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sábado, diciembre 13, 2025
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Burela celebra su tercer Día do Orgullo Mariñeiro

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La Fundación Expomar organiza la tercera edición del llamado «Día do Orgullo Mariñeiro», que tendrá lugar en Burela y en toda A Mariña Lucense el próximo jueves 11 de diciembre.

La Fundación Expomar vuelve a poner en valor la importancia de la cultura marinera de Galicia con la celebración del tercer «Día do Orgullo Mariñeiro», que volverá a combinar el próximo jueves 11 de diciembre la divulgación en las escuelas, la exaltación de la cultura marinera y la gastronomía del mar para llegar a todos los públicos.

Esta acción está organizada por la Fundación Expomar con la colaboración del Concello de Burela y la Consellería de Mar de la Xunta de Galicia, en el marco de las ayudas del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (FEMPA).

«El Día do Orgullo Mariñeiro es una fiesta que nace de la Fundación Expomar hace tan solo 2 años, pero está perfectamente arraigada en el pueblo de Burela y en toda A Mariña Lucense, porque representa el sentir de la gente hacia una forma de vivir mirando al mar y a la pesca», asegura la presidenta de la Fundación Expomar y alcaldesa de Burela, Carmela López. 

«Orgullo Mariñeiro en las Escuelas»

Como ya es habitual, el día comenzará de nuevo en los comedores de diferentes centros de enseñanza y servicios sociales de A Mariña Lucense, donde se servirán más de 1000 raciones de pota de la lonja de Burela en sus menús diarios.

«La Mujer y el Mar»

La segunda parte de la jornada se celebrará por la tarde en el auditorio de la Casa de Cultura de Burela, con la charla-coloquio titulada «La mujer y el mar», con la participación de distintas mujeres vinculadas a los oficios del mar: armadoras, estibadoras, redeiras y Administración.

Este acto público se completará con las intervenciones de la presidenta de la Fundación Expomar y alcaldesa de Burela, Carmela López, y de la directora xeral de Desarrollo Pesquero de la Xunta de Galicia, Ángeles Vázquez, que clausurará la jornada cultural.

«Orgullo Mariñeiro Musical»

La parte musical del acto en la Casa de Cultura de Burela contará con las actuaciones especiales ‘Cantiños Osa do Mar’ a cargo del Grupo infantil de la SCR Alegría, Arumiños ACM Arume y Blood Skeleton.

«Orgullo Mariñeiro en la Plaza»

Y, como es habitual, el broche final de este día del Orgullo Mariñeiro se celebrará en la carpa de la Praza da Mariña de Burela, donde, a partir de las 8 de la tarde, comenzará la celebración gastronómica popular, con ambientación musical y una degustación gratuita de recetas elaboradas con diferentes especies de la lonja de Burela.

Para evitar las aglomeraciones de años anteriores, este año se limitará el aforo en el interior de la carpa. El acceso seguirá siendo gratuito, pero para poder entrar habrá que disponer de tícket de entrada, que se repartirán gratuitamente durante el acto en la Casa de Cultura

Drones e inteligencia artificial: la nueva frontera de la Defensa

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La escena se repite cada vez con más frecuencia: una fragata navegando en silencio, radares y sensores saturados de información, y en el centro de operaciones una pantalla donde sistemas de inteligencia artificial ayudan a distinguir, en segundos, si lo que se aproxima es un dron enemigo, un simple eco del mar o un avión aliado. Lo que hace pocos años sonaba a ciencia ficción se ha convertido ya en rutina en las principales marinas del mundo.

En el ámbito europeo, Francia está situando buena parte de esta transformación en torno a una nueva estructura: la Agencia Ministerial para la Inteligencia Artificial de Defensa (Amiad), creada en 2024 y dependiente del Ministerio de las Fuerzas Armadas. Repartida entre el centro de la Dirección General de Armamento (DGA) en Bruz, cerca de Rennes, y Palaiseau, en la región parisina, esta agencia trabaja precisamente en el corazón de esa revolución: el desarrollo y la integración de soluciones de IA en aplicaciones que van desde la acústica submarina hasta la lucha contra drones.

De la detección acústica a la guerra contra los drones

En el caso de la Marina nacional francesa, la inteligencia artificial ya no es un lujo tecnológico, sino una condición para “estar al nivel de sus competidores”, como reconocen los propios mandos. Los mares son hoy un entorno saturado de señales: ruidos de hélices, comunicaciones, ecos de sonar, firmas térmicas, tráfico civil… Separar lo relevante de lo irrelevante es una tarea inmensa para un equipo humano, pero es el terreno natural de la IA.

En acústica submarina, por ejemplo, algoritmos entrenados sobre millones de registros son capaces de identificar patrones sonoros asociados a determinados tipos de buques, submarinos o incluso drones subacuáticos. Allí donde un operador escucha ruido, la IA ve una huella. Esa capacidad de clasificación automática permite ganar minutos preciosos en la toma de decisiones y reduce el riesgo de error.

En superficie y en el aire, la irrupción de los drones —baratos, maniobrables, cada vez más autónomos— ha cambiado las reglas del juego. Los ejercicios antidrones, como los desarrollados en el Mediterráneo con buques como la fragata Lorraine, muestran hasta qué punto la defensa frente a estos aparatos depende de la capacidad de detectarlos, rastrearlos y neutralizarlos a gran velocidad.

Aquí, de nuevo, la IA se vuelve central: combina imágenes de radar, cámaras ópticas, infrarrojos y otros sensores para identificar firmas de vuelo anómalas, distinguir un dron de un ave, anticipar trayectorias y proponer respuestas adecuadas (contramedidas electrónicas, armas de energía dirigida, sistemas cinéticos). El factor humano sigue siendo decisivo, pero el ciclo “detección–clasificación–decisión” se apoya ya en sistemas automatizados que filtran y priorizan amenazas.

Amiad: una fábrica de algoritmos para las Fuerzas Armadas

La creación de la Amiad responde precisamente a la necesidad de coordinar e industrializar este tipo de desarrollos. Con unos 200 especialistas en activo y cerca de un centenar de incorporaciones previstas hasta 2026, la agencia se perfila como una auténtica “fábrica de algoritmos” al servicio de la Defensa.

Su misión no se limita a abrir líneas de investigación, sino también a conectar a las Fuerzas Armadas con el ecosistema civil: startups, universidades, centros de investigación y empresas tecnológicas. De este modo, Francia intenta evitar quedar atrapada entre los gigantes digitales estadounidenses y la presión tecnológica de otras potencias militares, trasladando al ámbito de la seguridad y la defensa innovaciones que ya están transformando la industria o el transporte.

Entre los campos de trabajo prioritarios se encuentran:

  • Fusión de datos y ayuda a la decisión en centros de mando, para que los responsables dispongan de una imagen de situación más clara y dinámica.
  • Optimización de mantenimiento de buques, vehículos y aeronaves, utilizando IA para anticipar averías (mantenimiento predictivo) y alargar la vida útil del material.
  • Autonomía de drones y sistemas no tripulados, tanto en mar como en aire y tierra, respetando el principio de “control humano significativo” en el empleo de la fuerza.
  • Ciberdefensa y guerra electrónica, donde la velocidad de reacción frente a ataques automatizados solo puede responderse con herramientas igualmente automatizables.

Por qué los drones se han vuelto tan decisivos

La importancia de los drones en la Defensa se ha puesto de manifiesto en conflictos recientes, donde pequeñas aeronaves no tripuladas han logrado efectos que antes solo estaban al alcance de grandes plataformas. Su capacidad para vigilar, corregir el tiro de artillería, atacar objetivos concretos o saturar defensas rivales ha obligado a todos los ejércitos a replantearse doctrinas y prioridades de inversión.

Para las marinas, los drones —aéreos, de superficie y submarinos— permiten extender el alcance de sus sensores mucho más allá del horizonte, vigilar estrechos y zonas portuarias, inspeccionar cascos, rastrear minas o realizar misiones de reconocimiento en entornos de alto riesgo sin poner en peligro a la tripulación.

En paralelo, la proliferación de drones hostiles, improvisados o comerciales adaptados, ha convertido a los buques y bases navales en objetivos potenciales de ataques de bajo coste pero gran impacto mediático y operativo. De ahí que la combinación “drones + IA” sea hoy vista como un binomio inseparable: sin algoritmos capaces de detectar, clasificar y responder, el volumen de amenazas superaría la capacidad humana de gestión.

Ventajas estratégicas… y nuevas preguntas éticas

El despliegue masivo de IA y drones en Defensa aporta ventajas evidentes:

  • Velocidad de reacción: la capacidad de procesar en segundos lo que antes llevaba minutos u horas.
  • Superioridad informativa: mejor conocimiento del entorno, del adversario y de la propia situación.
  • Protección de las tropas: más misiones realizadas por sistemas no tripulados en entornos peligrosos.
  • Eficiencia de recursos: empleo más racional de municiones, combustible y horas de vuelo o navegación.

Pero también plantea dilemas. ¿Hasta dónde debe llegar la autonomía de un dron militar? ¿Quién es responsable último de una decisión de fuego sugerida por un sistema de IA? ¿Cómo se evitan sesgos, errores de identificación o ciberataques que manipulen los datos sobre los que la IA toma decisiones?

Por eso, tanto en Francia como en otros países europeos, los desarrollos en este campo se acompañan cada vez más de marcos éticos y jurídicos específicos, que intentan garantizar que la tecnología se use bajo control político y militar claro, manteniendo la figura del operador humano como responsable final.

Un futuro inevitablemente “inteligente”

La puesta en marcha de agencias como la Amiad es, en realidad, un síntoma de algo más profundo: la convicción de que la superioridad militar del futuro no se jugará solo en el número de buques, aviones o carros de combate, sino en la capacidad de integrar sensores, datos y algoritmos en un sistema coherente.

En ese futuro, los drones —en todas sus formas— serán los ojos, los oídos y, en algunos casos, las manos extendidas de unas Fuerzas Armadas cada vez más conectadas. La inteligencia artificial, por su parte, actuará como cerebro auxiliar, capaz de procesar en tiempo real lo que ningún equipo humano podría absorber por sí solo.

La gran cuestión no es ya si la Defensa incorporará estos avances, sino cómo, con qué reglas, con qué nivel de transparencia y con qué garantías para evitar que la “guerra inteligente” cruce líneas que las sociedades democráticas no están dispuestas a aceptar. Mientras ese debate avanza, en centros como Bruz, Palaiseau o sus equivalentes en otros países, ingenieros y militares trabajan a contrarreloj para no quedarse atrás en una carrera tecnológica que, esta vez, se libra tanto en el mar y en el aire como en los silenciosos servidores donde viven los algoritmos.

La patronal europea reclama estabilidad y visión climática en las cuotas de 2026 para el Cantábrico y el Atlántico ibérico

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La EAPO pide revisar el impacto del cambio climático, evitar reducciones automáticas y proteger el empleo en las flotas de aguas suroccidentales

La Asociación Europea de Organizaciones de Productores en el sector de la Pesca (EAPO, por sus siglas en inglés) ha lanzado una seria advertencia sobre el futuro de las flotas del Cantábrico y del Atlántico ibérico. En un documento remitido a la Comisión Europea y al Consejo, la organización denuncia un “deterioro continuo” de numerosos recursos en las Southern Western Waters (aguas suroccidentales) pese a los esfuerzos realizados por el sector para ajustarse al objetivo de Rendimiento Máximo Sostenible (MSY).

Según la EAPO, mientras Bruselas destaca que la biomasa en el Golfo de Vizcaya y aguas ibéricas muestra “la tendencia alcista más importante desde 2003”, las perspectivas de explotación y las posibilidades de pesca “no se corresponden” con esa evolución. El resultado, subrayan, ha sido una “drástica caída” de las cuotas en los últimos años, con un impacto creciente sobre la economía y el tejido social de las comunidades pesqueras.

La patronal recuerda que las flotas de la zona han cumplido con las exigencias de la Política Pesquera Común (PPC): pescar al nivel de mortalidad FMSY, por debajo de ese umbral cuando la biomasa reproductora (SSB) caía por debajo del punto de referencia, o aplicar un enfoque precautorio. Pese a ello, afirma, “los esfuerzos de los pescadores no se ven recompensados” y el MSY “no garantiza estabilidad ni visibilidad” a medio plazo.

Uno de los ejemplos que cita el documento es la solla del Golfo de Vizcaya (sole 8ab). Estudios del proyecto francés RELIEF apuntan a una menor llegada de larvas a las zonas de cría, con mortalidades en fase pelágica y la suma de presiones antropogénicas como contaminación o desarrollos portuarios en las áreas de cría. Para la EAPO, casos como éste demuestran que el impacto del cambio climático y otros factores no pesqueros debe incorporarse de forma urgente a la gestión.

Por ello, la organización reclama una “evaluación exhaustiva” del alcance de esos efectos ambientales y de otros impactos humanos ajenos a la pesca, así como avanzar hacia un enfoque multiespecífico que evite escenarios de “choke species” (especies estranguladoras que obligan a parar la actividad al agotarse su cuota mientras quedan posibilidades de capturar otras).

Más moderación en el incremento de la lubina

Entre stock y stock, la EAPO desgrana su posición para las principales especies. En el caso de la lubina (seabass 8ab), saluda el “importante incremento” del consejo científico para 2026, pero pide prudencia. Apuesta por una subida limitada del 35 % respecto a las posibilidades de pesca de 2025, en línea con recomendaciones del instituto francés Ifremer, con el fin de estabilizar el buen estado del recurso y reducir las oscilaciones de cuota hasta 2033.

Alivio para el abadejo y la solla, preocupación por merlán y rayas

El tono cambia con el abadejo (pollack 8 y 9a). Pese a las restricciones de los últimos años —tamaño mínimo de captura de 42 cm, recortes de TAC y límites a la pesca recreativa—, el nuevo consejo científico vuelve a ser muy restrictivo. La EAPO teme un escenario de estrangulamiento para las pesquerías mixtas y pide mantener sin cambios el TAC global de 1.199 toneladas, al tiempo que reclama datos más sólidos y proyectos específicos de investigación sobre la especie.

Para la solla (plaice 8 y 9a), la organización critica el sistema que aplica reducciones precautorias del 20 % cada tres años a los stocks sin evaluación, y demanda programas de seguimiento científico que eviten recortes “excesivos y perjudiciales”. Mientras tanto, propone también un “roll-over” del TAC actual (124 toneladas).

En el caso del merlán (whiting 8 y 9a), la patronal asume que el recorte aconsejado para 2026 (990 toneladas) apenas tendrá impacto directo en la actividad, pero alerta de que supone ya una caída acumulada del 57 % desde 2023, “síntoma preocupante” de la situación de muchos recursos en la zona.

Gamba noruega, gallos y rapes: pedir estabilidad

Para la gamba noruega (norway lobster 8a, 8b y 8c), la EAPO acepta el fuerte aumento del TAC recomendado (hasta 4.014 toneladas en 8a–8b y 35 toneladas en 8c) y recuerda que, tras un desplome previo, las variaciones bruscas dificultan la planificación de las empresas. Reclama, por tanto, “más estabilidad y visibilidad” en la fijación de cuotas de cara a los próximos años.

En cuanto a las rayas (SRX/89-C), pide seguir el consejo científico de un incremento del 3 % del TAC, hasta 6.085 toneladas, y habilitar una flexibilidad del 10 % con la zona 7 en ambos sentidos. Sobre la raya mosaico (undulate ray 8), la patronal considera que existen “numerosos indicios científicos” de abundancia y reclama un TAC 2026 superior al actual, manteniendo las cuotas específicas para las pesquerías de “sentinel” que aportan datos al seguimiento científico.

Para especies de gran importancia económica como la merluza norte (hake 8abde), la EAPO recuerda que la mortalidad por pesca está por debajo de FMSY, que la biomasa reproductora supera el umbral de seguridad y que, desde 2022, las vedas a ecosistemas marinos vulnerables han cerrado caladeros tradicionales con fuerte impacto en las capturas. Por ello propone mantener el TAC actual de 58.272 toneladas y advierte de que las negociaciones con terceros países sobre la asignación zonal no deben perjudicar la subcuota de 8abde. EAPO25-60-EAPO-SWWWG-position-p…

Para la merluza 8c y 9a, donde la biomasa también crece y F se sitúa por debajo del MSY, la organización vuelve a apostar por mantener el TAC de 17.445 toneladas. En el caso del gallo (megrim 8abde), propone fijar el TAC 2026 en una horquilla entre FMSY (14.869 t) y FMSY upper del plan plurianual (22.931 t), y conservar la flexibilidad del 10 % con la zona 7, mientras que para megrim 8c y 9a respalda un incremento del 25,6 % hasta 5.585 toneladas, en línea con el aumento exponencial de la biomasa en los últimos cinco años.

Respecto a los rapes (anglerfish), la EAPO apoya para 8abde el consejo científico de 58.480 toneladas —también con flexibilidad del 10 % con la zona 7— y pide un mantenimiento del TAC en 5.432 toneladas para 8c–9a, donde ambas especies de Lophius presentan biomasa alta y mortalidad baja.

“No podemos cargar solo sobre la pesca los cambios del océano”

En su conclusión, la patronal insiste en que la pesca es “el único sector” sobre el que se están aplicando ajustes para intentar compensar impactos derivados de otros factores —climáticos o humanos— que no se están considerando adecuadamente en los modelos. De ahí su demanda de incorporar el cambio climático a las evaluaciones, de estudiar mejor la dinámica de reclutamientos y de avanzar hacia una gestión multiespecífica que combine sostenibilidad biológica y viabilidad socioeconómica.

El mensaje al Consejo y a la Comisión es claro: las flotas de las aguas suroccidentales necesitan cuotas más estables, reglas menos automáticas y una lectura de los datos que reconozca que el buen comportamiento del sector no siempre puede neutralizar por sí solo los cambios profundos que ya se están produciendo en el océano.

Nueva norma para nombrar conservas y preparados de pescado: más claridad para el consumidor

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El Consejo de Ministros aprueba un real decreto que actualiza las denominaciones comerciales de los productos de la pesca y la acuicultura, refuerza la seguridad jurídica y mejora la información al consumidor.

El Gobierno ha dado este martes un paso relevante en la regulación del etiquetado de los productos de la pesca y la acuicultura. El Consejo de Ministros ha aprobado un real decreto que regula el procedimiento para determinar las denominaciones comerciales nacionales de los alimentos en conserva y de los preparados de pescado y acuicultura, un ámbito donde confluyen ciencia, hábitos de consumo y prácticas comerciales muy diversas.

La norma, impulsada conjuntamente por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, pretende adaptar el marco actual a los cambios científicos, a los nuevos patrones de consumo y a la realidad del mercado, en un sector donde conviven productos tradicionales con elaboraciones cada vez más complejas.

Según explica el Gobierno, el decreto responde a las obligaciones comunitarias de garantizar un alto nivel de protección al consumidor y su derecho a la información. En la práctica, se trata de definir con claridad cómo deben llamarse comercialmente las conservas y preparados de pescado y marisco que se venden en el conjunto del Estado, evitando confusiones, solapamientos o denominaciones engañosas.

El texto subraya también la necesidad de una actualización y clarificación de la normativa nacional, especialmente en el terreno de los preparados y las conservas, donde las categorías se han ido multiplicando con el paso del tiempo. El nuevo procedimiento para determinar las denominaciones comerciales busca aportar mayor seguridad jurídica tanto a las empresas como a las administraciones encargadas de la supervisión.

Uno de los elementos centrales del real decreto es que establece la base regulatoria para la publicación periódica de listados oficiales de denominaciones comerciales, no solo para conservas y preparados, sino también para productos frescos, congelados, ahumados y salados, entre otros. Estos listados tendrán validez en todo el territorio nacional y servirán como referencia para la industria, la distribución y las autoridades de control.

Las comunidades autónomas podrán seguir elaborando y publicando sus propios listados de denominaciones comerciales, pero estos tendrán un carácter complementario, nunca sustitutivo. Es decir, las denominaciones autonómicas podrán aportar matices o usos locales, pero no podrán reemplazar a las denominaciones nacionales reconocidas en los listados estatales. Con ello se pretende combinar el respeto a la diversidad territorial con la necesidad de un marco común homogéneo para el consumidor en cualquier punto de España.

El Gobierno sostiene que la aprobación de este real decreto redundará en una mayor transparencia en el mercado, al facilitar que los consumidores sepan con mayor precisión qué están comprando cuando adquieren una conserva o un preparado de pescado o marisco. Una información más clara en las etiquetas, sostienen, refuerza la confianza del público y ayuda a poner en valor tanto la calidad de los productos como el esfuerzo de las empresas que cumplen con la normativa.

En un contexto de creciente sensibilidad hacia el origen de los alimentos, la trazabilidad y la sostenibilidad, la nueva regulación busca ordenar un terreno en el que las denominaciones comerciales no son solo una cuestión de marketing, sino también de protección de derechos y de lealtad en la competencia. Con este decreto, el Ejecutivo apunta a un etiquetado más claro y coherente, en línea con las exigencias europeas y con las expectativas de unos consumidores cada vez más informado

Irlanda acelera su apuesta por un transporte limpio y conectado hasta 2030

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Killybegs, County Donegal, Ireland - June 10, 2017: St. Mary's church and port of Killybegs in county Donegal, Ireland's largest fishing port.


El Plan Nacional de Desarrollo destina miles de millones a transporte público, movilidad activa, carreteras más seguras y puertos, con el reto de recortar a la mitad las emisiones del sector.

El Gobierno de Irlanda ha puesto negro sobre blanco su hoja de ruta para el transporte de los próximos años. Bajo el título Sectoral Investment Plan: Transport 2026-2030, el Ministerio de Transportes irlandés ha presentado un ambicioso programa de inversión pública que aspira a transformar la movilidad del país: menos dependencia del coche privado, más tren, autobús y bicicleta, y una fuerte apuesta por la descarbonización y la digitalización del sistema. INFORME IRLANDA

El documento forma parte de la revisión de su Plan Nacional de Desarrollo (NDP) y se alinea con la Estrategia de Ordenación del Territorio hasta 2040. La filosofía es clara: el transporte ya no se concibe solo como una red de carreteras y vías férreas, sino como un motor de competitividad, cohesión social y cumplimiento de los exigentes compromisos climáticos (–51 % de emisiones globales en 2030 y neutralidad de carbono en 2050).

El punto de partida es complejo. El transporte es el segundo sector emisor del país, solo por detrás de la agricultura, y arrastra un modelo muy dependiente del coche privado. Las autoridades reconocen que, con las políticas actuales, el sector apenas alcanzaría una reducción del 21 % de sus emisiones sobre 2018 en 2030, muy lejos del objetivo del 50 %. De ahí la puesta en marcha de un proyecto específico de “acción correctiva” para modelizar nuevos escenarios, ajustar medidas y orientar la inversión hacia las opciones más eficaces desde el punto de vista climático y socioeconómico. INFORME IRLANDA

Al mismo tiempo, Irlanda afronta fuertes presiones demográficas. Las previsiones oficiales apuntan a un incremento de hasta 950.000 habitantes entre 2022 y 2040, con un posible techo de entre 5,7 y 7 millones de personas a mediados de siglo, lo que multiplica la demanda de movilidad diaria y de transporte de mercancías. El Plan Nacional de Ordenación busca corregir el histórico desequilibrio a favor de Dublín y su entorno, promoviendo el crecimiento de ciudades y regiones intermedias. El transporte, subraya el documento, es una palanca esencial para esa “paridad regional”: sin conexiones fiables y asequibles, difícilmente se podrán desconcentrar población y actividad económica.

Sobre este telón de fondo, el plan sectorial compromete un esfuerzo inversor multianual muy significativo, articulado en seis grandes programas: movilidad activa y vías verdes, transporte público, carreteras y seguridad vial, aviación, transporte marítimo y salvamento, e infraestructuras digitales y de investigación. Cada uno tiene objetivos, calendarios y dotaciones indicativas para el periodo 2026-2030. INFORME IRLANDA

En movilidad activa y greenways, el Gobierno irlandés se marca un objetivo emblemático: entregar 1.000 kilómetros nuevos o mejorados de infraestructuras peatonales y ciclistas hasta 2030. Sobre la mesa ya hay proyectos como nuevos puentes peatonales, redes ciclistas urbanas y grandes corredores verdes en condados como Kerry, Kildare o Dublin. Además, se despliega una red ciclista de 3.500 kilómetros que conectará más de 200 núcleos y todas las comarcas a través de la National Cycle Network y los planes CycleConnects, configurando una malla continua de movilidad suave en todo el país.

El segundo gran bloque es el transporte público, que verá cómo su presupuesto anual pasa de unos 1.400 millones de euros en 2026 a 2.500 millones en 2028, para estabilizarse después en torno a los 2.000 millones. A esta cifra hay que añadir otros 2.000 millones específicos, procedentes de un fondo climático y de naturaleza, destinados a iniciar la construcción del MetroLink de Dublín, el proyecto estrella que promete reconfigurar la movilidad en la capital. El paquete incluye también la expansión del sistema DART+ de cercanías, el programa BusConnects en las principales ciudades y la modernización de estaciones ferroviarias estratégicas como Cork, Galway o Waterford.

El tercer eje, carreteras y seguridad vial, mantiene un peso importante en la inversión. El plan reserva entre 1.600 y 2.700 millones de euros anuales para 2026-2030, con un enfoque definido por la jerarquía NIFTI: primero mantener y optimizar la red existente (unos 102.000 kilómetros, de los que 5.300 son carreteras nacionales y autopistas), y solo después plantear grandes ampliaciones o nuevas infraestructuras. Una parte relevante de este programa se vincula a la Estrategia de Seguridad Vial 2021-2030, que aspira a reducir a la mitad las muertes y heridos graves en carretera en la próxima década.

La descarbonización del parque móvil es otra pieza central. El plan confirma la apuesta por la electrificación del automóvil, con el objetivo de que el 30 % del parque de turismos sea eléctrico en 2030, un hito para el que ya se ha alcanzado el objetivo intermedio de 195.000 vehículos eléctricos en 2025. La oficina Zero Emission Vehicles Ireland (ZEVI) lidera el despliegue de infraestructura de recarga en autopistas, áreas rurales y núcleos urbanos, combinando inversión pública y privada para asegurar una red equitativa en todo el territorio. En paralelo, se mantienen esquemas específicos de apoyo a camiones y autobuses de cero emisiones, considerados clave para recortar el 20 % de las emisiones del transporte que aporta el segmento de vehículos pesados.

Aunque el foco principal está en tierra, el capítulo marítimo y de salvamento también gana peso. El programa de Transporte Marítimo y Seguridad prevé un salto en su financiación anual, de 8 millones de euros en 2026 y 2027 a 43 millones a partir de 2028. Esos recursos se destinarán a renovar y modernizar las bases del servicio de guardacostas y a sustituir el buque farero ILV Granuaile, pieza clave en el cumplimiento de las obligaciones de ayudas a la navegación y seguridad marítima que Irlanda tiene en virtud del convenio SOLAS y de su propia legislación mercante.

El sector aéreo, por su parte, dispondrá de entre 8 y 10 millones de euros anuales dentro del programa de aeropuertos regionales, destinado a reforzar la conectividad internacional de las zonas periféricas, mejorar la seguridad y apoyar inversiones “verdes” que ayuden a los pequeños aeródromos a recortar su huella de carbono y adaptarse a los riesgos climáticos. INFORME IRLANDA

El sexto programa, dedicado a tecnologías de la información, participación y apoyo a la investigación, consolida la dimensión digital de la política de transportes. Con una dotación que alcanzará los 50 millones de euros anuales a partir de 2027, el Ministerio de Transportes desarrolla un “hub digital” encargado de automatizar trámites, migrar sistemas a la nube, reforzar la ciberseguridad y desplegar plataformas avanzadas de análisis de datos e inteligencia artificial. Este capítulo incluye también el desarrollo de sistemas inteligentes de transporte (ITS), gestión avanzada del tráfico, preparación para vehículos conectados y autónomos y la integración de servicios como el carné de conducir digital en las nuevas carteras de identidad electrónica.

Más allá de las cifras, el plan insiste en la necesidad de gestionar bien la ejecución. La experiencia acumulada de la Autoridad Nacional de Transporte (NTA) y de la agencia de infraestructuras Transport Infrastructure Ireland (TII) se presenta como una garantía de capacidad técnica. Y la Transport Appraisal Framework fija criterios comunes para que cada euro invertido responda a objetivos estratégicos y ofrezca valor por dinero, incorporando herramientas como la comparación con proyectos de referencia internacionales o la verificación independiente de costes.

En definitiva, Irlanda pone rumbo a un modelo de movilidad más sostenible, electrificado y conectado, pero reconoce que el tiempo apremia. Demografía, congestión, emisiones y desigualdades territoriales empujan en la misma dirección: invertir más y mejor en transporte. El NDP 2026-2030 sienta las bases, pero su éxito dependerá de la rapidez en la ejecución, de la aceptación social de las medidas de gestión de la demanda —como las restricciones al coche en las ciudades— y de la capacidad del país para coordinar inversión, regulación y cambio de hábitos. El reto es mayúsculo: transformar el modo en que Irlanda se mueve para “asegurar su futuro”, como reza el propio subtítulo del plan.

La flota vasca cuestiona la veda por delfines: “No está demostrado que seamos los culpables de los varamientos”

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Las nuevas restricciones impuestas a la flota que faena en Gran Sol para reducir las capturas accidentales de delfines han encendido las alarmas en el sector pesquero vasco. Desde Ondarroa, el gerente de la Organización de Productores de Pesca de Ondarroa (OPPAO), Mikel Ortiz, lanza un mensaje claro: las medidas suponen “un castigo desproporcionado” para los barcos y sus tripulaciones, mientras que la relación entre la pesca y los varamientos de cetáceos “no está científicamente demostrada”.

El dirigente pesquero considera que las administraciones están exigiendo a la flota un esfuerzo económico “muy por encima” de su capacidad de resistencia, sin ofrecer un colchón suficiente para amortiguar el golpe en empresas que ya operan con márgenes estrechos.

Revisión de modelos y equilibrio entre conservación y empleo

Las declaraciones de Ortiz se producen en un contexto en el que el sector reclama una revisión de los modelos científicos que se han utilizado para estimar las capturas accidentales de cetáceos y fijar las medidas de emergencia en vigor. Desde distintas organizaciones se insiste en que, con los nuevos datos de observación y monitoreo a bordo, las cifras iniciales de mortalidad de delfines podrían estar sobreestimadas, y se pide ajustar los umbrales de mortalidad aceptable a la realidad actual.

La OPPAO y otras entidades del noroeste defienden que es posible compatibilizar la conservación de los cetáceos con la continuidad de la actividad pesquera. Para ello, plantean reforzar sistemas de monitorización electrónica, observadores a bordo y protocolos de liberación de animales, pero evitando cierres “automáticos” que, en su opinión, trasladan todo el peso del problema a la flota sin garantías de que vayan a resolverlo.

La flota española que faena en Gran Sol volverá a vivir un invierno marcado por las restricciones para proteger a los cetáceos. Por tercer año consecutivo, los barcos que operan en aguas del Atlántico nororiental deberán respetar una veda de un mes pensada para reducir las capturas accidentales de delfines y otros mamíferos marinos, en línea con las medidas de emergencia adoptadas por la Comisión Europea.

Según confirma Mikel Ortiz, gerente de la Organización de Productores de Ondarroa (OPPAO), el llamado plan cetáceos abarca los años 2024, 2025 y 2026 y mantiene en vigor la prohibición de pescar del 22 de enero al 20 de febrero en determinadas zonas, una veda que afecta de lleno a la flota de Gran Sol en aguas francesas.

“No está demostrado que sean los barcos pesqueros los causantes del varamiento de delfines”, subraya Ortiz, que reclama prudencia a la hora de señalar al sector como principal responsable de un fenómeno complejo, en el que también intervienen otros factores ambientales y antrópicos.

“Nunca ha habido tanto delfín en nuestras aguas”

El responsable de la OPPAO pone el foco en el estado de la población de delfines en el Atlántico nororiental y en el Cantábrico, muy alejado —según sostiene— de una situación de amenaza.

“El delfín no es una especie en riesgo de extinción ni mucho menos. De hecho, es una de las especies que presenta mayor abundancia de biomasa. Nunca se ha conocido tanto exceso de delfín en nuestras aguas; hay tanto delfín en el mar como jabalí en tierra”, afirma.

Con esta comparación, Ortiz trata de contrarrestar la percepción de que la especie se encontraría al borde del colapso y cuestiona que se impongan cierres recurrentes de zonas de pesca con el argumento de proteger una población que, a su juicio, “goza de muy buena salud”.

Menos merluza local, más pescado importado

El gerente de la OPPAO advierte también de las consecuencias que estas vedas pueden tener sobre el consumo de pescado fresco de proximidad, especialmente en especies como la merluza capturada por la flota de la cornisa cantábrica.

“Lo que sí es un hecho es que estamos privando a las familias de menos merluza de aquí, de nuestras aguas”, señala.
“Esa merluza se está sustituyendo por otras proteínas menos saludables o por pescado congelado de importación, posiblemente capturado en condiciones menos sostenibles”.

Según Ortiz, el efecto final puede ser paradójico: se reduce la oferta de pescado local, bien gestionado y con controles estrictos, mientras se abre más espacio en el mercado a productos procedentes de flotas y caladeros donde las garantías ambientales y laborales son, como mínimo, más difíciles de verificar.

Pescadores en tierra y ayudas insuficientes

Otro de los puntos que más preocupa en Ondarroa es el impacto directo sobre el empleo y la viabilidad de las empresas armadoras afectadas por el cierre temporal de la pesquería.

Mientras las instituciones europeas y estatales avanzan en la revisión de estos planes de acción, las palabras de Mikel Ortiz ponen voz al malestar de una parte del sector: una flota que se siente señalada como culpable, que ve cómo se restringe su acceso a caladeros históricos y que reclama que, en el equilibrio entre delfines y puestos de trabajo, la balanza no se incline siempre del mismo lado.Pensamiento ampliado

“Estas medidas dejan a unos 30 pescadores en tierra sin trabajar durante un mes, y a la empresa armadora sin ingresos, pero con la obligación de seguir pagando la seguridad social y las nóminas de los trabajadores”, denuncia Ortiz.

A ese desequilibrio entre obligaciones y facturación se suma, según el gerente de la OPPAO, el déficit de las ayudas públicas:

“Las ayudas prometidas no cubren ni el 30 % de las pérdidas reales y, para más inri, los trabajadores aún no han cobrado las ayudas del cierre de 2024”, lamenta.

Mientras las instituciones europeas y estatales avanzan en la revisión de estos planes de acción, las palabras de Mikel Ortiz ponen voz al malestar de una parte del sector: una flota que se siente señalada como culpable, que ve cómo se restringe su acceso a caladeros históricos y que reclama que, en el equilibrio entre delfines y puestos de trabajo, la balanza no se incline siempre del mismo lado.Pensamiento ampliado


El noroeste español evita un cierre generalizado a cambio de más cámaras y observadores, mientras el sector pide revisar los cálculos de mortalidad de delfines en el golfo de Vizcaya.


Veda en Francia y más control para el noroeste español

En concreto, ningún barco de más de ocho metros podrá pescar en las aguas jurisdiccionales francesas del Atlántico —subzonas 8a, 8b, 8c y 8d— con una serie de artes consideradas de mayor riesgo para los cetáceos:

  • arrastre pelágico,
  • arrastre de fondo en pareja,
  • cerco con jareta,
  • enmalle de fondo,
  • trasmallos.

Para el noroeste español (Cantábrico y fachada atlántica gallega), la situación es diferente. El área se libra de una veda generalizada como la francesa, pero lo hace a cambio de aceptar un refuerzo sustancial de los controles sobre la actividad de las flotas que utilizan redes de enmalle, tanto en caladeros nacionales como comunitarios.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación trasladó estas medidas a los representantes del sector el pasado 24 de noviembre, explicando que responden a una recomendación conjunta del Grupo de Alto Nivel de Aguas Suroccidentales, en el que participan España, Portugal, Francia, Países Bajos y Bélgica.

Más cámaras y observadores a bordo

El elemento central de este “trueque” regulatorio es la intensificación del monitoreo electrónico y de la presencia de observadores humanos a bordo. Entre enero y marzo se incrementará en un 7 % el control sobre los barcos que pescan con redes de enmalle, tanto en la costa como en Gran Sol.

Ese control se realizará de dos maneras:

  • mediante cámaras de vídeo a bordo que graban las zonas por las que entra y sale el pescado (sistemas de monitoreo electrónico),
  • o mediante observadores embarcados, que documentan las capturas, incluidas las accidentales de cetáceos.

En caladeros nacionales, entre Fisterra y la frontera con Francia, esta vigilancia reforzada será obligatoria para:

  • la volanta,
  • el rasco,
  • y las artes menores de enmalle.

En aguas comunitarias, la obligación se centrará en la volanta. El objetivo declarado es obtener datos mucho más precisos sobre cuándo, dónde y en qué condiciones quedan atrapados delfines en los aparejos, y ajustar en consecuencia las medidas de gestión.

Además, a lo largo del año, los pescadores deberán declarar de forma sistemática las interacciones con cetáceos: localización, arte de pesca utilizado, circunstancias del incidente y resultado final (liberación, muerte, etc.).

Opciones para los armadores: desplazarse o amarrar

La veda invernal en aguas francesas obliga a la flota de Gran Sol a reorganizar sus campañas. Los armadores disponen básicamente de dos opciones:

  1. Trasladar su esfuerzo pesquero a otros caladeros, siempre que la normativa y las cuotas lo permitan.
  2. Amarrar los barcos durante el periodo de prohibición.

En este último caso, los buques de bandera o capital español que operen bajo pabellón de países como Francia podrán acceder a ayudas para compensar el paro forzoso, en función de los esquemas de apoyo que aprueben las autoridades correspondientes.

Desde el sector se insiste en el coste económico que supone concentrar la veda en un mes clave de la campaña, pero también se subraya que el mantenimiento de la medida por tercer invierno consecutivo ofrece al menos cierta previsibilidad, frente a la incertidumbre de las primeras decisiones de emergencia.

Más datos, menos muertes estimadas

Mientras se aplican las restricciones, el debate científico y político sobre su diseño continúa abierto. El Consejo Consultivo de Aguas del Sur (CC-Sur) prepara un informe en el que pide a la Comisión Europea que encargue al Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) y al Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca (STEFC) una revisión de los dictámenes que sirvieron de base para las medidas de emergencia hoy en vigor.

La petición se apoya en varios argumentos:

  • En estos tres años se ha generado mucha más información sobre la abundancia de cetáceos y sobre las capturas accidentales, gracias a campañas específicas y programas de observación.
  • Se han actualizado los modelos de evaluación, y el nuevo método de cálculo rebaja en torno a un 23 % las estimaciones de muertes por pesca accidental.

Para el sector, este cambio de escenario científico justifica una revisión de los umbrales de extracción biológica potencial (PBR), es decir, de los límites de mortalidad aceptables para garantizar la conservación de las poblaciones de delfines sin bloquear innecesariamente la actividad pesquera.

Gestionar por ecorregiones y mirar al cerco pelágico

El CC-Sur también plantea que el futuro análisis se realice por ecorregiones, diferenciando de forma clara:

  • la zona 8 (Cantábrico),
  • y la 9a (golfo de Cádiz).

La idea es adaptar mejor las medidas a la realidad de cada área, en lugar de aplicar soluciones uniformes para todo el golfo de Vizcaya y aguas ibéricas. De igual modo, el Consejo reclama que se preste atención específica a las redes de cerco pelágicas, un arte con un comportamiento diferente en cuanto a interacciones con cetáceos.

Las organizaciones del sector se muestran convencidas de que es posible encontrar un equilibrio entre:

  • la preservación efectiva de los delfines,
  • y la viabilidad socioeconómica de las flotas que dependen de estos caladeros.

Entre la presión ambiental y la supervivencia económica

La continuidad de la veda de un mes para la flota de Gran Sol ilustra la tensión creciente entre las exigencias de conservación de la fauna marina y la necesidad de mantener la actividad pesquera en zonas históricas de trabajo para la flota vasca, gallega y asturiana.

Por un lado, las instituciones europeas y estatales se ven presionadas por la opinión pública y por organizaciones ambientalistas para reducir al mínimo las capturas accidentales de cetáceos en el Atlántico nororiental. Por otro, los armadores alertan de que encadenar cierres y restricciones sin ajustar los modelos a los nuevos datos puede lastrar la competitividad de las flotas del noroeste, empujar a algunas empresas al límite y desplazar el esfuerzo a otras zonas menos controladas.

En este contexto, el refuerzo de la monitorización electrónica y de los observadores a bordo se convierte en una pieza clave: más allá de la vigilancia, aporta la materia prima imprescindible para recalibrar las medidas en el futuro inmediato.

A corto plazo, la realidad es clara: en el invierno de 2026, la flota de Gran Sol seguirá obligada a parar un mes en aguas francesas por los cetáceos, mientras el noroeste español intenta demostrar, con cámaras, observadores y declaraciones detalladas, que es posible proteger a los delfines sin condenar a la flota que vive de esas mismas aguas.

El Senado francés aprueba una tasa por pasajero y ventajas fiscales para los barcos a vela

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La cámara alta francesa aprueba una tasa de 15 euros por pasajero de crucero y un “sobreamortización verde” para buques limpios, incluida una ayuda específica a los navíos vélicos, pese a la oposición del Gobierno.


El Senado francés ha enviado una señal política potente al sector marítimo internacional. En el marco del debate del Proyecto de Ley de Presupuestos para 2026, la cámara alta aprobó el 1 de diciembre un nuevo impuesto sobre los pasajeros de crucero, basado en el principio de “quien contamina paga”, así como un paquete de incentivos fiscales “verdes” para los armadores que apuesten por buques menos emisores, con un foco específico en los barcos propulsados por vela.

La iniciativa salió adelante contra el criterio del Gobierno, que considera que la medida puede entrar en conflicto con el derecho europeo.


15 euros por pasajero y escala: el crucero, en el punto de mira

El texto aprobado establece una tasa de 15 euros por pasajero y por escala en Francia para los grandes cruceros internacionales. No afectará a los ferris ni a los servicios regulares de transporte marítimo de pasajeros, sino a los buques turísticos que operan como “hoteles flotantes” y hacen escala en puertos franceses.

Las estimaciones del Senado sitúan la recaudación potencial en torno a 75 millones de euros anuales, fondos que se destinarían a financiar infraestructuras y proyectos de protección y valorización del litoral y del medio marino. La cámara alta reivindica así su papel de “cámara de los territorios”, subrayando el impacto directo del sector en espacios portuarios y ciudades costeras, especialmente en materia de contaminación atmosférica, ruido y presión turística.

El argumento central de los senadores impulsores del texto es que el turismo de cruceros genera “externalidades particularmente pesadas” para estas zonas, y que resulta legítimo adaptar el instrumento fiscal a esa realidad, dentro del marco del principio de responsabilidad del contaminador recogido en la legislación ambiental francesa y europea.


Contaminación y crecimiento del sector, el telón de fondo

El debate en París se produce en un contexto de crecimiento sostenido de la industria de cruceros en Europa. En los documentos de trabajo manejados por diputados y senadores se recuerda que, cada año, los buques de crucero en Europa emiten más de 7 millones de toneladas de CO₂, además de óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y partículas finas en niveles comparables a los de un parque móvil de cientos de millones de vehículos.

La medida francesa se suma así a una lista creciente de iniciativas locales y nacionales (zonas de bajas emisiones en puertos, restricciones a los atraques más contaminantes, exigencias de conexión eléctrica a muelle…) que buscan internalizar los costes ambientales de un sector que, aunque minoritario en volumen de tráfico, concentra un impacto notable sobre la calidad del aire y la huella de carbono de ciertas ciudades portuarias del Mediterráneo y del Atlántico.


Un Gobierno reticente y un futuro aún incierto

Pese a la amplia mayoría transpartidista en el Senado, el Gobierno francés ha mostrado su oposición al nuevo gravamen, al considerar que podría vulnerar normas europeas en materia de fiscalidad y de libre prestación de servicios, y afectar a la competitividad de los puertos franceses frente a otros destinos del Mediterráneo.

El texto forma parte del proceso presupuestario, por lo que ahora deberá enfrentarse a la “navette” parlamentaria y a la negociación con la Asamblea Nacional. Su redacción definitiva —o incluso su supervivencia— dependerá del compromiso global sobre el presupuesto de 2026.

Con todo, el voto del Senado supone ya un mensaje político claro: el turismo de cruceros no puede seguir siendo percibido como una actividad ajena a la fiscalidad ambiental que pesa sobre otros sectores altamente emisores.


Sobreamortización verde: premio fiscal a los barcos más limpios

En paralelo a la tasa a los cruceros, el Senado aprobó también un dispositivo de “suramortissement vert” (sobreamortización verde) para los buques, una herramienta fiscal que permite a los armadores deducir fiscalmente una parte adicional de sus inversiones en barcos más limpios, reduciendo así su carga impositiva en los primeros años de vida del activo.

Este mecanismo, ya esbozado y modificado en el debate presupuestario de 2026, busca acelerar la renovación de la flota hacia buques:

  • propulsados por combustibles alternativos de baja emisión,
  • híbridos o completamente eléctricos en ciertos segmentos,
  • mejor equipados en eficiencia energética y reducción de emisiones.

Un guiño a la navegación vélica moderna

Uno de los puntos más simbólicos es la introducción de un régimen específico para los buques vélicos, es decir, aquellos donde la vela —a menudo combinada con motores de apoyo— vuelve a ocupar un lugar central en la propulsión.

Francia es uno de los países europeos donde más han avanzado los proyectos de carga marítima asistida o impulsada por vela, con empresas que ya construyen o explotan buques que combinan:

  • grandes superficies vélicas rígidas o textiles,
  • cascos optimizados para navegar a vela,
  • y sistemas de control automatizados apoyados en la meteorología avanzada.

El sobreamortización verde específica para este tipo de barcos pretende dar un impulso adicional a una filière vélique compuesta en gran medida por pymes y empresas innovadoras, que hasta ahora no siempre encajaban bien en los esquemas fiscales clásicos.


Impacto para el sector marítimo europeo

Si las medidas superan las próximas etapas legislativas, Francia se situará entre los países que aplican una fiscalidad ambiental directa al turismo de cruceros, al tiempo que ofrece una ventana de oportunidad a los armadores que inviertan en buques de muy bajas emisiones.

Para el conjunto del sector marítimo europeo, el movimiento francés refuerza dos señales de tendencia:

  1. El principio de “quien contamina paga” avanza en el transporte marítimo, ya sea vía ETS europeo, tasas portuarias o impuestos nacionales específicos.
  2. Las ayudas públicas se orientan cada vez más hacia la descarbonización tecnológica, premiando a quienes apuestan por soluciones radicalmente distintas, como la vuelta industrial de la vela.

En un contexto de fuerte presión social y regulatoria sobre las emisiones del transporte, el paquete aprobado por el Senado francés se convierte así en un laboratorio fiscal a seguir de cerca por otros Estados miembros… y por una industria de cruceros que, poco a poco, ve cómo se estrecha su margen para seguir operando sin pagar por toda su huella ambiental.

España consolida su compromiso con la Iniciativa Puertos Azules de la FAO con una nueva contribución de 114.080 euros

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Vista área del Puerto de Vigo.

Con esta nueva aportación, España consolida su liderazgo internacional en la promoción de puertos pesqueros sostenibles y en el avance de políticas alineadas con los principios de la economía azul

El Consejo de Ministros ha autorizado hoy al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a realizar una nueva contribución económica de 114.080 euros para apoyar el Programa de Capacitación de la Iniciativa Puertos Azules de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

A esta nueva aportación de España contribuyen de forma conjunta el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Puertos del Estado, la Autoridad Portuaria de Vigo y la Xunta de Galicia.

Esta financiación permitirá a la FAO, entre otras actuaciones, organizar el seminario internacional del Programa de Capacitación, previsto para febrero de 2026 en Vigo, con el objetivo de reforzar la formación técnica y el intercambio de buenas prácticas entre puertos pesqueros de todo el mundo.

La nueva aportación complementa el apoyo sostenido de España a la iniciativa, que ya acumulaba contribuciones por valor de 144.080 euros canalizadas a través del convenio suscrito en marzo de 2024 y de las aportaciones voluntarias del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación al programa regular de la FAO en 2022 y 2023, por importe de 50.000 euros.

La Secretaría General de Pesca, que actúa como coordinadora institucional y encargada de tramitar la contribución española ante la FAO, destaca que esta actuación se enmarca en la apuesta estratégica de España por una economía azul sólida y dinámica, en la que el sector pesquero y acuícola se reconoce como uno de sus motores fundamentales por su capacidad de innovación, adaptación y creación de valor en las zonas costeras.

En este contexto, los puertos pesqueros se consideran espacios clave para el desarrollo sostenible de las áreas costeras. La Iniciativa Puertos Azules contribuye a fortalecer su competitividad, sostenibilidad ambiental y capacidad de innovación.

Ecografía para saber cuándo pondrá el pulpo: el IEO-CSIC abre una nueva vía para la acuicultura

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Un equipo internacional demuestra que las mediciones ecográficas del ovario permiten predecir la puesta en Octopus vulgaris y mejorar la planificación de la cría en cautividad

El pulpo común, una de las especies estrella de la cocina y de la acuicultura emergente, tiene a partir de ahora un nuevo aliado tecnológico. Un equipo internacional liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) ha desarrollado una técnica basada en ecografía que permite predecir el momento de la puesta en hembras de Octopus vulgaris mantenidas en cautividad. El trabajo, publicado en la revista Aquaculture Reports, abre la puerta a una gestión reproductiva mucho más precisa en las granjas de pulpo y aporta nueva información sobre la biología de la especie.

El estudio, encabezado por Eduardo Almansa y Beatriz C. Felipe, del Centro Oceanográfico de Canarias del IEO-CSIC, y por Sámar Saber, del Centro Oceanográfico de Málaga, se ha desarrollado en colaboración con personal de la Universidad Católica de Temuco (Chile) y de la KU Leuven (Bélgica). El equipo ha demostrado que las mediciones ecográficas del volumen ovárico en hembras de pulpo común permiten establecer una relación predecible entre el crecimiento del ovario y el tiempo restante hasta el desove.

“Hemos encontrado una relación predecible entre el crecimiento del ovario y el tiempo que falta para la puesta”, explica Eduardo Almansa. “Esto nos permitirá programar mejor las instalaciones y recursos necesarios en los centros de cultivo de pulpo, optimizando su manejo y bienestar”. La clave está en que la ecografía, una técnica no invasiva y segura, ofrece imágenes del estado de maduración del ovario sin necesidad de recurrir a procedimientos agresivos ni de sacrificar ejemplares.

Los investigadores analizaron más de una treintena de hembras, tanto silvestres como de cultivo, y definieron un índice ecográfico de maduración ovárica. A medida que este índice aumenta, el tiempo hasta la puesta disminuye de manera predecible, de forma que la ecografía se convierte en una herramienta práctica para estimar la proximidad del desove. Frente a otros métodos, el avance reside en que puede aplicarse en hembras mantenidas en cautividad a lo largo de toda su fase reproductiva, con un impacto mínimo sobre su comportamiento y su bienestar.

Hasta ahora, la estimación del estado reproductor en pulpos se ha basado en gran medida en métodos invasivos o en indicadores indirectos. En muchas especies, la evaluación de la madurez gonadal requiere disección o biopsias, algo incompatible con una gestión fina de la reproducción en acuicultura. En el caso del pulpo, además, la complejidad de su ciclo vital y el elevado valor de cada reproductor hacen especialmente valioso disponer de técnicas que permitan seguir la maduración sin dañar al animal.

Los resultados del equipo del IEO-CSIC muestran, además, que la maduración del ovario no está directamente ligada al tamaño corporal, sino a factores fisiológicos internos. El crecimiento del animal se ralentiza conforme progresa la maduración gonadal, un patrón que ayuda a interpretar mejor los cambios de peso y de comportamiento que se observan en las hembras en las fases previas a la puesta.

“Esta técnica no solo mejora la gestión en acuicultura, sino que también contribuye al conocimiento básico de la biología de la reproducción del pulpo común, una especie de gran valor ecológico y comercial”, destaca Beatriz C. Felipe, técnica especialista del IEO-CSIC. Comprender con más detalle cuándo y cómo maduran las hembras permite afinar también los modelos de dinámica de poblaciones y, a largo plazo, puede aportar información útil para la gestión pesquera.

La posibilidad de anticipar con precisión la puesta tiene implicaciones directas para la acuicultura. Saber con días o semanas de antelación cuándo desovará una hembra facilita la planificación de tanques, la asignación de personal, el ajuste de la alimentación y la preparación de sistemas de incubación y larvicultura. En un contexto en el que la cría de pulpo en cautividad avanza rápidamente, disponer de herramientas de control reproductivo no invasivas puede marcar la diferencia entre un ciclo productivo eficiente y otro lleno de incertidumbres.

El trabajo se enmarca en los proyectos ECOPHYN y ThinkInAzul, financiados por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), la Agencia Estatal de Investigación (AEI), el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) y el Gobierno de Canarias, con el apoyo del programa NextGenerationEU. Esta combinación de fondos nacionales y europeos refleja la apuesta estratégica por una acuicultura más sostenible, tecnológicamente avanzada y basada en un conocimiento sólido de la biología de las especies cultivadas.

Con esta aportación, el IEO-CSIC refuerza su papel como uno de los actores de referencia en investigación aplicada a la acuicultura en España y en Europa. La ecografía, una técnica habitual en medicina humana y veterinaria, encuentra ahora un nuevo campo de aplicación en los cefalópodos, un grupo de enorme interés científico y económico. El siguiente paso será trasladar y extender esta metodología a otros centros y sistemas de cultivo, para comprobar su rendimiento en diferentes condiciones y avanzar hacia protocolos estandarizados de manejo reproductivo en pulpo común.

Referencia científica:
Márquez, L., Weterings, P., Saber, S., Felipe, B.C., Maccuro, S., Serrano, M., Seuntjens, E., Acosta-Cifuentes, F., González, M. & Almansa, E. (2025). Ultrasound measurements reveal predictable relationship between spawning time and ovarian growth in Octopus vulgaris. Aquaculture Reports, 43. https://doi.org/10.1016/j.aqrep.2025.103025

AZTI, Premio JACUMAR por revolucionar el sexado del esturión

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El centro vasco desarrolla un método por PCR que permite identificar el sexo de los esturiones en fases tempranas, abaratando costes y mejorando la sostenibilidad del caviar

AZTI ha sido distinguido con el Premio JACUMAR de Investigación en Acuicultura del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por un avance llamado a transformar la cría de esturiones para caviar. El galardón se entregó el pasado 24 de noviembre, coincidiendo con la jornada del Día de la Acuicultura organizada por la Secretaría General de Pesca, y reconoce el proyecto “Método para identificar el sexo en peces pertenecientes a la familia Acipenseridae”, una herramienta pionera para sexar esturiones mediante técnicas de PCR a tiempo real.

El trabajo, liderado por Miguel Ángel Pardo, investigador del área de Calidad, Seguridad e Inocuidad Alimentaria de AZTI, aporta una solución a uno de los grandes retos de la acuicultura del esturión: saber, cuanto antes, cuáles de los ejemplares serán hembras, las productoras de caviar. Hasta ahora, la diferenciación sexual se realizaba principalmente mediante ecografías, procedimientos más invasivos, costosos y aplicables solo en fases avanzadas del desarrollo, cuando la inversión en pienso, espacio y manejo ya es muy elevada.

El método desarrollado por AZTI se basa en una técnica de PCR a tiempo real que permite identificar de forma temprana el sexo de distintas especies de esturión —Acipenser baerii, A. naccarii, A. gueldenstaedtii y el híbrido ANB— a partir de una pequeña muestra de tejido o sangre. Validado en casi 300 ejemplares y con una precisión superior al 97 % en el híbrido ANB, el sistema está protegido mediante registro de propiedad intelectual y una patente PCT actualmente en evaluación (PCT/EP2024/088437), lo que subraya su vocación de transferencia tecnológica hacia el sector.

La principal ventaja del nuevo procedimiento es que puede aplicarse en fases juveniles del ciclo productivo. Al no depender de rasgos externos ni de ecografías tardías, las empresas acuícolas pueden conocer el sexo de los animales desde el inicio y ajustar en consecuencia la alimentación, el manejo y la planificación de lotes. Esto se traduce en una selección temprana de hembras, una reducción de costes de cría de machos que no producirán caviar y una optimización de recursos como instalaciones, pienso y tiempo de engorde.

Desde el punto de vista económico, la herramienta abre la puerta a una producción de caviar más eficiente y rentable, en un mercado global altamente competitivo. Pero el jurado del Premio JACUMAR ha valorado también su impacto en términos de sostenibilidad: al permitir un uso más ajustado de recursos, reducir el desperdicio y mejorar la planificación, el método contribuye a una acuicultura de menor huella ambiental y mayor control sobre el bienestar animal.

El desarrollo de este método no se ha realizado en solitario. AZTI ha trabajado en estrecha colaboración con Caviar Riofrío (Grupo Osborne), una de las empresas de referencia en la cría de esturión y producción de caviar, lo que ha permitido testar la herramienta en condiciones reales de granja y alinearla con las necesidades concretas del sector. Esta alianza entre centro tecnológico y empresa ejemplifica el tipo de investigación aplicada que el Premio JACUMAR busca impulsar desde su creación.

Dotado con 20.000 euros, el Premio JACUMAR de Investigación en Acuicultura reconoce anualmente proyectos que aportan innovación y mejoras a la acuicultura española, tanto desde el punto de vista productivo como ambiental. Con este galardón, el Ministerio subraya la importancia de la ciencia y la tecnología para reforzar la competitividad del sector y avanzar hacia modelos de producción más sostenibles.

Para AZTI, el reconocimiento llega en un momento en que la acuicultura, y en particular la producción de caviar, afronta el doble desafío de responder a un mercado exigente y cumplir estándares cada vez más estrictos en bienestar animal, trazabilidad y sostenibilidad. El método de sexado por PCR se presenta como una pieza clave de esa transición: una herramienta de alta precisión, basada en genética y biotecnología, que convierte una decisión tradicionalmente tardía y costosa en un proceso temprano, objetivo y optimizable.

El Premio JACUMAR sitúa así a AZTI y a sus socios industriales en la vanguardia internacional de la investigación en esturiones y refuerza el papel de la ciencia vasca como motor de innovación en la acuicultura europea.

110 barcos de enmalle del golfo de Vizcaya probarán pingers acústicos para reducir las capturas accidentales

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Delsde hoy 1 de diciembre al 30 de abril de 2026, una amplia flota de barcos de enmalle franceses participará en una nueva gran experimentación con dispositivos Cetasaver-Pifil, alternando días con y sin sonido para medir su eficacia real en la protección de los delfines.

El golfo de Vizcaya afronta este invierno una nueva fase en la lucha contra las capturas accidentales de delfines. A partir del 1 de diciembre y hasta el 30 de abril de 2026, un total de 110 barcos de enmalle (fileyeurs) equipados con pingers Cetasaver-Pifil participarán en una gran campaña experimental destinada a comprobar, en condiciones reales de pesca, la eficacia de estos dispositivos acústicos como herramienta de mitigación.

La iniciativa se inscribe en el llamado plan cétacés del Gobierno francés, lanzado tras varios inviernos con un número muy elevado de varamientos de delfines comunes en las costas atlánticas, muchos de ellos vinculados a artes de pesca como los chaluts pelágicos y las redes de enmalle.

Pingers Cetasaver-Pifil: cómo funcionan y qué se quiere medir

Los pingers son pequeños emisores acústicos que, fijados al arte o a la estructura del barco, emiten pulsos sonoros en frecuencias que los cetáceos perciben claramente y que les resultan molestos, empujándolos a alejarse de la zona de pesca sin causarles daños físicos.

En el caso del proyecto PIFIL (Pinger pour Fileyeurs), se trata de dispositivos específicamente diseñados para la flota de enmalle, un segmento para el que hasta hace poco no existían soluciones adaptadas, a diferencia de lo que ocurre con la flota de arrastre pelágico, obligada a usar pingers en el golfo de Vizcaya desde 2020 en determinados periodos.

La campaña ahora en marcha plantea un protocolo sencillo pero robusto:

  • Los pingers Cetasaver-Pifil se instalan de forma fija en la embarcación.
  • Del 1 de diciembre de 2025 al 30 de abril de 2026, los 110 barcos participantes deberán registrar diariamente sus operaciones de pesca: zonas de calado, esfuerzo, capturas y cualquier interacción con cetáceos.
  • Los dispositivos se activarán un día sí y otro no, de forma que se puedan comparar, de manera estadísticamente sólida, los resultados de las mareas con pinger encendido frente a las realizadas sin señal acústica.

El objetivo es doble: medir si disminuye el número de delfines capturados accidentalmente y comprobar si el uso de pingers altera en algún grado la eficiencia pesquera de los barcos (capturas objetivo, posibles cambios de comportamiento del recurso, etc.).

Un paso más en el Plan Cétacés

La nueva experimentación llega tras varios años de fuerte presión científica, política y social para reducir las mortalidades de delfín común asociadas a la pesca en el golfo de Vizcaya. El Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y diversas ONG han reclamado reiteradamente el cierre temporal de determinadas pesquerías en los meses de mayor mortalidad, combinando esas vedas con medidas técnicas como el uso de pingers.

Francia respondió con varias tandas de medidas: obligaciones de pingers para parte de la flota de arrastre, refuerzo de la observación a bordo y programas de desarrollo tecnológico específicos para las redes de enmalle (proyectos LICADO, DOLPHINFREE, HYDROPHIN y PIFIL).

La campaña que ahora se pone en marcha supone, de hecho, el salto a gran escala de un dispositivo hasta ahora testado en fases más limitadas. La idea es disponer, a finales de la temporada 2025-2026, de una base de datos suficientemente amplia como para:

  • Estimar con mayor precisión el efecto real de los pingers PIFIL sobre las capturas accidentales de delfines.
  • Valorar su posible generalización obligatoria en determinados segmentos de la flota de enmalle del golfo de Vizcaya.
  • Ajustar, si fuera necesario, otras medidas de gestión (cierres espaciales o temporales) en función de los resultados.

Entre la obligación europea y la realidad de los barcos

La presión para encontrar soluciones eficaces no viene solo de la opinión pública. La Unión Europea exige a los Estados miembros reducir las capturas accidentales de especies protegidas, como los pequeños cetáceos, en el marco de la Política Pesquera Común y de la Directiva Hábitats. Francia, en particular, ha sido objeto de un intenso escrutinio por parte de la Comisión Europea y de su propio Consejo de Estado, que ha obligado al Gobierno a reforzar los planes de acción.

En ese contexto, la flota de enmalle del Atlántico francés aparece a la vez como parte del problema y parte de la solución. Los representantes del sector han insistido en los últimos años en que los pescadores son los primeros interesados en reducir las capturas accidentales y en preservar la imagen de una pesca responsable, pero reclaman que las medidas sean técnicamente viables, económicamente soportables y basadas en datos reales, no en simulaciones.

La experimentación con 110 barcos y un protocolo común busca precisamente eso: generar evidencia científica bajo condiciones de pesca comercial, con participación directa de los profesionales.

Dudas, expectativas y próximos pasos

Aunque los pingers han demostrado una reducción significativa de capturas accidentales en determinadas flotas y áreas, la comunidad científica recuerda que no son una “varita mágica”: pueden perder efectividad si los animales se habitúan al sonido, pueden desplazar a los cetáceos de zonas de alimentación y su uso masivo contribuye al aumento del ruido submarino.

Por eso, el diseño de la campaña en el golfo de Vizcaya incorpora varios elementos clave:

  • Alternancia de días con y sin pinger, para evitar conclusiones erróneas y limitar la posible habituación.
  • Registro fino de la actividad: esfuerzo de pesca, localización, condiciones ambientales y capturas.
  • Análisis posterior independiente, que permitirá valorar el balance entre beneficios para los delfines y posibles efectos secundarios.

Si los resultados son concluyentes y apuntan a una reducción clara de interacciones con delfines sin impacto negativo significativo en las capturas objetivo, los Cetasaver-Pifil podrían convertirse en herramienta central del Plan Cétacés para las redes de enmalle del golfo de Vizcaya. Si, por el contrario, los efectos son limitados o se detectan problemas importantes, ganará peso la opción de combinar o reforzar otras medidas, como cierres temporales más estrictos de las zonas de mayor riesgo.

En cualquier caso, la campaña que arranca el 1 de diciembre será observada muy de cerca por científicos, administraciones, ONG y, por supuesto, por las flotas de otros países con problemas similares de capturas accidentales de cetáceos, desde el Atlántico nororiental hasta el Mediterráneo.

Astilleros Balenciaga firma su venta a Abu Dhabi Ports, pero el futuro inmediato pasa por el aval de la plantilla

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El protocolo de adquisición por 11,2 millones de euros garantiza actividad y 59 empleos en Zumaia, mientras el comité de empresa alerta de que la oferta no respeta plenamente las condiciones fijadas por el juez concursal

Astilleros Balenciaga ha dado este fin de semana su paso más decisivo hacia una nueva etapa. La histórica factoría naval de Zumaia ha firmado el protocolo de venta al grupo inversor árabe encabezado por Abu Dhabi Ports, operación valorada en 11,2 millones de euros que, sobre el papel, asegura la continuidad de la actividad y del grueso del empleo.

El Gobierno Vasco dio prácticamente por cerrada la operación al anunciar que “hoy se ha firmado el acuerdo de compraventa por el grupo inversor” y al presentar el día como “una gran noticia para Euskadi, para nuestra industria, para el sector naval vasco, para Zumaia y para las familias de Balenciaga, que han vivido meses de incertidumbre”.

La operación se ha formalizado tras la autorización del Juzgado de Donostia-San Sebastián, que en septiembre validó la oferta de Safeen Drydock, incluyendo la subrogación de 59 contratos. En su auto, el juez subrayó que la venta “cumple con los parámetros de interés del concurso: maximiza la satisfacción de los acreedores, garantiza la conservación de la actividad empresarial, preserva el empleo, evita la generación de nuevos créditos contra la masa y optimiza el valor de realización de los activos”.

Sin embargo, la venta aún tiene un escollo clave: el acuerdo con los trabajadores. Sin el visto bueno del comité de empresa no habrá rúbrica definitiva ante notario ni cierre formal del proceso concursal.

Un protocolo que abre la puerta a “Balenciaga Shipyard”

El documento firmado este domingo por la administración concursal y el consorcio inversor –formado por Abu Dhabi Ports y Premiere Marine– fija las bases de la operación: el grupo árabe tomará el control de las instalaciones y operará en Zumaia bajo la marca Balenciaga Shipyard, con el compromiso de aportar carga de trabajo inmediata y desarrollar un proyecto industrial de continuidad.

Abu Dhabi Ports Group es uno de los grandes actores internacionales del sector portuario y marítimo, presente en más de 50 países y con una flota de alrededor de 250 buques, lo que refuerza la idea de un inversor con músculo financiero y experiencia en el negocio marítimo.

Desde el Departamento de Industria subrayan que la propuesta cumple las condiciones habituales exigidas por el Ejecutivo vasco para rescatar empresas en crisis: inversor sólido, proyecto industrial definido y compromiso con el mantenimiento de empleo de calidad.

Choque de relatos: “gran día” para la industria, dudas en la plantilla

Mientras el consejero Mikel Jauregi celebraba la operación como un “gran día para Euskadi”, el ambiente en Zumaia y en el propio astillero era bastante más prudente. El comité de empresa ha evitado, por ahora, hacer declaraciones públicas detalladas, pero fuentes sindicales insisten en que la firma del protocolo es “un paso más, pero no cierra la operación” y reclaman analizar con calma la letra pequeña de las condiciones laborales.

El alcalde de Zumaia, Iñaki Ostoloza, ha puesto voz a esas reservas. Según ha explicado, la propuesta definitiva del grupo árabe no garantiza íntegramente las condiciones laborales actuales, especialmente en el terreno salarial: la oferta introduce variables y conceptos retributivos que, a juicio del consistorio y de la representación de la plantilla, no se ajustan al auto del juez concursal que marcaba el marco mínimo para aprobar la venta.

Ostoloza también ha criticado la actitud del Gobierno Vasco, al considerar que al “dar por hecha” la operación está “lanzando las campanas al vuelo” y trasladando toda la presión a los trabajadores, en un momento en el que aún están en juego puntos sensibles de su convenio.

Del concurso de acreedores al desembarco árabe

Balenciaga entró en concurso de acreedores hace un año, lastrado por un pasivo de unos 28 millones de euros. El saneamiento de esa deuda ha sido clave para hacer viable la operación. Cofides, la sociedad estatal de financiación, aceptó en marzo una quita que rebajó su crédito de 15 a 8,5 millones, reduciendo el monto total a abonar a 21,5 millones y haciendo más atractiva la compañía para potenciales inversores.

La oferta de Abu Dhabi Ports Group se impuso finalmente a las alternativas gracias a dos elementos centrales:

  • Asunción aproximada del 30 % de la deuda total, en torno a 7,1 millones de euros.
  • Compromiso firme con el mantenimiento del empleo y la actividad industrial en Zumaia.

El protocolo de adquisición firmado este domingo da por culminados los trámites con la administración concursal y con las instituciones, quedando pendiente únicamente el acuerdo laboral y la formalización jurídica final.

59 empleos protegidos… y siete puestos en el aire

En el capítulo laboral, la propuesta del grupo árabe plantea la absorción de 59 contratos, incluidos 15 trabajadores mayores de 55 años, y la asunción de las deudas con la Seguridad Social y con el fondo de pensiones Geroa asociadas a esas plantillas. Quedarían fuera solo siete puestos vinculados a contratos de relevo o a trabajadores próximos a la jubilación.

Sobre el papel, esto supone preservar la gran mayoría del empleo directo y abre incluso la puerta a futuras ampliaciones de plantilla si se confirma la cartera de pedidos prometida por el nuevo grupo. No obstante, para el comité no se trata solo de cuántos puestos se mantienen, sino en qué condiciones: qué salarios, qué jornadas, qué garantías de estabilidad y qué reconocimiento de antigüedades y derechos adquiridos.

Un astillero estratégico para el naval vasco

Fundado en Zumaia en la segunda mitad del siglo XX, Astilleros Balenciaga se ha especializado en buques de alto valor añadido –remolcadores, barcos offshore, unidades de apoyo a parques eólicos marinos, entre otros– y es uno de los nombres de referencia del naval guipuzcoano.

Su caída en concurso supuso un duro golpe para el tejido industrial de la comarca, por lo que la entrada de un grupo internacional como Abu Dhabi Ports se interpreta, desde las instituciones, como una oportunidad para consolidar a Balenciaga en segmentos de mercado en crecimiento y para reforzar la posición del País Vasco en el mapa europeo de la construcción naval especializada.

La negociación que falta

A partir de ahora, el foco se desplaza a la mesa de negociación entre el grupo inversor, la dirección del astillero y el comité de empresa. El juez concursal deberá comprobar que el acuerdo final respeta los parámetros fijados en su auto, especialmente en materia de condiciones laborales, antes de dar luz verde a la transmisión definitiva de la unidad productiva.

Para la plantilla, que ha vivido meses de incertidumbre y movilizaciones, la prioridad es doble: asegurar la continuidad del astillero y no hacerlo a costa de un deterioro de sus derechos laborales. La sensación entre muchos trabajadores es de mezcla de alivio –por tener, por fin, un comprador claro y solvente– y de desconfianza ante una operación que, a su juicio, se ha presentado públicamente como resuelta cuando aún quedan flecos importantes por cerrar.

Una gran empresa

Safeen Drydock es un consorcio creado hace poco más de dos años, en el que AD Ports Group ejerce como accionista mayoritario, acompañado por Premier Marine Engineering Services, firma con base en Dubái especializada en ingeniería naval, reparaciones y nuevas construcciones. El movimiento supone la primera irrupción de capital árabe en la industria española de construcción naval, un hito que fuentes del sector consideran de enorme relevancia estratégica.

AD Ports Group, que supera los 1.100 millones de euros de facturación consolidada anual, lleva años desplegando una agresiva estrategia de diversificación y expansión internacional. En España, su desembarco se consolidó en 2023 con la compra de Noatum Logistics por 660 millones de euros y, posteriormente, de la terminal de contenedores APM Terminals Castellón, con una capacidad de 250.000 TEU. A ello se suma una presencia creciente en infraestructuras logísticas y portuarias a escala global, desde terminales en el Congo o Pakistán hasta un almacén frigorífico robotizado en Lisboa o un gran proyecto de planta de hidrógeno en la zona industrial de Kezad, en Abu Dabi.

La entrada en Balenciaga encaja en esa hoja de ruta de diversificación. AD Ports Group controla ya Safeen Drydock como vehículo para servicios de reparación y mantenimiento de buques, mientras mantiene abierto un canal de colaboración con la empresa pública española Navantia. De hecho, en octubre ambas compañías firmaron un memorando de entendimiento para “explorar áreas de colaboración en futuros proyectos navales”, en particular el desarrollo de infraestructuras de mantenimiento en Khalifa Port, en el Golfo Pérsico. La adquisición del astillero vasco ofrece ahora una base industrial en Europa con tradición, capacidades técnicas consolidadas y una cadena auxiliar muy competitiva.

La decisión judicial y el apoyo institucional han permitido evitar el desmantelamiento de una marca histórica, muy arraigada tanto en el tejido local como en la industria naval gallega, donde Balenciaga mantiene desde hace décadas una relación estrecha con múltiples empresas auxiliares. El mantenimiento de 59 contratos laborales, en un contexto de crisis y pérdida de actividad, se interpreta como una señal clara de continuidad operativa y no como una mera compra de activos.

Para el conjunto del sector naval vasco, la entrada de AD Ports Group abre interrogantes y oportunidades. Por un lado, se refuerza el mapa industrial con un socio financiero de gran envergadura, con acceso a proyectos internacionales y capacidad para atraer encargos de alto valor añadido. Por otro, se plantea el reto de integrar la cultura industrial vasca y su modelo de relaciones laborales en la estrategia de un conglomerado global acostumbrado a manejar grandes plataformas logísticas y terminales portuarias en distintos continentes.

En el ámbito local, Zumaia respira aliviada. El astillero no solo es un importante generador de empleo directo e indirecto, sino también una pieza clave en la identidad industrial de la localidad. El temor a un cierre definitivo o a una liquidación por partes ha dejado paso a la expectativa de una nueva etapa, en la que la experiencia de la plantilla y el saber hacer acumulado durante más de cien años puedan combinarse con la capacidad inversora y la red internacional del nuevo propietario.

La adquisición de Balenciaga coincide además con un momento de transformación para la industria naval europea, presionada por la competencia asiática, las exigencias ambientales, la transición energética y la incorporación de nuevas tecnologías. En este contexto, disponer de un astillero vasco bajo el paraguas de un grupo con músculo financiero y ambiciones en segmentos como las energías renovables marinas, las reparaciones especializadas o los buques de nueva generación puede situar a Euskadi en mejor posición para captar proyectos vinculados a la economía azul.

A falta de conocer en detalle el plan industrial de Safeen Drydock para el astillero, el mensaje que llega desde empresas y administración es de cautela optimista. La continuidad de la actividad, el mantenimiento de puestos de trabajo y la posibilidad de atraer nuevos contratos internacionales son hoy la principal prioridad. Mientras tanto, la compra de Balenciaga por 11,2 millones de euros confirma una tendencia de fondo: los grandes actores logísticos y portuarios del Golfo Pérsico buscan posicionarse no solo en la gestión de terminales, sino también en la cadena de valor de la construcción y reparación naval europea.

Balenciaga, símbolo de la industria vasca del mar, se convierte así en la punta de lanza de ese desembarco árabe en los astilleros españoles. El tiempo dirá si esta alianza entre tradición industrial y capital global se traduce en una nueva edad de oro para el naval de Zumaia o si, por el contrario, se queda en una operación aislada. De momento, lo que está claro es que el ‘oro negro’ del Golfo ha encontrado en el Cantábrico un astillero al que mirar con ambición de futuro.