros por unas 6.000 toneladas.

La pesca de este preciado recurso , exportado principalmente a China y Estados Unidos, se rige por un plan de gestión basado en la captura total permisible (Tac) revisada cada año. El seguimiento científico del recurso lo realiza el Museo Nacional de Historia Natural, con un controlador a bordo de los barcos.

En este año 2025, cuando el Tac es ahora de 5.500 toneladas (antes era de 6.000), se está revisando el plan de gestión de la merluza negra . Se ha sometido a consulta pública, hasta el 17 de abril, un proyecto que abarca un periodo de tres años (y ya no seis).

La merluza negra, de la que Francia es el primer productor mundial con un 27% de las capturas, se concentra en las aguas de los archipiélagos franceses de Kerguelen y Crozet, situados en los Territorios Australes y Antárticos Franceses (Taaf).

Los jóvenes toman más peso en las decisiones de compra de alimentos

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Un estudio reciente realizado por NielsenIQ en Estados Unidos ofrece una instantánea muy clara de los cambios de comportamiento de los consumidores y, aunque el análisis se refiere al mercado americano, las dinámicas destacadas representan señales que deben seguirse con atención también en Europa, especialmente para quienes trabajan en el sector pesquero.

El hecho más evidente se refiere a la creciente centralidad de las nuevas generaciones. Para 2030, los Millennials y la Generación Z representarán el 67% de la población de Estados Unidos. Una masa crítica que ya hoy influye en las decisiones comerciales, en los surtidos y en las estrategias de comunicación. Se trata de consumidores digitales, cada vez más propensos a pedir comida en línea –incluido pescado– al menos una vez a la semana. No sólo eso: se guían por lógicas de valores como la sostenibilidad, la transparencia y la conveniencia, y buscan experiencias de compra fluidas, personalizadas y accesibles también a través de las redes sociales.

Al mismo tiempo, la inflación y la disminución del poder adquisitivo también han empujado a los consumidores con mayores ingresos a adoptar estrategias de gasto inteligente para ahorrar. Según datos de Nielsen, el 64% de los estadounidenses dijeron que reducirían sus compras de alimentos si los precios continúan aumentando. Y el primer efecto visible es el crecimiento de las marcas blancas, que en el sector alimentario –incluidos los productos pesqueros procesados– están abandonando la etiqueta “low cost” para asumir un papel central en las decisiones de compra, incluso cuando el precio es superior a la media.

En este escenario, el valor ya no se define sólo por el precio. Lo que cuenta es la calidad percibida, el posicionamiento sostenible, la capacidad de contar una historia, incluso a través de un packaging inteligente. Y esto también se aplica a los peces. Los minoristas que invierten en marcas privadas bien construidas, quizás con líneas premium, orgánicas o locales, están ganando terreno. El 40% de los consumidores están dispuestos a pagar más por una marca blanca si la perciben como fiable, saludable y coherente con sus valores.

Sin embargo, el aspecto más interesante que surge del estudio americano se refiere a la interrelación entre la tecnología y los hábitos cotidianos. Inteligencia artificial, asistentes de voz, realidad aumentada, sistemas predictivos: ya no son sugerencias de conferencias, sino herramientas reales ya integradas en las elecciones de los consumidores. El cuarenta por ciento de los compradores estadounidenses utilizan recomendaciones de productos impulsadas por inteligencia artificial y el 34 por ciento ya automatiza algunas de sus compras de comestibles mediante dispositivos inteligentes.

El sector pesquero también está llamado a cuestionarse. Si el pescado fresco todavía se nutre de rituales, confianza y proximidad, el producto procesado, congelado, en conserva o listo para cocinar puede (y debe) abrirse camino en este nuevo ecosistema digital. Pero para lograrlo se necesita visión, capacidad de innovar y voluntad de interactuar con una generación que compra con un teléfono inteligente en la mano y un perfil de TikTok siempre activo.

El análisis de Nielsen, aunque se refiere al mercado estadounidense, anticipa algunas de las tendencias que están surgiendo lentamente también en Europa. Para quienes trabajan en la industria pesquera, leerlos hoy significa estar mejor preparados para lo que demandará el mercado mañana. Y quizás, comiences a construir tu propia respuesta hoy mismo.

La Unión Europea gana el caso contra Londres por la pesca del lanzón en aguas británicas

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En marzo, el Reino Unido prohibió a la Unión Europea pescar lanzón en sus aguas. El Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya dictó sentencia en su contra el viernes 2 de mayo.

El 96% del lanzón se pesca en la UE desde Dinamarca.
El 96% del lanzón se pesca en la UE desde Dinamarca. | BUDDHIKA WEERASINGHE/GETTY IMAGES A TRAVÉS DE AFP

La Unión Europea (UE) ha ganado un caso contra el Reino Unido ante el Tribunal Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya, relativo a los derechos de pesca del lanzón, un pequeño pez del Mar del Norte. Bruselas había remitido el asunto a la CPA tras una decisión adoptada por Londres en marzo de prohibir toda pesca comercial de anguilas  en aguas británicas. Esta es la primera batalla comercial legal entre el bloque de 27 naciones y el Reino Unido desde su salida de la UE en 2020.

En un fallo de 298 páginas, la CPA confirmó el argumento de la UE de que el Reino Unido no estaba cumpliendo con sus compromisos en el marco de un acuerdo comercial posterior al Brexit. La CPA decidió que el Reino Unido  no había proporcionado pleno acceso a sus aguas para la pesca del lanzón  , según el fallo. También ordenó a Londres que  tomara las medidas necesarias para cumplir  con el acuerdo, que había dado a la UE acceso a las aguas británicas durante varios años durante un período de transición posterior al Brexit.

Un nuevo acuerdo en 2026

Bruselas apoya en este diferendo a Dinamarca, cuyos buques capturan alrededor del 96% de la cuota de la UE para esta especie, con capturas de lanzón de una media de 49 millones de euros al año.

Los abogados británicos argumentaron en enero que el cambio climático y la pesca comercial significaban que los lanzón corrían el riesgo de  un mayor declive  , al igual que las especies que dependen de los peces pequeños para alimentarse, como los frailecillos y las focas. Bruselas, por su parte, acusó a Londres de no haber respetado el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre el Reino Unido y la Unión Europea al prohibir la pesca.

Según el acuerdo, los pescadores de la UE conservarán el acceso a las aguas del Reino Unido durante un período de cinco años y medio, que finalizará a mediados de 2026. Posteriormente, el acceso a las respectivas aguas se decidirá en negociaciones anuales. La disputa es, según los expertos, un indicador de otras posibles disputas que surgirán entre Londres y Bruselas en el sector pesquero.

En los últimos meses, la idea de la UE de vincular el futuro acuerdo pesquero a un pacto de defensa ha sido fuertemente criticada por la parte británica, a pesar del deseo del primer ministro Keir Starmer de renovar una relación privilegiada post-Brexit con los 27.

Tenerife acoge el Foro Azul sobre marinas y puertos

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Koldo Goitia, director de Desarrollo Litoral, Puertos y Asuntos Marítimos del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco y Edurne Egaña, directora de EKP-Puertos deportivos de Euskadi, participarán el día 8 de mayo en el Primer Foro Azul sobre Marinas «Ecopuerto e innovación tecnológica en las Marinas gestionadas por las Comunidades Autónomas» en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.

Invitado por el Cabildo insular dentro del intercambio de experiencias de gestión de «marinas» o puertos e instalaciones dedicados a la náutica deportiva, Goitia intervendrá en una mesa redonda  sobre «Concesión y gestión directa en las comunidades autónomas: pros y contras» y Egaña en otra dedicada a los «Organismos públicos portuarios autonómicos: retos de la gestión«. Ambas se desarrollarán en la sede de Cajasiete.

La conferencia inaugural se centrará en los Ecopuertos e Innovación en los Puertos Canarios a cargo de Pablo Rodríguez Valido, consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias presentado por Santiago Ara, presidente de la Asociación de Puertos Deportivos de Canarias

El debate sobre «Concesión o gestión directa en las Comunidades Autónomas: pros y contras» estará moderado por Rafael Lasso, consejero delegado del Puerto Deportivo Rubicón, y los ponentes serán Pablo Marín, Director General de Litoral y Puertos, Murcia, Ignacio Alvarez-Ossorio, Director General de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía, Marc García, Director General de Costas, Puertos y Aeropuertos de la Generalitat Valenciana, Koldo Goitia Director de Desarrollo Litoral, Puertos y Asuntos Marítimos del Gobierno Vasco, y Jose Moreno, Director Gerente de Puertos Canarios.

En cuanto al tema de los «Organismos públicos portuarios autonómicos: retos de la gestión«, los ponentes serán Esther Roca Isart. Directora General de Port de la Generalitat de Catalunya, José Antonio Álvarez, Presidente de Portos de Galicia, Antoni Mercant, Director General de Puertos y Transporte Marítimo del· Govern de Baleares, y Edurne Egaña, Directora de EKP-Euskadi Kirol Portua.

Innovaciones

El debate sobre los «Retos de coordinación. encaje de las normativas estatal y autonómicas en la regulación y gestión de los puertos deportivos y turísticos» estará moderado por Jose Juan Calero Prats. Presidente de Marina Calero y los ponentes serán Jose Antonio Morillo, Jefe de los Servicios Jurídicos de Puertos del Estado, Pedro Suarez, Presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife, Beatriz Calzada, Presidenta de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, y Alejandro Auset, Abogado del Estado.

Por la tarde se hablará sobre «Ecopuerto e innovación: las tecnologías y sostenibilidad en la gestión de las marinas» con la introducción a cargo de Elba Bueno, Directora del Clúster Marítimo de Canarias y con los ponentes Jordi Carrasco Director General de ANEN, Aleix San Vicente, Director de Almarin Green Marina, y Laura Espinosa de Urbidermis Marinas.

Otros foros paralelos se centrarán en el Turismo, desarrollo económico y modelo sostenible en las marinas; la Gestión del litoral y los espacios marítimos. integración de puertos deportivos y espacios protegidos con sus casos de éxito; la  Descarbonización, planes de adaptación y puertos resilientes; el Oleaje y cambio climático y los Temporales históricos; las Consecuencias del cambio climático en Canarias y tendencias en la elevación del nivel mar;  la Observación del Medio Marino en la Era del Cambio Climático y de la Inteligencia Artificial; el diseño de puertos más resilientes y eficientes para el futuro; el Análisis de riesgos por cambio climático en infraestructuras portuarias;  las AEC marinas, planes de gestión y conservación de especies amenazadas; o el debate sobre Descarbonización, planes de adaptación y enfoques multi-escala para la creación de planes de adaptación de puertos al cambio climático.

La UE promete más de 300 millones de euros en esfuerzos de conservación de los océanos en la Conferencia Our Ocean en Busan

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En la Conferencia «Nuestro Océano» celebrada en Busan (República de Corea), la Unión Europea ha anunciado una financiación de la UE de 301 485 000 EUR para apoyar acciones en los ámbitos de la economía azul sostenible, la contaminación marina, las zonas marinas protegidas, los océanos digitales, la pesca sostenible y el cambio climático y oceánico.

La conferencia de este año, que celebra su décimo aniversario, mostrará los logros y las mejores prácticas derivadas de los compromisos voluntarios asumidos por la comunidad oceánica mundial durante la última década. Bajo el paraguas de ‘Océanos Digitales’, la conferencia se reunirá para explorar la intersección de la tecnología y la conservación de los océanos, con un enfoque en las seis áreas críticas anteriores.

Compromisos de la UE en favor de un océano seguro, protegido, limpio, saludable y gestionado de forma sostenible

La Unión Europea se ha comprometido a adoptar las siguientes medidas:

Economía azul sostenible:

  • 120 millones de euros para ayudar a los países de África y el Pacífico a reforzar la gobernanza de los océanos y desarrollar su economía azul de manera sostenible. Esto corresponde a 58 millones de euros para el Océano Índico Occidental y 42 millones de euros para África Central, y 20 millones de euros para el Pacífico.

Contaminación marina:

  • 65,5 millones de euros para luchar contra la contaminación marina, a la espera de la decisión de la Comisión. Esta financiación se distribuirá de la siguiente manera: 18 millones de euros para desarrollar una estrategia europea global de evaluación y seguimiento de los desechos acuáticos, 43,5 millones de euros para apoyar a las autoridades en la eliminación de la contaminación y la transición hacia una economía azul más climáticamente neutra y circular, y 4 millones de euros de asistencia técnica para apoyar hasta 50 comunidades específicas en la preparación de agendas de transición, impulsar el cambio local y promover prácticas sostenibles.

Zonas marinas protegidas:

Océano digital:

Pesca sostenible:                                                               

Océanos y cambio climático:

  • 985.000 eurospara reforzar la «Plataforma Internacional para la Sostenibilidad de los Océanos» (IPOS), a fin de mejorar el intercambio de conocimientos científicos y experiencia política, impulsando una toma de decisiones informada para la conservación de los océanos.

Antecedentes

La Conferencia Nuestro Océano es un evento internacional, lanzado en 2014 y organizado por un país diferente cada año, con el objetivo de fomentar la gobernanza global de los océanos y la acción para apoyar la conservación marina y el desarrollo sostenible. 

El océano y los mares cubren el 71% de la superficie de la Tierra. El océano está bajo presión: sufre el calentamiento global, las prácticas insostenibles, la pesca ilegal, la contaminación y la pérdida de hábitats marinos.

La UE ha adoptado numerosas medidas para proteger los océanos a escala de la UE e internacional. El océano sigue considerándose una prioridad clave en el marco del mandato actual de la Comisión Europea. La Comisión adoptará en breve el Pacto Europeo de los Océanos. Creará un marco unificado para las políticas oceánicas, con el objetivo de preservar la salud de los océanos e impulsar la economía azul de la UE.

Nuestra Conferencia sobre los Océanos tiene como objetivo fortalecer los esfuerzos colectivos para abordar estas cuestiones. Reúne a países de todo el mundo, la sociedad civil y la industria para inspirar soluciones conjuntas y presentar compromisos ambiciosos para proteger el océano. Lanzada originalmente en 2014, la Conferencia Our Ocean ha movilizado desde entonces más de 2.618 compromisos por un valor aproximado de 140.256 millones de euros.

La UE ha desarrollado una herramienta de seguimiento de los compromisos disponible en el sitio web Our Ocean. Esto permite a los ciudadanos seguir el progreso de la implementación de todos los compromisos asumidos en todas las Conferencias de Our Ocean.

Expectación por la Conferencia

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC) genera gran expectación entre quienes desean ver avances en la gobernanza y la conservación de los océanos. Emmanuel Macron, presidente del país anfitrión, espera grandes resultados, con la presencia de varios jefes de Estado y compromisos de los países en materia de ratificación de acuerdos (BBNJ, subvenciones a la pesca de la OMC) o financiación de las ciencias oceánicas y la conservación. El Comité Económico y Social Europeo, organismo europeo que representa la voz organizada de la sociedad civil europea, ha recordado que esta conferencia «no puede decepcionar a nadie después de dos ediciones dispares».

Las organizaciones de pescadores artesanales (PPE) esperan ser escuchadas en esta tercera edición. Los esfuerzos sostenidos desde la UNOC por parte de pescadores y organizaciones de apoyo han dado sus frutos, con un panel dedicado a los océanos sobre «pesca sostenible, incluido el apoyo a la pesca artesanal». Sin embargo, los pescadores artesanales quieren más. En una carta dirigida a los cofacilitadores del borrador de la declaración política, las organizaciones de PPE han solicitado que se «explique claramente la importancia de la participación del sector [de PPE] en la toma de decisiones».

  1. El problema de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos
    La UNOC ha sido criticada repetidamente por organizaciones de la sociedad civil por su cambio hacia compromisos voluntarios, lo cual diluye la capacidad de acción y las prácticas democráticas que defienden los organismos de la ONU. En una entrevista, el Sr. Poivre d’Arvor, enviado especial del Presidente para la UNOC , restó importancia a las críticas sobre la falta de resultados tangibles: «Esta es solo la tercera edición de esta conferencia, mientras que ese mismo año se celebra la 30.ª COP sobre el clima». Esta es una declaración notable, ya que la UNOC no puede compararse con la Conferencia de las Partes (CoP). Mientras que las COP son los órganos rectores supremos de una convención internacional, la UNOC es un evento de alto nivel cuyo resultado es una simple «declaración de intenciones» política acordada previamente por los países.

Al estar separada de los procesos globales transparentes de toma de decisiones, el problema de la UNOC es que no tiene que atenerse a los principios que subyacen a dichos procesos. A pesar de todo lo que se dice sobre la acción oceánica en el borrador cero, no se responden preguntas clave: ¿de qué acciones estamos hablando? ¿Para qué (o de qué) estamos salvando el océano? ¿Y para quién?

  1. Importan los pescadores artesanales: su identidad como titulares de derechos
    En su último informe, presentado en el 58.º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos (febrero-abril de 2025), Astrid Puentes Riaño, Relatora Especial de la ONU (RENU) sobre el derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, instó a los Estados y a la sociedad a reconocer que las cuestiones oceánicas también son cuestiones de derechos humanos. De hecho, las comunidades costeras tienen derecho a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible, y el océano, que cuidan, les proporciona salud y agua. Las comunidades costeras también tienen derecho a la alimentación, y el océano, que cuidan, les proporciona alimento. «En última instancia, es imposible separar la conservación de los derechos humanos», concluyó el RENU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, en su informe sobre la pesca.

Las mujeres en la pesca desempeñan un papel fundamental para proporcionar alimentos asequibles y nutritivos a las poblaciones más pobres. En esta foto, procesadoras de pescado de Benín muestran una bandeja de un «horno mejorado», donde secan el pescado para conservarlo durante más tiempo en los climas más cálidos. Foto: CFFA.

Si el océano es clave para toda la vida en la Tierra, una pregunta aparentemente razonable sería por qué la pesca artesanal debería tener prioridad sobre otras partes interesadas. «Los pescadores artesanales son el grupo más numeroso de usuarios del océano, proporcionando alimento, empleo, medios de vida, cultura y bienestar a las poblaciones. Más específicamente, en los países en desarrollo, garantizan la ingesta de proteínas para los más pobres, canalizando alimentos nutritivos a los más desfavorecidos. Las comunidades costeras también han sido las guardianas de los océanos desde tiempos inmemoriales».

La actual tendencia mundial hacia el multisectorialismo sostiene que todas las partes interesadas se sientan a la mesa, pero está desdibujando los principios consagrados en los derechos humanos, como han advertido varios Relatores Especiales de la ONU desde hace tiempo.