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martes, diciembre 30, 2025
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Armón Vigo bota un nuevo arrastrero congelador para la islandesa HG y consolida su liderazgo en pesca internacional

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El buque, de casi 70 metros de eslora, modernizará la flota de Hraðfrystihúsið Gunnvör y refuerza la actividad pesquera del antiguo astillero Barreras.

Astilleros Armón Vigo vive una jornada de gala con la botadura del nuevo arrastrero congelador que construye para la compañía islandesa Hraðfrystihúsið Gunnvör (HG). La maniobra, que se llevará a cabo por la tarde en las instalaciones de la ría de Vigo, marca un hito en un proyecto llamado a modernizar de forma profunda la flota de esta histórica pesquera del Atlántico Norte.

El buque, de cerca de 70 metros de eslora, sustituirá a un arrastrero con más de 30 años de servicio, dando paso a una nueva generación de unidades más eficientes, confortables y respetuosas con el medio marino. La construcción avanza según el calendario previsto: la puesta de quilla tuvo lugar el pasado mes de enero y, tras la botadura, los trabajos continuarán ya a flote con el objetivo de entregar el barco en la segunda mitad de 2026.

El grupo naval asturiano ha confiado al equipo de Vigo la ejecución de un proyecto estratégico para su posicionamiento en el segmento de la pesca internacional de altura. El nuevo arrastrero ha sido concebido para mejorar de forma notable las condiciones de trabajo a bordo, integrando espacios más ergonómicos, equipamientos actualizados y sistemas de procesado que reducen esfuerzos físicos y optimizan tiempos.

Entre los elementos más destacados figuran las líneas de procesado automático y los sistemas de clasificación de capturas por tamaños, pensados para incrementar el rendimiento de la actividad a bordo y garantizar un producto final más homogéneo y de mayor valor. La automatización permite optimizar la manipulación del pescado, reducir mermas y aumentar la seguridad de la tripulación en las zonas de trabajo.

El diseño del buque ha corrido a cargo de la oficina técnica islandesa Skipasyn, en estrecha colaboración con el equipo de ingeniería de Armón. Juntos han trabajado en una configuración que combina capacidad de bodega, estabilidad en la mar y eficiencia energética, con un casco y una planta propulsora orientados a reducir consumos de combustible y emisiones por tonelada de pescado capturado.

En línea con las tendencias actuales del sector, el nuevo arrastrero incorpora criterios de navegación eficiente y medidas para minimizar el impacto sobre los ecosistemas marinos. El diseño del casco, la elección de equipos y la disposición de los artes de pesca se han planteado con el objetivo de disminuir la huella ambiental de la actividad, respondiendo tanto a las exigencias regulatorias como a las expectativas de un mercado cada vez más sensible a la sostenibilidad.

La botadura de hoy confirma además la consolidación de Armón en las antiguas instalaciones de Hijos de J. Barreras, un espacio que ha recuperado pulso industrial con una fuerte especialización en buques pesqueros de alto valor añadido. En esta misma factoría se construyeron recientemente el Hadassa Bay para la gallega Copemar y el Don Juan Álvarez para la argentina Conarpesa, asociada con el grupo Wofco, ambos entregados con éxito.

El pedido para HG se suma a otros proyectos en marcha en Vigo, como el particular palangrero de 36 metros que Armón construye para la sociedad Veragua Lar. Esta cartera de encargos confirma la capacidad del astillero para atraer clientes internacionales y competir en nichos técnicos exigentes, donde se valoran tanto la experiencia constructiva como la flexibilidad para adaptar los diseños a las necesidades específicas de cada armador.

Para la compañía islandesa Hraðfrystihúsið Gunnvör, el nuevo arrastrero congelador supone un salto de generación en su flota, con un buque preparado para operar con mayores estándares de eficiencia, seguridad y calidad de producto en las duras condiciones del Atlántico Norte. Para Vigo y su entorno naval, la botadura supone un nuevo espaldarazo a un polo industrial que sigue siendo referencia europea en construcción pesquera.

Con el casco ya en el agua, arranca la fase final de armamento a flote, instalación de sistemas y pruebas que culminará con la entrega del buque a lo largo de 2026. Hasta entonces, el nuevo arrastrero de HG será también escaparate del buen momento de Armón Vigo, que continúa encadenando proyectos y reforzando el peso de la construcción naval española en el mercado internacional de buques pesqueros de última generación.

La Comisión Europea constata la lenta recuperación económica de la flota pesquera tras el desplome de 2023

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La Relación Económica 2025 confirma un punto de inflexión tras la crisis post-pandemia y energética, pero advierte de retos estructurales en costes, relevo generacional y competitividad

La Comisión Europea ha publicado la Relación Económica 2025 sobre la flota pesquera de la Unión Europea, un informe de referencia que radiografía la situación del sector dos años después de la fase más aguda de las turbulencias post-pandemia y de la crisis energética. Las conclusiones dibujan un escenario de recuperación lenta pero sostenida, tras un 2023 marcado como el peor año reciente en términos de márgenes y rentabilidad.

Según el documento, en 2023 la flota pesquera de la UE estaba formada por 70.280 buques, de los cuales 53.260 se encontraban en activo, con una capacidad conjunta de 1,15 millones de GT y 4,36 millones de kW de potencia instalada. A bordo trabajaban 119.479 pescadores, que equivalen a 73.974 unidades de trabajo anuales, un dato que confirma el redimensionamiento estructural del sector, compensado en parte por el peso de la pesca costera artesanal, que representa ya el 77 % de las unidades operativas.

La producción pesquera comunitaria alcanzó en 2023 los 3,39 millones de toneladas, con un valor estimado de 6.100 millones de euros en primera venta. Sin embargo, la combinación de caída de precios medios y volatilidad extrema de los costes —especialmente del combustible— dejó una rentabilidad mínima: el beneficio neto agregado se quedó en 59 millones de euros, lo que supone un descenso del 61 % respecto al ejercicio anterior y un margen cercano al 1 %. Bruselas señala 2023 como el punto más crítico de la serie reciente, aún condicionado por los efectos retardados del shock energético de 2022.

2024 marca un punto de inflexión

La Relación Económica 2025 apunta, no obstante, a un cambio de tendencia a partir de 2024. Las estimaciones recogidas en el informe muestran una mejora del beneficio bruto y un parcial reequilibrio del beneficio neto, apoyados en tres factores principales: la reducción del coste del carburante, la normalización gradual de la inflación y el reajuste al alza de los precios de algunas especies clave en el mercado europeo.

Este rebote, aunque desigual, se deja sentir en la mayor parte de los segmentos de flota. La pesca costera a pequeña escala, menos intensiva en energía y más vinculada a mercados locales o de proximidad, registra un incremento de rentabilidad más claro, mientras que las flotas más energívoras (arrastre y grandes unidades) muestran una recuperación más gradual, todavía lejos de los niveles anteriores a la crisis.

La pesca en aguas distantes mantiene una trayectoria positiva y continúa aportando una parte relevante del volumen desembarcado, si bien los márgenes de beneficio son ahora más moderados que en el pasado. Para la flota de gran escala, que cerró 2023 con beneficio neto negativo, el ejercicio 2024 supone un año de transición hacia márgenes operativos más sostenibles, según se desprende del análisis de Bruselas.

2025: estabilidad relativa, pero sin volver al escenario precrisis

Los datos más recientes que incorpora la Relación Económica 2025, correspondientes al presente ejercicio, dibujan un sector más estable que en el bienio anterior, aunque todavía en fase de consolidación. Las flotas europeas se benefician de un contexto macroeconómico menos volátil, de la reducción de los costes variables y de una demanda más previsible dentro del mercado único.

El informe subraya que no se ha recuperado todavía el escenario precrisis, pero identifica 2025 como un año de “normalización relativa”, con una mejora más uniforme entre cuencas marítimas y segmentos de flota. La brecha entre segmentos intensivos en energía y la pequeña pesca costera se reduce, aunque ésta última sigue mostrando mayor capacidad de resiliencia frente a los vaivenes de precios y combustible.

En términos de empleo, la tendencia a la reducción del número de pescadores se mantiene, pero de forma algo menos acusada. El documento recuerda que la dificultad para atraer relevo generacional y la competencia con otros sectores más estables y mejor retribuidos siguen siendo un cuello de botella estructural.

Resiliencia de la pequeña escala y retos de competitividad

Uno de los mensajes centrales de la Relación Económica 2025 es la resiliencia de la pesca a pequeña escala, que aparece como columna vertebral del modelo productivo en numerosas regiones costeras de la UE. Su mayor flexibilidad, la capacidad para adaptarse a nichos de mercado y la proximidad al territorio han permitido amortiguar mejor que otros segmentos los impactos de la subida de costes y de la volatilidad de precios.

Al mismo tiempo, la Comisión Europea advierte de varios “nudos abiertos” que condicionarán la evolución del sector en los próximos años:

  • Una estructura de costes todavía frágil, muy dependiente de la energía y logística.
  • La necesidad de mejorar la capacidad de atracción de mano de obra, tanto cualificada como no cualificada.
  • La competitividad de los precios frente a productos importados de terceros países, en un contexto de apertura comercial y altos estándares regulatorios europeos.

El informe subraya que el ligero alivio en los precios del combustible y la estabilización inflacionaria no pueden considerarse garantizados a medio plazo, por lo que insiste en la importancia de seguir promoviendo la eficiencia energética, la modernización de las flotas y la diversificación de los mercados.

Un sector que sale del bache, pero necesita políticas estables

En conjunto, la Relación Económica 2025 transmite un mensaje matizado: tras el mínimo histórico de 2023, la pesca de la UE recupera progresivamente su sostenibilidad económica y su estabilidad operativa, pero lo hace sobre una base que sigue siendo frágil y muy expuesta a nuevas perturbaciones externas.

La capacidad de resistencia demostrada por las flotas, y en particular por la pesca de pequeña escala, confirma —según Bruselas— la importancia de un modelo productivo arraigado en los territorios, más diversificado y mejor preparado para absorber shocks de mercado. Sin embargo, el propio informe avisa de que la transición hacia una pesca climáticamente neutra, competitiva y socialmente atractiva exigirá mantener el apoyo público, la planificación a largo plazo y una coherencia clara entre las políticas pesqueras, energéticas y laborales de la Unión.

Mientras tanto, la publicación de esta radiografía económica llega en un momento clave, con varios debates abiertos en la UE sobre reducción de esfuerzo pesquero, reconversión de flotas, descarbonización e igualdad de condiciones con terceros países. La foto que ofrece la Relación 2025 será, previsiblemente, una de las referencias centrales en esas discusiones: un sector que ha sobrevivido al impacto combinado de la pandemia y la crisis energética, pero que sigue necesitando reglas claras y estabilidad para asegurar su futuro.

ICES alerta de un aumento de capturas accidentales de especies protegidas en 2024, con el Cantábrico–Atlántico ibérico en primera línea

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El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés) ha publicado su último informe sobre capturas accidentales (“bycatch”) de especies marinas amenazadas, protegidas y en peligro (ETP) en las pesquerías europeas, y el balance de 2024 vuelve a encender las alarmas. A pesar de que el esfuerzo de observación ha sido similar al de 2023, en varias ecorregiones se registran estimaciones más altas de mortalidad incidental de mamíferos marinos y aves marinas.

El documento ofrece estimaciones anuales de bycatch para 39 especies ETP en 109 combinaciones de especie, ecorregión y arte de pesca (métier de nivel 4) en 11 ecorregiones distintas. Allí donde los datos de 2024 no permitían una estimación fiable, ICES recurre a tasas medias plurianuales (2017–2024) para otras 198 combinaciones, lo que dibuja un panorama muy completo —y preocupante— de la interacción entre las flotas europeas y la fauna más vulnerable.

Delfín común en el golfo de Vizcaya, la señal más preocupante

Entre los mamíferos marinos considerados prioritarios, el informe señala que la estimación de capturas accidentales más elevada en 2024 corresponde al delfín común (Delphinus delphis) en la ecorregión del golfo de Vizcaya y la costa ibérica. Los mayores niveles de bycatch se registran en las parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) y en las redes de enmalle de fondo (GNS) en la división 27.8.a, frente a la fachada atlántica francesa.

A escala de toda la ecorregión, ICES subraya que las tasas más altas de bycatch de delfín común se concentran en los métiers (nivel 5) dirigidos a peces demersales, lo que vuelve a situar en el foco a determinadas modalidades de arrastre y enmalle.

En cuanto a la marsopa común (Phocoena phocoena), otra de las especies sensibles bajo escrutinio científico y político, el informe indica que la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se da en redes de enmalle (GNS) en la ecorregión de aguas islandesas. Las tasas plurianuales (2017–2024) muestran además niveles elevados de bycatch de marsopa en redes de enmalle en las ecorregiones del mar de Noruega y mar de Barents.

En el mar Báltico —donde la población de marsopa es extremadamente reducida y objeto de medidas de emergencia por parte de la UE—, la mayor estimación de 2024 se localiza de nuevo en redes de enmalle (GNS) en la división 27.3.c.22. En el golfo de Vizcaya y costa ibérica, el informe apunta que el arte más conflictivo para la marsopa son los trasmallos (GTR) en las divisiones 27.8.a y 27.8.b.

La pardela balear y las artes estáticas: un cóctel de riesgo

Entre las aves marinas, ICES centra su atención en la pardela balear (Puffinus mauretanicus), especie catalogada En Peligro Crítico a escala global. El informe ofrece por primera vez una estimación anual de capturas accidentales para esta especie en 2024 en trasmallos (GTR) en el golfo de Vizcaya y la costa ibérica.

Además, el análisis plurianual 2017–2024 identifica las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Mediterráneo occidental como el arte y zona donde se han registrado las tasas de bycatch más elevadas de pardela balear en los últimos años. Se confirma así la preocupación de científicos y ONG sobre el impacto combinando de redes y anzuelos en una de las aves marinas más amenazadas de Europa.

Tortugas marinas: riesgos en el Adriático, Atlántico abierto y mares celtas

La atención se dirige también a las tortugas marinas, otro grupo emblemático en el debate internacional. En el caso de la tortuga boba (Caretta caretta), la mayor estimación de capturas accidentales en 2024 se registra en parejas de arrastre pelágico de media agua (PTM) en la ecorregión del mar Adriático.

Para la tortuga laúd (Dermochelys coriacea), la mayor estimación anual se sitúa en las líneas de palangre de deriva (LLD) en la ecorregión del Atlántico nordeste oceánico. El informe añade que, considerando todo el periodo 2017–2024, las tasas más altas de bycatch de tortuga laúd corresponden también a palangres de deriva en la ecorregión de los mares celtas.

Rayas, peces cartilaginosos y esturión: la otra cara del bycatch

El documento del ICES no se limita a mamíferos, aves y tortugas: incluye también peces de alto interés de conservación. En 2024 se han elaborado estimaciones anuales de capturas accidentales para la raya mariposa (Gymnura altavela) y el complejo de “common skates” (Dipturus batis y D. intermedius) en varias combinaciones de ecorregión y arte de pesca.

La mayor estimación de bycatch de Gymnura altavela se asocia a los arrastres de puertas de fondo (OTB) en la ecorregión del Egeo–Levante, mientras que para la “common skate” (D. batis) el valor máximo se da igualmente en arrastre de fondo (OTB) en las aguas islandesas.

El informe recoge además capturas accidentales de esturión atlántico (Acipenser oxyrinchus), especie considerada prácticamente extinta en muchas de sus áreas históricas de distribución. En este caso, las estimaciones se refieren a redes de enmalle (GNS) en la ecorregión del mar Báltico, lo que subraya el carácter extremadamente delicado de esta pesquería.

Medidas de mitigación: combinación de artes alternativos, cierres y dispositivos acústicos

Más allá del diagnóstico, ICES insiste en que no existe una solución única para reducir las capturas accidentales de especies ETP. “Las soluciones son específicas de cada contexto y a menudo requieren la combinación de varias medidas técnicas y/o de gestión espacial”, señala el consejo científico.

En el caso concreto de la marsopa común y el arao común (Uria aalge) en redes de enmalle (GNS), ICES considera que el mayor potencial de mitigación proviene del uso combinado de artes alternativas, cierres espaciales o temporales y dispositivos acústicos disuasorios (pinger) para las marsopas. Este paquete, advierte el organismo, puede reducir el bycatch pero también tener efectos sobre los rendimientos de la pesquería y sobre otras especies no objetivo.

Más observadores, más cámaras y mejores datos

Uno de los mensajes más contundentes del informe se refiere a la necesidad de mejorar el esfuerzo de seguimiento y la calidad de los datos. Para afinar las estimaciones anuales y las tasas plurianuales de bycatch, ICES recomienda “maximizar y, cuando sea posible, estratificar el esfuerzo de monitorización por combinaciones área–métier” y dar prioridad tanto a observadores científicos embarcados como a sistemas electrónicos de seguimiento de capturas accidentales (cámaras a bordo, EMS).

El organismo reitera también que es imprescindible contar con información completa sobre el esfuerzo pesquero y de monitorización para todos los métiers, “incluso cuando no se haya registrado ninguna captura accidental”. La ausencia de datos en ciertas flotas o áreas impide —subraya— evaluar con rigor el riesgo real para las poblaciones de cetáceos, aves, tortugas y peces vulnerables.

Un debate que atraviesa la política pesquera europea

Aunque el informe tiene un carácter estrictamente técnico, sus conclusiones llegan en un momento de máxima tensión política en torno a las medidas de emergencia para reducir el bycatch de cetáceos y aves marinas en el Atlántico nororiental, desde el mar del Norte hasta el golfo de Vizcaya y las aguas ibéricas.

Los datos actualizados de 2024, que apuntan a un aumento de las capturas accidentales de mamíferos marinos y aves en varias ecorregiones pese a los esfuerzos desplegados, darán munición tanto a quienes reclaman restricciones más duras —cierres temporales, limitaciones a determinadas artes, objetivos de mortalidad cero— como a un sector pesquero que denuncia el impacto socioeconómico de estas medidas y cuestiona la solidez de algunos modelos científicos.

En este contexto, el nuevo balance del ICES refuerza la idea de que el bycatch de especies ETP seguirá siendo uno de los terrenos más sensibles de la política pesquera europea en los próximos años: un campo donde la sostenibilidad biológica, la viabilidad económica de las flotas y la aceptación social de las medidas estarán más entrelazadas que nunca.

FERRI revoluciona la maniobra del cerco con su nuevo Salabardo Inteligente para túnidos

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Un sistema de pesaje a bordo que elimina estimaciones y aporta precisión, trazabilidad y control de datos en tiempo real

La empresa gallega FERRI ha dado un salto cualitativo en la digitalización de la pesca atunera con el lanzamiento de su Salabardo Inteligente, un sistema de pesaje integrado en la pasteca que permite conocer con exactitud el peso de las capturas durante la maniobra de izado, directamente a bordo y en tiempo real.

En un sector donde todavía se trabaja a menudo con estimaciones y datos aproximados, la propuesta de FERRI apunta a un cambio de paradigma: medir de forma precisa, continua y automatizada lo que entra en el buque, incluso en las condiciones más exigentes de la pesca de cerco.

Del “ojo del patrón” al dato preciso

Tradicionalmente, el cálculo de las toneladas embarcadas en cada lance ha dependido de una mezcla de experiencia, estimaciones visuales y pesajes en descarga con dinamómetros u otros sistemas condicionados por la operativa en puerto. A bordo, los movimientos del buque, las tensiones cambiantes en las estachas y el propio dinamismo de la maniobra dificultan enormemente cualquier pesaje fiable.

El Salabardo Inteligente FERRI nace precisamente para resolver ese problema. La clave está en la pasteca inteligente, diseñada para trabajar en el punto crítico de la maniobra, allí donde se concentra el esfuerzo de izado del salabardo cargado de túnidos.

Mediante sensores de alta precisión y un software con algoritmo propio, la pasteca es capaz de medir, filtrar y estabilizar los datos de carga en tiempo real, aislando el peso efectivo de la pesca frente a los “ruidos” generados por el balance del buque, los tirones, los impactos o incluso la inmersión parcial del equipo durante el lance.

Pesaje continuo y trazabilidad total de cada lance

El resultado es un registro exacto y continuo del peso embarcado en cada maniobra. Frente a los sistemas convencionales, muy condicionados por las oscilaciones del barco y otras fuerzas dinámicas, el Salabardo Inteligente ofrece lecturas fiables y repetibles, evitando sobreestimaciones o infravaloraciones de la captura.

Para patrones y armadores, esto se traduce en información inmediata y verificable:

  • Saber con precisión cuántas toneladas han entrado realmente en cada lance.
  • Tomar decisiones rápidas sobre el reparto de la pesca en bodegas.
  • Planificar con mayor seguridad el resto de la marea y el uso de la cuota disponible.

El sistema está concebido como una herramienta de trabajo diaria: sustituye a los pesos y dinamómetros tradicionales, simplifica la operativa en cubierta y añade un valor clave en la era de la digitalización: trazabilidad completa de las maniobras, lance a lance.

Arquitectura segura y datos bajo control de la flota

Uno de los aspectos más cuidados del desarrollo es la gestión de los datos. El Salabardo Inteligente FERRI permite definir, para cada flota, el protocolo de registro y almacenamiento:

  • Consola de control en el puente para la visualización inmediata por parte del patrón.
  • Servidor interno del barco, donde se van guardando las maniobras de forma ordenada.
  • Integración con otros sistemas a bordo, según las necesidades de cada armador.

La arquitectura de transmisión está concebida para garantizar seguridad y confidencialidad, de modo que la información permanezca siempre bajo control del usuario y pueda ser compartida solo con quien se decida (oficinas de la empresa, administración, clientes, certificadoras, etc.).

En un contexto de creciente exigencia en materia de trazabilidad, documentación electrónica de capturas y certificaciones de sostenibilidad, contar con un registro técnico fiable del peso embarcado en cada operación es una ventaja competitiva evidente.

Ingeniería para las condiciones más duras del cerco

Más allá del componente digital, FERRI ha aplicado su experiencia en equipos de cubierta para diseñar un sistema capaz de soportar el entorno más hostil de la pesca de túnidos.

Cada elemento del Salabardo Inteligente ha sido desarrollado con este objetivo:

  • Estructura mecánica de la pasteca dimensionada para grandes cargas y ciclos intensivos de trabajo.
  • Electrónica encapsulada y protegida frente a golpes, humedad y salinidad.
  • Sistemas de comunicación blindados frente a interferencias y condiciones extremas.

La empresa subraya que ni la humedad constante, ni los impactos propios de la maniobra, ni los largos periodos de uso continuado comprometen la precisión ni la durabilidad del equipo. La combinación de ingeniería mecánica y tecnología avanzada asegura un rendimiento estable y fiable en cualquier circunstancia, justo en el punto donde la operación es más exigente.

Un paso adelante en la digitalización de la pesca atunera

Con el Salabardo Inteligente, FERRI se posiciona a la vanguardia en el desarrollo de equipos de cubierta “inteligentes” para cerqueros atuneros. Por primera vez, un sistema de pesaje concebido específicamente para las condiciones reales de operación permite a las flotas:

  • Automatizar el registro del peso embarcado.
  • Disponer de datos precisos en tiempo real.
  • Mejorar la planificación de maniobras y mareas.
  • Fortalecer la trazabilidad y la transparencia de la actividad.

En un sector sometido a crecientes exigencias de control, sostenibilidad y eficiencia, esta innovación abre la puerta a nuevos estándares de gestión a bordo, donde cada lance deja de ser una estimación para convertirse en un dato preciso.

FERRI, con este desarrollo, no solo añade tecnología a un equipo tradicional: redefine la forma de pesar la pesca a bordo y ofrece a la flota atunera una herramienta alineada con la evolución tecnológica y regulatoria que ya marca el presente –y, sobre todo, el futuro– de la pesca de cerco.

El sector pesquero teme quedar diluido en el “mar agrario” de la UE

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Inquietud en el sector por la posible fusión del FEMPA en un gran fondo agrícola y por los recortes de esfuerzo en el Mediterráneo

La pesca vive un momento de máxima incertidumbre. A la amenaza de reducir el esfuerzo de arrastre en 2026 a apenas 9,6 días de actividad al año por embarcación, se suma ahora el temor a que las ayudas europeas específicas para el mar se diluyan dentro de un gran fondo agrícola en el próximo Marco Financiero Plurianual (2028-2034).

El sector interpreta esta posible integración del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) en un instrumento agrario más amplio como una “dilución” de la pesca dentro de las políticas agrarias, lo que pondría en riesgo la capacidad de la flota para financiar la modernización de artes, la descarbonización, la seguridad a bordo y las inversiones tecnológicas que exige Bruselas.

Diversas voces del sector insisten en que la pesca necesita una financiación propia, estable y previsible, que reconozca sus particularidades y no la relegue a un segundo plano frente a un sector agrario históricamente más fuerte y con mayor peso político en las instituciones europeas.


“No se puede pedir más esfuerzo sin garantizar instrumentos”

Representantes de la pesca de arrastre recuerdan que, desde 2020, la flota mediterránea está sometida a sucesivas reducciones de días de actividad que han puesto al límite la continuidad de muchas embarcaciones y el equilibrio socioeconómico de numerosos puertos.

Valoran como “un respiro necesario” el compromiso del comisario europeo de Pesca de estudiar la concesión de 13 días adicionales para completar la campaña navideña, pero consideran que se trata solo de un parche. Reclaman al Gobierno español que presione en Bruselas para lograr algo más que prórrogas puntuales y siente las bases de una estrategia de largo plazo, que dé estabilidad y acabe con la incertidumbre anual sobre el futuro de la flota.

“Se nos exige ser más sostenibles, invertir en barcos más eficientes y respetuosos con el medio marino, pero no está claro si la financiación europea va a estar a la altura de ese esfuerzo”, resumen fuentes del sector.


Más exigencias ambientales, menos claridad sobre las ayudas

En los últimos años, los pescadores han tenido que renovar artes, introducir puertas voladoras, instalar nuevos equipos electrónicos y asumir paros biológicos más largos para reducir el impacto sobre los ecosistemas. Todo ello supone inversiones cuantiosas que, en muchos casos, solo han sido posibles gracias a los fondos específicos para la pesca.

El temor ahora es doble: por un lado, que se mantenga o incluso se endurezca la senda de recortes de días de pesca; por otro, que las ayudas que permitían amortiguar ese impacto acaben compitiendo dentro de un gran paquete agrícola, donde la pesca corre el riesgo de perder visibilidad y prioridad.

No se puede pedir más esfuerzo sin garantizar los instrumentos necesarios”, repiten las organizaciones, que ven contradictorio exigir modernización y descarbonización al mismo tiempo que se cuestiona la continuidad de un fondo propio para el mar.


Pesca, territorio y turismo: mucho más que un sector económico

El sector subraya que la pesca mediterránea no puede entenderse únicamente como cifra de capturas o volumen de negocio. Es pilar de cohesión territorial, elemento de identidad cultural y motor turístico en muchas localidades costeras.

Las lonjas, la gastronomía ligada al producto fresco, los puertos pesqueros y la imagen de los barcos entrando y saliendo a diario forman parte de la identidad de numerosas ciudades y pueblos del litoral. “Cuando se habla de recortes y fondos, se tiende a pensar solo en barcos y cuotas, pero detrás hay barrios enteros, empleo en tierra y una forma de vida que se tambalea”, advierten desde el sector.

Por ello, reclaman que las decisiones europeas ponderen no solo el impacto ambiental de las políticas, sino también su dimensión social, económica y cultural, especialmente en aquellas zonas donde pesca y turismo forman un ecosistema común.


La batalla de los días de pesca y el ejemplo del arrastre

La preocupación por las ayudas se produce en paralelo a la batalla por los días de arrastre en el Mediterráneo. El sector denuncia que el recorte propuesto —dejar la actividad en 9,6 días al año por barco— equivale, en la práctica, a un “cierre encubierto” de la flota, después de cinco años de reducciones continuas.

Responsables de cofradías y organizaciones pesqueras recuerdan que la flota no parte de cero: ya ha asumido recortes, vedas y medidas técnicas para responder a las exigencias de la UE. Por eso reclaman que esa realidad se reconozca tanto en la negociación de los días de esfuerzo como en el diseño del futuro marco financiero.

“Es inviable reducir la actividad a ese nivel; lo que esperamos del Ministerio son más soluciones y menos problemas”, señalan dirigentes del sector, que no están dispuestos a aceptar que se hable de sostenibilidad sin contar con quienes “han garantizado durante años las paradas biológicas porque de ello dependen sus propios resultados”.


Temor a un “trato discriminatorio” y a la desaparición de flotas

Desde distintos gobiernos autonómicos y organizaciones profesionales se viene alertando de posibles “agravios comparativos”: flotas que afrontan restricciones muy severas mientras otras, dentro y fuera de la UE, operan con condiciones más laxas, lo que a juicio del sector compromete la competitividad y la equidad de las normas.

También se mira con preocupación al diseño de las cuotas de especies clave, como el atún rojo, donde la flota de artes menores del Mediterráneo considera que sigue siendo la gran olvidada a pesar del buen momento del stock y del reconocimiento generalizado de que estas embarcaciones desempeñan un papel socioeconómico fundamental en muchos puertos.

Si a ese cuadro se suma la posibilidad de perder un fondo específico de pesca —o de verlo reducido a una línea más dentro de un gran paquete agrario—, cunde el temor de que alguna flota mediterránea quede abocada a la desaparición, sin margen real para completar su transición ecológica.


Una posición de Estado para que la pesca no se diluya

Ante este escenario, el mensaje que llega desde el mar es nítido: España debe acudir a Bruselas con una posición clara y de Estado, consensuada con cofradías, organizaciones profesionales, comunidades autónomas y comunidad científica, y respaldada por evaluaciones socioeconómicas rigurosas.

El reto va más allá de arañar algunos días extra de faena o algunos puntos porcentuales en una cuota concreta. Se trata de evitar que la pesca quede subsumida y diluida en el gran “mar agrario” de la UE, perdiendo peso político y financiero justo cuando más se le exige en términos de sostenibilidad y transición verde.

En palabras de numerosos representantes del sector:
Nos jugamos mucho en Europa: seguir pescando o acabar con la pesca del Mediterráneo depende de decisiones que no se pueden tomar de espaldas a quienes viven del mar”.

Bruselas pone al límite a la flota de arrastre del Mediterráneo

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La propuesta de la Comisión para 2026 recorta un 67% los días de pesca y deja a puertos como Almería al borde del “cierre total”

La flota de arrastre del Mediterráneo afronta uno de sus momentos más críticos desde la entrada en vigor del plan de gestión para el Mediterráneo occidental en 2020. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa para 2026 una propuesta que limita la actividad a 9,6 días de pesca al año por embarcación, un recorte del 67% en el esfuerzo pesquero, que el propio sector califica de “barbaridad” e “inasumible”. La decisión se debatirá y votará en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE de los días 11 y 12 de diciembre.

La medida afecta a unas 557 embarcaciones de arrastre del Mediterráneo comunitario. En España, uno de los casos más extremos es el de Almería, donde más de 55 barcos podrían verse abocados, en la práctica, al “cierre total” si la propuesta saliera adelante sin cambios.


De 220 días a menos de diez: cinco años de tijeretazo

El origen de este escenario está en el Reglamento (UE) 2019/1022, que fijó el plan plurianual para las poblaciones demersales del Mediterráneo occidental. Desde el 1 de enero de 2020 se han ido reduciendo de forma gradual los días de actividad:

  • En 2019, muchos barcos podían salir a faenar hasta 220 días al año.
  • En 2020, el esfuerzo empezó a recortarse, tomando como referencia los días de pesca entre 2015 y 2017.
  • En 2025, la mayoría de buques se movían en torno a los 130 días de actividad, lo que ya supone una merma cercana al 40% respecto a 2020.

Este año, el Consejo de Ministros de Pesca solo autorizó inicialmente 27 días de pesca, que después se ampliaron mediante un “mecanismo de compensación” recogido en el Reglamento (UE) 2025/219: a cambio de introducir medidas técnicas adicionales —como cambios de mallas, instalación de “puertas voladoras” que no tocan el fondo o mejoras tecnológicas (sonares, GPS, etc.)—, los barcos han podido alcanzar 143 jornadas, acercándose a la media de 150 días de 2024.

Para el sector, la propuesta de reducir en 2026 a 9,6 días supone un salto cualitativo: “Hubiera sido más fácil decir que la flota de arrastre comunitaria del Mediterráneo occidental tenía que desaparecer y punto”, denuncian en una carta remitida al comisario europeo de Pesca y Océanos, Costas Kadis.


El caso de Almería: generaciones en la cuerda floja

En Almería, donde la pesca de arrastre sostiene a decenas de familias desde hace generaciones, el recorte se vive como una condena. En 2020, los barcos de la provincia pudieron salir alrededor de 190 días; en 2025, apenas unos 130–143, tras invertir en nuevos equipos y adaptarse a vedas más largas y estrictas.

Ahora, con menos de diez días de faena sobre la mesa para 2026, el sector almeriense habla ya de “cierre total de la flota” y de un golpe directo a toda la economía portuaria: lonjas, comercializadoras, suministros, talleres y servicios asociados.

“Siempre hemos tenido posibilidades de trabajo, con vedas y limitaciones, pero esto es otra cosa”, lamentan desde la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (FAAPE), cuyo presidente, José María Gallart, advierte de que la situación es ya “insostenible” y reclama que el Ministerio “ponga toda la carne en el asador” en Bruselas.


Un sector que ya ha aplicado medidas… y que cuestiona los argumentos

Las organizaciones representativas de la pesca de arrastre subrayan que la flota no parte de cero: lleva cinco años asumiendo reducciones de esfuerzo, cierres espacio–temporales, cambios de artes y mejoras técnicas para reducir el impacto en el ecosistema y permitir la recuperación de las poblaciones demersales.

Tanto CEPESCA como la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) critican que Bruselas haya ido cambiando el foco de la justificación científica: primero los recortes se vincularon al estado de la merluza; ahora, con informes que apuntan a una mejora de este stock, se invoca la situación de la cigala, especie que en algunas comunidades apenas representa una fracción mínima de las capturas (0,4% en la Comunidad Valenciana, 2,6% en Cataluña).

El secretario general de CEPESCA, Javier Garat, considera que las nuevas condiciones que propone la Comisión son “confusas y no siempre aplicables” y que no garantizan, ni siquiera aceptándolas, alcanzar el mismo número de días de 2025. Desde FNCP, Basilio Otero va más allá y afirma que la propuesta demuestra “una nula idea de lo que es el mundo del mar”, reprochando además que la UE regule el Mediterráneo “como si fuera solo europeo”, mientras flotas de terceros países como Marruecos, Argelia o Túnez “cuadruplican sus barcos”.


Técnica contra el cronómetro… y contra la cuenta de resultados

Sobre el papel, Bruselas vuelve a abrir la puerta a sumar algunos días extra por barco si se adoptan más medidas técnicas o cierres adicionales. En la práctica, muchos armadores dudan del recorrido real de ese mecanismo, y sobre todo, de su viabilidad económica.

Una sola puerta voladora, recuerdan, puede costar hasta 80.000 euros, de los que el armador debe asumir al menos un 30% aunque reciba ayudas. A ello se suman cambios sucesivos en mallas, equipos electrónicos y paradas biológicas cada vez más largas. “Menos días y capturas, y más medidas y gastos”, resumen en el sector, que siente que se le exige permanentemente “invertir más para trabajar menos”.


Llamamiento a una minoría de bloqueo en Bruselas

Ante este escenario, las organizaciones pesqueras reclaman una respuesta política fuerte. Tanto Otero (FNCP) como Garat (CEPESCA y Europêche) piden que España, Francia e Italia acudan al Consejo de Ministros de Pesca con una posición conjunta y formen una minoría de bloqueo frente a la propuesta de la Comisión.

“Los sectores francés e italiano están igual que nosotros, estamos alineados”, señalan. Su objetivo es forzar a la Comisión y al resto de Estados miembros a revisar a fondo el borrador, mantener al menos los días de actividad de 2025 y diseñar una senda de reducción del esfuerzo que tenga en cuenta la realidad socioeconómica de los puertos mediterráneos.


Más presión también en el Atlántico

El debate sobre el Mediterráneo se enmarca además en un contexto de tensiones paralelas en el Atlántico, donde España podría enfrentarse a recortes severos en cuotas de especies como la caballa (propuesta de -70%), la bacaladilla (-41%) o la cigala del Golfo de Cádiz (-50%), entre otras.

Para el sector, el mensaje que llega desde Bruselas es claro: menos días de mar, menos cuotas y más condicionantes técnicos al mismo tiempo, lo que dibuja un panorama de gran incertidumbre para la viabilidad de muchas empresas pesqueras, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.


A la espera del Consejo: entre la esperanza y el hartazgo

En los muelles del Mediterráneo, la sensación es de mezcla entre esperanza contenida y hartazgo. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha tratado de aliviar la campaña de final de año añadiendo 13 días a los 130 iniciales de 2025, especialmente pensando en la Navidad, pero el horizonte de 2026 con solo 9,6 días deja esa medida en un alivio temporal.

A pocos días del Consejo en Bruselas, los pescadores piden al Gobierno español que “luche por sus derechos” y que exija un replanteamiento de la propuesta. De lo contrario, advierten, el Mediterráneo occidental podría ver desaparecer en cuestión de años no solo una flota histórica, sino también lonjas, mercados y una cultura pesquera que ha marcado la vida de sus puertos durante generaciones.

El Gobierno Vasco pide colaboración al sector de la angula y ofrece compensaciones por el parón

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La población de anguila en los ríos vascos se sitúa en solo el 9,5% respecto a los años 70 y 80, y el Ejecutivo convoca a los anguleros para diseñar un nuevo plan de gestión

La situación de la angula en Euskadi ha entrado en fase crítica. El Gobierno Vasco ha vuelto a advertir de que el estado de la especie es “demoledor” y ha reclamado la colaboración del sector angulero para frenar su deterioro. El viceconsejero de Pesca, Leandro Azkue, explicó en comisión parlamentaria que la suspensión de la pesca se ha adoptado siguiendo los informes científicos, que alertan de un desplome histórico de las poblaciones.

Según las investigaciones disponibles, la cantidad de anguilas en los ríos vascos apenas alcanza el 9,5% de los niveles que se registraban en las décadas de 1970 y 1980. Sobre esta base, el Ejecutivo decidió parar la campaña de angula y abrir un nuevo escenario de gestión, en el que quiere implicar directamente a los profesionales.

El departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca ha convocado a la asociación de anguleros a una reunión el próximo martes. El objetivo es doble: por un lado, invitar al sector a participar en el diseño del nuevo Plan de Gestión de la Angula; por otro, tratar posibles compensaciones económicas por la suspensión de la actividad pesquera.

Azkue recordó que la mano tendida al sector no es nueva: “Pedimos al sector angulero que participe con la ciencia y, bajo el liderazgo del Gobierno Vasco, en el diseño del nuevo Plan de Gestión de la Angula. Estamos a tiempo de poder revertir la actual situación y asegurar de cara al futuro que la pesca de la especie sea sostenible y evitar así la desaparición de la misma”, subrayó en el Parlamento.

El plan actualmente vigente data de 2008, por lo que el Ejecutivo considera imprescindible su revisión y actualización a la luz del nuevo contexto ecológico y normativo. Para ello, el Gobierno Vasco ha llamado a participar no solo al sector angulero, sino también al centro tecnológico AZTI, a las diputaciones forales de Gipuzkoa y Bizkaia y al sector ecologista, con el propósito de construir un documento lo más consensuado posible.

El mensaje de fondo es claro: la angula, un recurso tradicionalmente ligado a las costas y ríos vascos, está en el límite, y cualquier opción de futuro pasa por combinar bases científicas sólidas, medidas de conservación estrictas y un diálogo real con quienes viven de la especie. La reunión del martes se perfila como un primer test para comprobar hasta qué punto el sector y la administración son capaces de remar juntos en la misma dirección.

La Cofradía de Mareantes de Hondarribia acerca siete siglos de historia pesquera a 1.200 jóvenes

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Done Pedro presenta dos libros en euskera y castellano para reforzar el vínculo de la juventud con la mar y apoyar a niños con cáncer

La Cofradía de Mareantes Done Pedro de Hondarribia ha dado un paso más en su misión de mantener viva la memoria marinera del municipio. Con el apoyo del Grupo de Acción Local Itsas Garapen y del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, la cofradía ha presentado dos nuevas publicaciones —en euskera y castellano— dirigidas a acercar a las personas jóvenes la historia, la tradición y la importancia del sector pesquero.

El acto oficial tuvo lugar en el auditorio de Itsas Etxe, convertido por unas horas en aula marítima gigante. Allí se reunieron cerca de 1.200 estudiantes de entre 6 y 17 años de los centros educativos Talaia, Ama Guadalupe y Egiluze, que siguieron las intervenciones y pudieron conocer de primera mano qué ha supuesto la pesca para Hondarribia a lo largo de los siglos.

El objetivo de la iniciativa es claro: fomentar el conocimiento sobre el mar, su cultura y los valores que la actividad pesquera ha aportado históricamente al municipio, y volver a situar las profesiones de la mar en el horizonte vital y laboral de las nuevas generaciones.


“Que vuelvan a ver la pesca como una opción digna y con futuro”

La apertura del acto corrió a cargo del alcalde de Hondarribia, Igor Enparan, que subrayó la importancia de estrechar la relación entre los centros educativos y el sector pesquero local.

Pero uno de los mensajes más contundentes llegó de la mano de Norberto Emazabel, presidente de la Cofradía Done Pedro y de la Federación de Pescadores de Gipuzkoa:

“Como presidente, para mí es muy importante que las futuras generaciones sepan y entiendan la relevancia del sector pesquero en nuestra identidad y en nuestro municipio, y que vuelvan a contemplar nuestro oficio como una opción laboral digna y con un futuro muy interesante”.

La consejera Amaia Barredo, titular de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, destacó el valor simbólico y educativo del proyecto:

“Estos libros recogen el legado de la cultura marítima de Hondarribia, reforzando los lazos intergeneracionales y transmitiendo a nuestros jóvenes los valores de la solidaridad, la valentía y el cuidado. A través de ellos, mantendremos viva la historia y la tradición, y fortaleceremos la comunidad del futuro”.

En el auditorio estuvieron también presentes, entre otros, Amaia Ausan (secretaria de la cofradía), miembros de la Junta Directiva, Miren Gamendia (directora de Opegui), Emeterio Urresti y Josu Ezenarro (presidente y secretario de la Cofradía Elkano de Getaria), representantes municipales de Hondarribia e Irún, así como las autoras Bakarne Atxukarro e Izaskun Zubialde y Nekane Lekuona Amantegi, trabajadora social en representación de la asociación Aspanogi.

Desde esta última entidad —la asociación de familias de menores con cáncer de Gipuzkoa— se agradeció especialmente “la sensibilidad del sector pesquero y el esfuerzo por unir cultura marinera y solidaridad”.


Una historia que se escribe desde 1361

Las dos publicaciones presentadas beben de una historia casi septingentaria. La Cofradía de Mareantes de San Pedro tiene su actividad regulada desde 1361, aunque el vínculo de Hondarribia con la mar es todavía más antiguo.

La primera de las obras, “1361 Done Pedro, Hondarribia”, está dirigida al público general. Con textos breves de Bakarne Atxukarro e Izaskun Zubialde e ilustraciones de Raquel Samitier, el libro recorre de forma accesible la trayectoria de la cofradía: su origen, su evolución y el papel que ha jugado en la vida económica, social y espiritual de la localidad.

La cofradía nació con una misión que va mucho más allá de organizar salidas de pesca: velar por la convivencia entre pescadores, atender a los más vulnerables, socorrer a barcos en peligro y garantizar la protección de viudas y huérfanos. Muchas de estas tareas de apoyo mutuo y protección social se han mantenido, adaptadas a los tiempos, a lo largo de casi siete siglos.


El niño que casi perdió la vida en la mar

La segunda publicación, “Rufino Berrotarán y los peligros de la mar”, adopta el formato de cuento infantil. Narra la experiencia de un niño hondarribiarra del siglo XIX que, con tan solo 11 años, sale a la mar junto a su tío —miembro de la cofradía— y vive una experiencia límite en la que está a punto de perder la vida.

El relato, escrito también por Atxukarro y Zubialde e ilustrado por Asun Egurza, permite abordar con los más pequeños cuestiones como el riesgo, la prudencia, el aprendizaje y el valor de la comunidad que sostiene a quienes viven del mar.

En ambos casos, el diseño gráfico lleva la firma de Javier Paris, que ha dotado a los libros de una estética cuidada y cercana al público juvenil, sin renunciar al rigor histórico y documental.


Libros que también viajan al hospital

La iniciativa tiene además una clara dimensión solidaria. Coincidiendo con estas fechas especiales, la Cofradía de Mareantes Done Pedro ha querido que las historias de Hondarribia y su mar lleguen también a quienes ahora no pueden acercarse a Itsas Etxe.

Gracias a la colaboración de Aspanogi, se han hecho llegar ejemplares de ambas publicaciones a los niños y jóvenes ingresados en el hospital oncológico de Gipuzkoa, acercándoles la cultura marinera del municipio desde sus habitaciones.

Además, los dos libros estarán a la venta en la tienda Done Pedro de Hondarribia, y el total del dinero recaudado se destinará íntegramente a Aspanogi, reforzando así el vínculo entre el sector pesquero y las familias de menores con cáncer.


Un puente entre las gentes de mar de hoy y las del mañana

Más allá de los datos y las cifras, el encuentro en Itsas Etxe ha querido simbolizar, en palabras de la propia cofradía, “la unión entre las personas de la mar de hoy y las generaciones que conformarán su futuro”.

En un momento en el que muchas vocaciones marineras se han ido perdiendo, la Cofradía de Mareantes Done Pedro reivindica, a través de estos libros, que la pesca sigue siendo una pieza clave de la identidad de Hondarribia, una fuente de valores como la solidaridad, la resistencia y el cuidado mutuo, y una opción profesional con sentido y futuro para los jóvenes del municipio.

Si la historia de la cofradía empezó a escribirse oficialmente en 1361, las páginas que se abren ahora con estas publicaciones apuntan a lo esencial: que sean las nuevas generaciones quienes decidan seguir escribiéndola.

La acuicultura europea, ante el espejo: mucha estrategia, poco despegue real hasta 2025

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La Comisión Europea ha presentado la primera evaluación a mitad de camino de las “Directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible y competitiva (2021–2030)” y de los Planes Estratégicos Nacionales Plurianuales (MNSP). El balance: mucho movimiento institucional y financiero, pero avances aún modestos en el agua y en las granjas.


Según el informe, la acuicultura de la UE produjo en 2023 alrededor de 1,05 millones de toneladas, con un valor aproximado de 4.800 millones de euros, lo que sitúa a la Unión como el décimo productor mundial, con apenas el 0,86 % del volumen global y el 1,6 % del valor.

Entre 2014 y 2023 el volumen ha caído un 1,7 % anual, mientras que el valor ha crecido un 3,4 % al año, impulsado por especies de mayor precio como trucha, salmón, dorada, lubina y atún rojo de engorde. La producción se concentra en cuatro países —España, Francia, Grecia e Italia— que suman dos tercios del total europeo.

El informe confirma además un dato preocupante: la fuerte caída del cultivo de moluscos, especialmente mejillón, por el impacto combinado de cambio climático, contaminación, calidad de aguas y presión de depredadores. En contraste, crecen desde niveles aún pequeños las algas y los crustáceos, y la piscicultura avanza de forma moderada.

En términos económicos, la acuicultura comunitaria muestra una ligera mejora del Valor Añadido Bruto (+10 % entre 2017 y 2022), pero con un descenso del beneficio operativo (EBIT) del 3 % y una productividad laboral y de capital a la baja. El retorno sobre la inversión se mantiene en torno al 8 %, estable pero lejos de un gran dinamismo.


Cuatro grandes objetivos… y muchas barreras antiguas

Las directrices de 2021 fijaban cuatro objetivos horizontales:

  1. Reforzar la resiliencia y competitividad.
  2. Impulsar la transición verde.
  3. Mejorar la aceptación social e información al consumidor.
  4. Aumentar conocimiento e innovación.INFORME DE ACUICULTURA

La evaluación reconoce que, desde Bruselas, se han dado pasos importantes:

  • Creación del Mecanismo de Asistencia para la Acuicultura (AAM) y de una base de conocimiento en línea, con documentos de buenas prácticas y cursos online.
  • Publicación de cinco documentos de trabajo sobre obstáculos clave: complejidad administrativa, planificación espacial, adaptación al clima y transición energética.
  • Lanzamiento de la Iniciativa de Algas de la UE y campañas de comunicación sobre la acuicultura europea.
  • Apoyo a proyectos mediante EMFF, EMFAF, Horizonte Europa, Interreg y la plataforma BlueInvest.INFORME DE ACUICULTURA

Los Estados miembros han alineado en general sus planes nacionales con estas directrices. Entre los avances detectados destacan:

  • Designación de zonas aptas para acuicultura en varios países, aunque todavía se traduce poco en nuevas concesiones.
  • Algunas reformas legales para agilizar licencias, si bien los procedimientos siguen siendo complejos y largos.
  • Medidas para mejorar el desempeño ambiental, el bienestar animal y la descarbonización, con adopción incipiente de energías renovables y economía circular.
  • Campañas de comunicación, iniciativas de turismo acuícola y trabajo en trazabilidad dentro de la nueva normativa de control.

Sin embargo, el informe concluye que el impacto global en el terreno es todavía limitado. Los grandes problemas que frenan el crecimiento —acceso al espacio y al agua, maraña administrativa, conflictos de uso del litoral y lenta adopción de innovaciones— siguen muy presentes.


Dinero hay: más de 200 millones, pero resultados discretos

En el plano financiero, la evaluación estima que los Estados miembros han comprometido en torno a 210 millones de euros del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (EMFAF) para acuicultura entre 2021 y 2024, bajo gestión compartida.

  • Aproximadamente el 35 % de esos fondos se dirige a resiliencia y diversificación (nuevas especies, nuevos productos, modernización).
  • Un 43 % apoya la transición verde: reducción de impactos, mejoras ambientales y eficiencia energética.
  • En cambio, el esfuerzo en sanidad y bienestar animal y en adaptación al cambio climático se considera todavía insuficiente, pese a su importancia para la resiliencia a largo plazo.

El papel del Consejo Consultivo y la necesidad de llegar al sector

El Consejo Consultivo de Acuicultura (AAC) ha participado activamente en la elaboración de documentos técnicos y en la discusión de las medidas, pero reconoce las dificultades inherentes a representar un sector muy diverso y fragmentado. El informe subraya que el AAC debe reforzar su papel en la difusión de estas buenas prácticas y orientaciones hacia los productores, y no solo hacia las administraciones.

La Comisión, por su parte, insiste en que muchos de los instrumentos necesarios ya están sobre la mesa, pero que la “traducción a cambios reales” depende ahora de la voluntad y capacidad de las autoridades nacionales y regionales, así como de la propia industria.


Qué falta para llegar a 2030

De cara a la segunda mitad del periodo 2021–2030, el informe plantea una agenda clara si la UE quiere cumplir sus objetivos:

  • Acelerar la simplificación de licencias y avanzar en una planificación espacial local que reserve espacio efectivo para la acuicultura.
  • Desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático específicas para el sector, con financiación asignada.
  • Incrementar el apoyo a sanidad y bienestar animal, claves para la competitividad.
  • Escalar el uso de energías renovables, prácticas de economía circular y sistemas de menor impacto ambiental.
  • Mejorar la difusión y adopción de las buenas prácticas y documentos técnicos elaborados por la Comisión y el AAM entre las autoridades regionales y los propios productores.

La conclusión es nítida: la brújula política está bien orientada y el marco de ayudas existe, pero si no se abordan de forma decidida los cuellos de botella estructurales, la acuicultura europea corre el riesgo de seguir estancada en un contexto global donde otros competidores sí están creciendo.

Uhinak 2026 pondrá el foco en la gestión municipal del cambio climático en el litoral

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El Congreso Internacional de Cambio Climático y Litoral incorporará mesas específicas para ayuntamientos y abrirá en enero el plazo de envío de comunicaciones

Uhinak, el Congreso Internacional de Cambio Climático y Litoral promovido por Ficoba y el centro tecnológico AZTI, ha dado este miércoles los primeros pasos de cara a su séptima edición. El Comité Técnico del congreso se ha reunido en el recinto ferial de Ficoba para perfilar las principales novedades de Uhinak 2026, que se celebrará los días 8 y 9 de octubre de 2026 (jueves y viernes) en Irun.

Fiel a su vocación de punto de encuentro entre comunidad científica, administraciones públicas y empresas, Uhinak quiere dar ahora un salto cualitativo reforzando su orientación práctica y su utilidad en la toma de decisiones ante los retos climáticos que afectan al litoral. La edición de 2026 pondrá el acento, de forma explícita, en la gestión del cambio climático a escala municipal, con especial atención a los ayuntamientos costeros.

Desde el Comité Técnico subrayan que la emergencia climática exige respuestas coordinadas y que Uhinak 2026 introduce “una evolución del formato, diseñada para facilitar el intercambio de experiencias reales y potenciar la aplicabilidad de las soluciones que se presenten”. El objetivo es que el congreso no se quede solo en la reflexión, sino que contribuya a trasladar el conocimiento científico y tecnológico a medidas concretas en las ciudades y pueblos del litoral.

Como principal novedad, el programa de esta séptima edición incluirá dos mesas redondas específicas para ayuntamientos y municipios, que se celebrarán durante la segunda jornada del congreso. En ellas se abordarán:

  • Los desafíos concretos a los que se enfrentan los municipios costeros ante el aumento del nivel del mar, los temporales, la erosión o las inundaciones.
  • Actuaciones ya implementadas en distintos territorios para adaptarse a la nueva realidad climática: planes de resiliencia, proyectos de protección de costa, ordenación urbanística, soluciones basadas en la naturaleza o infraestructuras verdes y azules.

Con esta iniciativa, Uhinak refuerza la participación de las administraciones locales, consideradas por la organización como agentes clave en la adaptación al cambio climático. Los municipios son, en muchos casos, la primera línea de respuesta frente a los impactos climáticos, y también quienes deben integrar esa perspectiva en su planificación urbana, su gestión de servicios y su relación con la ciudadanía.

Llamada a la comunidad científica, administraciones y empresas

El Comité Técnico ha confirmado además el calendario para el ‘call for abstracts’. El plazo para el envío de resúmenes se abrirá el 11 de enero de 2026 y permanecerá abierto hasta el 21 de abril de 2026.

Durante este periodo, la organización invitará a investigadores e investigadoras, administraciones públicas y empresas a presentar propuestas que contribuyan a construir un programa “útil, riguroso y orientado a la acción”. Se espera recibir aportaciones sobre:

  • Evaluación de impactos del cambio climático en el litoral.
  • Estrategias de adaptación y mitigación a escala local y regional.
  • Soluciones basadas en la naturaleza y restauración de ecosistemas costeros.
  • Herramientas de gobernanza, participación social y financiación.
  • Innovaciones tecnológicas aplicadas a la gestión del litoral y la resiliencia municipal.

La selección de comunicaciones buscará mantener el equilibrio que caracteriza a Uhinak: alto nivel científico, pero con un enfoque claramente pegado al terreno, de forma que los resultados puedan ser aprovechados por técnicos municipales, responsables políticos y agentes económicos vinculados al litoral.

Un foro consolidado ante retos crecientes

Con seis ediciones a sus espaldas, Uhinak se ha consolidado como un foro de referencia en el arco atlántico para debatir sobre los efectos del cambio climático en las zonas costeras y las respuestas que exige una realidad cada vez más evidente. La apuesta para 2026 confirma esa evolución: más diálogo entre ciencia y administración, más protagonismo para los municipios y mayor énfasis en experiencias reales que puedan inspirar nuevos proyectos.

A menos de un año de su celebración, la maquinaria del congreso se pone ya en marcha: el lanzamiento del ‘call for abstracts’, la definición de las grandes líneas del programa y la búsqueda de casos prácticos que permitan que, cuando en octubre de 2026 se abran las puertas de Ficoba, Uhinak vuelva a ser un espacio donde compartir conocimiento, contrastar enfoques y, sobre todo, avanzar en la adaptación de nuestras costas al cambio climático desde lo local.

Tailandia se convierte en el nuevo gran mercado asiático del salmón, por delante de Japón y Corea

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El boom de la clase media urbana, la fiebre por el sushi y la fuerza del canal horeca han impulsado a Tailandia al segundo puesto asiático para el salmón noruego, superando a Japón y Corea del Sur.


Hasta hace poco, cuando se hablaba de grandes destinos asiáticos para el salmón, los nombres salían casi solos: Japón y Corea del Sur. Hoy, las cifras cuentan otra historia. Tailandia, apoyada en una demanda interna en plena expansión, se ha colocado ya como segundo mayor mercado asiático para el salmón y la trucha noruegos por volumen, adelantando a esos dos gigantes tradicionales.

Según los últimos datos del Consejo Noruego de Productos del Mar, las exportaciones combinadas de salmón y trucha a Tailandia han crecido con fuerza durante 2025, hasta situar al país como el segundo mercado asiático de Noruega en volumen, solo por detrás de China.

En los siete primeros meses de 2025, Tailandia importó 14.511 toneladas de salmón noruego, un aumento del 50 % respecto al mismo periodo del año anterior, y 5.285 toneladas de trucha, un 15 % más.

Esa escalada tiene continuidad en el valor: en los últimos cinco años, el valor de las exportaciones de salmón noruego a Tailandia se ha más que duplicado, hasta rondar los 187 millones de dólares en 2024.

Los analistas de mercado estiman que las importaciones totales de salmón en Tailandia crecieron un 36,5 % entre 2023 y 2024, con una tasa media anual del 23 % desde 2020, lo que confirma una tendencia estructural al alza.

Noruega, dueña clara del tablero

Aunque Chile y Estados Unidos también suministran salmón al mercado tailandés, Noruega se ha consolidado como proveedor dominante. En 2022 ya controlaba en torno al 64 % de las importaciones de salmón de Tailandia, y en 2025 esa cuota habría subido por encima del 73 %, según los últimos comunicados del propio Consejo Noruego.

En palabras de la representante del Consejo en el Sudeste Asiático, el apetito tailandés por el salmón noruego “no muestra signos de estancarse”, apoyado en una fuerte preferencia del consumidor y precios competitivos.

Sushi, delivery y clase media: los motores del boom

La explicación no está solo en las estadísticas de comercio, sino en la transformación del consumidor tailandés.
Algunos factores clave:

  • Explosión de la cocina japonesa: Tailandia cuenta ya con alrededor de 5.700 restaurantes japoneses, muchos de ellos en Bangkok y grandes centros comerciales, donde el salmón noruego es protagonista en sushi, sashimi y pokés.
  • Una clase media urbana en expansión, con mayor renta disponible y familiarizada con tendencias globales de alimentación saludable.
  • Canales modernos y delivery: supermercados premium, e-commerce y plataformas de comida a domicilio han puesto el salmón al alcance de un público mucho más amplio, no solo de las grandes ciudades.
  • Percepción de salud y calidad: el salmón se asocia a proteína “limpia”, omega-3 y dieta equilibrada, un mensaje que encaja bien con consumidores preocupados por salud y bienestar.

Todo ello ocurre en un contexto en el que Asia gana peso frente a Europa y Estados Unidos como destino de las exportaciones de salmón noruego: en los últimos meses, la cuota asiática ha pasado del 18-20 % a algo más del 21 %, mientras cae la participación de la UE.

Japón y Corea, desbancados del segundo puesto

Tanto Japón como Corea del Sur siguen siendo grandes consumidores de salmón, pero su crecimiento es mucho más moderado. En 2025, Tailandia ha pasado a absorber mayores volúmenes de salmón y trucha noruegos que ambos países, lo que la convierte en el segundo mercado asiático en volumen.

La combinación de precios atractivos, una red densa de restaurantes japoneses, y una menor madurez del mercado que en Japón —donde el consumo de pescado lleva años estancado o declinando— haría de Tailandia una plaza con mayor margen de crecimiento para la próxima década.

Retos y oportunidades para la cadena de valor

El “boom” tailandés del salmón abre oportunidades, pero también desafíos:

  • Competencia creciente: Chile, Reino Unido y otros orígenes disputan espacios en el lineal y en horeca, aunque hoy Noruega mantiene una ventaja clara.
  • Sensibilidad al precio: la inflación alimentaria y la presión sobre el coste de vida pueden frenar el crecimiento si el salmón se percibe como un producto de lujo.
  • Exigencia en sostenibilidad y trazabilidad: cadenas de distribución y consumidores asiáticos incorporan cada vez más criterios de origen responsable, certificaciones y huella ambiental, algo que puede beneficiar a productores con altos estándares, pero obliga a mantener una comunicación transparente.

Pese a estos retos, el mensaje que dejan los datos es claro: Tailandia se ha convertido en uno de los epicentros del consumo de salmón en Asia, un país donde el filete noruego ha saltado del restaurante especializado al plato cotidiano de una parte creciente de la población.

Para productores, procesadores y distribuidores de pescado, seguir de cerca lo que ocurre en Bangkok, Chiang Mai o Phuket ya no es opcional: es una ventana adelantada a cómo puede evolucionar el consumo de pescado premium en el resto del Sudeste Asiático.

La UE aprieta las tuercas: el marisco británico se enfrenta a nuevas y duras normas de exportación desde enero de 2026

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Bruselas exigirá más trazabilidad y detalle sobre el procesado de los productos pesqueros, obligando a la industria británica a adaptar sistemas, registros y documentación si quiere seguir vendiendo al mercado europeo.


La industria pesquera y transformadora del Reino Unido afronta un nuevo salto regulatorio en su relación con la Unión Europea. A partir del 10 de enero de 2026 entran en vigor cambios profundos en las normas comunitarias contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), que obligarán a los exportadores británicos a aportar mucha más información para cada envío de pescado y marisco que cruce el Canal.

Aunque se trata de legislación europea, Londres ha decidido adelantarse unos días: el Fish Export Service (FES), la plataforma oficial para generar certificados de captura y demás documentos, se actualizará la tarde del 8 de enero de 2026 y, desde ese momento, los nuevos campos pasarán a ser obligatorios para poder emitir la documentación y exportar.

Más datos por envío: del arte de pesca al primer transporte

El cambio de fondo es claro: Bruselas quiere reforzar al máximo la trazabilidad y cerrar resquicios que puedan facilitar la entrada de productos procedentes de pesca INDNR. Para ello, a partir de enero los certificados de captura que acompañan a los productos pesqueros con destino a la UE deberán incluir nueva información obligatoria:

  • Fecha de inicio del viaje de pesca.
  • Tipo de arte utilizado.
  • Detalles del primer modo de transporte al salir del Reino Unido (camión, barco, etc.).
  • Zona de captura, indicando en qué zona económica exclusiva se produjo la pesca, si hubo actividad en alta mar y si existe interés de alguna organización regional de ordenación pesquera (OROP).

Esta información ya puede empezar a cargarse en el sistema, pero será a partir del 10 de enero cuando se convierta en requisito indispensable para que el exportador pueda obtener la documentación y, en la práctica, mover la mercancía.

Organismos como Seafish y la Marine Management Organisation (MMO) llevan semanas avisando: quien no adapte sus sistemas de registro y no se acostumbre a trabajar con los nuevos formatos, sencillamente no podrá seguir exportando a la UE a partir de esa fecha.

El gran giro: “procesar” será casi todo… y exigirá un nuevo documento

El elemento más sensible para la industria procesadora británica es la ampliación radical de lo que la UE considera “procesado” y la obligación de acompañar cada envío con una nueva processing statement (declaración de procesado) cuando el producto haya sido transformado en el Reino Unido antes de exportarse.

Cualquier producto que, tras ser desembarcado por un buque británico, sea:

  • cortado o fileteado,
  • enlatado, ahumado o salado,
  • cocinado, encurtido, secado,
  • o preparado “de cualquier otra forma para el mercado”,

se considerará procesado, y exigirá dos documentos:

  1. Un certificado de captura que recoja el peso original desembarcado destinado a exportación.
  2. Una declaración de procesado que detalle qué se ha hecho con ese pescado y qué peso de cada especie contiene el producto final.

Quedan fuera, de momento, los productos que únicamente han sido congelados y/o envasados, así como una serie de moluscos (vieiras, mejillones, almejas, berberechos, ostras, etc.) y harinas o pellets destinados a consumo humano, que están excluidos de la definición de “productos pesqueros” a efectos de la documentación INDNR.

La MMO ha dejado claro que estas nuevas declaraciones de procesado deberán especificar, para cada producto y especie, los pesos vinculados a los certificados de captura correspondientes, lo que supone un salto importante en las exigencias de registro interno para muchas plantas.

“Fish, Trace, Ship”: campaña a contrarreloj

Consciente del impacto sobre una cadena de suministro muy fragmentada, la Administración británica ha lanzado la campaña nacional “Fish, Trace, Ship”, gestionada por la MMO. El objetivo es doble: explicar qué cambia exactamente en certificados, declaraciones de procesado y futuros documentos de “no manipulación”, y empujar al sector a adoptar cuanto antes los nuevos formatos.

El FES se está actualizando para poder emitir todos los documentos requeridos por la UE –certificados de captura, processing statements y documentos de no manipulación–, pero esa capacidad técnica solo servirá si cada eslabón de la cadena (pescadores, compradores en lonja, procesadores, almacenistas y exportadores) suministra a tiempo la información correcta.

Seafish, por su parte, está organizando foros, seminarios y sesiones informativas para trasladar al sector los detalles de las nuevas reglas y resolver dudas, en coordinación con la MMO y las administraciones descentralizadas.

Riesgos para pymes… pero también una apuesta por la trazabilidad

Las nuevas exigencias llegan en un contexto en el que la UE sigue siendo, con diferencia, el principal destino de las exportaciones británicas de pescado y marisco. Mantener fluidez en ese comercio es vital para la rentabilidad de muchas flotas, plantas de procesado y empresas logísticas.

Para las grandes compañías, con departamentos de calidad y sistemas informáticos avanzados, el reto pasa sobre todo por rediseñar flujos internos y adaptar software de gestión. Para muchas pymes –pequeñas plantas que filetean, ahúman o transforman producto fresco para el mercado europeo– el salto puede ser mayor:

  • Necesitarán registrar con precisión el origen y el peso de cada especie que entra en cada lote.
  • Deberán vincular esos pesos a certificados de captura concretos.
  • Tendrán que familiarizarse con nuevas aplicaciones y campos en el FES.

Las organizaciones sectoriales han advertido de que los costes administrativos y de formación pueden ser significativos, especialmente para negocios con poco personal. Al mismo tiempo, reconocen que un sistema más robusto de trazabilidad y control puede reforzar la imagen de los productos británicos en un mercado europeo cada vez más sensible al origen y la legalidad de las capturas.

Lucha contra la pesca INDNR y contexto político

En el fondo, estas novedades forman parte de la revisión del régimen europeo de lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, que incluye la generalización de la plataforma digital EU CATCH para la tramitación de certificados de captura por parte de los importadores comunitarios.

Bruselas busca cerrar cualquier resquicio en el que el rastro documental del pescado se vuelva borroso: desde el momento en que el barco zarpa y lanza sus artes de pesca hasta el envío final a un comprador europeo, pasando por cada operación de transformación. El endurecimiento de las reglas para el marisco británico no está vinculado al llamado “reset” en la relación política UE–Reino Unido de 2025, y se aplicará igualmente a otros terceros países que exportan al mercado comunitario.

Cuenta atrás hacia enero de 2026

Con apenas semanas por delante, el mensaje de las autoridades británicas al sector es tajante: la adaptación debe empezar ya. Quien no se acostumbre a trabajar con los nuevos campos de los certificados de captura, quien no tenga clara la definición ampliada de “procesado”, o quien no pueda generar adecuadamente las nuevas processing statements, se arriesga a ver sus camiones parados en origen o en frontera a partir de enero.

Para una industria que ya ha sufrido años de fricciones comerciales tras el Brexit, estos “duros” nuevos requisitos de exportación suponen tanto un desafío logístico como una prueba de fuego: demostrar que es capaz de ofrecer a la UE el nivel de trazabilidad y cumplimiento que exige en su lucha global contra la pesca ilegal, sin perder competitividad ni cerrar la puerta de su principal mercado.