La campaña científica anual liderada por el centro tecnológico AZTI estima una biomasa de anchoa muy por encima de la media histórica. A finales de año se obtendrá la cifra definitiva a partir del análisis conjunto de los datos obtenidos también en las capturas pesqueras y las campañas JUVENA y PELGAS.Este trabajo de investigación, que cuenta con la colaboración de la Secretaría General de Pesca y está financiado por el Gobierno Vasco y la Comisión Europea, es esencial para garantizar la sostenibilidad de la especie
La anchoa, uno de los recursos del mar más importantes para la pesca y la economía, se mantiene en un buen estado. Los resultados provisionales de la campaña científica BIOMAN, que lidera anualmente el centro tecnológico AZTI, sitúan en 143.000 toneladas la biomasa de esta especie en el golfo de Bizkaia, unos registros que están muy por encima de la media histórica.
Los datos de AZTI aseguran la sostenibilidad del recurso, ya que superan con creces la cifra de 21.000 toneladas que marca el límite biológico de la población. Más aún, los datos recientes exceden ampliamente la media histórica de 80.000 toneladas que esta campaña ha documentado desde su inicio en 1987.
Esta campaña ha sido viable gracias al apoyo financiero del Departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco y la Comisión Europea, que apostaron por ella hace ya casi cuatro décadas. Además, ha sido fundamental la colaboración de la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha proporcionado el uso de sus buques oceanográficos, Emma Bardán y Vizconde de Eza
“Son resultados muy positivos, pero para tener una cifra definitiva de la biomasa y poder aconsejar a los gestores, deberemos esperar a finales de año, cuando contemos con los datos obtenidos por las otras campañas y las capturas de la flota pesquera”, destaca María Santos, experta en gestión pesquera sostenible de AZTI y responsable de la campaña BIOMAN.
La investigadora se refiere a las campañas anuales JUVENA, liderada también por AZTI, que determina la abundancia y distribución de los juveniles de anchoa (menos de 1 año de edad); y PELGAS, coordinada por el instituto francés Ifremer para conocer el estado de la población de anchoa, así como el funcionamiento de su ecosistema en la zona atlántica francesa. Este análisis se llevará a cabo en Madrid (España) en el marco del grupo de trabajo de anchoa, sardina y chicharro del CIEM (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), y sus conclusiones serán fundamentales para asesorar en la determinación del TAC (Total Admisible de Capturas) para el año 2025.
“Con este completo análisis sabremos con mayor exactitud cuántos de los ejemplares de anchoa nacidos esta primavera llegan a juveniles en otoño, lo que depende de diversos factores medioambientales y ecosistémicos como la temperatura, la disponibilidad de alimento o los depredadores”, añade Santos.
Apuesta integral por la sostenibilidad de los mares
Tal y como viene siendo habitual desde 2016, la campaña BIOMAN 2024 se ha llevado a cabo con un enfoque ecosistémico con el objetivo de alcanzar una gestión integrada del medio y los recursos vivos que promueva la conservación y el uso sostenible de un modo equitativo.
Así, aparte de la estimación de la biomasa de la especie, se ha puesto el foco en otros factores como la biomasa de sardina, el alimento de la anchoa, la presencia, abundancia y comportamiento de depredadores y otros organismos marinos, las condiciones oceanográficas, las actividades del ser humano y los residuos marinos.
Simposicio anual de la FSBI
Euskadi se consolida en la vanguardia de la ciencia pesquera al ser seleccionada como la primera sede, fuera de la islas británicas, para celebrar el prestigioso Simposio anual de la Sociedad Internacional Pesquera de las Islas Británicas (FSBI). Entre el 15 al 19 de julio, el Bizkaia Aretoa de Bilbao será el escenario donde se presentarán los avances más significativos en ciencias ómicas, un campo que engloba disciplinas como la genómica y proteómica, fundamentales para entender la complejidad molecular de los seres vivos. Este evento destacará por su especial énfasis en la aplicación de estas disciplinas para la gestión y conservación de las especies piscícolas y los ecosistemas que los habitan.
El simposio reunirá a más de 150 personas expertas y líderes provenientes de universidades, centros de investigación, entidades gubernamentales, ONGs y empresas de 33 países y 5 continentes. El centro tecnológico AZTI será el anfitrión de este encuentro global que se centrará en explorar el impacto revolucionario de las ciencias ómicas en la biología y ecología pesqueras. La edición de este año resaltará la creciente importancia de estas disciplinas para la gestión y conservación de los ecosistemas pesqueros y sus recursos.
Naiara Rodriguez Ezpeleta, coordinadora del área de Biotecnología y Ecología Molecular de AZTI, subraya la relevancia de las ciencias ómicas, destacando que: “Estas tecnologías punteras, que han revolucionado principalmente la investigación médica, están emergiendo con fuerza en la esfera de la ecología. Su aplicación está permitiendo desarrollar estrategias de gestión y conservación más precisas y efectivas en los ecosistemas acuáticos.”
El simposio abordará una amplia diversidad de temas, desde el estudio de la conectividad genética de las poblaciones para definir unidades de gestión, hasta el uso del ADN ambiental para monitorizar la biodiversidad. Además, se examinarán enfoques multiómicos para comprender las adaptaciones evolutivas al cambio climático y estimar la resiliencia de las especies. Los descubrimientos y enfoques que se presenten serán fundamentales para afrontar los retos contemporáneos y abrir nuevos caminos en la conservación pesquera.
Retos y nuevos horizontes
Los logros científicos presentados en este simposio no solo reflejan el estado actual de la investigación, sino que también establecen la base para futuros avances. “La puesta en común de tecnologías ómicas abre un camino para capacitar a países donde estas técnicas son aún emergentes, democratizando el conocimiento y fomentando la colaboración internacional” señala la experta de AZTI.
La reunión de personas expertas en biología pesquera y genética y usuarios finales en un mismo foro es fundamental para capitalizar perspectivas diversas y complementarias. Este encuentro estimula discusiones enriquecedoras que pueden generar nuevas ideas y proyectos, impulsando así la innovación en el campo.
Este simposio no solo refuerza la importancia de las ciencias ómicas en la comprensión de procesos biológicos complejos, sino que también subraya su papel crucial en el diseño de estrategias de gestión y conservación pesquera más efectivas y adaptadas a los desafíos del siglo XXI.