Pese a algunas excepciones puntuales, la situación de los astilleros pasa por un buen momento gracias, sobre todo, a la gran a la gran cartera de pedidos recibidos en muchos astilleros durante el último año. Sin embargo, aunque la situación vaya bien, hay que reaccionar a tiempo, prepararse, diferenciarse frente a la larga sombra del mercado naval asiático. En cuestión de precios, la competición con China, por ejemplo, es casi absurda; pero si se habla de innovación, los astilleros españoles tienen mucho que decir. Ante la amenaza de la competencia asiática, los astilleros españoles optan por diferenciarse con innovación; el origen de la transformación.
Por todo ello se ha presentado en Santander el llamado ‘Plan Estratégico de I+D+I de los Medianos y Pequeños Astilleros. Visión 2030’, una hoja de ruta donde el trabajo del Clúster Marítimo de Cantabria – MarCA ha tenido un papel determinante junto al Centro Tecnológico Soermar, autor del documento. Ambas empresas han suscrito además un convenio de colaboración para implementar las medidas del plan en la región y facilitar la participación de las empresas de Cantabria en el desarrollo de los proyectos que surgirán en un futuro próximo. De hecho, «de este plan van a salir los proyectos que los astilleros privados de toda España van a poner en marcha de aquí al 2030», aseguran.
«El futuro del sector –nos explica Juan Luis Sánchez Echevarría, presidente del Clúster Marítimo de Cantabria – MarCA–, pasa por hacer barcos con una alta tecnología que sea superior a la de nuestra competencia, especialmente la asiática. Además, debemos seguir haciendo productos de alto valor añadido que nos diferencien de los demás. En los próximos años, no vamos a estar en un momento tan cómodo si no reaccionamos a tiempo». Sánchez puntualiza también que, «de momento, es un Plan Estratégico: ahora hay que desarrollar los proyectos que vendrán de las líneas de actuación que el plan contiene «.
Este ‘Plan Estratégico de I+D+I de los Medianos y Pequeños Astilleros. Visión 2030’ se estructura en torno al cumplimiento de tres misiones principales. «Conseguir un transporte marítimo limpio y seguro; potenciar la competitividad y el crecimiento sostenible del sector de Construcción Naval; y contribuir a la consolidación y crecimiento de la Economía Azul para potenciar nuevos modelos de negocio».
La actualización tecnológica de la industria marítima que plantea el documento presentado abrirá nuevas vías de negocio. Actualmente, el producto de la economía oceánica mundial se estima en 1,3 billones de euros y, según las estimaciones de la OCDE, podría llegar más del doble en 2030. «En Cantabria somos astilleros punteros en nuestro mercado, pero debemos seguir trabajando para elevar nuestro nivel tecnológicamente y poder acceder a otros escenarios que van a ser punteros como las nuevas energías o los nuevos combustibles» ha declarado el mismo Sánchez Echevarría en la presentación del plan. Un evento donde ha recordado que el origen del sector naval español está en Cantabria. «Esa tradición marítima está detrás de la creación del clúster hace año y medio, con el objetivo de promover iniciativas como estas y crear las sinergias necesarias entre las empresas del sector».