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sábado, diciembre 13, 2025
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La ISSF amplía su herramienta de transparencia sobre sostenibilidad en la pesca del atún

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El rediseño de la base de datos VOSI permite rastrear más prácticas sostenibles, especialmente en buques palangreros, y refuerza el control sobre la cadena global de suministro de atún

La Fundación Internacional para la Sostenibilidad de los Productos del Mar (ISSF, por sus siglas en inglés) ha presentado una versión completamente rediseñada de su herramienta de transparencia VOSI (Vessels in Other Sustainability Initiatives), una base de datos pública única en el mundo que permite conocer qué buques atuneros participan en proyectos y certificaciones de pesca sostenible.

Esta actualización del VOSI amplía el número de buenas prácticas rastreadas, con un enfoque especial en las embarcaciones palangreras, e incluye indicadores relacionados con la protección de especies vulnerables como tiburones y tortugas marinas. Entre las nuevas prácticas monitorizadas se encuentran el uso de anzuelos circulares, cebos de peces óseos, líneas monofilamento, la prohibición de cortar aletas de tiburón, y la evitación de líneas especiales para capturar escualos.

“Esta evolución del VOSI refuerza la transparencia y apoya los esfuerzos globales basados en el mercado y las ONG para mejorar las prácticas en las pesquerías de atún”, explicó Susan Jackson, presidenta de ISSF. “Conecta las políticas con su implementación práctica a bordo de los buques”.

Más allá de la regulación

A diferencia de otros sistemas de monitoreo, VOSI ofrece una visión que va más allá del cumplimiento legal mínimo, al rastrear compromisos voluntarios en áreas como:

  • Uso de FADs (dispositivos de concentración de peces) totalmente no enmallantes
  • Reportes diarios de biomasa vía ecosonda
  • Participación en pruebas de FADs biodegradables
  • Colaboración en programas de recuperación de FADs perdidos o abandonados
  • Participación en pesquerías certificadas por MSC o en proceso de mejora (FIPs)
  • Adopción de programas de mejora para alcanzar los estándares MSC

Todas estas acciones son verificadas de forma independiente por la consultora MRAG Americas, que audita la documentación aportada por los armadores cada año, garantizando que los compromisos sean no solo visibles, sino también creíbles.

Más de 800 buques en una plataforma accesible y mejorada

Con más de 800 buques registrados, el nuevo VOSI incorpora una interfaz visual tipo tarjetas que permite buscar embarcaciones por nombre, bandera, tipo de iniciativa o prácticas adoptadas. Además, se ha integrado el acceso directo a los datos del Registro Proactivo de Buques (PVR) sin abandonar la plataforma, ofreciendo una visión completa del desempeño sostenible de cada embarcación.

Esta herramienta se alinea con iniciativas globales como el Tuna Transparency Pledge (Compromiso por la Transparencia en la Pesca del Atún), impulsado por The Nature Conservancy, que promueve la monitorización del 100% de la actividad pesquera en alta mar.

“El mercado necesita pruebas reales de que los compromisos de sostenibilidad son más que declaraciones”, afirmó Kathryn Novak, directora de Biodiversidad en Sustainable Fisheries Partnership (SFP). “VOSI aporta ese valor añadido mostrando prácticas concretas y verificadas como la mitigación de capturas accesorias y la recuperación de FADs”.

Transparencia al alcance de todos

El acceso a la herramienta VOSI es público y gratuito y está diseñado para ser útil tanto a compradores de productos del mar, como a minoristas, ONG y organismos de certificación. Las funcionalidades permiten “fijar” embarcaciones favoritas y exportar datos para análisis detallados o seguimiento.

Para explorar esta herramienta pionera en sostenibilidad pesquera, los usuarios pueden visitar:
👉 https://www.iss-foundation.org/vosi-database

Cuarenta mil kilos de atún rojo en tres días: la pesca recreativa fulmina el cupo entre polémicas y preguntas

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La escena podría parecer una proeza deportiva, si no fuera por la especie implicada. Casi 40.000 kilos de atún rojo —Thunnus thynnus, el gran pez migrador protegido por normas europeas y nacionales— fueron capturados entre el lunes 16 y el miércoles 18 de junio por pescadores recreativos en aguas españolas. En tan solo tres días, un contingente de unas 1.900 embarcaciones con licencia especial agotó el cupo reservado para toda la temporada, que iba a extenderse hasta el 14 de octubre. El resultado: cierre inmediato y definitivo de la campaña por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.


“Pesca sin muerte”… pero con 500 ejemplares desembarcados

La normativa era clara: solo se permite pesca recreativa sin muerte, es decir, devolver el atún vivo al mar. Solo en caso de muerte accidental del ejemplar, puede ser embarcado. Pero las cifras cuentan otra historia: 500 atunes rojos —con un peso mínimo de 30 kilos o una longitud de al menos 115 cm— murieron “accidentalmente” durante las capturas. Un eufemismo que, a ojos de muchos expertos, revela el fracaso del modelo actual de control y sostenibilidad.

La mayoría de esas capturas —alrededor del 75 %— ocurrieron frente a las costas de la Comunidad Valenciana, con especial protagonismo en las provincias de Valencia, Alicante y Castellón. Tras ellas, siguieron Cádiz y Guipúzcoa, aunque con menores volúmenes.


Una carrera contra el tiempo (y contra el pez)

Fuentes del sector recreativo argumentan que el problema no es de mala fe, sino de biología y física: el atún rojo, una vez pica el anzuelo, entra en una lucha extrema por soltarse. Si esa pelea se alarga, las posibilidades de supervivencia disminuyen rápidamente. El resultado: muertes que ya no permiten la suelta.

El ministerio, por su parte, actuó con rapidez: el mismo miércoles 18 anunció el cierre temporal de la campaña, y el jueves 19 lo convirtió en definitivo. La razón: el cupo recreativo de 39.940 kilos había sido completamente consumido. A partir de entonces, quedaba prohibido pescar, tener a bordo o desembarcar atún rojo.


Un porcentaje mínimo, un debate máximo

Aunque el volumen capturado por recreativos representa apenas el 0,55 % de la cuota total española —de 6,78 millones de kilos en 2025—, el episodio ha generado un intenso debate sobre la gestión del recurso y el papel de la pesca deportiva en su sostenibilidad. La mayoría de esa cuota corresponde a la flota profesional y a las almadrabas, métodos tradicionales y altamente regulados.

Sin embargo, la rapidez con la que se ha agotado el cupo en el segmento recreativo pone en tela de juicio la eficacia del control y seguimiento de este tipo de pesquerías. La exigencia de comunicar capturas, preavisar llegada a puerto y rellenar declaraciones parece, en la práctica, quedar desbordada por la velocidad de los hechos.


Sin venta posible, pero con muchos interrogantes

Los pescadores recreativos no pueden comercializar el atún que capturan. La legislación lo prohíbe tajantemente. Pero la masividad del desembarco plantea preguntas legítimas: ¿dónde va ese pescado? ¿Hay suficiente trazabilidad? ¿Se respetan las obligaciones de declaración?

El modelo, según algunos analistas, necesita una revisión urgente. “No tiene sentido hablar de pesca sin muerte si las tasas de mortalidad son tan altas”, señala un biólogo marino consultado. “O se mejora la formación y el control de las embarcaciones, o se replantea el modelo de autorizaciones”.


Una tendencia que se repite… y se acelera

Lo ocurrido en 2025 no es un hecho aislado. En 2024 también se cerró en tres días. En 2023 y 2022, algo más tarde: el 21 de junio. Y en 2021 y 2020, el 23. Cada año, con cupos diferentes, el tiempo de pesca recreativa efectiva se acorta, al ritmo de una presión creciente sobre una especie icónica y comercialmente valiosa.


¿Recreo o sobrepesca?

En el fondo, la controversia revela una tensión no resuelta entre el acceso ciudadano al mar y la necesidad de proteger especies vulnerables. El atún rojo, tras décadas de sobreexplotación, es un caso de éxito parcial en recuperación. Pero la sostenibilidad no es solo cuestión de cuotas: es también de ética, técnica y vigilancia.

Por ahora, el recreo terminó. Pero el debate está servido. Y el mar, una vez más, en el centro de la política y la polémica.

Cuota española

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación asignó la cuota de 6.783 toneladas de atún rojo que corresponde a España en 2025 entre los 819 buques pesqueros y almadrabas incluidos en el censo específico para la pesca de esta especie.

Así lo establece, la Resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado, que sigue los criterios establecidos por el Real Decreto 46/2019, de 8 de febrero, que regula la pesquería de atún rojo en el Atlántico oriental y el Mediterráneo.

El grueso de la cuota española, 5.911,98 toneladas (87,15 % del total) se destinó a los buques incluidos en las listas a, b, c, d y e del censo específico, que corresponden, respectivamente, a las flotas de cebo vivo del Cantábrico, de cañas y líneas de mano del estrecho de Gibraltar, de palangre y línea de mano, de cerco del Mediterráneo y las almadrabas.

El 11,69 % (793,6 toneladas) de la cuota podrá ser capturada por los buques con base en los puertos en Canarias (lista f), buques de artes menores del Mediterráneo (g) y buques artesanales del estrecho de Gibraltar (h).

La cantidad restante se destina a cubrir la captura accesoria de las flotas de palangre de superficie y curricán para bonito del norte y la pesca recreativa. Además, se reservan 27,13 toneladas (0,4 % del total) para cubrir supuestos en que se sobrepase la cuota y capturas realizadas por flotas no incluidas en las listas del censo específico.

Preocupación europea por la ampliación de áreas marinas protegidas británicas

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El anuncio del Reino Unido de ampliar significativamente sus áreas marinas protegidas (AMP) ha encendido las alarmas en el sector pesquero euroa, principalmente en la regiones de Francia como las de Hauts-de-France y Normandía. A partir del 1 de septiembre, el Reino Unido pretende prohibir el arrastre de fondo en 41 AMP, frente a las 13 actuales, lo que supondrá un fuerte impacto para la flota francesa que faena habitualmente en esas aguas.

Frente a esta medida, el Ministerio francés de la Mar y de la Pesca ha confirmado que la ministra Agnès Pannier-Runacher participará activamente en las consultas públicas británicas, un paso crucial en defensa de los intereses del sector pesquero galo.

Zonas claves para la pesca artesanal

Entre las zonas más afectadas figuran cinco AMP situadas justo frente a Boulogne-sur-Mer, uno de los principales puertos pesqueros de Europa. En esa franja marítima, se capturan especies como el calamar, el salmonete y la caballa, fundamentales para la economía pesquera local.

«No veo todavía qué vamos a poder hacer», declara con preocupación Bruno Margollé, presidente de la Cooperativa Marítima de Étaples, al considerar que el plazo de doce semanas para la consulta pública es extremadamente corto. Para él, la decisión británica es “cerrada” y “diabólica”, con consecuencias difíciles de revertir.

Desde el Comité Regional de Pesca de Hauts-de-France (CRPMEM), su presidente Olivier Leprêtre también se ha manifestado preocupado: «En esas zonas se pesca mucho durante el verano, especialmente en el Mar del Norte. Nos van a expulsar de caladeros vitales».

Francia se moviliza ante la ONU y en consultas bilaterales

El anuncio británico fue hecho público durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (UNOC), el pasado 9 de junio, en un gesto que ha sido interpretado por el sector francés como una decisión unilateral que no respeta el equilibrio post-Brexit en las aguas compartidas.

La participación de la ministra francesa en las consultas británicas busca reabrir el diálogo técnico y diplomático, con el objetivo de defender los derechos históricos de pesca de la flota francesa en aguas ahora sujetas a nuevas restricciones ambientales.

Sostenibilidad vs. supervivencia económica

Aunque la protección de los ecosistemas marinos es una prioridad reconocida por todos los países ribereños, los profesionales franceses temen que estas decisiones se tomen sin coordinación internacional y que la sostenibilidad ambiental se imponga a costa de la viabilidad económica de comunidades enteras que dependen de la pesca.

«No estamos en contra de proteger el medio marino, pero necesitamos tiempo, diálogo y alternativas reales», subraya Leprêtre.


La decisión del Reino Unido reabre un frente de tensión con Francia en materia pesquera, en un contexto aún sensible tras el Brexit. La participación activa de la ministra Agnès Pannier-Runacher en las consultas británicas será clave para tratar de garantizar un equilibrio entre conservación y actividad pesquera sostenible, defendiendo al mismo tiempo los intereses económicos de la flota francesa.

El mercado de cultivo de rodaballo funciona como un oligopolio

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El estudio «Price and market structure in the European market of farmed turbot» demuestra que el mercado de cultivo de rodaballo funciona como un oligopolio

  • Los autores/as son : José Fernández Polanco (Univ. Cantabria), Raquel Fernández González (Univ. Vigo), Trond Bjorndal (SNF, Noruega)
  • Evento de presentación: Congreso de la World Aquaculture Society (New Orleans, marzo 2025) Fuente: was.org.
  • Objetivo: Analizar la estructura del mercado del rodaballo de cultivo en Europa evaluando si existen condiciones competitivas o concentradas (oligopolísticas), y cómo interactúa este mercado con el rodaballo salvaje.

  • El mercado está dominado por tres grandes empresas, estructura típica de oligopolio .
  • Estas compañías evitan la competencia de precios, buscando mantener márgenes estables en lugar de competir por precio.

  • Con datos de ventas «ex-farm» (granjas), especialmente de una gran empresa portuguesa (Flatlantic), y flujos comerciales de rodaballo a España, se realizaron pruebas de co-integración.
  • Los resultados muestran que la demanda es inelástica al precio, lo que invalida la suposición de mercado perfectamente competitivo .
  • Además, se constató una integración de precios entre las variedades cultivadas y salvajes: los precios del rodaballo de cultivo influyen directamente en los del salvaje, especialmente el holandés exportado a España

Conclusiones principales

  1. El mercado del rodaballo de cultivo en la UE funciona como oligopolio, donde pocas empresas dominan y controlan precios.
  2. Los productores de rodaballo cultivado no compiten por precio, sino por estabilidad de márgenes.
  3. La producción de cultivo, al ofrecer una fuente predecible y abundante, atenúa la volatilidad de precios en el sector salvaje, lo que beneficia a ambos mercados.

Implicaciones del estudio

  • Política y regulación: La naturaleza oligopólica del sector sugiere la necesidad de vigilancia antimonopolio para evitar prácticas desleales y asegurar condiciones de mercado equitativas.
  • Impacto en los pescadores salvajes: La producción de rodaballo cultivado actúa como estabilizador económico, reduciendo fluctuaciones de precios que afectan al sector extractivo.
  • Oportunidades para productores pequeños: El modelo dominado por grandes actores implica barreras de entrada altas para nuevos productores, lo que limita la expansión de la industria de cultivo.

Cierre positivo de la campaña de atún rojo en Tarifa: 1.402 toneladas capturadas

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La campaña de pesca de atún rojo mediante el método tradicional de almadraba concluyó con éxito, con un total de 1.402 toneladas capturadas, según la Organización de Productores Pesqueros que agrupa las almadrabas de Barbate, Conil y Tarifa.

La campaña enfrentó importantes dificultades al inicio debido a una huelga indefinida de inspectores de pesca, que paralizó temporalmente las actividades A pesar de esto, las almadrabas pudieron retomar su actividad tras negociaciones y modificar sus planes sobre la marcha.

Además, para alcanzar el volumen final, fue esencial la compra de cupos sobrantes de otras pesquerías nacionales que no habían agotado su cuota. Esta adquisición resultó indispensable para asegurar la viabilidad económica del sector almadrabero

Una campaña crucial para la economía local y los mercados internacionales

Marta Crespo, portavoz de la organización, subrayó que las almadrabas dependen casi exclusivamente del atún rojo, a diferencia de otros sectores con mayor diversificación. Por ello, cada campaña es fundamental no solo para la pesca, sino también para sostener el empleo y la economía de numerosas familias en Cádiz

La comercialización del atún rojo salvaje, especialmente orientada al mercado japonés, representa un importante ingreso, ya que este pescado es conocido como el «oro rojo del mar español».

Reivindicación: aumento de cuotas para las almadrabas

El sector ha lanzado un llamamiento urgente a las autoridades nacionales y al organismo internacional ICCAT para que aumenten las cuotas asignadas a las almadrabas. Crespo argumenta que el recurso se encuentra en niveles de recuperación, lo que justifica una mayor asignación

Este reclamo se plantea ante la próxima reunión de ICCAT en noviembre, que se celebrará en Sevilla, y donde el sector espera que se revise al alza la distribución de cuota.

Riesgos y enseñanzas de la campaña

  1. Vulnerabilidad ante la huelga: Las paralizaciones iniciales evidenciaron la dependencia del sector de la supervisión oficial.
  2. Compra de cuota como solución temporal: Aunque eficaz, no puede sustituir una asignación estructural adecuada.
  3. Necesidad de estabilidad: El sector pide una revisión permanente de cuotas para evitar situaciones críticas en el futuro

Datos clave de la temporada

  • Toneladas capturadas: 1.402 t.
  • Huelga de inspectores: retrasó el inicio de la campaña.
  • Compra de cupos sobrantes: esencial para alcanzar el objetivo.
  • Cuota asignada a Tarifa: 349,45 t (temporada 2025) comparado con la captura final
  • Próxima reunión ICCAT: noviembre en Sevilla, con la esperanza de un aumento de cupo.

El balance es positivo desde el punto de vista operativo, pero la campaña deja en evidencia una estructura aún frágil. El sector reclama cambios urgentes y sostenidos, que permitan a las almadrabas afrontar futuros desafíos con responsabilidad, previsión y estabilidad, protegiendo tanto el recurso como el legado cultural y económico de esta pesca milenaria.

La acuicultura española reclama igualdad normativa para el pescado importado

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APROMAR, la Asociación Empresarial de Acuicultura de España, solicita a las instituciones europeas medidas para favorecer la reciprocidad normativa con terceros países y socios no comunitarios para evitar un desequilibrio competitivo respecto al sector de la acuicultura español; ya que las exigencias de calidad del pescado de importación están lejos de los altos estándares nacionales.

La investigadora del CSIC y miembro del Comité Científico de Acuicultura de España, Ariadna Sitjà, asegura que la acuicultura española “fortalece la economía local, y reduce la dependencia de importaciones de países con regulaciones menos estrictas”. La trazabilidad juega un papel clave en la acuicultura española, proporcionando información precisa sobre todas las fases: producción, transformación y distribución.

La acuicultura española se ha consolidado como uno de los pilares del abastecimiento de pescado de alta calidad en el mercado nacional, un sector que cumple los estándares más estrictos en materia de sanidad, sostenibilidad y bienestar animal. Sin embargo, los productos acuícolas importados que llegan al mercado europeo no siempre están sujetos a esos mismos niveles de exigencia, lo que genera un desequilibrio competitivo que amenaza la viabilidad de las instalaciones de acuicultura en España. 

Por ello, APROMAR reclama que se apliquen condiciones de reciprocidad a las importaciones procedentes de terceros países y de países europeos no comunitarios, de forma que cualquier producto acuícola que acceda al mercado común europeo lo haga bajo los mismos criterios regulatorios que aplican para la producción de esos mismos pescados en la Unión Europea.

El pescado importado de terceros países “suele tener costes de producción más bajos debido a regulaciones menos exigentes, entre las que se encuentran las condiciones laborales. Esto afecta a la competitividad de los productores nacionales, quienes deben cumplir con normativas más estrictas para garantizar calidad y sostenibilidad”, señala Ariadna Sitjà Bobadilla, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), directora del Instituto de Acuicultura Torre de la Sal y miembro del Comité Científico de Acuicultura de España. Y añade: “El pescado importado suele producirse en condiciones menos estrictas, lo que genera una competencia desleal para los productores españoles, que operan bajo una de las legislaciones más exigentes del mundo”.

España cuenta con un sólido marco regulatorio para garantizar la seguridad alimentaria y trazabilidad del pescado que llega al consumidor. En este sentido, el Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria (PNCOCA), gestionado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, establece inspecciones periódicas, medidas de bioseguridad para proveer de una trazabilidad integral. Además, la legislación de la Unión Europea obliga a que todos los productos de pesca y acuicultura sean plenamente trazables en todas las fases de la cadena: producción, transformación y distribución.

“La trazabilidad juega un papel clave al proporcionar información clara sobre origen y método de producción. Todo el pescado a la venta debe tener visible la etiqueta donde indica su origen, zona de captura, puerto de desembarco, si es de pesquerías o de crianza, etc.”, explica Sitjà. Además, la trazabilidad, que en la UE es obligatoria en todas las fases de la cadena –desde la producción hasta la distribución–, no siempre se garantiza en los productos llegados del exterior. 

Sitjà subraya que esta información debería ser clara y accesible para todos los consumidores, algo que actualmente no se cumple de forma homogénea. No obstante, la experta advierte que muchos consumidores “desconocen las diferencias entre el pescado nacional y el importado, o no saben reconocer las etiquetas en las pescaderías y supermercados, o estas no están muy visibles, o tienen una letra muy pequeña”, lo que pone de relieve la necesidad de continuar desarrollando campañas de promoción e información. Por otra parte, las obligaciones de información a los consumidores sobre el pescado en los restaurantes son nulas con la excepción de la presencia de alérgenos.

La defensa del principio de reciprocidad no implica levantar barreras comerciales, sino exigir que las importaciones estén alineadas con los valores y normas que la UE aplica a sus propios productores, especialmente en materia de seguridad alimentaria, sostenibilidad alimentaria, sostenibilidad ambiental y bienestar animal. De hecho, se trata de una medida que contempla el marco de actuación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que reconoce la posibilidad de establecer condiciones de acceso al mercado siempre que estén justificadas por razones de salud pública o medioambiental.

Desde el sector de la acuicultura española se subraya que este desequilibrio es evidente en los intercambios con países de fuera de la UE y también con algunos países europeos que, sin pertenecer al espacio comunitario, exportan pescado a los mercados europeos sin cumplir con todas las condiciones exigidas a los productores comunitarios. Esta excepción normativa debe ser reevaluada para asegurar un trato justo y coherente a todas las partes.

Apostar por una acuicultura nacional exigente y regulada, como la que se practica en España, es también una apuesta por el desarrollo local y la soberanía alimentaria. “Los altos estándares garantizan productos seguros y sostenibles. Además, fortalecen la economía local, y reducen la dependencia de importaciones de países con regulaciones menos estrictas”, concluye Ariadna Sitjà.

El sector acuícola reitera la necesidad urgente de establecer mecanismos regulatorios que aseguren la igualdad de condiciones entre productos nacionales e importados. Solo así podrá asegurarse la calidad del producto al consumidor, garantizar la sostenibilidad ambiental y reforzar la competitividad de un sector que opera bajo los más altos estándares internacionales.

Por lo tanto, el sector acuícola español insta a revisar las condiciones actuales de acceso al mercado europeo para productos de acuicultura de fuera de la UE y garantizar que todos los productores, sean nacionales o extranjeros, compitan bajo las mismas reglas.

Un informe revela el peso oculto de los grupos de interés en la toma de decisiones de la UE

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Un informe revela el peso oculto de los grupos de interés en la toma de decisiones de la UE.

En Bruselas, los grandes debates sobre el futuro de la pesca en Europa no solo se libran en los despachos oficiales. Un nuevo informe elaborado por la Fundación MarInnLeg, centro jurídico con sede en Vigo, desvela el papel determinante que juegan ciertos grupos de interés —económicos y conservacionistas— en las políticas pesqueras de la Unión Europea. A través de una cartografía detallada, el estudio ofrece una radiografía del poder oculto que, desde espacios de influencia menos visibles, moldea decisiones clave que afectan a toda la cadena de valor pesquera.

El foco del informe se centra especialmente en los Consejos Consultivos de la Comisión Europea, órganos creados para facilitar la participación del sector y de la sociedad civil en el diseño normativo comunitario. Entre ellos destacan el Market Advisory Council (MAC) y el Long Distance Advisory Council (LDAC), donde confluyen intereses industriales, ONGs medioambientales y entidades internacionales con agendas muy diversas.

Lobbies con rostro institucional

En el campo económico, el informe identifica a estructuras bien organizadas como Europêche, EAPO (Organización Europea de Productores Pesqueros) y AIPCE-CEP, que representan a armadores, cooperativas y empresas transformadoras de toda Europa, incluida Italia. Estas organizaciones aportan conocimientos técnicos y defienden la viabilidad del sector pesquero frente a las nuevas regulaciones.

Por el lado ecologista, sobresalen actores de peso como el WWF European Policy Office, Oceana y la fundación Pew Charitable Trusts, que operan con financiación —en muchos casos— procedente de fundaciones estadounidenses. Estas organizaciones promueven objetivos de conservación marina, muchas veces en clave restrictiva respecto a la actividad pesquera tradicional.

Concentración de poder y desequilibrios

Uno de los hallazgos más significativos del informe es la alta concentración de influencia en manos de un número limitado de organizaciones, capaces de ocupar sistemáticamente los espacios consultivos europeos gracias a su estructura técnica, financiación sólida y capacidad de lobby. Esta capacidad no se distribuye de manera homogénea: mientras algunos países han sabido consolidar su presencia y voz en los foros europeos, otros, como Italia, mantienen una participación más débil y fragmentada.

Sin embargo otros países aunquen forma parte de los organismos consultivos, su presencia no es aún suficiente para equilibrar las fuerzas en juego. El informe señala que la escasa articulación del sector y la limitada participación técnica en los espacios de consulta deja a la cadena pesquera italiana en una posición vulnerable frente a decisiones que afectan directamente a sus intereses.

Las normativas sobre cuotas de pesca, reglas técnicas, etiquetado de productos, acceso a fondos europeos o condiciones para el comercio exterior se definen en gran parte en estos consejos. Contar con una representación activa, continua y estratégica puede marcar la diferencia entre influir en las políticas o limitarnos a acatarlas.

Un llamado a la acción coordinada

Desde la Fundación MarInnLeg se plantea este informe no solo como una alerta, sino como una oportunidad estratégica. El mensaje para Italia —y para otros países con sectores pesqueros relevantes— es claro: reforzar la presencia institucional en los consejos europeos, dotarse de equipos técnicos preparados y actuar de forma coordinada como sistema-país será clave para defender el valor económico, social y cultural de la pesca.

En un contexto de transición ecológica, digitalización y creciente regulación ambiental, no basta con reaccionar: es necesario anticiparse a las dinámicas y actuar con visión de futuro. La radiografía de los grupos de interés en la pesca europea es también un espejo: muestra lo que otros ya han construido y lo que aún está por construir desde Italia.

Rodman refuerza la lucha contra el narcotráfico marítimo con la construcción de diez nuevas patrulleras para Vigilancia Aduanera

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El astillero de Moaña se consolida como referente nacional en la fabricación de embarcaciones especializadas para combatir el crimen en alta mar

El astillero Rodman Polyships, ubicado en la ría de Vigo, avanza en la construcción de una nueva serie de patrulleras de alta tecnología destinadas al Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), en el marco de un ambicioso plan para reforzar la lucha contra el narcotráfico marítimo en España.

En total, Rodman fabricará diez embarcaciones que se dividirán en tres tipos operativos: dos patrulleras de altura —ya entregadas y con una tercera en proceso— diseñadas para operar en mar abierto y realizar misiones prolongadas; ocho patrulleras de interceptación, ágiles y rápidas, concebidas para actuar con eficacia en las costas y zonas portuarias; y una embarcación más que destaca por su velocidad punta, ideal para persecuciones rápidas y maniobras evasivas.

Por el momento, no se ha hecho pública la asignación geográfica de estas nuevas unidades, aunque se espera que se repartan entre puntos estratégicos del litoral español donde la presión del narcotráfico es más intensa, como Galicia, Andalucía o el Mediterráneo.

Tecnología punta y diseño nacional

Rodman ha aplicado en esta nueva serie su experiencia acumulada en más de cuatro décadas de construcción naval, apostando por materiales ligeros, estructuras reforzadas y sistemas de navegación de última generación. Estas patrulleras están preparadas para operar tanto de día como de noche, en condiciones meteorológicas adversas, y cuentan con equipos de comunicación encriptados y radares de alta resolución.

Además, las embarcaciones están adaptadas para realizar abordajes seguros y transportan personal especializado, en muchos casos acompañado de unidades caninas o equipos antidroga. También pueden servir como plataformas para drones o sistemas de vigilancia aérea en determinadas operaciones.

Compromiso con la seguridad marítima

Con este encargo, Rodman refuerza su papel como proveedor clave de embarcaciones para las fuerzas de seguridad del Estado. La empresa gallega ya ha colaborado anteriormente con otros organismos como la Guardia Civil o Salvamento Marítimo.

“Cada patrullera que construimos representa un compromiso con la seguridad del país y con el personal que se enfrenta a redes criminales bien organizadas en el mar”, han señalado fuentes de Rodman.

Este proyecto es parte de una estrategia nacional para modernizar los medios navales del SVA y responder con mayor eficacia a las sofisticadas tácticas del narcotráfico, que ha incrementado en los últimos años el uso de narcolanchas, veleros y embarcaciones semirrígidas de alta velocidad.

Industria naval gallega al servicio del Estado

La actividad de Rodman pone en valor la industria naval gallega como motor económico y tecnológico de primer nivel. Más allá del impacto directo en el empleo y la innovación, iniciativas como esta colocan a la ría de Vigo como epicentro de la fabricación de embarcaciones estratégicas para el Estado.

La entrega progresiva de estas diez patrulleras se completará en los próximos meses, consolidando la capacidad de respuesta de España en materia de seguridad marítima y fortaleciendo la cooperación entre el sector público y privado en defensa de la legalidad y la soberanía en sus aguas.

Satlink amplía su proyecto ReCon de economía circular al Caribe y refuerza su presencia en África Oriental

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La tecnológica española consolida su liderazgo en la recuperación y reutilización de dispositivos de pesca sostenible en más de 20 países

El proyecto ReCon, impulsado por la empresa española Satlink, sigue ganando terreno a nivel internacional como una de las principales iniciativas de economía circular en el sector pesquero. ReCon, centrado en la recuperación y reacondicionamiento de dispositivos tecnológicos utilizados por la flota atunera de cerco, ha extendido recientemente su actividad al Caribe y África Oriental, consolidando así su papel como referente global en sostenibilidad marina.

En concreto, ReCon ha comenzado a operar en San Vicente y las Granadinas, gracias a una alianza con la ONG local Ripples to Waves, que utiliza las boyas reacondicionadas tanto con fines científicos como educativos y culturales. A través de su programa One Drop in the Ocean, la organización sensibiliza sobre los residuos marinos y su impacto en la biodiversidad y en las comunidades costeras.

Al mismo tiempo, el proyecto ha fortalecido su presencia en el Océano Índico occidental, en colaboración con el Centro de Estudios Científicos de Bazaruto (BCSS), socio estratégico en Mozambique. Esta colaboración se ha ampliado a Tanzania, Kenia, Madagascar y Sudáfrica, lo que permitirá aumentar el volumen de recuperación de dispositivos y fomentar nuevas alianzas con comunidades locales y pescadores artesanales.

“Los datos oceánicos en tiempo real están revolucionando la conservación marina”, afirma el Dr. Mario Lebrato, responsable del Observatorio Oceánico del BCSS. “Gracias a Satlink, transformamos la ciencia en acción. Esta colaboración nos permite monitorizar en tiempo real la biodiversidad, detectar cambios ecosistémicos y responder de forma inmediata a las amenazas marinas. Es una innovación necesaria para la economía azul.”

Lanzado en 2022, ReCon promueve la reutilización de dispositivos inteligentes de pesca para propósitos científicos y medioambientales. Estas boyas, en lugar de convertirse en residuos tecnológicos, se emplean en tareas como la investigación oceanográfica, la monitorización de residuos marinos, el apoyo a la pesca artesanal y el refuerzo de sistemas de alerta temprana.

“Dar una segunda vida a esta tecnología no solo reduce residuos”, señala Kathryn Gavira, directora de Ciencia y Sostenibilidad de Satlink, “sino que también establece un nuevo modelo de colaboración entre el sector pesquero, la ciencia y las comunidades costeras para proteger nuestros océanos”.

Desde su inicio, ReCon ha logrado recoger más de siete toneladas de artes de pesca abandonados y ha sido reconocido por diversos organismos internacionales por su impacto positivo. Entre sus galardones destacan los Tuna Awards (2023), el premio a las Mejores Ideas del Año (2024) y el World Maritime Week Award (2025). Satlink también ha recibido premios del Pacto Mundial de la ONU y la Cámara de Tecnología de la Unión Europea por su compromiso con la conservación oceánica.

Con presencia activa en más de 20 países de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, el proyecto ReCon se consolida como la mayor red global de recuperación y reaprovechamiento de tecnología pesquera, ofreciendo un ejemplo concreto de cómo la innovación y la colaboración pueden marcar la diferencia en la lucha por la sostenibilidad marina.

Científicos españoles descubren 23 nuevas especies marinas en el mar de Alborán

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Un hallazgo científico de gran calado está reconfigurando nuestra comprensión del ecosistema mediterráneo. Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), con base en Málaga, han identificado al menos 23 nuevas especies de peces en el Mediterráneo occidental, específicamente en el Estrecho de Gibraltar y el mar de Alborán. Este descubrimiento no es solo una buena noticia para la biodiversidad, sino también una alerta temprana sobre el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos.

Las especies recién registradas, muchas de ellas nunca antes vistas en estas aguas, son lo que los expertos denominan especies termófilas, es decir, organismos adaptados a aguas más cálidas. Su llegada al Mediterráneo indica una tropicalización progresiva del mar, impulsada por el aumento sostenido de las temperaturas del agua.


Un mar que cambia de rostro

“La biodiversidad del Mediterráneo está en transformación. Lo que vemos aquí es una consecuencia directa del calentamiento global”, explicó uno de los biólogos marinos implicados en el estudio. El mar de Alborán, una zona especialmente rica y compleja debido a la confluencia de aguas atlánticas y mediterráneas, se ha convertido en una suerte de «puerta de entrada» para nuevas especies que migran desde latitudes más tropicales.

Entre las especies detectadas hay peces óseos, crustáceos y pequeños depredadores, muchos de ellos procedentes del Atlántico tropical. Aunque algunas ya habían sido avistadas de forma aislada, su identificación sistemática y el aumento en su presencia en los muestreos científicos confirman que no son visitantes ocasionales, sino nuevos residentes.


Más biodiversidad, más incertidumbre

A primera vista, la llegada de nuevas especies podría interpretarse como una señal positiva: más peces, más diversidad, más oportunidades para el ecosistema. Sin embargo, el fenómeno trae consigo serios desafíos para la conservación, la gestión pesquera y la seguridad alimentaria.

“La introducción de especies termófilas puede alterar profundamente las relaciones ecológicas, competir con especies autóctonas y modificar la cadena trófica”, advierte el informe técnico publicado por el equipo del IEO. Algunas de estas especies podrían incluso convertirse en invasoras si encuentran un entorno favorable y sin predadores naturales.

Para el sector pesquero, el hallazgo implica una doble incertidumbre: ¿cómo afectarán estas especies a las poblaciones comerciales ya reguladas? ¿Cambiarán los hábitos de captura y consumo en los próximos años?

“Coruña Marítima” prevé una reordenación integral del frente portuario interior

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En el marco del proyecto “Coruña Marítima”, que prevé una reordenación integral del frente portuario interior, el sector de la pesca en A Coruña ha lanzado una petición clara: garantías económicas y técnicas frente al traslado anunciado de la lonja y otras actividades pesqueras tradicionales a la dársena de Oza .

¿Qué implica el plan “Coruña Marítima”?

  • El protocolo fue firmado en mayo de 2024 por Ayuntamiento, Xunta, Ministerio de Transportes, ADIF, Puertos del Estado y Autoridad Portuaria. El objetivo es transformar la fachada portuaria desde el dique Barrié de la Maza hasta Oza, con opciones de vivienda, espacios verdes, movilidad y nuevos usos urbanos
  • La redacción del Master Plan fue licitada recientemente (junio 2025), con un presupuesto de 3 M € y un plazo de dos años para completarse .

🎣 El traslado del sector pesquero a Oza

  • Está previsto que la lonja actual y parte de las infraestructuras pesqueras se desplacen a la dársena de Oza en un plazo de hasta diez años, para liberar el muelle de Linares Rivas y avanzar con el desarrollo urbano.
  • Además, se propone agrupar el pescado, procesado y venta en esa nueva ubicación, extendiendo el uso hacia donde están ahora las instalaciones de Repsol .

Demandas del sector pesquero

Juan Carlos Corrás, presidente de la lonja coruñesa, ha expuesto claramente que esta reubicación requiere:

  1. Condiciones económicas viables para el traslado: inversión adecuada en nuevas infraestructuras, amarre, almacenamiento y logística.
  2. Condiciones técnicas equivalentes o superiores a las actuales, garantizando fluidez en atraques, subastas, accesibilidad y servicios portuarios
  3. Asegurar que A Coruña mantenga su posición como puerto de referencia en pesca, sin reducir capacidad operativa ni competitividad

Chile redistribuye los cupos de pesca: más cuota para la pesca artesanal de merluza

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El Senado chileno aprobó el pasado 18 de junio una ley histórica que aumenta la cuota de pesca del merluza del Pacífico Sur (Merluccius gayi) destinada a la flota artesanal, reduciendo la parte asignada a la pesca industrial. A partir de ahora, el 45 % del total anual permitido (35.000 toneladas) corresponderá a los pescadores artesanales, frente al 40 % anterior, mientras que los industriales verán su participación reducida del 60 % al 55 %.

Con más de 6.000 kilómetros de costa y considerado uno de los diez principales países pesqueros del mundo, Chile enfrenta una presión creciente para equilibrar el aprovechamiento económico de sus recursos marinos con su conservación. La merluza, por su accesibilidad y precio moderado, es una de las especies más consumidas por los chilenos y un pilar de la pesca artesanal, que emplea a más de 4.000 pescadores en regiones como Valparaíso y Talcahuano.

Sin embargo, su población ha disminuido cerca de un 70 % en las últimas dos décadas, según datos del Instituto de Fomento Pesquero (Ifop). Desde 2012, la merluza está oficialmente catalogada como especie sobreexplotada. En un intento de proteger su ciclo biológico, el país ya había implementado desde 2006 una veda reproductiva en septiembre de cada año.

La nueva legislación también redistribuye cuotas en favor del sector artesanal para otras especies clave, como el jurel, la sardina y la anchoveta. El ministro de Economía, Nicolás Grau, celebró la medida y aseguró que permitirá “una redistribución de 160 millones de dólares desde el sector industrial al artesanal”, aportando así “más justicia” al sistema pesquero nacional.

Esta reforma llega tras años de presión social. A finales de marzo, cientos de pescadores se movilizaron exigiendo una nueva regulación que reconociera su peso económico y social, llegando incluso a reclamar hasta el 70 % de la cuota total para la pesca artesanal. Aunque el aumento aprobado no alcanza ese umbral, sí representa un avance significativo en una disputa de largo recorrido.

La pregunta ahora es si esta redistribución de cuotas será suficiente para garantizar la sostenibilidad del recurso a largo plazo, y si puede marcar el inicio de un modelo más justo y participativo para la gobernanza marina en Chile.